"La experiencia más hermosa que podemos tener es el misterio. Es la emoción fundamental, que está en la cuna del verdadero arte y la verdadera ciencia." Albert Einstein Conducción: Elba Susana Toscano Producción: Marco Sonoro
#16 - La sincronización de cerebros y corazones
Miramos el mundo no siempre desde nuestros ojos
Cada uno de nosotros percibe el mundo, de manera diferente.
En las tradiciones antiguas se decía:
No vemos las cosas como son sino, como somos.
En el año 2013, en Francia, un grupo de científicos publicaron en la revista Nature Neuroscience, un informe que demostraba, a través de investigaciones, que la percepción que cada uno de nosotros recibimos del mundo, está influenciada por el corazón.
Con este informe, los científicos pretendían explorar por qué a veces la realidad pasa desapercibida.
Los investigadores descubrieron que los latidos del corazón tenían la capacidad de generar una respuesta en el cerebro.
Sabemos que nuestras neuronas emiten descargas eléctricas, esta es la base del funcionamiento cerebral.
Lo que dicen los estudios, es que en cada latido que emite nuestro corazón unos milisegundos después, ciertas neuronas de ciertas áreas del cerebro responden emitiendo descargas eléctricas, a ese latido.
De esa manera percibimos el estímulo visual mostrado.
Pero, si esto no ocurre, es decir, si el cerebro no responde al corazón entonces, el objeto pasa desapercibido.
Por lo tanto, en cada latido, yo miro el mundo, no siempre desde mis ojos.
El ciclo cardíaco influye en la percepción del mundo externo.
El corazón, con su pulso, marca el ritmo de la actividad neuronal que nos permite situarnos en nosotros mismos y quedarnos con algunos aspectos concretos del ambiente. Esto sucede instante a instante en cada situación.
Como vemos, el corazón, es el órgano más implicado en la percepción, lo que lo sitúa en lo alto de la jerarquía junto al cerebro.
Es curiosa la estrecha relación entre el corazón y el cerebro.
Esta comunicación o contagio cerebral cardíaco, es el mecanismo propuesto por la Neurociencia para la comunicación.
Necesitamos ponernos en el lugar del otro, convertirnos en el cuerpo del otro para comprenderlo.
Esto sucede en cualquier acto de comunicación, incluso a través de la pantalla.
Los cerebros se comunican, la actividad cerebral de la persona que habla está influyendo en la actividad neuronal del que escucha.
Habrá que tener un selectivo cuidado a la hora de prestarle nuestra atención a alguien.
De forma similar ocurre con el corazón.
La comunicación no solo implica sincronización cerebral, sino también cardíaca.
Pero la máxima sincronización observada ocurre entre los corazones de la madre y los hijos.
El Doctor en Neurología Hillman decía:
El corazón que está en tu pecho no es solo tuyo.
La Doctora en Neurociencia, Nazareth Castellanos afirma:
Según un reciente estudio, los cerebros de los alumnos y profesores están en constante comunicación.
En estas investigaciones se midió la actividad de los cerebros de varios alumnos y profesores durante la clase.
Los resultados mostraron que el cerebro del profesor actúa como guía, y el cerebro del alumno se sincroniza con éste.
La zona del cerebro del profesor más importante para dicha comunicación es la parte frontal, aquella que fortalecemos mediante el control de la atención, la observación ecuánime o la consciencia de sí mismo.
Enseñar es captar la atención de los oyentes y acompañar en el proceso de aprendizaje.
Los mecanismos neuronales de la empatía, comunicación y autenticidad son en esta situación especialmente evidentes.
Gandhi decía:
Sé el cambio que quieres para el mundo.
BIBLIOGRAFÍA
Neurociencia del Cuerpo
Autora: Nazareth Castellanos
Conducción: Elba Susana Toscano
Producción: Marco Sonoro
Músicas: Savfk - Music https://soundcloud.com/savfk Creative Commons — Attribution 3.0 Unported— CC BY 3.0
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4/25/2024 • 8 minutes, 9 seconds
#15 - El cuerpo de dolor
El cuerpo de dolor
Sé el guardián atento de tu espacio interior
Ninguna emoción negativa que no enfrentemos ni reconozcamos puede disolverse por completo.
Deja tras de sí un rastro de dolor.
La emoción sigue viva y, al no ser reconocida, se manifiesta indirectamente en forma de ansiedad, ira, tristeza, y hasta con la aparición de una enfermedad física.
Los vestigios de dolor que dejan estas emociones terminan uniéndose para formar un campo de energía residente en las células del cuerpo.
Este campo hecho de emociones viejas, pero que continúan muy vivas en la mayoría de las personas, es el cuerpo de dolor.
ÉL NO QUIERE QUE LO OBSERVES DIRECTAMENTE y lo veas como es.
En el momento que lo observas, en cuanto percibís su campo energético dentro tuyo y llevas tu atención hacia él, la identificación se rompe.
Ahora sos el testigo u observador del cuerpo-dolor.
Esto significa que ya no puede usarte pretendiendo ser vos, ya no
puede alimentarse a través tuyo.
¡Encontraste tu mayor fuerza interior!
Algunos cuerpos-dolor son molestos, relativamente inocuos, pero otros son muy destructivos.
El dolor sólo puede alimentarse de dolor, no puede alimentarse de alegría; le resulta totalmente indigesta.
En cuanto se apropia de vos, quieres más dolor.
Así te convertís en una víctima o en un agresor.
Tiene miedo a que lo descubras.
Su supervivencia depende de que sigas identificándote inconscientemente con él.
Pero si no lo afrontás, si no llevas la luz de tu conciencia al dolor, te verás obligado a revivirlo una y otra vez.
Él puede parecerte un monstruo peligroso que no te atrevés a mirar, pero te aseguro que es un fantasma insustancial incapaz de prevalecer ante el poder de tu presencia.
Sé, entonces, el guardián siempre atento de tu espacio interior.
Entonces no podrá controlar lo que pensás.
Cuando te invada un estado de ánimo sombrío y comenzás a entrar en
un patrón mental negativo pensando en lo horrible que es tu vida, tu
pensamiento se ha alineado con tu cuerpo-dolor y te volviste
inconsciente y vulnerable a sus ataques.
Por ejemplo, si la vibración energética predominante es la ira y cultivás pensamientos iracundos en los que te repetís lo que alguien te hizo y cómo le vas a responder, entonces te volviste inconsciente y el cuerpo-dolor se convirtió en «vos».
Él es una adicción a la infelicidad.
Si no existe en tu mente tampoco existirá en tu vida
Todos los pensamientos están hechos de energía, pero vibran a una frecuencia más alta que la de la materia, razón por la cual no podemos verlos o tocarlos.
Los pensamientos tienen su propia gama de frecuencias:
los negativos están en la parte inferior del espectro, mientras que los positivos en la parte superior de la escala.
Cuando tenemos personas a nuestro alrededor, especialmente el
cónyuge o un familiar cercano, el cuerpo del dolor busca provocarlas para poder alimentarse del drama que seguramente sobrevendrá.
Para liberarnos de él, debemos aceptar primero que lo tenemos.
Después, y más importante aún, debemos mantenernos lo
suficientemente alerta y presente para notar cuando se activa en
nosotros.
Aparece como un flujo pesado de emoción negativa.
Cuando lo reconocemos y lo observamos ya no puede fingir que es nosotros, ni vivir ni renovarse a través nuestro.
La identificación con el cuerpo del dolor se rompe con la Presencia consciente.
Así él pierde todo control sobre nuestra forma de pensar y por lo tanto no puede alimentarse de nuestros pensamientos para renovarse.
Comienza a perder energía.
Entonces, la frecuencia en la cual vibra la energía atrapada en el cuerpo del dolor cambia y se transmuta en Presencia.
Así, nos convertimos en lo que somos, vastos y espaciosos, dando paso a nuestra verdadera naturaleza.
BIBLIOGRAFÍA
Una Nueva tierra
Un despertar al propósito de la vida
Autor: Eckhart Tolle
Conducción: Elba Susana Toscano
Producción: Marco Sonoro
Músicas: Savfk - Music https://soundcloud.com/savfk Creative Commons — Attribution 3.0 Unported— CC BY 3.0
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4/11/2024 • 9 minutes, 34 seconds
¿A dónde va la mente cuando la dejamos a la deriva?
La vida privada del cerebro
¿A dónde va la mente cuando la dejamos a la deriva?
Uno de los temas más importantes de la neurociencia es el estudio de la actividad espontánea del cerebro.
Este órgano tiene una vida propia bastante ajetreada.
El estudio de esta actividad espontánea del cerebro es no de los temas más importantes para la neurociencia.
¿A dónde va la mente cuando la dejamos a la deriva?
Cuando no fijamos atención en alguna tarea, ya sea observar algo, o elaborar un pensamiento, nos vamos a un estado de falta de conciencia o de ensoñación.
En ese estado estamos recordando, imaginando y sobre todo hablando.
Al dejar la mente a la deriva enseguida nos damos cuenta de la corriente de pensamientos sensaciones y sentimientos que se proyectan de forma espontánea, nadie los evoca, aparecen.
Aunque no estemos involucrados en una tarea concreta, el cerebro estalla en actividad.
La red cerebral que acompaña a este estado es definida como la vida privada del cerebro y llamada red neuronal por defecto.
Cuando se activa dicha red, nos sumergimos, sin darnos cuenta, en un mar de recuerdos y sobre todo en un tsunami de palabras.
El diálogo interior es una de las características de la vida privada del cerebro que más cuesta aquietar.
Su vida íntima es candente, activa y escurridiza.
Todos hemos tenido la experiencia de ser presos de un diálogo interior que no cesa, o un pensamiento recurrente del que es difícil escapar.
Nuestra voluntad es cesarlo, pero no siempre la voluntad gana la batalla.
Es curioso observar que las zonas del cerebro que se activan ante tanto lenguaje son las de la escucha ,no las del habla.
Nos escuchamos sin parar.
El 70% del contenido de esa voz es autobiográfico y nos tiene a nosotros como narradores auto narrados.
Uno de los antídotos propuestas para combatir el diálogo interior consiste en llevar la atención a las sensaciones del cuerpo y hacer lo que se conoce como ejercicio de conciencia corporal en la que uno va recorriendo su cuerpo con mucha atención para observar sus sensaciones.
Curiosamente así el diálogo interior se aquieta.
Se calcula que pasamos la mitad de nuestro tiempo despiertos en esa red de ensoñación y que alrededor de un 80% de toda la energía que utiliza el cerebro se despliega en circuitos sin relación alguna con acontecimientos externos, por esto los investigadores llaman a este estado cerebral la energía oscura del cerebro
Actuamos como autómatas, es lo que se llama vagabundeo mental.
Hacer sin Ser
¡Todavía no hay una respuesta científica a porque caemos en ese estado o por qué nos atrae tanto!
¡¡Para salir de la ensoñación, hay que habitar el presente!!
La red por defecto es necesaria como el estrés, pero en abundancia es dañina.
Nuestras neuronas parecen los personajes de la comedia: Mucho ruido y pocas nueces de Shakespeare.
La burla que este poeta, hace sobre el excesivo ajetreo mental es hoy parte de la neurociencia.
Ser o no Ser esa es la cuestión
BIBLIOGRAFÍA
EL ESPEJO DEL CEREBRO - NAZARETH CASTELLANOS
EL ERROR DE DESCARTES: La emoción, la razón y el cerebro humano - ANTONIO DAMASIO
Conducción: Elba Susana Toscano
Producción: Marco Sonoro
Músicas: Savfk - Music https://soundcloud.com/savfk Creative Commons — Attribution 3.0 Unported— CC BY 3.0
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