Jesús dijo: “El que los recibe a ustedes, a mí me recibe y el que me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. Asimismo, el que dé un vaso de agua fresca a uno de estos por ser mi discípulo, aunque sea el más pequeño, no quedará sin recompensa: soy yo quien se lo digo”. –Mateo 10, 40, 42 Jesús es el Sumo Sacerdote. Él mismo escoge a Sus sacerdotes, época tras época; generación tras generación, para que los que así lo deseen, se sigan alimentando con el mismo Cuerpo y la misma Sangre de Dios. El Padre Pedro nos pregunta: ¿Qué sería de la Iglesia de Jesucristo si no tuviera pastores que guíen a las ovejas del Señor hacia ese Puerto Seguro que es el Cielo? Además responde a las preguntas llegadas al programa vía telefónica, el correo electrónico (
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