¿No hace falta también hoy la actitud de los profetas?

Para entrar por la puerta estrecha hay que ir ligero de equipaje

Es en lo pequeño donde se gestan las grandes historias

Aquí estoy, Señor, envíame

Maestro, que pueda ver

Dios es paciente y se ocupa de cada uno, cuando da fruto y cuando no

Humildad, amabilidad, comprensión

Que el amor sea tu raíz y tu cimiento

Tú que me has enriquecido tanto, Dios mío, permíteme también dar, darme a manos llenas

Cuando Dios llega y llama, hay que abrirle la puerta

¿Qué propósitos tienes en este momento?

Que aprenda a ser servidor de mis hermanos

Pensar que el que todo lo puede no puede hacer nada conmigo es la herejía práctica de la que el Señor me previene hoy

Hay cuatro evangelistas en la Escritura. Pero en la historia hay millones. ¿Qué evangelio cuenta tu vida?

¿A qué y a dónde te llama Jesús hoy?

¡Ay de vosotros que imponéis a los otros cargas intolerables!

Y tú, ¿vives el evangelio desde fuera o desde dentro?

También a mí me cuesta creer

Señor, en ti pongo toda mi confianza

¿Qué palabra tuya soy, Señor?

¿Me dejo sorprender por Dios por encima de mis prejuicios? ¿Soy capaz de descubrir signos del Reino fuera de donde yo espero?

A veces pido sin respuesta, busco sin descanso, llamo y solo encuentro silencio

Tú estás al otro lado de mi oración, Señor

«Creedme que Marta y María han de andar juntas para hospedar al Señor y tenerle siempre consigo»

Dame, Señor, un corazón que no pase de largo

Orienta mi camino, líbrame en las tormentas y guíame por la vida

Gracias, Señor, por cambiar mis planes. Los tuyos fueron siempre mejores que los míos

Quien pudiendo vivir en plenitud vive a medias o de espaldas a esa plenitud, ya está malgastando su vida y su historia.

Espera en mí, sé valiente, ten ánimo...

No vivas solo para ti. No te acomodes...

¿Cuántas veces deseo abandonar la causa cuando veo puertas cerradas o siento críticas adversas?

¿Es es uno de los nuestros?

Señor, dame un corazón limpio para amar

A veces Jesús defraudará nuestras expectativas para convertirlas

Hay tiempo para todo...

Que las palabras del profeta te hagan consciente de tus propias vanidades

Y tú, ¿con qué palabras curas? ¿con qué gestos hablas del Reino?

Quiero hacer tu voluntad.

Que puedas brillar con la luz de Dios

Enséñame, Señor, a ser el último a tu modo

Te seguiré, Señor, a lo que me llames y a donde me pidas ir contigo

Acoge la llamada a ser también tú comunidad

Solo quien necesita el perdón es capaz de comprenderlo

Si no tengo amor, no soy nada. Pero si lo tengo, lo soy todo.

¿Cuándo Dios ha actuado en tu vida?

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme

Y tú, con tu vida, ¿quién dices que soy yo?

En la cruz, la Vida.

¿Qué tienen en común el seguimiento de Jesús y el deporte?

Trata a los demás como esperas que te traten a ti

¿Qué palabras de Jesús son las que no te gusta escuchar?

La oración, la amistad y la misión. Tres ingredientes del seguimiento de Jesús.

No te conformes demasiado pronto

Habla, Señor, que te escucho

A Dios no se le pueden poner condiciones

La novedad siempre encuentra resistencias, por más necesaria que sea.

Ser cristiano no es una bella teoría, es una experiencia que afecta a la vida.

¿En qué realidades de tu vida necesitas el contacto sanador de Jesús?

La palabra de Jesús es capaz de vencer al mal.

¿Cómo puedo ser yo hoy testigo de la Buena Noticia?

Señor, dame un corazón puro

Me examino sobre complejos de inferioridad o envidias que me pueden cegar al descubrir el don de Dios en mí

Pide ayuda cuando aún es momento, no esperes a que sea demasiado tarde

Tres formas de destruir: la banalidad, la conveniencia y el odio

Feliz quien toma en serio a Dios y sigue sus caminos

Dame tu luz para no perder conciencia de lo importante, distrayéndome en menudencias

Ayúdanos a ver más allá de las excusas

Señor, tú tienes palabras de vida eterna

Ven y verás

¿Cómo puede el amor ser una obligación?

Y yo, ¿respondo a tu invitación o me quedo atascado en las excusas?

Es frecuente esperar que Jesús actúe conforme a nuestros criterios. Y Él nos sigue descolocando.

Ayúdame a poner nombre a las riquezas que me atan

¿Hay en tu vida riquezas que te resistes a poner en juego cuando Dios llama?

Espíritu Santo, conviérteme en Pan tierno para darme como Jesús

Que la vida nos vuelva pequeños

Toda vocación supone búsqueda y abandono, pero también amor y encuentro

También mi vida puede ser un canto a la grandeza de Dios

No son fáciles las relaciones comunitarias. ¿Qué ocurre ante el conflicto?

¿Qué significa volver a ser como un niño?

Dios no exige una paga por su amor

Alimenta, Señor, mi espíritu

¿A qué te aferras tú?

Cuidado con trivializar la cruz

Dentro de cada uno de nosotros pelean el discípulo y el necio

En qué consiste el amor

No hay tienda, refugio ni defensa, para quien hace de la justicia bandera, del perdón, camino, de la cruz, escuela.

¿Qué se puede hacer con solo cinco panes y dos peces?

Señor, que toda mi vida descanse en Ti

Contigo, Señor, puedo enfrentar mis decisiones, aprender de mis errores y aceptar mi humanidad.

¿Y si soy yo quien minusvalora el testimonio de otros?

No dejes que el evangelio se te convierta en inercia

¿Qué tendré que vender para tenerlo todo?

Ayúdanos

Sácanos de nuestras casillas, Señor

Señor, que pueda, en todo, amar y servir

Yo soy el terreno en el que tú siembras cada día

No te dejes atrapar por los ídolos

Qué frágil es mi barro para que Tú lo mires

¿Qué le dirás a ese Dios que te conoce y te escogió desde antes de formarte en el seno materno?

Hágase en mí tu voluntad, Señor

¿Cómo es tu historia de amor con Dios?

Haz que siempre vuelva a ti

Mirad a mi siervo, mi elegido, a quien prefiero

Que prejuicios, intereses o interpretaciones personales del evangelio no oculten el rostro de Dios

Ven a mí, y encontrarás el descanso que necesitas

Señor, dame una fe sencilla

Que me duela el mundo

Quien a mí me recibe, a Dios recibe. Qué difícil es darse cuenta de eso y valorarlo.

Señor, ayúdame a sentirme en misión, contigo y a tu modo

Me repites: «No tengas miedo»

Os envío como ovejas en medio de lobos

¿Todo tiene un precio?

Hay muchas heridas y dolencias que curar

¿Qué quieres de mí, Señor? ¿Cómo trabajar en tu mies?

El amor necesita cercanía

Señor, que me deje sorprender

No confundas la alegría del evangelio con el júbilo resultón de los odres viejos

Tú eres de esos publicanos y pecadores que, en su pequeñez y fragilidad, necesitan a Dios

Curarse de verdad es descubrir que podemos cargar con aquello que, hasta ese momento, creíamos que superaba nuestras fuerzas.

¿De veras necesito más pruebas de que el reino de Dios pide fe y compromiso ya?

La tempestad sacude nuestro mundo. ¿Y Dios parece dormir?

Señor, que te sigamos con la intemperie a cuestas

Señor, no me dejes vivir ciego, sordo y ajeno a las vidas de los otros

He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe.

Si quieres, puedes sanarme, Señor

¿Qué hay en tu vida construido sobre roca?

Acusan: "Ellos". Pero, ¿no seremos nosotros?

A veces la propuesta de Dios se encuentra con el rechazo, por incompresión, por ignorancia, por egoísmo...

Y yo, ¿qué voy a ser?

No tengas miedo. Confía

¿Soy capaz de descansar mi vida ajetreada en Dios?

Donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón

Que a nadie le falte el pan en la mesa, el techo donde cobijarse, las condiciones mínimas para llevar una vida digna...

Hoy Dios te invita a no vivir de apariencias

Nadie te enseña a acariciar espinas

Danos, Señor, aquella paz extraña...

Venga a nosotros tu Reino

Basta de palabrería, de cháchara, de discursos vacíos sobre Dios.

El Señor va a pasar. ¿Estarás prestando atención?

Busca una actitud conciliadora, para que no sufras ni hagas sufrir a otros

Te enseñaré el sendero de la vida y te llenaré de alegría cuando estés conmigo

Vive ligero de equipaje

Una felicidad que pocos comprenden, pero todos necesitan

Quiero hacer tu voluntad, Señor

Amor, humildad y sabiduría. Tres rasgos de un corazón creyente.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío

Tener las mismas actitudes hacia Dios y hacia el prójimo. He ahí un buen examen de la vida.

Un Dios de vivos, de tu vida, cotidiana, aterrizada, concreta

Hay quien quiere meter la voluntad de Dios con calzador hasta en la sopa. Y termina tomando el nombre de Dios en vano.

¿En qué se nota que Jesús es la piedra angular de tu proyecto de vida?

Haced esto en memoria mía

Hay imágenes (falsas) de Dios que alejan de Dios

Historia de un encuentro

¿Qué quieres que el Señor haga en tu vida?

¿Cuáles son mis peticiones desoídas?

Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros

Si acaso resisto, insiste. Vence tú en este duelo entre tu promesa y mi reserva.

Señor, ayúdanos a sentir tu presencia

Tú, Jesús, no eres frío ni distante

Quiero bendecirte cada día

¿Aprenderé tu modo de acercarme?

No andéis fanfarroneando sobre vuestros planes

Pedís, sin fe, lo que aumenta vuestros egos pero no construye el Reino de Dios

Cuando muerda el frío, envuélvenos, Señora, con tu manto.

Ven, Espíritu. Ven, siempre

¿Cómo definiría en este momento de la vida mi amistad con Jesús?

Hay amor más allá del fracaso

Que quien me mire te vea

Jesús me invita a la unidad, a la alegría y a la verdad

¿En dónde y en qué se concreta, a día de hoy, mi vocación?

¡Ànimo!

Lo que tú quieras, Señor, eso quiero ser

Imagina a Jesús rezando por ti hoy

Defender la alegría como una bandera

Las promesas de Dios nunca se cumplen tan de prisa como nosotros queremos

Hay preguntas que nos descentran y nos conducen a lo profundo

Que tu espíritu venza mis resistencias

También tú tienes que dar testimonio de tu fe. Y no será fácil

Estaré contigo, y eso me basta

Nos invitas a caminar a contracorriente del mundo y sus valores

No estamos solos en el seguimiento de Jesús

Hay que regalarse en vida, por amor

Las diferentes miradas, comprensiones y opiniones no son nuevas en la Iglesia.

Paz, presencia y alegría. Tres promesas de Jesús

¿Cómo guardo yo tu palabra, Señor?

Señor, ayúdanos a pemanecer en ti

Creerte es dar un salto y confiar, buscando contigo modos y horizontes nuevos.

Hallarás tu lugar en el mundo

¿Qué cuenta el «evangelio según tú»?

Yo te amo, sígueme, quiero ser tu luz

No sé qué prefiero, si tu voz o mi susurro

¿Cuántas puertas cruzo hacia lugares que no busco?

Tú eres mi pastor, tú cuidas de mí

Señor, aumenta mi fe, que no me rinda por las barbaridades que se dicen en tu nombre

Apurad hasta el fondo el cáliz de la vida

¿Dónde y cómo me alimento de ti, Señor?

Tus hechos deberían ser parte de los hechos de los apóstoles de hoy

Señor, danos siempre de este pan

Señor, ¿qué quieres de mí? ¿Qué puedo hacer por ti?

Tú estás con nosotros para siempre

El mar turbulento se transforma en lugar seguro en presencia de Jesús

Inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado

Seguir a Jesús puede complicarme mucho la vida. ¿Estaré dispuesto?

El juicio es nuestra propia vida.

Ayúdanos a creer que es posible el amor a tu modo

Tu corazón confía esperando que amanezca

Señor mío y Dios mío

Parece que la vida está llena de testigos de la Buena Noticia a los que nos cuesta creer.

Una misión que hoy sigue siendo llamada, pasión y destino.

Un triple movimiento. De la tormenta a la paz, de la duda a la confianza, de la cerrazón a la comprensión.

Tres lugares para el encuentro con el Dios vivo: la comunidad, la Escritura y la fracción del pan

¿Por qué lloras?

Alégrate, anuncia lo que has visto, y escoge la vida

Sal también tú a contar la buena noticia

Hay manos que no pueden estar más llenas de tanto vaciarse

¿Dónde están tus manos?

Abba, Padre, tú lo puedes todo, aparta de mí esta copa. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya

Cuántas veces nos ciega la diferencia, y la convertimos en enemistad o conflicto personal

¿Serás capaz de cumplir tus promesas cuando llegue el momento?

Y tú, ¿sabes dejarte cuidar?

Jesús, maestro, te pido que mi corazón lata al ritmo de tu corazón

Intento entrar en el corazón de Jesús

Y yo, ¿soy capaz de acoger la buena noticia o llevo las manos llenas de piedras para el diferente?

Dios es más grande que todo lo aprendido

La verdad os hará libres

Hay quien sirve en silencio, en lo escondido, con un amor discreto pero imprescindible. Como José.

Vete y no peques más

Señor, que mi vida dé fruto

Hablar bien de otros, en lugar de criticar a todo el mundo, es toda una revolución

¿Seré yo también capaz de afrontar la crítica, la descalificación y la persecución por defender el evangelio?

Ya puedes citar la Escritura, que si no hay amor en ti, es ruido

Te amaré siempre

Tomar la camilla y ponerse a caminar es la invitación del Señor a no vivir lamentándose de la realidad que nos toca vivir

¿Cuáles son hoy las señales de Dios?

Señor, en mis obras y palabras, hazme luz para el mundo

Es amor lo que Dios espera de mí, no una lista interminable de cumplimientos

Que la libertad de Jesús respecto a las normas me ayude a entender mejor en qué consiste el amor

El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama.

Necesitamos leyes justas que garanticen el respeto a la vida y dignidad de cada ser humano

Tenme paciencia, tú que no desesperas, que al creer en mí me abres los ojos, y las alas

¿Qué diría el profeta de mi vida?

Señor, ayúdame a descubrir que yo soy tu templo vivo

Si tú siempre estás conmigo, ¿qué más puedes querer?

Lo que otros desechan, Dios lo convierte en fundamento.

Jesús busca que la justicia se imponga en la vida y no solo tras la muerte

Se te llama a ser pequeño, servir y dar la vida. ¿Qué respondes?

¿Ves alguna similitud de lo que denuncia Jesús con la Iglesia actual?

Mira cómo es Dios contigo, y haz tú lo mismo

Que te escuche siempre, para descubrir tu nombre

La perfección a la que Jesús quiere que aspires es la del amor hasta el extremo

Cántame las verdades que necesito oír

Háblale a Dios de la Iglesia

Cuantas resistencias ponemos a la llamada de Dios a anunciar su palabra con nuestra vida

La oración que Jesús nos enseñó

A mí me lo hicisteis

Que empiece a ser hermano, a ser humano, a ser persona

Cuánto resentimiento camuflado de virtud hay también hoy

¿Cuál es el ayuno necesario?

Tu evangelio es terrible

Es tiempo de conversión

¿Aún no me entiendes? Me pregunta Dios, también a mí hoy

¿Qué más señal hace falta que Tu vida, para salir al encuentro del prójimo y construir el Reino?

Si quieres, puedes sanarme

¿Cómo andas tú de compasión? ¿Y de excusas?

Hacerlo todo bien no es hacerlo con perfecciones imposibles, sino desde el amor

Jesús, para sanar al otro, es capaz de ir mucho más allá de la tradición, de la ley y de lo que siempre ha sido así. ¿Y tú?

¿Qué es lo que brota de mi corazón? ¿Luz o sombra? ¿Bien o mal? ¿Amor u odio?

En nombre del amor no cabe el odio

Jesús sigue desembarcando en mi vida, también hoy. ¿Podré reconocerlo?

¡Ay de mí si no anuncio el evangelio!

Venid a descansar

Te presentas, inesperado, y todo cambia

Hazme valiente para llevar tu evangelio a mi vida

¿Cómo miro a los demás? ¿Les doy alas o se las corto?

Jesús toca las vidas heridas, y se deja tocar por quien le busca con un corazón humilde

Que la fuerza de Dios te mantenga firme

Señor, Tú eres Santo

Sálvanos, que perecemos

No te llenes de cosas para el camino

Cuántas veces te ha llamado por tu nombre cuando más lejos estabas de Él

¿Qué partes de tu parcela has de trabajar más para quitar piedras y arbustos?

Jesús nos invita a vivir en comunidades y familias abiertas, que no se cierren sobre sí mismas

El discípulo vive en lucha

El Reino de Dios está cerca

Es más fácil matar al mensajero que escuchar la palabra incómoda

Jesús no busca el amigo perfecto, sino que necesita lo bueno que cada uno tenemos

¿Qué heridas han de curarse hoy entre quienes buscamos y seguimos a Jesús?

Sigue habiendo hoy gente al acecho, para pescar en un renuncio a quien solo intenta practicar la misericordia

Agradezco caminar con los pies en la tierra, viviendo las circunstancias de la vida cotidiana desde el Señor, con el Señor y en el Señor.

No podemos dejar que el evangelio se vuelva una pieza de museo

Enséñame a escucharte y verte en todo

Hay gente que es incapaz de entender la misericordia.

Confiar y buscar soluciones en lugar de anclarse en la queja. Dos rasgos del seguidor de Jesús

Señor, ¿dónde estás hoy?

Todo encuentro profundo con Jesús lleva al servicio fraterno

¿Qué tengo yo que necesite ser tocado por Jesús?

El tiempo se ha cumplido. Convertíos y creed en la Buena Noticia.

Sopla y bautízame en tu brisa

Lo indefenso, lo sencillo y lo distinto... tres espacios para buscar a Dios

No podemos anestesiar nuestras entrañas ante quien vive en necesidad.

Ven y verás

Cuando tú pronuncias su nombre, «Jesús», ¿qué te viene a la cabeza y al corazón?

¿De qué modo soy yo hoy voz que grita en el desierto?

¿Cómo vivirás esta maternidad, María, entre la alegría y la preocupación, entre la confianza y la inseguridad?

Dame, Señor, una mirada capaz de reconocerte

Y tú, ¿dónde reconoces a Dios?

Que cuando te vea, te reconozca, más allá de mis expectativas

¿Hay algo de ellos en mí?

El verdadero testigo del evangelio no habla de sí, sino de Jesús

El seguidor de Jesús es, con su vida, eco de su Palabra. Cueste lo que cueste.

Feliz Navidad. Es tiempo de acoger la Palabra. Para después contarla con nuestra vida.

Tú eres mi padre, mi Dios, mi roca, mi salvación

Cuando Dios promete fecundidad y futuro a nuestras vidas, sus promesas se cumplen y vencen nuestros fatalismos

Quien se deja tocar por el Señor convierte la vida en canto. ¿Cuál es el tuyo?

Levántate, te quiero como eres... Déjame escuchar tu voz... tu presencia es preciosa para mí.

Vamos a mirarnos por dentro un poco

No temas, porque tu petición ha sido escuchada

Dios-con-nosotros. Dios-contigo. Cae en la cuenta de esa cercanía y presencia

¡Alégrate! ¡Levántate! ¡Sígueme!

Yo os daré la vida, una vez más, para que invoquéis mi nombre

No es fácil estar dispuestos a cambiar en la dirección que apunta Jesús. Y abundan las excusas y las justificaciones para no hacerlo.

«No temas, yo mismo te auxilio», dice el Señor

Ven. Carga con mi yugo. Aprende de mí.

Yo también puedo ser profeta, pregonero de la Buena Noticia, y consolar con mis palabras y mis gestos

Deja que la espera se convierta en esperanza

¿Qué puedo aprender de Juan el Bautista en este adviento?

¿Tienen las promesas de Jesús fuerza suficiente para ponerte en marcha?

También a mí Dios me da su gracia para cumplir su misión

¿Qué tipo de casa vas a construir tú?

Un banquete como no hay otro. Eso promete Dios.

Jesus es la promesa de Dios que canta el profeta

¿Qué promesas tiran hoy de mí?

Señor, ayúdame a vivir con atención cada día que me regalas

El Reino de Dios está cerca

Jesús te invita a estar con él. ¿Qué le respondes?

Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas

No hagáis caso a quien dice hablar en nombre de Dios, pero no anuncia su Buena Noticia

¿Dar de lo que me sobra o compartir lo que necesito?

Los miro y te veo, Señor. Contigo seguiré construyendo e iluminando tu Reino.

Hay quien escucha el evangelio para defenderse de él, y quien lo escucha para acogerlo. ¿Tú cómo lo haces?

A veces hay que llorar por todo lo que no llegamos a ver

Invócame, que yo te responderé -dice el Señor-

Hay cruces de miradas que cambian vidas

Ten compasión de mí

Que tu fuego encienda mi fuego. Que esa luz, sea luz para los demás

La gente anda despistada, muy despistada. Distraída, sin enterarse de que Dios está alrededor, cuidando, alentando, dando el ser.

Llamaste y clamaste y rompiste mi sordera

Jesús, maestro, ten compasión de mí

A veces en el seguimiento de Jesús se cuelan ventajas, derechos adquiridos, méritos y cansancios. ¿Qué hacer?

Creo, pero aumenta mi fe

Entra en mi vida, Señor

Hay que ser astutos y lúcidos para trabajar por el Reino de Dios

Trata de sentirte parte de esa larga historia de los seguidores de Jesús

Al final, es el amor, o no es nada.

Palabras para cualquier comunidad que diga que vive en nombre de Dios

En una mesa sin excluidos se hace comunidad

El mayor entre vosotros será vuestro servidor

No es maldad, sino ceguera, lo que hace que gente buena se aferre a la ley e ignore al hermano

Desde la memoria, la gratitud y la esperanza

Jesús propone una felicidad diferente

Lo de Dios es un cambio de mirada. De lo vistoso a lo discreto. De lo estruendoso a lo sencillo. De lo grandioso a lo pequeño.

Tú me levantas cuando vivo encorvado, tú me defiendes cuando tantos me atacan

Tú, Dios, el compasivo, dame tu amor y tu gracia

¿Tan listos que sois y no encontráis el modo de vivir en paz?

Que el fuego de su presencia se apodere de ti y te haga vibrar a su modo

No te duermas, la vida se escapa si estás distraído

Hágase en mí tu proyecto

No seas necio, y agradece lo que es don, no propiedad.

Todo para Dios, sólo para Dios

No temas

Desde lo hondo

Qué entrañable pensar en la comunidad de apóstoles primeros, con sus luces y sombras

¿Y si te centraras, fariseo amargo, en lo que se mueve dentro de ti mismo?

Hoy yo soy Nínive, que necesita cambiar de conducta. ¿Acogeré la invitación o pediré más signos?

Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida

Te llamo y me respondes desde lugares a los que no quiero ir

Dios no entiende de horarios

Enséñanos a orar

¿Qué es lo más importante cuando está Jesús en medio?

¿Quién es mi prójimo?

Que mi entrega la mueva tu amor, Señor

Quien a mí me escucha, ¿a Ti te escucha?

No busques tener todas las seguridades y garantías al seguir a Jesús, porque no las tendrás

«Te seguiré a donde quiera que vayas» es toda una declaración de amor.

Ni amenazas, ni enfados, ni condenas. Jesús enseña a seguir adelante, con paz, cuando no te acogen.

Dios elige lo pequeño

Tú, Señor, me invitas a creer

El Señor ve en mi interior y conoce mis sueños, mis fiestas y mis anhelos

El amor de Dios se convierte en canto

Autoridad, austeridad y libertad en la misión

Tú eres mi madre y mi hermano, si escuchas la palabra de Dios y la cumples –dice Jesús–.

Dios es la luz. Tú la lámpara.

Mis planes no son tus planes, mis caminos no son tus caminos. Sea lo que sea, gracias Señor

Tenemos, como Iglesia, pasos pendientes hacia una igualdad más plena

La misericordia es la marca del cristiano. Y, desgraciadamente, siempre habrá quien la niegue.

Piensa bien, y acertarás aunque te equivoques

No llores

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme

Que tu misericordia y tu compasión me muevan

Madre, ponme con tu hijo

¿Qué he hecho por Cristo? ¿Qué hago por Cristo? ¿Qué puedo hacer por Cristo?

Había esperanza para las sombras de dentro

Soledad y encuentro. Oración y misión. Intimidad con Dios y comunidad. Polos de la vida de fe.

La crítica, el enfado y la ofuscación son parte de muchos conflictos religiosos que nacen de no poner a Jesús en el centro

Que el amor y el perdón sean la luz de mi vida

Confianza y disponibilidad, imprescindibles en un «Hágase»

Ánimo, no tengas miedo, lánzate y sígueme

¿Siento la urgencia y la ilusión de compartir la misión de Cristo?

Tu Palabra, Señor, sacude el mal que a veces nos habita

Esto no es una promesa para el futuro. Es real. Hoy. Aquí y ahora.

Enséñame a confiar, Señor

La lámpara de aceite es eso que cada uno pone de su mano para preparar el encuentro con el Señor

Atiende, que el Señor va a pasar

¿Cuáles son las actitudes necesarias en el apóstol?

En la memoria del martirio de Juan Bautista, recordamos a tantos cristianos perseguidos en la historia y hoy.

Ay de vosotros, guías ciegos

Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo

Alaba, alma mía, al Señor

Ven y verás

Todos somos unas veces el trabajador molesto de la primera hora, y otras el trabajador bendecido de la última hora

¿Cuánto poner en juego? Ni mucho ni poco, todo.

¿Tal vez también yo vivo, de algún modo, atrapado?

Ten compasión de mí, Señor, hijo de David

Da gracias a Dios por tanto bueno que ha hecho en tu vida

El problema es andar ensimismado, sin mirar afuera

Quiero ser tu amigo, cada día de mi vida

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

Amaréis al forastero, porque forasteros fuisteis en Egipto

Jesús, realmente eres el Hijo de Dios

¿De qué te sirve estar conectado con tanta gente si nunca hablas corazón a corazón con nadie?

Y tú, ¿quién dices que es Jesús?

¿Cómo anda tu fe?

La noche forma parte de la condición humana. Está ahí, y tarde o temprano, todos pasamos por ella

Que mi corazón se acompase al tuyo, Señor

Levántate, no tengas miedo

Ningún profeta es bien recibido en su tierra

Hazte oyente de la Palabra para que ilumine tu vida

¿Qué tengo yo que vender para comprar la perla preciosa?

Es importante saber cuáles son tus lugares de encuentro con Dios hoy

Las parábolas, la sencilla y profunda pedagogía de Jesús

Tu amor y tu gracia me bastan

En mí hay también camino, pedregal, abrojos y tierra fértil. Quizás necesito identificarlos

¿Qué parábolas te impresionan más, te definen o te reflejan mejor?

Tener profundidad, dejar que tu semilla eche raíz en mí, ser tierra buena. A eso me llamas.

Barro soy, pero barro enamorado

¿Y si el signo somos nosotros?

Envíanos tu Espíritu

Pronuncias mi nombre y todo cambia

Hay una mirada anclada en la ley incapaz de ver a las personas

Cuando sabes por qué haces lo que haces, todo encuentra su sitio

Que no nos falte nunca la gratitud y la capacidad de bendecir

También yo necesito que Tú me salves de muchas dinámicas y mediocridades, Señor

Acepto mi imperfección. Que no lo entiendo todo. Que no lo sé todo. Que no te respondo en todo.

Que me deje nutrir por tu palabra

¿Cómo reaccionas ante las dificultades?

La gratuidad es tu lógica

¿Cómo vas a contar conmigo, Señor, tú que conoces mi fe débil, mi egoísmo, mi ceguera de a veces?

Hacen falta trabajadores por el Reino de Dios

Ánimo, tu fe te ha salvado

Que tú seas mi descanso, Señor

Que, siguiéndole, encuentres tu camino, tu lugar y tu plenitud

Levántate y anda

¿Cómo respondes al afligido, Señor?

También eres Señor en las tormentas

¿Y si fuera creer para ver?

El que pierda su vida por mí, la encontrará

Si quieres, puedes...

¿Qué ve de Jesús la gente en mí?

¿Qué frutos da tu vida?

Trata a los demás como esperas que te traten a ti

Que sepa dejarte a ti ser Juez y Padre de todos

Devuélveme a tu casa, confianza

No intentes atrapar lo que no puedes poseer

Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo

Siempre serás rico para ser generoso

Sed perfectos en el amor

Cuánto cuesta no responder a los ataques con más ataques

Enséñame a mirar como tú miras, Señor

Quiero ser cauce de tu amor hoy

A todos los que insultan, descalifican y ponen muros

El amor es el mayor mandamiento de todos

Si no estás mi fe se convierte en rutina. Pero si estás, todo se vuelve nuevo

Él nos alienta en nuestras luchas

Unidad con Cristo, y unidad con los otros. Eso es ser parte del Cuerpo de Cristo.

Alaba a Dios contando quién es para ti

Es cuestión de amor

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas

Se puede enmascarar la mala intención con palabras educadas y hasta piadosas

La viña es el mundo

Quiero vivir en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

No es habitual ver a Jesús enfadado

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme

La alegría verdadera se contagia y se multiplica

Jesús no seduce con promesas vacías o fachadas aparentes

En tus manos ponemos hoy, madre, las dificultades de la Iglesia

Rompe las puertas selladas que te encerraban en prisiones de dentro

Tú eres el Dios de la contradicción y, por eso, el Dios del perdón a Quien continuamente puedo volver.

Unidad es la capacidad de acoger una diversidad que, sin embargo, tiene en común el ponerte a ti, Señor, en el centro

Confianza en Dios, misión hacia el mundo, unión en la comunidad. Tres pilares del seguimiento

La gloria de Dios no es narcisista, no nos aísla. Es una gloria que se manifiesta estrechando lazos y buscando lo mejor para cada persona.

¿También tú me dejarás solo?

Tú estás conmigo todos los días, Señor

No intento bajarme del barco que tú guías, pese a las tormentas que puedan sacudirlo

Los extraviados encontrarán la ruta de los abrazos pendientes

¿Te atreves hoy a dar el salto de la fe?

Trata de ubicar momentos en que esa promesa se ha hecho real en tu vida

Ven, espíritu Santo, ven

Que comprenda que Tú estás en mí, Señor

Si ves que te fallo, dímelo, Señor, pues en tu abrazo, aprenderé

¿Cómo se aprende a amar?

¿Cómo ando de fidelidad a las promesas que alguna vez te he hecho, Señor?

¿Quién va ganando en esa batalla que se lucha en ti?

¿Me amas desde tus miedos, inseguridades y frustraciones, desde tus alegrías y disgustos, desde tus agobios y tus ratos de sosiego?

Creo, Señor, pero aumenta mi poca fe

Tú, Señor, eres mi camino, mi verdad y mi vida

El servicio a la manera de Jesús no es camino de sobrecarga, agobio o tristeza. Es camino de dicha.

También a ti te grita hoy, para que creas y salgas de las tinieblas

¿Quién mostrará a los más rotos el rostro del Buen Pastor?

¿Eres capaz de poner nombre a las sombras y confusiones de tu vida?

Que me deje cuidar por ti, Señor

El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna

Ser pan, para saciar mil hambres

¿De qué tienes hambre y sed?

También yo hoy tengo que encontrar una manera de contar el evangelio

¿Qué movía entonces, y qué mueve hoy a tantas personas a buscar a Dios?

Quédate conmigo, Señor

También yo tengo hambre. De sentido, de amor, de esperanza, de justicia, de paz...

Y tú, ¿a quién obedeces?

¿A quién escuchas? ¿A quien habla de Dios, o a quien utiliza a Dios para hablar de otros intereses y agendas?

La comunidad es al tiempo un ideal que perseguimos y una realidad frágil que debemos cuidar

También tú tienes que nacer de nuevo, o renovar tu vida desde la alegría del Resucitado

Dame tú, Señor, la fe que me pides

El resucitado transforma a sus testigos.

Me seduces, Señor, y me dejo seducir

¿Cómo reaccionas cuando parece que en tu interior todo se desmorona?

A Dios no podemos apresarlo

Nuestra misión no es vivir la alegría en solitario, sino llevarla, compartirla, anunciarla

No hay losa que pueda apagar la Vida

Quizás buena parte de la vida sea este Sábado Santo, de incertidumbre y espera insegura

Una vida fracasada puede ser portadora de bendición. He ahí el milagro de la cruz.