La mística teresiana se centra en la experiencia humana del amor, de manera que todo el que haya amado o se haya sentido amado es capaz de entender, porque la experiencia teresiana es capaz de elevar el amor a experiencia religiosa. A poco que hayamos vivido el amor humano, seremos capaces de entender el amor divino. Mística es vivir el misterio de la fe. La profundidad con que se vive el amor es lo que hace al místico. Teresa nos invita a considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal adonde hay muchos aposentos y en el centro y mitad de todas estas tiene la más principal que es adonde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma (1, 1). Estas moradas son las del misterio de Dios y de la persona humana. Somos un castillo habitado por Dios. Teresa comienza su itinerario descubriendo la grandeza de la persona. La mística teresiana, insistimos, no nos saca nunca de la realidad, sino que, muy al contrario, nos mete en ella, nos hace comprometernos con ella desde la interioridad, y nos ayuda a transformarla.
Las Moradas o Castillo Interior, VII Moradas Cap. 3 (17)
El capítulo comienza con una nueva mención a la mariposica o palomica del gusano de seda; casi la última que hará. Como se recordará, la santa introdujo y explicó esta comparación en 5M 2. Durante las 6M aludió a ella en varias ocasiones (2,1; 4,1-2; 6,1.4 y 11,1), sobre todo para escenificar la agitación, la búsqueda ansiosa de Dios por parte del alma en esa etapa. Ahora reaparece y concluye con una clara relación a la máxima evangélica “por sus frutos los conoceréis”...
8/31/2013 • 10 minutes, 41 seconds
Las Moradas o Castillo Interior, VI Moradas Cap. 10 y 11 (15)
Teresa afirma que hay muchas maneras a través de las cuales Dios, por pura gracia suya, se hace cercano a la persona: en una situación de aflicción o en una contrariedad grave, para que se sienta unificada y en paz o para experimentar el gozo del amor mutuo.
Al final de las sextas moradas, Teresa nos va a regalar un capítulo genial. El Esposo va a aportar un nuevo regalo a la esposa: los deseos insatisfechos de poseerle. La fuerza del amor va a purificar cualquier resabio de egoísmo que pudiera empañar el amor hondo, sereno, inquebrantable del matrimonio.
Ante tantos detalles de Dios, la persona no acaba de sentirse reconfortada y pacíficamente anclada en Él. Al contrario, como va conociendo más y más la grandeza del amor de Dios, le crece igualmente el deseo de poseerle. Y experimenta el tormento de la ausencia. Aumenta el amor y el conocimiento de Dios, pero al mismo tiempo aumenta también la pena de no poder gozar de tan sumo bien.
No obstante, el alma considera que esta pena tan radical no deja de ser otra delicadeza más de Dios. Este deseo abisal de Dios, que comporta el desconsuelo de la lejanía, se convierte, sin embargo, en una de sus deferencias más exquisitas. Es el anhelo de totalidad que inunda la pequeñez del ser humano que ha avanzado en el conocimiento y amor de Dios (6M 11,6-9).
- Los efectos de esta experiencia de Dios, amarga y sabrosa al mismo tiempo, son inestimables. Consolidan la fidelidad afrontando con valentía cuantas dificultades se le cruzan en el camino, aportan un desapego extremo de los bienes de este mundo y una entrañable y madura libertad de todas las criaturas.
7/29/2013 • 9 minutes, 50 seconds
Las Moradas o Castillo Interior, VI Moradas Cap. 7 al 9 (14)
Las Moradas o Castillo Interior, VI Moradas Cap. 7 al 9 (14)
El capítulo 7 inicia con un toque de atención, recordando el criterio de realismo teresiano sobre la autenticidad de las experiencias místicas de las sextas moradas, para centrar después la atención en la Humanidad de Jesucristo, como camino, verdad y vida en cualquier estadio del proceso de maduración espiritual.
Capítulo 8: La compañía de Cristo cabe sí Una nueva sutileza del esposo para fijar la atención y el amor de la esposa: la certeza de tenerlo junto a sí.
Capítulo 9: La imagen de Cristo esculpida en la memoria Otra generosa y delicada manera de cautivar y enamorar el desposado a la desposada es que él cincele o esculpa su propia Humanidad en la memoria de la esposa.
6/18/2013 • 13 minutes, 5 seconds
Entrar en la hondura de la propia Verdad desde las Moradas, por Teresa Gil
Teresa es mujer exploradora, y porque ha explorado se convierte en guía, maestra y compañera.
Cuando los mapas ya no sirven hay que mirar las estrellas.
El libro de moradas no es tanto un mapa fijo estático, sino como una estrella que es una invitación para saber que el camino lo tienes que recorrer tú.
5/15/2013 • 1 hour, 6 minutes, 32 seconds
Las Moradas o Castillo Interior, VI Moradas Cap. 5 y 6 (13)
La vida de desposados se transforma en numerosos detalles e iniciativas del esposo para que la esposa lo conozca mejor y se haga más digna de ser amada con amor matrimonial. Es una etapa en que el amor del esposo encuentra múltiples formas de "seducir" y "transformar" a la esposa. Y ésta, por su parte, con la fuerza de ese amor experimentado en lo más vivo de su alma, se vuelca en un estilo de vida humilde, sencillo, servicial, gozoso, como mínima correspondencia a esa cercanía de Dios.
5/12/2013 • 8 minutes, 31 seconds
Las Moradas O Castillo Interior, Moradas VI Cap. 1 Y 2 (11)
Entramos, felizmente, en las moradas del desposorio espiritual. Una etapa de transición purificativa y transformante entre las moradas de la unión (5M) y las de matrimonio espiritual (7M).
nos introduce en ‘la morada de los deseos’. Por ellos Dios nos ‘despierta’, enciende, impulsa y seduce en la travesía.
Desear y seguir deseando, no “apocar los deseos” dice Teresa de Jesús
¿Sientes en ti la fuerza dispersiva de deseos múltiples? ¿Y no sientes la necesidad y el deseo de que todos se unifiquen en Dios? ¿Cómo crees que puedes cultivar el deseo de Dios?
4/27/2013 • 10 minutes, 49 seconds
Ultimas Moradas, Fr. Miguel Marquez
Completamos hoy este itinerario, este Camino de las Moradas, este acercamiento sencillo, que en realidad lo que ha querido ser es una invitación a seguir profundizando, a que cada uno de nosotros viva su propia historia de amistad dejándonos contagiar por Teresa de Jesús, que fue una mujer que vivió tantas situaciones parecidas a nosotros, de búsqueda, de anhelo, y que fundamentalmente lo que quiso fue centrar la vida en un amor.
4/16/2013 • 1 hour, 10 minutes, 29 seconds
La Crisalida
La Crisálida
Mi mamá era hija de una pareja de campesinos de Entre Ríos. Nació y creció en el campo entre animales, pájaros y flores. Ella nos contó que una mañana, mientras paseaba por el bosque recogiendo ramas caídas para encender el fuego del horno vio un capullo de gusano colgando de un tallo quebrado. Pensó que sería más seguro para la pobre larva llevarla a la casa y adoptarla a su cuidado. Al llegar, la puso bajo una lámpara para que diera calor y la arrimó a una ventana para que el aire no le faltara.
Durante las siguientes horas mi madre permaneció al lado de su protegida esperando el gran momento. Después de una larga espera, que no terminó hasta la mañana siguiente, la jovencita vio cómo el capullo se rasgaba y una patita pequeña y velluda asomaba desde dentro. Todo era mágico y mi mamá nos contaba que tenía la sensación de estar presenciando un milagro. Pero, de repente, el milagro pareció volverse tragedia. La pequeña mariposa parecía no tener fuerza suficiente para romper el tejido de su cápsula. Por más que hacia fuerza no conseguía salir por la pequeña perforación de su casita efímera. Mi madre no podía quedarse sin hacer nada. Corrió hasta el cuarto de las herramientas y regresó con un par de pinzas delicadas y una tijera larga, fina y afilada que mi abuela usaba en el bordado. Con mucho cuidado de no tocar al insecto, fue cortando una ventana en el capullo para permitir que la mariposa saliera de su encierro. Después de unos minutos de angustia, la pobre mariposa consiguió dejar atrás su cárcel y caminó a los tumbos hacia la luz de la ventana.
Cuenta mi madre que, llena de emoción, abrió la ventana para despedir a la recién llegada, en su vuelo inaugural. Sin embargo, la mariposa no salió volando, ni siquiera cuando la punta de las pinzas la rozó suavemente. Pensó que estaba asustada por su presencia y la dejó junto a la ventana abierta, segura de que no la encontraría al regresar. Después de jugar toda la tarde, mi madre volvió a su cuarto y encontró junto a la ventana a su mariposa inmóvil, las alitas pegadas al cuerpo, las patitas tiesas hacia el techo. Mi mamá siempre nos contaba con qué angustia fue a llevar el insecto a su padre, a contarle todo lo sucedido y a preguntarle qué más debía haber hecho para ayudarla mejor.
Mi abuelo, que parece que era uno de esos sabios casi analfabetos que andan por el mundo, le acarició la cabeza y le dijo que no había nada más que debiera haber hecho, que en realidad la buena ayuda hubiera sido hacer menos y no más.
Las mariposas necesitan de ese terrible esfuerzo que les significa romper su prisión para poder vivir, porque durante esos instantes, explicó mi abuelo, el corazón late con muchísima fuerza y la presión que se genera en su primitivo árbol circulatorio inyecta la sangre en las alas, que así se expanden y la capacitan para volar. La mariposa que fue ayudada a salir de su caparazón nunca pudo expandir sus alas, porque mi mamá no la había dejado luchar por su vida. Mi mamá siempre nos decía que muchas veces le hubiese gustado aliviarnos el camino, pero recordaba a su mariposa y prefería dejarnos inyectar nuestras alas con la fuerza de nuestro propio corazón.
4/14/2013 • 5 minutes, 42 seconds
Las Moradas o Castillo Interior, V Moradas Cap. 3 y 4 (10)
Sin duda deben aclararse aún algunos aspectos de esta transformación de la persona, por lo tanto, sigue Teresa en su pensamiento sobre la unión.
En realidad, la unión con la suspensión de las potencias que Teresa ha hablado es innecesaria, pues "poderoso es el Señor de enriquecer las almas por muchos caminos y llegarlas a estas moradas y no por el atajo que queda dicho" (5M 3,4)
4/13/2013 • 6 minutes, 41 seconds
Quintas Moradas, el Tesoro escondido, por Fr. Miguel Márquez
Nosotros queremos ir de lo pintado a lo vivo que decía Teresa, no quedarnos en imágenes, en cuadros, en palabras, sino empezar hacer experiencia del Dios vivo.
Nos da miedo dejarnos tocar por Dios porque Dios siempre que toca descoloca, sana, cura, nos pone otra vez en la raíz adecuada.
Con frecuencia nos desencaja de nosotros mismos para resituarnos, y eso siempre da respeto, miedo o pánico, depende donde estemos.
Con humildad le pedimos a Dios: ¡Señor, sitúame donde tú quieres! ¡recolócame tú!
Este camino que estamos haciendo de las moradas es camino de humildad, de sinceridad.
Cómo nos gustaría hacer experiencia verdadera, auténtica de Dios: esto es la oración.
3/26/2013 • 1 hour, 13 minutes, 28 seconds
Las Moradas o Castillo Interior, IV Moradas Cap. 3 (07)
La situación de la que procede la persona que ingresa en las 4M es de quien ha logrado normalizar su vida de oración, superar la sordomudez de las 1M, del tartamudeo de las 2M, normalizar la oración de meditación, atravesar las sequedades y pruebas inesperadas, realizar la determinada determinación de no abandonar la oración y poner toda su confianza en Dios.
3/13/2013 • 5 minutes, 33 seconds
Las Moradas o Castillo Interior, IV Moradas Cap. 1 y 2 (06)
Las Cuartas moradas (4M), son de transición de la fase ascética (moradas 1ª a 3ª) a la mística Moradas 5ª a 7ª). La persona de las 4M es un contemplativo incipiente. La persona de las 4M es representada con dos imágenes bíblicas (el jornalero pagado con la moneda del amor, o la esposa de los Cantares invitada al idilio de amor)
Teresa cuenta con 39 años cuando ingresa en las 4M. Después de la lectura del libro de las Confesiones de san Agustín y de su conversión ante el Cristo muy llagado (cuaresma 1554), tiene las experiencias narradas en las 4M (en forma breve e intermitente la experiencia de representación de Cristo cabe sí, un sentimiento de la presencia cierta de Dios (V 10,1). Teresa experimenta una nueva vida interior.
3/13/2013 • 8 minutes, 40 seconds
IV Moradas Fr. Miguel 2013 02 10
La santa empieza esta cuarta Morada con el espíritu porque va tratar cosas dificultosas.
Propone Fr. Miguel cuatro intuiciones en esta morada:
¿Otro ritmo es posible? ¿Es posible otro ritmo en nuestra vida? ¿la calma en la prisa?, ¿la unidad en la acción? ¿la serenidad en el conflicto? Teresa nos dice dejarle y dejarse a sí.
¿Cómo aprender amar en medio de las distracciones, de la barahúnda, y de los ríos caudalosos que nos acosan por todos lados? Santa
Teresa nos dirá una clave sobre esto.
Ensancha tu corazón, ensancha el espacio de tu tienda, para no arrugarte en la vida, sino ensanchar la vida hacia una entrega.
Finalmente, nos viene el silbo del pastor, que nos llama a recoger la vida hacia donde verdaderamente importa, a descansar en los silbos
amorosos que dice Teresa y Juan de la Cruz llama silbo de los aires amorosos, como la brisa o el toque delicado, que nos invita a descansar en el señor.
¿Qué susurra el pastor en este momento de la vida?
2/19/2013 • 1 hour, 15 minutes
Las Moradas o Castillo Interior, III Moradas Cap. 2 (05)
Si el capítulo primero de estas terceras moradas concluía con la exclamación, Pruébanos, tu, Señor, que sabes las verdades para que nos conozcamos, en este segundo capítulo Teresa de Jesús va a enseñarnos cómo prueba el Señor a los que están en estas moradas para que se conozcan en verdad y no en su imaginación.
1/27/2013 • 10 minutes, 9 seconds
Las Moradas o Castillo Interior, III Moradas Cap. 1-2 (04)
El modelo de estas 3M no puede ser otro que este “mancebo del Evangelio” porque estas son las moradas de los buenos y “muy rebuenos” pero, siempre hay un pero, que no son capaces de ir más allá de sus obrillas (3M 1,6) sino que todo lo tienen pesado, medido, equilibrado, arreglado…concertado que diría Teresa.
Son personas estupendas, “que todo lo han cumplido desde jóvenes”, de comunión diaria, de grupo parroquial, catequistas o incluso consagrados, de los que Jesús se complace y a los que mira con cariño, pero cuando escuchan aquello de “vende lo que tienes…y luego sígueme” vuelven las espaldas con tristeza. No, no está aún el amor para sacar de razón (3M 2)
1/26/2013 • 6 minutes, 39 seconds
Terceras Moradas, por Fr. Miguel Márquez: Recomenzar, ¡SÍGUEME!
La Santa nos va a hablar en esta Morada de movernos, de desplazarnos, de no quedarnos estancados en un punto del camino, de no buscar nuestra seguridad, sino ponernos en marcha hacia Él.
“No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio” Charles Darwin
En estas terceras moradas, el alma ha pasado la prueba del enemigo, pero hay que sostener la prueba del amigo. Si no escuchamos la voz de Dios corremos peligro de estabilizarnos. Caer en actitudes externas, sin que cambie nada. Será una prueba de fuego escuchar al amigo en la sequedad.
La oración no da esta clase de seguridad, no apuntala la vida en la tranquilidad que da la ausencia de dificultades… ¿Qué clase de seguridad es la que se gesta en la oración? ¿Qué buscamos en la oración?
La Santa dice que sólo puede presumir de la misericordia de Dios (1, 3) Bien sabe su Majestad que sólo puedo presumir de su misericordia.
La Santa nos presenta quién es el alma que entra en estas moradas, ella las denomina almas concertadas. Y cita el evangelio del joven rico: Mt 19, 16-22. Desde que comencé a hablar en estas moradas le traigo delante.
Dice la Santa que hay personas que tienen en orden la vida, hacen lo mandado. Cumplen, obedecen, llevan las cuentas al día, se saben la lección, hacen lo correcto. Se quedan en sus obrillas 1, 6. Se salvarán… pero, se pierden la vida.
También sucede que hay personas que son desechadas por los demás, despreciadas, proscritas, malvistas, ridiculizadas, con mala fama… y su alma está intacta… limpia, luminosa. En la oración buscamos entrar en el juicio y la mirada de Dios, ponernos las gafas de Dios. No tener miedo a pedirle que nos ilumine y nos muestre la verdad de nosotros mismos. Atrévete a pedírselo ahora mismo…
o Fantine es el ángel de Los miserables. Su historia es la de aquellas personas que no brillan, y sin embargo resplandecen a los ojos de Dios, pero nadie lo sabrá en esta vida.
ARMAS y DESARME
REGALO, DON
1/19/2013 • 1 hour, 18 minutes, 58 seconds
Segundas Moradas, por Fr. Miguel Márquez (Nueva Edición)
El intento de este día en torno a las Moradas no pretende explicar lo que dice Teresa, sino acoger las claves que nos permitan entrar en la experiencia que propone y orar.
Recogerse, meditar, encontrar el centro-verdad, es tarea de toda una vida. Recogerse no es sinónimo de esconderse, quien se recoge de verdad, se abre con naturalidad, sin esfuerzo (no a fuerza de brazos, dice Teresa).
12/23/2012 • 59 minutes, 12 seconds
Las Moradas o Castillo Interior, II Moradas Capítulo Único (03)
Comienza Teresa diciéndonos “cuáles serán las almas que entran a las segundas moradas y qué hacen en ellas”:
• Han comenzado a tener oración y saben lo que importa ir adelante.
• Entienden que han de dejar las ocasiones.
• Oyen los llamamientos que les hace el Señor a través de la gente buena, libros, sermones, enfermedades, etc.
12/12/2012 • 6 minutes, 39 seconds
Las Moradas, "Pasa, Entra", por Fr. Miguel Márquez
Las Moradas, "Pasa, Entra", por Fr. Miguel Márquez en Madrid el 11 de noviembre de 2012
11/17/2012 • 1 hour, 13 minutes, 54 seconds
Itinerario Teresiano del Castillo Interior – I Moradas
Estas moradas son las del misterio de Dios y de la persona humana. Somos un castillo
habitado por Dios. El itinerario espiritual consiste en recorrer el castillo, pasear y abrir
habitaciones.
Teresa te invita a comenzar este itinerario siendo valiente, a despojarte de las falsas
imágenes de Dios que a lo mejor te han producido seguridad pero te han dificultado el
verdadero encuentro, la verdadera experiencia de ser Hijo.
Teresa comienza su itinerario descubriendo la grandeza de la persona.
La persona es imagen de Dios (1M1, 1).Pero una imagen no terminada, dinámica, que tiene
que llegar a mostrar en plenitud la belleza de esta imagen divina en su propio ser.
El itinerario teresiano es para toda la vida. Toda la
vida y todas las dimensiones de nuestra persona entran en él y si no, no es auténtico
itinerario.
En el itinerario teresiano es
imprescindible encontrar un tiempo para nosotros mismos, por breve que sea.
Si no estamos dispuestos a dedicar un tiempo al silencio...es imposible. El objetivo: que la oración sea para la vida, hasta que la vida se haga oración.
Es importante como reconoce Teresa, ir despacio, ir buscando el espacio y el momento
en el que te sientas tu mismo para ponerte en comunicación con Dios (1M2, 8). Una
comunicación sencilla, pero necesaria, vocal, a solas, con quien sabemos nos ama, sin fatiga, y
con una determinada determinación. Es la puerta para entrar.
La mística teresiana,
insistimos, no nos saca nunca de la realidad, sino que, muy al contrario, nos mete en
ella, nos hace comprometernos con ella desde la interioridad, y nos ayuda a
transformarla.
Ella nos propone acciones que van naciendo de la
experiencia interior y que van transformando nuestro ser, nuestros hábitos etc.…
En nuestro itinerario teresiano la acción y el diálogo con Dios y con
nosotros mismos y los demás van unidos.
11/8/2012 • 25 minutes, 4 seconds
Las Moradas o Castillo Interior, I Moradas Cap 1-2 (02)
Desde la cumbre de su oración, Teresa nos regala su visión de Dios y del hombre con la finalidad de centrar nuestra vida espiritual: la relación con Dios, que Teresa llama oración, o sea, amistad.
Teresa nos invita a considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal adonde hay muchos aposentos y en el centro y mitad de todas estas tiene la más principal que es adonde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma (1, 1).
- Nos anima a no cansarnos en querer comprender la hermosura de este castillo, a entendernos y saber quienes somos, los bienes que poseemos y quién nos habita (1, 2)
- Quiere que entendamos las mercedes de Dios, sabiendo que es posible comunicarse con Él, Bondad y Misericordia (1, 3)
- Tomar conciencia que esta dignidad y hermosura nos viene de estar hechos a imagen de nuestro Creador (1, 1)
10/30/2012 • 6 minutes, 43 seconds
Las Moradas o Castillo Interior, (01) Prólogo
El prólogo le sirve a Teresa para presentarse e iniciar su diálogo con nosotros, invitándonos a asistir de cerca en la composición del libro, insinuándonos tres posibles niveles de lectura (autobiográfico, simbólico y teológico) mientras nos introduce en conversación con ella.
1-Teresa, con gran sencillez, nos muestra sus achaques.
2-Es impresionante la confianza de Teresa en sus hermanas: “con el amor que me tienen les haría más al caso lo que yo les dijese…” (Prólogo, 4)
3-Alabar al Señor, ese es todo el empeño de Teresa; que Él sea conocido y amado por lo que obra en cada uno de nosotros.
10/30/2012 • 6 minutes, 1 second
Las Moradas o Castillo Interior, Guia de Lectura (00)
Las Moradas o Castillo Interior de Santa Teresa de Jesús, Guía de Lectura:
Está con la pluma en la mano viendo cómo podrá comenzar a escribir y “se me ofreció lo que ahora diré para comenzar con algún fundamento, que es: considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas (Jn 14,2; que, si bien lo consideramos, hermanas, no es otra cosa el alma del justo sino un paraíso adonde dice él tiene sus deleites (Prov 8, 31)” (1M 1,1).
Ya desde aquí, sin ninguna complicación, entendemos cuál, o mejor, quién es para ella el castillo interior: la persona humana.
Documentación para este audio tomada de http://www.paravosnaci.com/