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Conferencias Magistrales Fundación Rafael del Pino

Spanish, News, 1 season, 224 episodes, 6 days, 13 hours, 44 minutes
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La Fundación Rafael del Pino, con el objetivo de contribuir a la mejora de los conocimientos de los dirigentes españoles, organiza Conferencias Magistrales en las que participan destacadas personalidades del ámbito académico, empresarial o político.
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España Mejor. Miriam González

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 10 de junio de 2024, el diálogo «España mejor. ¿Cómo fortalecer la democracia a través de la Sociedad Civil?» en el que participaron Miriam González, Elena Pisonero, Víctor Lapuente, Manuel Villoria y Elisa de la Nuez.
6/11/202413 minutes, 49 seconds
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Conferencia Magistral Christopher Clark

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 6 de junio de 2024, la Conferencia Magistral «Una Nueva Europa» que impartió Christopher Clark con motivo de la publicación de su última obra titulada “Primavera revolucionaria. La lucha por un mundo nuevo 1848-1849”, editada por Galaxia Gutenberg, en la que el autor recrea un periodo histórico que presenta muchas similitudes con la situación actual que vive Europa. El profesor Clark evoca los acontecimientos que hicieron tambalearse a la sociedad europea en unos años en los que, tanto el fermento de nuevas ideas, como la reacción contra ellas, perfilaron uno de los momentos más apasionantes de la historia de Europa, del que se pueden extraerse valiosos aprendizajes.
6/7/202440 minutes, 13 seconds
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Innovación con futuro en España. Javier García

La Fundación Rafael del pino organizó, el día 15 de Abril de 2024, el encuentro «Innovación con futuro en España. 10 tecnologías imprescindibles para adaptar los modelos de negocio a las nuevas tecnologías», con motivo de la publicación de la obra editada por Gestión 2000 que recoge los contenidos del INFORME INTEC 2023 resultado de los trabajos de la Cátedra ciencia y tecnología de la Fundación Rafael del Pino, dirigida por el Catedrático Rafael del Pino, Javier García
4/17/202421 minutes, 50 seconds
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La revolución multigeneracional. Mauro Guillén

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 19 de marzo de 2024, la conferencia magistral “La revolución multigeneracional», impartida por Mauro Guillén, catedrático William H. Wurster y Vicedecano de la Wharton School y ex Decano de la Cambridge Judge Business School.
3/20/202454 minutes, 34 seconds
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El manifiesto capitalista. Johan Norberg, english version

El 14 de febrero de 2024, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia “El manifiesto capitalista”, impartida por Johan Norberg, escritor, conferenciante y miembro del Cato Institute de Washington D. C. y del Centre for International Political Economy de Bruselas, con motivo de la presentación de su libro del mismo título publicado por la editorial Deusto.
2/16/202442 minutes, 45 seconds
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El manifiesto capitalista. Johan Norberg, versión en español

El 14 de febrero de 2024, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia “El manifiesto capitalista”, impartida por Johan Norberg, escritor, conferenciante y miembro del Cato Institute de Washington D. C. y del Centre for International Political Economy de Bruselas, con motivo de la presentación de su libro del mismo título publicado por la editorial Deusto.
2/16/202442 minutes, 46 seconds
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Poder y progreso. La lucha milenaria por la tecnología y la prosperidad, english version

El 12 de febrero de 2024, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia online “Poder y progreso. La lucha milenaria por la tecnología y la prosperidad”, a cargo de Daron Acemoglu, catedrático de Economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), con motivo de la publicación de su libro con el mismo título en la editorial Deusto.
2/13/202432 minutes, 55 seconds
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Poder y progreso. La lucha milenaria por la tecnología y la prosperidad, versión en español

El 12 de febrero de 2024, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia online “Poder y progreso. La lucha milenaria por la tecnología y la prosperidad”, a cargo de Daron Acemoglu, catedrático de Economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), con motivo de la publicación de su libro con el mismo título en la editorial Deusto.
2/13/202432 minutes, 58 seconds
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Las 12 soluciones más eficientes a los principales problemas globales. Lo que sí funciona, english version

El 30 de noviembre de 2023, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia magistral “Las 12 soluciones más eficientes a los principales problemas globales. Lo que sí funciona.”, impartida por Bjorn Lomborg, académico, escritor y activista medioambiental danés y presidente del Copenhagen Consensus Center, con motivo de la publicación de su libro del mismo título.
12/4/202334 minutes, 3 seconds
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Las 12 soluciones más eficientes a los principales problemas globales. Lo que sí funciona, versión en español

La Fundación organizó, el 30 de noviembre de 2023, la Conferencia Magistral «Las 12 soluciones más eficientes a los principales problemas globales. Lo que sí funciona» que impartió Bjorn Lomborg con motivo de la presentación de su último libro, de igual título, editado por Ediciones Deusto.
12/1/202334 minutes
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La crisis del capitalismo democrático. Martin Wolf, english version

La Fundación Rafael del Pino organizó el 25 de octubre de 2023, la Conferencia Magistral «La crisis del capitalismo democrático» que impartió Martin Wolf.
10/26/202338 minutes, 36 seconds
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La crisis del capitalismo democrático. Martin Wolf, versión en español

La Fundación Rafael del Pino organizó el 25 de octubre de 2023, la Conferencia Magistral «La crisis del capitalismo democrático» que impartió Martin Wolf.
10/26/202338 minutes, 36 seconds
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Complejidad electoral y política de bloques en la España actual. Jesús Fernández-Villaverde

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 17 de octubre de 2023, la Conferencia Magistral «Complejidad electoral y política de bloques en la España actual» que impartió Jesús Fernández-Villaverde. Jesús Fernández Villaverde es Howard Marks Presidential Professor of Economics en la Universidad de Pensilvania desde 2007, Fellow de la Econometric Society y miembro del Nacional Bureau of Economic Research (NBER), del “grupo de los cien” y del consejo editorial de relevantes publicaciones nacionales e internacionales. Es Licenciado en Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales por ICADE y Doctor en Economía por la Universidad de Minnesota.
10/19/202356 minutes, 41 seconds
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Encuentro: Libertad económica en España y sus regiones

La Fundación Rafael del Pino y la Fundación Civismos organizaron, el 19 de abril de 2023, el encuentro «Libertad económica en España y sus regiones» en el que participararon Javier Fernández-Lasquetty y Francisco Cabrillo con motivo de la presentación del libro del Profesor Cabrillo con el título «Libertad económica en España. ¿Por qué unos españoles son más libres que otros?, editado por LID Editorial.
4/21/202335 minutes, 48 seconds
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Libertad económica en España y sus regiones, Javier Fernández-Lasquetty

Javier Fernández-Lasquetty, Consejero de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid. Pronunciará unas palabras introductorias sobre la libertad económica en España.
4/21/202315 minutes, 2 seconds
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Libertad económica en España y sus regiones, Francisco Cabrillo

Francisco Cabrillo, Catedrático de economía aplicada y hacienda pública de la Universidad Complutense de Madrid. Analizará la valoración de la libertad económica.
4/21/202325 minutes, 3 seconds
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Tano Santos

«Experiencias internacionales en la gestión de la crisis de deuda», Tano Santos. Robert Heilbrunn Professor of Asset Management and Finance y Director del Heilbrunn Center for Graham and Dood Investing, Columbia Business School, Universidad de Columbia
3/14/202310 minutes, 30 seconds
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Jaime A. El Koury

«Lecciones de la restructuración de deuda de Puerto Rico», Jaime A. El Koury. Asesor legal principal de la Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico y ex socio del despacho Cleary Gottlieb Steen & Hamilton LLP.
3/14/202327 minutes, 23 seconds
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Bienestar y libertad: una visión a largo plazo

El 21 de febrero de 2023, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia magistral “Bienestar y libertad: una visión a largo plazo”, impartida por Leandro Prados de la Escosura, catedrático Emérito de Historia Económica de la Universidad Carlos III de Madrid, con motivo de la publicación de su última obra titulada “Human Development and the Path to Freedom”, publicada por Cambridge University Press.
2/22/202353 minutes, 52 seconds
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Conferencia Magistral de Nouriel Roubini, english version

La Fundación Rafael del Pino organizó el miércoles 11 de enero de 2023, a las 19 horas, la Conferencia Magistral «Las diez tendencias globales que ponen en peligro nuestro futuro y cómo sobrevivir a ellas» que impartió Nouriel Roubini con motivo de la publicación de su última obra titulada «Megamenazas. Las diez tendencias globales que ponen en peligro nuestro futuro y cómo sobrevivir a ellas» publicada por ediciones Deusto.
1/23/202342 minutes, 50 seconds
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Conferencia Magistral de Nouriel Roubini, versión en español.

La Fundación Rafael del Pino organizó el miércoles 11 de enero de 2023, a las 19 horas, la Conferencia Magistral «Las diez tendencias globales que ponen en peligro nuestro futuro y cómo sobrevivir a ellas» que impartió Nouriel Roubini con motivo de la publicación de su última obra titulada «Megamenazas. Las diez tendencias globales que ponen en peligro nuestro futuro y cómo sobrevivir a ellas» publicada por ediciones Deusto.
1/23/202342 minutes, 50 seconds
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Ucrania, ¿la primera batalla de la tercera guerra mundial?, english version

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 7 de noviembre de 2022, la conferencia magistral “Ucrania, ¿la primera batalla de la tercera guerra mundial?”, que impartió Yuri Felshtinsky, escritor e historiador ruso experto en política soviética, rusa y ucraniana, con motivo con la publicación de su última obra de igual título editada por Deusto. Según Felshtinsky, hay que comprender a qué nos enfrentamos y si nos enfrentamos a la posibilidad de entrar en una tercera guerra mundial. Europa ya se ha enfrentado a dos guerras mundiales. Ambas trajeron aparejada la destrucción de Europa. ¿La guerra ruso-ucraniana es una guerra local o no? Esta es una cuestión que debemos plantearnos. Para ello, tenemos que entender lo que está sucediendo Rusia, quién lidera Rusia y que quieren los dirigentes rusos, cuál es su plan. La guerra comenzó en 2014, cuando Rusia invadió Crimea. Entonces, todo el mundo esperaba que Putin tuviera el plan limitado de hacerse con Crimea y unificarla con la Federación Rusa. Muchos líderes occidentales pensaban que había que darle algo a Putin para calmar sus ambiciones y que después de que se produjera la anexión de Crimea todo se calmaría. Pero Putin no solo empezó a invadir Ucrania desde el este en 2014. También dio un discurso muy importante en Moscú diciendo que Rusia iba a empezar a redibujar las fronteras europeas que resultaron tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, que Putin consideró como un fracaso de Rusia. Ese fue el día que Putin declaró abiertamente sus planes para el futuro. Esa no era la primera vez que Rusia había invadido un país extranjero. Primero vino Chechenia. En agosto de 2008 Rusia invadió Georgia y nadie hizo lo más mínimo al respecto. Esto se pasó por alto, como si nunca hubiera sucedido. Mirando en retrospectiva, si Europa hubiera reaccionado a esta guerra como lo hizo a la invasión de Ucrania, no hubiera sucedido nada más. De hecho, a Putin nadie le castigó por ello. En 2014 se dio el segundo paso, con la anexión de Crimea. ¿Quién fue el culpable de esta invasión y por la reacción tibia de Occidente? Cuando se produjo la invasión, todo el mundo evitó utilizar la palabra guerra, por el miedo a pensar que se estaba produciendo una guerra en Europa, incluso los ucranianos. Los ucranianos no rompieron relaciones diplomáticas con Rusia y el comercio siguió floreciendo entre los dos países hasta 2022. Europa tampoco utilizó la palabra guerra. Y aunque si que se impusieron algunas sanciones contra Rusia, no fueron estrictas, lo que para Putin fue una indicación de que Occidente era débil, no estaba preparado para enfrentarse a Rusia y podía seguir con su plan de crear una nueva Unión Soviética. Esa recreación de la Unión Soviética también incluía a los estados bálticos. Pero estos en 2014 ya eran miembros de la OTAN, con lo que no era tan sencillo invadirlos por razones políticas, por lo que Ucrania estaba en el primer lugar de su lista y Bielorrusia en el segundo lugar. Pero no se podía tomar Ucrania sin antes controlar Bielorrusia. Entonces, en 2014, Putin se hizo con Crimea y propició un conflicto en el Donbass, pero no pudo atacar Kiev porque es imposible hacerlo desde el territorio de Rusia. Solo podía hacerlo desde Bielorrusia. Para ello tenía que hacerse primero con ella. Por eso, había que observar que pasaría con Bielorrusia, si se producía una anexión rusa porque el siguiente paso sería la ocupación de Ucrania. La operación de Bielorrusia se produjo en 2020, antes de la ocupación de Ucrania. Es algo de lo que casi nadie se dio cuenta. Con todo lo que pasó con Lukashenko estaba claro que Rusia se estaba haciendo con las riendas del país. En 2020, Lukashenko perdió las elecciones en Bielorrusia, lo que desencadenó protestas que fueron reprimidas por Lukashenko con la ayuda de las fuerzas rusas y, a partir de entonces, se convirtió en un dictador títere manejado por Rusia. De esta forma, las tropas rusas pudieron entrar en Bielorrusia, pero pasó bastante desapercibido y nadie protestó. Bielorrusia es un territorio estratégicamente muy importante para Rusia porque abre las puertas a Europa. Por tanto, cuando las tropas rusas se instalaron en Bielorrusia, resultó evidente que esto era un peligro enorme para Ucrania. Pero nadie pensó en una invasión en ese momento, incluso cuando Putin concentró tropas en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania, preparando la invasión, todo el mundo esperaba que esto fuese un farol, que Putin estuviera intentando derrocar el gobierno de Zelensky, pero no que estuviera dispuesto a empezar una verdadera guerra. Pero no estaba de farol, aunque si había un componente porque la idea era que Zelensky y Ucrania capitularan para evitar la guerra, porque es algo muy peligroso. Para Ucrania, que es mucho más débil que Rusia, participar en una guerra contra Rusia es una decisión muy dramática. Ahora sabemos que, justo antes de que empezara la guerra, Lukashenko llamó a Zelensky en nombre de Putin y le ofreció capitular y entregar Ucrania Rusia y Zelensky se negó. Este fue el día en que Ucrania ganó la guerra contra Rusia. Todo el mundo en ese momento, la noche antes de que empezara la guerra, pensaba que Ucrania iba a ser un paseo para los rusos, que se iban a apoderar de Kiev en, como mucho, un mes, y reestablecer al antiguo presidente pro ruso Yanukovich. La idea era que, después de esto, Putin desplazaría a sus tropas a Transnistria, una región de Moldavia donde hay población de etnia rusa. Lo que esperaba Putin era poder controlar Moldavia rápidamente y, utilizando las tropas de Ucrania, poder atacar los estados bálticos a través de Bielorrusia. Esto se basaba en la idea de que Occidente carecía de fuerzas convencionales suficientemente potentes para hacer frente al ejército ruso. Putin estaba convencido de que Rusia tenía que ser el poder hegemónico en oriente, incluidos los estados bálticos, y que sería cosa de seis meses. Pero esto no fue así porque Ucrania decidió luchar. Al cabo de ocho meses, Putin no tiene ejército, que ha sido destruido por los ucranianos, y no puede reunir un ejército nuevo porque cuando quiso movilizar trescientas mil personas en septiembre, muchas de estas personas se marcharon al extranjero. El ejército ruso ahora no puede combatir porque nadie ha entrenado a nuevos efectivos. Putin acaba de dar una conferencia en la que dijo abiertamente a los periodistas que las tropas rusas están debilitadas. Este tipo de ejército no le puede ganar a Ucrania. La pregunta, ahora, es si los ucranianos están ganando la guerra. Parece que sí, pero, al mismo tiempo, no pueden expulsar a los rusos de su territorio. Occidente está ayudando con armas y dinero y aceptando a sus refugiados, pero, al mismo tiempo, Occidente quiere evitar un enfrentamiento a escala mundial. La UE, la OTAN, EEUU espera que esta guerra se mantenga dentro de las fronteras de Ucrania y que no se provoque a los rusos. Esta es una posición perfectamente comprensible porque la diferencia entre la Segunda Guerra Mundial y esta guerra a la que nos enfrentamos es la capacidad de Rusia de utilizar armas nucleares. Si se da esta situación, si la presión contra Rusia o Putin aumenta, si el ejército ruso está a punto de colapsar o Rusia de perder la guerra, puede elegir la opción nuclear. Ahora mismo, esta es la cuestión más importante porque, de no ser por las armas nucleares, no nos preocuparía esta guerra tanto. Desde el punto de vista de la seguridad europea, la OTAN y EEUU, si Ucrania mantiene a raya a Rusia, es buen resultado, y si la mantiene a raya durante mucho tiempo, Rusia podría colapsar. El problema es que Putin ha perdido a su ejército y puede que pierda otro, pero no le importa que la gente pueda morir. La vida en Rusia es barata, la sociedad está bajo control, la gente no tiene voz ni voto en lo que le pasa, no hay libertad de prensa, no hay oposición. Así es que Putin puede hacer lo que quiera y está preparado para mandar a más y más gente a la batalla, a una batalla que no puede ganar con armas convencionales. Lo que Putin tiene en mente es la extorsión a Occidente por el hecho de que Rusia tiene armas nucleares. Juega con la idea de que podría usarlas si no se le cede Ucrania. Eso es a lo que nos enfrentamos ahora, a esa extorsión porque piensa que, con ella, Occidente dejaría de apoyar a Ucrania para que Ucrania no pueda seguir con la lucha. La cuestión es qué hacer. ¿Seguimos defendiendo a Ucrania a toda costa o dejamos de hacerlo y rendimos Ucrania, con la esperanza de que, de esta forma, termine el conflicto? Para responder a esta pregunta, primero tenemos que entender quién es Putin de verdad y quién está a cargo del país de verdad. En 2014, como en 2022, la decisión de invadir la tomaron cinco personas. La primera, por supuesto, fue Putin. La segunda persona fue Nikolai Patrushev, que es el ex director del FSB y ahora está a cargo del consejo de seguridad de la Federación Rusa. La tercera persona fue Bortnikov, actual director del Servicio Federal de Seguridad. La cuarta persona fue el ministro de Defensa Serguei Shoighu y la quinta persona fue el jefe del Estado Mayor del ejército ruso. De estas cinco personas, tres de ellas fueron del servicio de seguridad ruso. Esto no fue una decisión del gobierno, el parlamento o cualquier otra institución rusa. Fue una decisión militar y del servicio de seguridad. El problema con esto es quién tiene el poder en Rusia. Porque si Putin fuera un dictador, se le podría derrocar, podría pasarle algo y el conflicto se acabaría. Pero este no es el caso. En Rusia estamos lidiando con el FSB y es la primera vez en la historia del mundo en la que la seguridad estatal, el servicio de seguridad, está a cargo del país. También está a cargo del ejército, cuando en otros países es independiente de otras instituciones. Por ello, tenemos que aceptar el hecho de que el problema no es solo Putin, va más allá, es más complicado porque tenemos que lidiar con un grupo de personas y de instituciones. Y esta institución se creó en 1917, tiene más de cien años, es la más antigua de Rusia y la única que sobrevivió al colapso de la Unión Soviética. Ahora está a cargo de Rusia y se hizo con este poder con una visión de enfrentamiento con Occidente y desestabilizarlo. Ese era su objetivo. Por eso, esta guerra no es algo que solo incumba a Ucrania, no es, ni siquiera, un intento de recrear la Unión Soviética. Esta guerra es un intento de destruir a Occidente como una institución que, según Putin, compite contra Rusia. Por eso, no se puede parar esto si no se derrota a Rusia. Ahora bien, es muy difícil derrotar a un país como Rusia, que juega un papel tan importante en Europa, sobre todo cuando este país tiene cabezas nucleares. Así es que tenemos que pensar en qué opciones tenemos. Hay una forma de lidiar con este problema. Los ucranianos se desenvuelven mejor de lo que se esperaba y Ucrania tiene un ejército capaz de parar a Rusia. El problema es que está recibiendo ayuda bajo determinadas condiciones. No están recibiendo armas que les permitan avanzar contra el ejército ruso y no están utilizando las armas que reciben de Occidente para abrir fuego contra sus enemigos en Bielorrusia y la Federación Rusia. Desde un punto de vista estratégico, estas condiciones dejan a los ucranianos en una situación en la que no pueden ganar la guerra si no se puede disparar contra el territorio enemigo. Las tropas rusas están concentradas en Bielorrusia y Rusia, que es hacia donde los ucranianos no pueden disparar. Si no pueden atacar preventivamente, los ataques rusos van a tener éxito y los rusos van a poder reagruparse. Por tanto, hasta que Occidente no cambie esta postura y su estrategia, de una defensiva a una ofensiva, y permita a los ucranianos actuar libremente contra los rusos, occidente estará en una posición debilitada que provoca a Rusia para utilizar armas nucleares. Si la guerra sigue durante más tiempo, Putin llegará a la conclusión de utilizar armas nucleares porque no le quedará nada más para luchar, se quedará sin gente, sin armas y sin tiempo. Al mismo tiempo, no puede permitirse el lujo de seguir luchando durante mucho tiempo. Así es que podemos evitar un enfrentamiento nuclear si ayudamos a los ucranianos a ganar esta guerra. No vamos a poder parar a Putin en Ucrania y en algún momento vamos a tener que enfrentarnos a un ultimátum nuclear, que va a empezar con lo que creemos que es un farol, pero no será tal cosa cuando se vea que la extorsión no funciona. Putin no lo hará desde territorio ruso, para evitar represalias sobre Rusia. Por eso, a pesar de su deseo de anexión de Bielorrusia, este sigue siendo un país independiente. No se ven intentos de anexionar a Bielorrusia porque Putin planea utilizar cabezas nucleares contra Ucrania y contra Europa del este desde territorio bielorruso para que las represalias se dirijan contra Bielorrusia. No hay que desestimar el hecho de que Bielorrusia esté bajo control ruso porque Putin, de nuevo, va a intentar utilizar Bielorrusia para llevar a cabo represalias nucleares contra Occidente, Europa oriental y Ucrania. En el mundo de hoy, los movimientos de armas nucleares no se pueden ocultar, pero estas armas se pueden trasladar rápidamente. Si se introdujesen en Bielorrusia, puede que para entonces sea demasiado tarde para reaccionar porque puede que no tengamos tiempo y Europa se enfrente al riesgo de un ataque nuclear desde territorio bielorruso. La única manera de evitarlo es gestionar el problema de forma preventiva el tema de Bielorrusia si queremos evitar un enfrentamiento nuclear, porque Putin no va a atacar desde Rusia para evitar las represalias. Para poder lidiar con Bielorrusia, tenemos que permitir a Ucrania actuar como mejor crea conveniente y poder disparar contra Rusia y Bielorrusia. Lidiar con Rusia es complicado, pero con Bielorrusia es fácil. El régimen de Lukashenko es bastante débil, no es nada popular. Respecto a su ejército, en estos momentos hay una de sus unidades en Ucrania luchando contra Rusia. Así que hay un ejército bielorruso en Ucrania preparado para liberar Bielorrusia, hay un gobierno en el exilio formado por muchos opositores políticos, hay opositores a Lukashenko encarelados. Por tanto, Putin podría perder rápidamente el control de Bielorrusia con la ayuda del ejército ucraniano. Por supuesto, en este caso Putin declararía a Bielorrusia como parte de la Federación Rusa y la anexionaría, con lo que perdería la posibilidad de atacar a Europa desde territorios bielurrosos independientes. Así es que podría ser que Bielorrusia siguiera bajo el control de Putin, pero se evitaría el riego de un ataque nuclear desde Bielorrusia. El problema fundamental tras ocho meses de guerra es que Putin no tiene un ejército convencional. La única opción que tiene es la posibilidad de utilizar cabezas nucleares. Si se le quita esa opción, porque no es probable que las vaya a utilizar desde territorio de Rusia, perdería la guerra a ojos rusos, aunque muchos rusos le apoyen y apoyan esta guerra en Ucrania, pero no quieren perderla. Esta es la única oportunidad de derrotar a Rusia y parar una guerra que, de otra manera, pasaría a la historia como la primera batalla de la Tercera Guerra Mundial. Las preguntas relevantes, ahora, son cuánto durará esto, cómo se va a desarrollar, cuánto durará esto, qué precio pagaremos por el colapso de la Federación Rusa. No sabemos si el colapso tendrá lugar, cuándo ocurrirá. Nadie podría hacer a Rusia tanto daño como le ha hecho Putin. Tarde o temprano los rusos lo entenderán y empezarán a crear algo diferente, pero para ello tendrán que aceptar la derrota y olvidar la idea de crear un imperio.
11/8/202241 minutes, 40 seconds
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Ucrania, ¿la primera batalla de la tercera guerra mundial?, versión en español

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 7 de noviembre de 2022, la conferencia magistral “Ucrania, ¿la primera batalla de la tercera guerra mundial?”, que impartió Yuri Felshtinsky, escritor e historiador ruso experto en política soviética, rusa y ucraniana, con motivo con la publicación de su última obra de igual título editada por Deusto. Según Felshtinsky, hay que comprender a qué nos enfrentamos y si nos enfrentamos a la posibilidad de entrar en una tercera guerra mundial. Europa ya se ha enfrentado a dos guerras mundiales. Ambas trajeron aparejada la destrucción de Europa. ¿La guerra ruso-ucraniana es una guerra local o no? Esta es una cuestión que debemos plantearnos. Para ello, tenemos que entender lo que está sucediendo Rusia, quién lidera Rusia y que quieren los dirigentes rusos, cuál es su plan. La guerra comenzó en 2014, cuando Rusia invadió Crimea. Entonces, todo el mundo esperaba que Putin tuviera el plan limitado de hacerse con Crimea y unificarla con la Federación Rusa. Muchos líderes occidentales pensaban que había que darle algo a Putin para calmar sus ambiciones y que después de que se produjera la anexión de Crimea todo se calmaría. Pero Putin no solo empezó a invadir Ucrania desde el este en 2014. También dio un discurso muy importante en Moscú diciendo que Rusia iba a empezar a redibujar las fronteras europeas que resultaron tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, que Putin consideró como un fracaso de Rusia. Ese fue el día que Putin declaró abiertamente sus planes para el futuro. Esa no era la primera vez que Rusia había invadido un país extranjero. Primero vino Chechenia. En agosto de 2008 Rusia invadió Georgia y nadie hizo lo más mínimo al respecto. Esto se pasó por alto, como si nunca hubiera sucedido. Mirando en retrospectiva, si Europa hubiera reaccionado a esta guerra como lo hizo a la invasión de Ucrania, no hubiera sucedido nada más. De hecho, a Putin nadie le castigó por ello. En 2014 se dio el segundo paso, con la anexión de Crimea. ¿Quién fue el culpable de esta invasión y por la reacción tibia de Occidente? Cuando se produjo la invasión, todo el mundo evitó utilizar la palabra guerra, por el miedo a pensar que se estaba produciendo una guerra en Europa, incluso los ucranianos. Los ucranianos no rompieron relaciones diplomáticas con Rusia y el comercio siguió floreciendo entre los dos países hasta 2022. Europa tampoco utilizó la palabra guerra. Y aunque si que se impusieron algunas sanciones contra Rusia, no fueron estrictas, lo que para Putin fue una indicación de que Occidente era débil, no estaba preparado para enfrentarse a Rusia y podía seguir con su plan de crear una nueva Unión Soviética. Esa recreación de la Unión Soviética también incluía a los estados bálticos. Pero estos en 2014 ya eran miembros de la OTAN, con lo que no era tan sencillo invadirlos por razones políticas, por lo que Ucrania estaba en el primer lugar de su lista y Bielorrusia en el segundo lugar. Pero no se podía tomar Ucrania sin antes controlar Bielorrusia. Entonces, en 2014, Putin se hizo con Crimea y propició un conflicto en el Donbass, pero no pudo atacar Kiev porque es imposible hacerlo desde el territorio de Rusia. Solo podía hacerlo desde Bielorrusia. Para ello tenía que hacerse primero con ella. Por eso, había que observar que pasaría con Bielorrusia, si se producía una anexión rusa porque el siguiente paso sería la ocupación de Ucrania. La operación de Bielorrusia se produjo en 2020, antes de la ocupación de Ucrania. Es algo de lo que casi nadie se dio cuenta. Con todo lo que pasó con Lukashenko estaba claro que Rusia se estaba haciendo con las riendas del país. En 2020, Lukashenko perdió las elecciones en Bielorrusia, lo que desencadenó protestas que fueron reprimidas por Lukashenko con la ayuda de las fuerzas rusas y, a partir de entonces, se convirtió en un dictador títere manejado por Rusia. De esta forma, las tropas rusas pudieron entrar en Bielorrusia, pero pasó bastante desapercibido y nadie protestó. Bielorrusia es un territorio estratégicamente muy importante para Rusia porque abre las puertas a Europa. Por tanto, cuando las tropas rusas se instalaron en Bielorrusia, resultó evidente que esto era un peligro enorme para Ucrania. Pero nadie pensó en una invasión en ese momento, incluso cuando Putin concentró tropas en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania, preparando la invasión, todo el mundo esperaba que esto fuese un farol, que Putin estuviera intentando derrocar el gobierno de Zelensky, pero no que estuviera dispuesto a empezar una verdadera guerra. Pero no estaba de farol, aunque si había un componente porque la idea era que Zelensky y Ucrania capitularan para evitar la guerra, porque es algo muy peligroso. Para Ucrania, que es mucho más débil que Rusia, participar en una guerra contra Rusia es una decisión muy dramática. Ahora sabemos que, justo antes de que empezara la guerra, Lukashenko llamó a Zelensky en nombre de Putin y le ofreció capitular y entregar Ucrania Rusia y Zelensky se negó. Este fue el día en que Ucrania ganó la guerra contra Rusia. Todo el mundo en ese momento, la noche antes de que empezara la guerra, pensaba que Ucrania iba a ser un paseo para los rusos, que se iban a apoderar de Kiev en, como mucho, un mes, y reestablecer al antiguo presidente pro ruso Yanukovich. La idea era que, después de esto, Putin desplazaría a sus tropas a Transnistria, una región de Moldavia donde hay población de etnia rusa. Lo que esperaba Putin era poder controlar Moldavia rápidamente y, utilizando las tropas de Ucrania, poder atacar los estados bálticos a través de Bielorrusia. Esto se basaba en la idea de que Occidente carecía de fuerzas convencionales suficientemente potentes para hacer frente al ejército ruso. Putin estaba convencido de que Rusia tenía que ser el poder hegemónico en oriente, incluidos los estados bálticos, y que sería cosa de seis meses. Pero esto no fue así porque Ucrania decidió luchar. Al cabo de ocho meses, Putin no tiene ejército, que ha sido destruido por los ucranianos, y no puede reunir un ejército nuevo porque cuando quiso movilizar trescientas mil personas en septiembre, muchas de estas personas se marcharon al extranjero. El ejército ruso ahora no puede combatir porque nadie ha entrenado a nuevos efectivos. Putin acaba de dar una conferencia en la que dijo abiertamente a los periodistas que las tropas rusas están debilitadas. Este tipo de ejército no le puede ganar a Ucrania. La pregunta, ahora, es si los ucranianos están ganando la guerra. Parece que sí, pero, al mismo tiempo, no pueden expulsar a los rusos de su territorio. Occidente está ayudando con armas y dinero y aceptando a sus refugiados, pero, al mismo tiempo, Occidente quiere evitar un enfrentamiento a escala mundial. La UE, la OTAN, EEUU espera que esta guerra se mantenga dentro de las fronteras de Ucrania y que no se provoque a los rusos. Esta es una posición perfectamente comprensible porque la diferencia entre la Segunda Guerra Mundial y esta guerra a la que nos enfrentamos es la capacidad de Rusia de utilizar armas nucleares. Si se da esta situación, si la presión contra Rusia o Putin aumenta, si el ejército ruso está a punto de colapsar o Rusia de perder la guerra, puede elegir la opción nuclear. Ahora mismo, esta es la cuestión más importante porque, de no ser por las armas nucleares, no nos preocuparía esta guerra tanto. Desde el punto de vista de la seguridad europea, la OTAN y EEUU, si Ucrania mantiene a raya a Rusia, es buen resultado, y si la mantiene a raya durante mucho tiempo, Rusia podría colapsar. El problema es que Putin ha perdido a su ejército y puede que pierda otro, pero no le importa que la gente pueda morir. La vida en Rusia es barata, la sociedad está bajo control, la gente no tiene voz ni voto en lo que le pasa, no hay libertad de prensa, no hay oposición. Así es que Putin puede hacer lo que quiera y está preparado para mandar a más y más gente a la batalla, a una batalla que no puede ganar con armas convencionales. Lo que Putin tiene en mente es la extorsión a Occidente por el hecho de que Rusia tiene armas nucleares. Juega con la idea de que podría usarlas si no se le cede Ucrania. Eso es a lo que nos enfrentamos ahora, a esa extorsión porque piensa que, con ella, Occidente dejaría de apoyar a Ucrania para que Ucrania no pueda seguir con la lucha. La cuestión es qué hacer. ¿Seguimos defendiendo a Ucrania a toda costa o dejamos de hacerlo y rendimos Ucrania, con la esperanza de que, de esta forma, termine el conflicto? Para responder a esta pregunta, primero tenemos que entender quién es Putin de verdad y quién está a cargo del país de verdad. En 2014, como en 2022, la decisión de invadir la tomaron cinco personas. La primera, por supuesto, fue Putin. La segunda persona fue Nikolai Patrushev, que es el ex director del FSB y ahora está a cargo del consejo de seguridad de la Federación Rusa. La tercera persona fue Bortnikov, actual director del Servicio Federal de Seguridad. La cuarta persona fue el ministro de Defensa Serguei Shoighu y la quinta persona fue el jefe del Estado Mayor del ejército ruso. De estas cinco personas, tres de ellas fueron del servicio de seguridad ruso. Esto no fue una decisión del gobierno, el parlamento o cualquier otra institución rusa. Fue una decisión militar y del servicio de seguridad. El problema con esto es quién tiene el poder en Rusia. Porque si Putin fuera un dictador, se le podría derrocar, podría pasarle algo y el conflicto se acabaría. Pero este no es el caso. En Rusia estamos lidiando con el FSB y es la primera vez en la historia del mundo en la que la seguridad estatal, el servicio de seguridad, está a cargo del país. También está a cargo del ejército, cuando en otros países es independiente de otras instituciones. Por ello, tenemos que aceptar el hecho de que el problema no es solo Putin, va más allá, es más complicado porque tenemos que lidiar con un grupo de personas y de instituciones. Y esta institución se creó en 1917, tiene más de cien años, es la más antigua de Rusia y la única que sobrevivió al colapso de la Unión Soviética. Ahora está a cargo de Rusia y se hizo con este poder con una visión de enfrentamiento con Occidente y desestabilizarlo. Ese era su objetivo. Por eso, esta guerra no es algo que solo incumba a Ucrania, no es, ni siquiera, un intento de recrear la Unión Soviética. Esta guerra es un intento de destruir a Occidente como una institución que, según Putin, compite contra Rusia. Por eso, no se puede parar esto si no se derrota a Rusia. Ahora bien, es muy difícil derrotar a un país como Rusia, que juega un papel tan importante en Europa, sobre todo cuando este país tiene cabezas nucleares. Así es que tenemos que pensar en qué opciones tenemos. Hay una forma de lidiar con este problema. Los ucranianos se desenvuelven mejor de lo que se esperaba y Ucrania tiene un ejército capaz de parar a Rusia. El problema es que está recibiendo ayuda bajo determinadas condiciones. No están recibiendo armas que les permitan avanzar contra el ejército ruso y no están utilizando las armas que reciben de Occidente para abrir fuego contra sus enemigos en Bielorrusia y la Federación Rusia. Desde un punto de vista estratégico, estas condiciones dejan a los ucranianos en una situación en la que no pueden ganar la guerra si no se puede disparar contra el territorio enemigo. Las tropas rusas están concentradas en Bielorrusia y Rusia, que es hacia donde los ucranianos no pueden disparar. Si no pueden atacar preventivamente, los ataques rusos van a tener éxito y los rusos van a poder reagruparse. Por tanto, hasta que Occidente no cambie esta postura y su estrategia, de una defensiva a una ofensiva, y permita a los ucranianos actuar libremente contra los rusos, occidente estará en una posición debilitada que provoca a Rusia para utilizar armas nucleares. Si la guerra sigue durante más tiempo, Putin llegará a la conclusión de utilizar armas nucleares porque no le quedará nada más para luchar, se quedará sin gente, sin armas y sin tiempo. Al mismo tiempo, no puede permitirse el lujo de seguir luchando durante mucho tiempo. Así es que podemos evitar un enfrentamiento nuclear si ayudamos a los ucranianos a ganar esta guerra. No vamos a poder parar a Putin en Ucrania y en algún momento vamos a tener que enfrentarnos a un ultimátum nuclear, que va a empezar con lo que creemos que es un farol, pero no será tal cosa cuando se vea que la extorsión no funciona. Putin no lo hará desde territorio ruso, para evitar represalias sobre Rusia. Por eso, a pesar de su deseo de anexión de Bielorrusia, este sigue siendo un país independiente. No se ven intentos de anexionar a Bielorrusia porque Putin planea utilizar cabezas nucleares contra Ucrania y contra Europa del este desde territorio bielorruso para que las represalias se dirijan contra Bielorrusia. No hay que desestimar el hecho de que Bielorrusia esté bajo control ruso porque Putin, de nuevo, va a intentar utilizar Bielorrusia para llevar a cabo represalias nucleares contra Occidente, Europa oriental y Ucrania. En el mundo de hoy, los movimientos de armas nucleares no se pueden ocultar, pero estas armas se pueden trasladar rápidamente. Si se introdujesen en Bielorrusia, puede que para entonces sea demasiado tarde para reaccionar porque puede que no tengamos tiempo y Europa se enfrente al riesgo de un ataque nuclear desde territorio bielorruso. La única manera de evitarlo es gestionar el problema de forma preventiva el tema de Bielorrusia si queremos evitar un enfrentamiento nuclear, porque Putin no va a atacar desde Rusia para evitar las represalias. Para poder lidiar con Bielorrusia, tenemos que permitir a Ucrania actuar como mejor crea conveniente y poder disparar contra Rusia y Bielorrusia. Lidiar con Rusia es complicado, pero con Bielorrusia es fácil. El régimen de Lukashenko es bastante débil, no es nada popular. Respecto a su ejército, en estos momentos hay una de sus unidades en Ucrania luchando contra Rusia. Así que hay un ejército bielorruso en Ucrania preparado para liberar Bielorrusia, hay un gobierno en el exilio formado por muchos opositores políticos, hay opositores a Lukashenko encarelados. Por tanto, Putin podría perder rápidamente el control de Bielorrusia con la ayuda del ejército ucraniano. Por supuesto, en este caso Putin declararía a Bielorrusia como parte de la Federación Rusa y la anexionaría, con lo que perdería la posibilidad de atacar a Europa desde territorios bielurrosos independientes. Así es que podría ser que Bielorrusia siguiera bajo el control de Putin, pero se evitaría el riego de un ataque nuclear desde Bielorrusia. El problema fundamental tras ocho meses de guerra es que Putin no tiene un ejército convencional. La única opción que tiene es la posibilidad de utilizar cabezas nucleares. Si se le quita esa opción, porque no es probable que las vaya a utilizar desde territorio de Rusia, perdería la guerra a ojos rusos, aunque muchos rusos le apoyen y apoyan esta guerra en Ucrania, pero no quieren perderla. Esta es la única oportunidad de derrotar a Rusia y parar una guerra que, de otra manera, pasaría a la historia como la primera batalla de la Tercera Guerra Mundial. Las preguntas relevantes, ahora, son cuánto durará esto, cómo se va a desarrollar, cuánto durará esto, qué precio pagaremos por el colapso de la Federación Rusa. No sabemos si el colapso tendrá lugar, cuándo ocurrirá. Nadie podría hacer a Rusia tanto daño como le ha hecho Putin. Tarde o temprano los rusos lo entenderán y empezarán a crear algo diferente, pero para ello tendrán que aceptar la derrota y olvidar la idea de crear un imperio.
11/8/202241 minutes, 43 seconds
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Richard Shearmur, versión en español.

La Fundación Rafael del Pino y la Asociación Española de Ciencia Regional organizaron el 18 de octubre de 2022 la Conferencia Magistral «Innovación urbana: concepto, relevancia e impacto más allá del ámbito local» que impartió Richard Shearmur, Catedrático y Director del School of Urban Planning de la Universidad de McGill.
10/19/202240 minutes, 52 seconds
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Richard Shearmur, english version

La Fundación Rafael del Pino y la Asociación Española de Ciencia Regional organizaron el 18 de octubre de 2022 la Conferencia Magistral "Innovación urbana: concepto, relevancia e impacto más allá del ámbito local" que impartió Richard Shearmur, Catedrático y Director del School of Urban Planning de la Universidad de McGill.
10/19/202240 minutes, 38 seconds
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Alberto Núñez Feijóo

Alberto Núñez Feijóo, Presidente del Partido Popular participó en el diálogo España en su laberinto.
10/18/202217 minutes, 10 seconds
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El legado español frente a los enemigos de España. Marcelo Gullo

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 10 de octubre de 2022, el diálogo presencial en el Auditorio Rafael del Pino « El legado español frente a los enemigos de España» que comenzó con una conferencia de Marcelo Gullo, doctor en ciencia política, magister en relaciones internacionales y autor de la obra «Nada por lo que pedir perdón. La importancia del legado español frente a las atrocidades cometidas por los enemigos de España«, editada por Espasa. A continuación el autor dialogó con Manuel Lucena Giraldo, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.
10/11/202227 minutes, 25 seconds
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Impacto positivo de Francisco Palao

La Fundación Rafael del Pino organizó, el pasado 6 de octubre de 2022, el diálogo con Francisco Palao, fundador de Purpose Alliance, titulado “Impacto positivo”, con motivo de la publicación de su obra de igual título, editada por Deusto. Todo lo que conocemos hoy en día en el universo empezó en un punto de energía singular con el Big Bang. Nadie sabe a ciencia cierta por qué surge el universo, pero empezamos a conocer un poco cómo ha ido evolucionando desde ese momento. Empezaron a crearse los átomos de hidrógeno, que tienen unas propiedades muy básicas, pero también son la estructura atómica más básica conocida. Los átomos de hidrógeno empiezan a concentrarse en nubes de hidrógeno y, debido a la propia fuerza de la gravedad que ejercen unos átomos sobre otros, llega un momento en que el universo se ilumina. Es la primera vez que surge la luz. Es cuando podemos empezar a ver, aunque allí todavía no había nadie.
10/10/202237 minutes, 18 seconds
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Cómo construir una nueva economía a escala molecular. Javier García.

La Fundación Rafael del Pino, la Consejería de Educación Universidades, Ciencia y Portavocía de la Comunidad de Madrid, la Oficina del Español y el Club de Científicos de la Asociación de Becarios de Excelencia Rafael del Pino organizaron, el 28 de septiembre de 2022, una nueva edición de los Diálogos de Ciencia en Español que fue retransmitido a través de https://frdelpino.es/canalfrp/
9/29/202229 minutes, 53 seconds
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Conferencia Magistral Francis Fukuyama, english version

La Fundación Rafael del Pino organizó el 5 de septiembre de 2022 la conferencia magistral titulada “El liberalismo y sus desencantados. Cómo defender y salvaguardar nuestras democracias liberales”, que impartió Francis Fukuyama, senior Fellow en el Instituto Freeman Spogli de Estudios Internacionales de la Universidad de Stanford, con motivo con la publicación de su última obra de igual título editada por Deusto.
9/6/202235 minutes, 12 seconds
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Conferencia Magistral Francis Fukuyama, versión en español

La Fundación Rafael del Pino organizó el 5 de septiembre de 2022 la conferencia magistral titulada “El liberalismo y sus desencantados. Cómo defender y salvaguardar nuestras democracias liberales”, que impartió Francis Fukuyama, senior Fellow en el Instituto Freeman Spogli de Estudios Internacionales de la Universidad de Stanford, con motivo con la publicación de su última obra de igual título editada por Deusto.
9/6/202235 minutes, 14 seconds
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El big bang de las civilizaciones: las claves del progreso humano. Oded Galor, versión en español

El 19 de julio de 2022, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia “El big bang de las civilizaciones: las claves del progreso humano”, pronunciada por Oded Galor, catedrático de Economía de la Universidad de Brown, con motivo de la publicación de su libro “El viaje de la Humanidad”.
7/21/20221 hour, 2 minutes, 38 seconds
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El big bang de las civilizaciones: las claves del progreso humano. Oded Galor, english version

El 19 de julio de 2022, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia “El big bang de las civilizaciones: las claves del progreso humano”, pronunciada por Oded Galor, catedrático de Economía de la Universidad de Brown, con motivo de la publicación de su libro “El viaje de la Humanidad”.
7/21/20221 hour, 2 minutes, 37 seconds
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Fronteras de la innovación y el emprendimiento en nanotecnología, english version

La Fundación Rafael del Pino organizó la Conferencia Magistral «Fronteras de la innovación y el emprendimiento en nanotecnología» que impartió Vladimir Bulovic.
6/28/20221 hour, 18 minutes, 42 seconds
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Fronteras de la innovación y el emprendimiento en nanotecnología, versión en español

La Fundación Rafael del Pino organizó la Conferencia Magistral «Fronteras de la innovación y el emprendimiento en nanotecnología» que impartió Vladimir Bulovic.
6/28/20221 hour, 18 minutes, 42 seconds
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Lecciones y oportunidades de un mercado financiero cada vez más volátil. Daniel Lacalle

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 25 de mayo de 2022, la Conferencia Magistral «Lecciones y oportunidades de un mercado financiero cada vez más volátil» que impartió Daniel Lacalle con motivo de la publicación de su última obra «Haz crecer tu dinero. Mi experiencia con los mejores inversores del mundo» editada por Ediciones Deusto.
5/26/202246 minutes, 31 seconds
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Conferencia Magistral de Jesús Fernández-Villaverde

El 31 de marzo de 2022, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia de Jesús Fernández-Villaverde, catedrático de Economía en la Universidad de Pensilvania, titulada “Liderazgo, eficiencia económica y calidad democrática en España. ¿Qué queremos ser en el escenario global que se está conformando?”. Liderazgo, eficiencia económica y calidad democrática en España. ¿Qué queremos ser en el escenario global que se está conformando?
4/4/202259 minutes, 50 seconds
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La computación cuántica y su impacto en nuestra sociedad. Ignacio Cirac

Conferencia magistral «La computación cuántica y su impacto en nuestra sociedad». Ignacio Cirac, Director de la división teórica del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, Múnich
3/31/202220 minutes, 4 seconds
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Conferencia Magistral Philippe Aghion, english version

El 10 de marzo de 2022, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia online titulada “¿Qué impulsa el crecimiento económico?”, impartida por Philippe Aghion, catedrático de economía en el Collège de France y en INSEAD, con motivo de la presentación de su libro “El poder de la destrucción creativa”.
3/14/202257 minutes, 10 seconds
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Conferencia Magistral Philippe Aghion, versión en castellano.

El 10 de marzo de 2022, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia online titulada “¿Qué impulsa el crecimiento económico?”, impartida por Philippe Aghion, catedrático de economía en el Collège de France y en INSEAD, con motivo de la presentación de su libro “El poder de la destrucción creativa”.
3/14/202257 minutes, 11 seconds
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Conferencia Magistral de José María Ordovás

La Fundación Rafael del Pino, la Consejería de Educación Universidades, Ciencia y Portavocía de la Comunidad de Madrid, la Oficina del Español y el Club de Científicos de la Asociación de Becarios de Excelencia Rafael del Pino organizaron, el 26 de enero de 2022, la inauguración online de la serie Diálogos de Ciencia en Español, cuya primera edición versó sobre «Nutrición de precisión».
1/28/202231 minutes, 7 seconds
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Plataformas digitales y el futuro, oportunidades para la innovación y el emprendimiento, english version

El 20 de enero de 2022 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Michael A. Cusumano, Deputy Dean de MIT Sloan, titulada “Platforms and the Future. Opportunities for Innovation and Entrepreneurship. Cusumano empezó a estudiar las plataformas a principios de los 90. Las plataformas son una explosión combinada de tecnología, política gubernamental y espíritu empresarial.
1/21/202251 minutes, 27 seconds
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Plataformas digitales y el futuro, oportunidades para la innovación y el emprendimiento, versión en español

El 20 de enero de 2022 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Michael A. Cusumano, Deputy Dean de MIT Sloan, titulada “Platforms and the Future. Opportunities for Innovation and Entrepreneurship. Cusumano empezó a estudiar las plataformas a principios de los 90. Las plataformas son una explosión combinada de tecnología, política gubernamental y espíritu empresarial.
1/21/202251 minutes, 27 seconds
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Voces liberales. Liberalismo económico en España, el caso de Madrid. Isabel Díaz Ayuso.

La Fundación Rafael del Pino organizó el 18 de enero de 2022 a las 13 horas en la sede de la Fundación, el evento » Voces liberales. Liberalismo económico en España, el caso de Madrid» con motivo de la publicación de la obra titulada «Liberalismo a la madrileña» de Diego Sánchez de la Cruz, editada por ediciones Deusto.
1/18/202213 minutes, 1 second
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Conferencia Magistral Edward I. Glaeser, english version

El 9 de diciembre de 2021, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia magistral “Sobrevivir a las ciudades. Vivir y prosperar en la era del aislamiento”, impartida por Edward I. Glaeser, catedrático de Economía en Harvard donde dirige el Taubman Center for State and Local Government y el Rappaport Institute for Great Boston.
12/13/202143 minutes, 36 seconds
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Conferencia Magistral Edward I. Glaeser, versión en castellano

El 9 de diciembre de 2021, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia magistral “Sobrevivir a las ciudades. Vivir y prosperar en la era del aislamiento”, impartida por Edward I. Glaeser, catedrático de Economía en Harvard donde dirige el Taubman Center for State and Local Government y el Rappaport Institute for Great Boston.
12/13/202143 minutes, 34 seconds
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Conferencia Magistral Sonia Contera

Sonia Antoranz Contera es una física y nanotecnóloga española; es Catedrática de Física especializada en la física de procesos biológicos, en el departamento de Física de la Universidad de Oxford, fue codirectora del programa de Nanotecnología de la Oxford Martin School, y es Senior Research Fellow del Green Templeton Collage.3​Actualmente es vicedecana del departamento de Física de la Universidad de Oxford
11/19/202122 minutes, 56 seconds
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Conferencia Magistral Javier García

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 17 de noviembre, el encuentro «Tecnologías para impulsar España ¿Por fin la ciencia y la innovación? » que comenzó con la presentación, a cargo de Javier García Martínez, Presidente de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada, de los resultados de los trabajos de la Cátedra de Ciencia y Sociedad de la Fundación Rafael del Pino, materializados en la publicación del libro «España a ciencia cierta. Una mirada al futuro que podemos construir» editado por Gestión2000
11/19/202119 minutes, 31 seconds
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Conferencia Magistral Barry Eichengreen, english version

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 28 de octubre de 2021, la conferencia en directo a través de www.frdelpino.es titulada «La globalización del capital» que impartirá Barry Eichengreen, con motivo de la publicación de la tercera edición de la versión española de la obra de Barry Eichengreen de igual título publicada por Antoni Bosch Editor. Tras la conferencia el profesor Eichengreen dialogó con Manuel Conthe. Barry Eichengreen es profesor George C. Pardee y Helen N. Pardee de Economía y Ciencias Políticas en la Universidad de California, Berkeley, investigador del Centro para la Investigación de Política Económica e investigador asociado de la Oficina Nacional de Investigación Económica. Asimismo, es coordinador del Grupo Bellagio de estudiosos y funcionarios gubernamentales, miembro de la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias (promoción de 1997) y ha sido profesor asociado en el Centro de Estudios Avanzados en Ciencias del Comportamiento (Palo Alto) y en el Instituto de Estudios Avanzados (Berlín). Manuel Conthe es Columnista y presidente del Consejo Asesor de Expansión. Manuel Conthe es árbitro internacional español independiente. Abogado y economista, y antiguo regulador del mercado de valores, es un experto reconocido en finanzas, mercados energéticos, transacciones de fusiones y adquisiciones, valoración de daños y perjuicios y, de forma más general, litigios económicos y corporativos. Anteriormente, en calidad de funcionario del Reino de España, fue Director General de Transacciones e Inversiones extranjeras (1987-1988), Director General del Tesoro y Política Financiera (1988-1995), Secretario de Estado de Economía (1995-1996), Vice-presidente para el Sector Financiero en el Banco Mundial (1999-2002) y Presidente de la CNMV (2004-2007). Fue también Socio de una consultora financiera (2002-2004). Durante sus años en Bruselas (1996-1999) como Asesor Jefe de Asuntos Económicos y Comerciales en la Representación Española ante la Unión Europea, estuvo muy implicado en negociaciones sobre comercio internacional e inversiones así como en paneles de arbitraje de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Es autor de tres libros sobre paradojas económicas y políticas, teoría de juegos y sesgos cognitivos en derecho y economía (“Behavioral Law & Economics”).
10/29/202132 minutes, 28 seconds
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Conferencia Magistral Barry Eichengreen, versión en español

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 28 de octubre de 2021, la conferencia en directo a través de www.frdelpino.es titulada «La globalización del capital» que impartirá Barry Eichengreen, con motivo de la publicación de la tercera edición de la versión española de la obra de Barry Eichengreen de igual título publicada por Antoni Bosch Editor. Tras la conferencia el profesor Eichengreen dialogó con Manuel Conthe. Barry Eichengreen es profesor George C. Pardee y Helen N. Pardee de Economía y Ciencias Políticas en la Universidad de California, Berkeley, investigador del Centro para la Investigación de Política Económica e investigador asociado de la Oficina Nacional de Investigación Económica. Asimismo, es coordinador del Grupo Bellagio de estudiosos y funcionarios gubernamentales, miembro de la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias (promoción de 1997) y ha sido profesor asociado en el Centro de Estudios Avanzados en Ciencias del Comportamiento (Palo Alto) y en el Instituto de Estudios Avanzados (Berlín). Manuel Conthe es Columnista y presidente del Consejo Asesor de Expansión. Manuel Conthe es árbitro internacional español independiente. Abogado y economista, y antiguo regulador del mercado de valores, es un experto reconocido en finanzas, mercados energéticos, transacciones de fusiones y adquisiciones, valoración de daños y perjuicios y, de forma más general, litigios económicos y corporativos. Anteriormente, en calidad de funcionario del Reino de España, fue Director General de Transacciones e Inversiones extranjeras (1987-1988), Director General del Tesoro y Política Financiera (1988-1995), Secretario de Estado de Economía (1995-1996), Vice-presidente para el Sector Financiero en el Banco Mundial (1999-2002) y Presidente de la CNMV (2004-2007). Fue también Socio de una consultora financiera (2002-2004). Durante sus años en Bruselas (1996-1999) como Asesor Jefe de Asuntos Económicos y Comerciales en la Representación Española ante la Unión Europea, estuvo muy implicado en negociaciones sobre comercio internacional e inversiones así como en paneles de arbitraje de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Es autor de tres libros sobre paradojas económicas y políticas, teoría de juegos y sesgos cognitivos en derecho y economía (“Behavioral Law & Economics”).
10/29/202132 minutes, 27 seconds
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Conferencia Magistral Luis Perez-Breva: Cómo invertir hoy con éxito en innovación y tecnología

El 6 de octubre de 2021, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia “Cómo invertir hoy con éxito en innovación y tecnología”, impartida por Luis Pérez Breva, director del MIT Innovation Team. ¿Cómo pueden ayudar los inversores a que la tecnología avance hacia el mercado? No es simplemente invertir, sino también resolver problemas con la tecnología. ¿Qué significa innovar? ¿Es una práctica? ¿Es una habilidad? ¿Cómo lo hacemos? ¿Nos apoyamos en tecnologías? ¿Estas tecnologías tienen que ser nuevas o viejas? ¿Cómo herramientas para resolver problemas? ¿O tenemos que seguir hablando de disrupción predecible, como si eso se pudiese predecir, de producto mínimo viable, de todas estas ideas exponenciales?
10/13/202138 minutes, 17 seconds
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Conferencia Magistral Johan Norberg, english version

La Fundación Rafael del Pino organizó la Conferencia Magistral en directo a través de www.frdelpino.es titulada «Abierto: la historia del progreso humano» impartida por Johan Norberg. Johan Norberg es escritor, conferenciante y autor de documentales. Es miembro del Cato Institute de Washington D. C. y del Centre for International Political Economy de Bruselas. Ha publicado más de veinte libros que se han traducido a veinticinco idiomas. Progreso (Deusto, 2017) fue un bestseller internacional que The Economist consideró libro del año. Además, se han publicado en español En defensa del capitalismo global (Unidad Editorial, 2005) y Fiasco Financiero: Cómo la obsesión de los americanos por la propiedad inmobiliaria y el dinero fácil causó la crisis económica (Unidad Editorial, 2015). Norberg escribe habitualmente para medios como The Wall Street Journal, Reason y HuffPost.
9/22/202135 minutes, 41 seconds
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Conferencia Magistral Johan Norberg, versión en español

La Fundación Rafael del Pino organizó la Conferencia Magistral en directo a través de www.frdelpino.es titulada «Abierto: la historia del progreso humano» impartida por Johan Norberg. Johan Norberg es escritor, conferenciante y autor de documentales. Es miembro del Cato Institute de Washington D. C. y del Centre for International Political Economy de Bruselas. Ha publicado más de veinte libros que se han traducido a veinticinco idiomas. Progreso (Deusto, 2017) fue un bestseller internacional que The Economist consideró libro del año. Además, se han publicado en español En defensa del capitalismo global (Unidad Editorial, 2005) y Fiasco Financiero: Cómo la obsesión de los americanos por la propiedad inmobiliaria y el dinero fácil causó la crisis económica (Unidad Editorial, 2015). Norberg escribe habitualmente para medios como The Wall Street Journal, Reason y HuffPost.
9/22/202135 minutes, 41 seconds
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Conferencia Magistral Dr. Mario Alonso Puig. “Resetea tu mente. Descubre de lo que eres capaz”.

El 23 de junio de 2021, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia “Resetea tu mente. Descubre de lo que eres capaz”, impartida por el Dr. Mario Alonso Puig, fellow en cirugía por Harvard University Medical School, con motivo de la publicación de su libro del mismo título. Según Mario Alonso Puig, el cerebro humano tiene cien mil millones de neuronas. No hay ningún ordenador que pueda sustituir por completo al cerebro humano. Un ordenador puede hacer mejor algunas funciones, pero no puede sustituir al ser humano. No obstante, comprender cómo funcionan los ordenadores puede ayudarnos a entender mejor nuestras funciones cerebrales. Vamos a explorar una forma de reiniciar procesos mentales que no están funcionando bien para que traigan más salud, prosperidad y felicidad a nuestra vida. El drama del ser humano es que somos leones que nos miramos en el espejo y nos vemos como sencillos gatitos. Por eso tenemos tanto miedo. Una de las cosas que quería que se produjeran con la lectura del libro fue volver a conocer quienes somos en realidad para que desaparezca el nivel de miedo con el que vivimos, que nos genera ansiedad, tensión, que es fuente de enfermedad. Esto es un descubrimiento, no se puede llegar a través del intelecto sino de otro camino. El intelecto cuenta, pero no es lo único que cuenta. Nuestro intelecto nos tiene que dar permiso, lo que exploremos no tiene que repugnar a la razón, tiene que tener sentido, pero no es lo único. Santiago Ramón y Cajal fue el único español que ganó un Premio Nóbel de Medicina para España. Severo Ochoa lo hizo para Estados Unidos. Ramón y Cajal fue un hombre lleno de sabiduría que dijo que todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro. Esto es una noticia maravillosa porque hay personas que creen que nunca cambiarán a pesar de que su forma de ser no les gusta. Tenemos que avanzar un poco más e ir a dos científicos, el profesor Roger Sperry y Mike Gazzaniga. Sperry ganó el Nobel de Medicina en 1981. Todos tenemos dos hemisferios cerebrales. Cada uno de ellos hace aproximadamente lo mismo, por ejemplo, mover una mano o un pie. Ahora bien, lo que Sperry, Gazzaniga y el conjunto del equipo descubrieron en el Caltec (Pasadena, California) fue que asentada en cada hemisferio hay una mente diferente. No hay solo una mente que se da cuenta de lo que se da cuenta, sino otra que se da cuenta de que hay cosas que pasan sin que uno sea consciente de ella. La primera pertenece al hemisferio izquierdo y la segunda al derecho. El hemisferio izquierdo no puede explicar racionalmente porqué una persona no le gusta, pero el derecho lo entiende. Sperry, Gazzaniga y el resto del equipo demostraron que, con mucha frecuencia, estas dos mentes están enfrentadas. Esto es importante para entender de qué manera boicoteamos nuestro verdadero potencial por este conflicto interno. Hay una parte de nuestro cerebro que ven una realidad y otra parte que está viendo otra realidad. Como las dos mentes están enfrentadas, lejos de ver eso como una oportunidad se convierte en una u otra, se escinde y solo se ve una. Uno de los dos hemisferios, el izquierdo, por el entrenamiento cultural, se ha convertido en tan poderoso que tiene al otro tapado. No le permite que lo que está viendo pueda aprovecharse porque uno de los hemisferios no quiere que eso aflore. En el cerebro hay cuatro sistemas operativos. Uno, el más profundo, el hipotálamo tiene originalmente unos 350 millones de años. El segundo es el sistema límbico, que es el sistema emocional. El mundo racional, está conectado al hemisferio izquierdo, el tercer sistema. Al hemisferio izquierdo le encanta compartimentar, dividir, medir. Esto no tiene anda que ver con el cuarto, que está conectado con el hemisferio derecho, al que le importa el mundo espiritual, lo que va más allá de la apariencia, de las formas. El hemisferio derecho tiene capacidades espectaculares, pero el hemisferio izquierdo se ha convertido en el dominante. El hemisferio izquierdo es muy prepotente. Lo que no ve, no existe; si algo no se puede medir, si no tiene materia, no es real. También es muy ignorante de lo que no conoce. No sabe que no sabe. El hemisferio derecho está mucho más abierto a explorar, a descubrir, a entender la lógica de lo que se sale de lo razonable. Es la sabiduría del corazón que dice que el pasado no tiene por qué determinar el futuro. El hemisferio izquierdo ha sido nuestro gran avance evolutivo. Su desarrollo se inició hace cien mil años y concluyó hace cuarenta mil. Es el que nos permite conversar, explicar, desarrollar estrategias. Esa capacidad de comunicar, describir, organizar, desarrollar estrategias fue clave para que el hombre pudiera sobrevivir. Le permitió utilizar herramientas, tener el desarrollo científico y tecnológico. El problema reside que, al olvidarse del otro hemisferio, se desconectó de los aspectos profundos de la naturaleza. Al dividir dejó de ver las cosas en su conjunto, se desligó de la naturaleza. Esta es su tendencia por el condicionamiento cultural que va reforzando la división. Del hemisferio izquierdo surge algo que puede ser muy limitante: el habla egocéntrica. Este hemisferio es el último en desarrollarse. Lo hace después del hipotálamo, el sistema límbico y el hemisferio derecho. Cuando se desarrolla, empieza a interpretar las cosas, que vive como reales. Las interpretaciones que hace el hemisferio izquierdo se viven como la única interpretación de algo. El habla egocéntrica nos hace cautivos de nuestra propia narrativa para explicar la realidad, porque nos hace creer en ella, aunque no sea verdad, aunque no tenga en cuenta las cosas que pertenecen al mundo inconsciente. El hemisferio izquierdo tiene que confabular para encontrar una explicación razonable, para explicar lo que no tiene sentido para él. No explora, solo enjuicia y dogmatiza en base a lo que ve. En el hemisferio derecho del cerebro están nuestros traumas infantiles. ¿Quién no ha experimentado una herida emocional cuando era pequeño, aunque fuera intencionada? Todo eso va quedando en el hemisferio derecho, sobre todo en la infancia y la niñez. Ese hemisferio está en contacto permanente con el cuerpo, lo que hace que la persona no se encuentre bien, se bloquee, a causa de esos traumas de infancia. El hemisferio izquierdo tiene que dar una explicación a eso, pero como no tiene contacto con el hemisferio derecho, se inventa una historia y se la cree. Tiene que inventar una historia del tipo esto es lo que me pasa porque no soy lo suficientemente inteligente, se la cree y empieza a actuar en base no a como son las cosas, sino a cómo cree que son. Esta tendencia obsesiva del hemisferio izquierdo ha de dejar paso a un sentimiento de humildad, de explorar, para que el hemisferio derecho pueda decir lo que le pasa, pero como no se le escucha, el izquierdo inventa una historia y la acarrea sin saber la razón. El hemisferio izquierdo no quiere saber del derecho porque intuye que ahí hay algo que prefiere no conocer. Pero no se da cuenta de la cantidad de recursos que está perdiendo por no conectar con el derecho. La idea de que no se puede cambiar es solo del hemisferio izquierdo, no del derecho. Si se abre a entender al derecho, empieza a ver soluciones que no se pueden entender desde la razón ordinaria. El hemisferio izquierdo va al detalle, que es importante, pero también hay que ver el conjunto, que es lo que nos falta, el gran angular que proporciona el hemisferio derecho. El hemisferio derecho no ve división, solo ve unidad. Nos ayuda a transcender la línea del tiempo y nos permite conectar con un presente eterno. El hemisferio izquierdo está obsesionado con la muerte y el derecho con la vida. El izquierdo está obsesionado con lo material y el derecho con el amor, con el dar. Cuando los niños son muy pequeños, los dos hemisferios son muy amigos. El izquierdo entiende muy bien lo que es capaz de hacer, pero también sabe que el derecho tiene capacidades de las que él carece. El resultado es que los niños pequeños son más felices, están explorando, aprendiendo con mucha rapidez. La infancia y la niñez son épocas importantísimas en la vida del ser humano. Los seres humanos necesitamos dos cosas. La primera es sentirnos profundamente amados con amor incondicional, es decir, te quiero por quien eres no por como eres. El niño anhela ese amor incondicional porque en algún momento es consciente de lo que ese amor significa. Ha habido niños que han sufrido mucho porque estaban en familias disfuncionales que han llegado a creer que si se les trataba mal es porque se lo merecían. Si se sienten bien, esa sensación le incomoda porque cree que no se la merece. Esto está en el hemisferio izquierdo. Si pudiera entender estas conductas, ese niño se sanaría porque el hemisferio derecho está deseando encontrarse con su amigo de la infancia. El lado oscuro del hemisferio izquierdo es su prepotencia y su ignorancia; el luminoso es la capacidad de pensar, escribir, construir, describir. El del derecho es nuestros traumas, nuestras heridas. La segunda cosa que necesita el niño es sentirse autosuficiente. Hay que ayudarle a que tenga la sensación de que, pese a que es pequeño, puede hacer cosas. Su lado luminoso es la mirada con anchura, con profundidad, la que ve la unidad en medio de la división. Por eso el hemisferio está obsesionado con la muerte y el derecho con la vida. Si estamos en el campo de los niveles de la consciencia lo que tenemos que hacer es unificar la conciencia, llevar luz al hemisferio izquierdo para que entienda que hay un mundo más allá de la materia, de lo medible, de lo controlable. El hemisferio derecho, por su parte, tiene traumas en su interior, sabe que el otro hemisferio no le presta atención, pero tiene interés por conocerle, no por rivalizar. No va a rechazar esos traumas porque sabe que, si los abraza, la persona va a sanar y todo va a pasar a otro nivel. Tiene que expresarse a través de un dibujo, de la escritura, de la poesía, del arte. En la unión está la solución. Cuando ambos lados se abrazan, entra la luz en ambos. Por eso, la conciencia unificada es la solución a esos problemas.
9/3/202151 minutes, 17 seconds
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Libertad, igualdad, debates de nuestro tiempo. Isabel Díaz Ayuso

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 10 de junio de 2020, el encuentro en directo a través de www.frdelpino.es titulado «Libertad, igualdad, debates de nuestro tiempo» en el que participaron, Isabel Díaz Ayuso y Daniel Lacalle. Isabel Díaz Ayuso, es Presidenta de la Comunidad de Madrid. Licenciada en Periodismo y Diploma de Estudios Avanzados por la Universidad Complutense de Madrid, ha obtenido también un Máster en Comunicación Política y Protocolo. Ha trabajado en departamentos de comunicación de varias empresas y fundaciones, así como en emisoras de radio y prensa digital en España y otros países. Fue elegida diputada en la Asamblea de Madrid en 2011, y renovó su acta en esta cámara en las elecciones de 2015 y 2019, siendo en 2015 Portavoz Adjunta de del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea. En el Gobierno autonómico ha sido Viceconsejera de Presidencia y Justicia.
6/11/202112 minutes, 17 seconds
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La reinvención de la empresa en el mundo digital. Mauro Guillén

El 27 de mayo de 2021, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia titulada “La reinvención de la empresa en el mundo digital”, impartida por Mauro F. Guillén, próximo decano de la Cambridge Judge Business School. Para Mauro Guillén, la transformación digital es un tema crítico de cara al futuro para la competitividad de la economía española y de sus empresas. Es una oportunidad, incluso una obligación, porque las tecnologías digitales están cambiando la economía global. Las empresas no pueden ignorar los retos y las oportunidades que conlleva la digitalización.
5/28/202148 minutes, 43 seconds
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El diseño de la nueva Europa tras el Brexit, en un mundo bipolar China-USA. Jesús Fernández Villaverde

El 16 de octubre de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Jesús Fernández Villaverde, catedrático de Economía de la Universidad de Pensilvania, sobre “El diseño de la nueva Europa tras el Brexit en un mundo bipolar China-EEUU”. Para Fernández Villaverde, lo que nos tiene que preocupar ahora no son los problemas actuales, porque se superarán bien, sino cómo vamos a diseñar la Europa de 2050, cómo hacer que esa Europa se convierta en un centro de bienestar y prosperidad para todo el mundo, así como el papel de España en ella. El orden internacional que surgió tras la Segunda Guerra Mundial -basado en la creación de un sistema de organizaciones internacionales (ONU, FMI…), en otro de instituciones atlánticas de cooperación (OTAN, OCDE), en la hegemonía económica, política y militar de Estados Unidos; en la integración europea y en la contención del comunismo- tuvo un enorme éxito. Gracias a él se generó un crecimiento económico como no se había conocido nunca antes en el mundo, los conflictos entre los países europeos se resolvieron mediante el diálogo y se produjo la expansión de las ideas democráticas. Ese orden, sin embargo, ahora se ha resquebrajado, por varios motivos. En primer lugar, China reaparece en el orden internacional, lo que cambia la balanza de poder en el mundo. En segundo término, Estados Unidos está dejando de ser un país de la costa atlántica y se está moviendo hacia el Pacífico, tanto en términos demográficos como económicos. La población de origen asiático residente en Estados Unidos no para de ganar peso en el total de habitantes y en las universidades. Cuando las élites americanas sean asiáticas, EEUU empezará a pensar más en términos del Pacífico, porque esas élites no tendrán nada que ver con Europa. Vamos, por tanto, a una bipolaridad China-EEUU. Esto supone que Europa tiene que responder. España también, y debe hacerlo dentro de una Europa fuerte y unida. Muchas veces se habla de una Europa federal idealista. Pero hay otras fuerzas estructurales que explican por qué la idea de la unidad europea funcionó en 1957 y no en 1867. En primer lugar, Europa es la salvación del Estado nación en el siglo XX porque da respuesta a los problemas de seguridad de Francia, a la necesidad de Alemania de acceder a los mercados internacionales, al problema del reducido tamaño del Benelux y a los problemas de gobernanza de Italia y España, y todo ello dentro de un marco de relaciones basadas en la paz y la cooperación. El Reino Unido, por su parte, es un estado que en el siglo XX lo hace mejor porque se integró en una economía internacional extra europea, a través de la Commonwealth. En 1973 entra en Europa porque vive su peor momento, debido a la pérdida del imperio y la imposibilidad de mantener los privilegios comerciales con la Commonwealth, pero siempre estuvo incómodo en Europa. Por su parte, los países escandinavos crearon un Estado del Bienestar que les funciona bien, con lo que no están en Europa (Islandia, Noruega), o están dentro de la UE pero fuera del euro (Suecia, Dinamarca). El único contento con Europa es Finlandia, pero por el temor a sus vecinos los rusos. Ahora la cuestión es cómo se puede organizar la UE sobre unas bases sólidas. Para ello, lo primero de todo es simplificar la estructura de Europa y volver al proyecto inicial de supranacionalidad, consiguiendo que exista un control democrático de las instituciones y reformándolas, empezando por la Comisión Europea. Europa, además, necesita una política común de seguridad y defensa que sea efectiva. Si el gasto conjunto en defensa de los distintos países europeos dentro de esta política, le daría a Europa muchas más capacidades de actuación que Rusia y se pondría al mismo nivel que China. La Unión Europea, asimismo, tiene problemas muy serios de crecimiento económico a largo plazo. Necesitamos una política de inmigración común y que se base en obtener el talento y el capital humano que necesita. Es necesario también reformar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), para que tenga capacidad de reestructurar la deuda. Junto a ello se precisa una política común fiscal, con un tramo europeo del IVA y con una mutualización parcial de riesgos. También hace falta completar la Unión Bancaria con un seguro europeo de depósitos y un mayor poder para el regulador común de los mercados financieros. Por último, se necesita un tratamiento común del fintec, una política de competencia común, una mejora y un impulso del sistema europeo de patentes y una reunificación del derecho privado. En este contexto, España necesita crecer porque una España próspera es una España que importa en Europa. Ahora bien, con la demografía española no se puede sostener el Estado del bienestar, ni el problema se va a arreglar trayendo millones de inmigrantes porque el sistema político y económico no lo soporta. Lo que hay que hacer es crear empleo, racionalizar los horarios de trabajo, establecer una política fiscal favorable a la natalidad, buscar medidas de conciliación de la vida laboral y familiar y crear una política de capital humano que se base en la selección de élites. Con el Brexit y en este entorno, Madrid tiene una ventana de oportunidad increíble. Es una de las grandes metrópolis europeas y puede consolidarse como la tercera gran área metropolitana de Europa, junto con Londres y París. Madrid tiene que convertirse en una de las locomotoras de Europa. Para ello, es preciso un gran acuerdo entre los partidos políticos y los agentes sociales. También es necesario que aumente el número de habitantes y que se dote de un sistema educativo de calidad. En este sentido, es fundamental que Madrid cuente con una universidad líder a nivel mundial, como Oxford, Cambridge o la London School of Economics. Y precisa también de un marco de negocios que sea el mejor del mundo, tanto en infraestructuras físicas como de negocios.
4/9/202146 minutes, 33 seconds
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¿Ahora todo va mejor en Europa? Entre el optimismo y la cautela Juergen B. Donges

El 6 de noviembre de 2017 tuvo lugar, en la Fundación Rafael del Pino, la conferencia de Juergen B. Donges, catedrático emérito de la Universidad de Colonia, en la que pasó revista a la situación de la economía europea. En su opinión, la economía europea está atravesando un buen momento, lo cual constituye un diagnóstico novedoso. Aún persisten algunos problemas, pero su intensidad se ha mitigado, como con el Brexit, en el que ahora no se sabe si los británicos quieren irse de la UE o quedarse. A su vez, las amenazas proteccionistas de Trump se han desgastado. Los riesgos de carácter político, como Corea del Norte, Venezuela o Turquía, tampoco están provocado subidas en la prima de riesgo. Y Cataluña se considera un tema interno de España. Nadie la apoya y el 155 da cierta tranquilidad. Lo único que hay al respecto es un cierto nerviosismo en los organismos internacionales, como el FMI y la OCDE, es que si se prolonga la situación catalana se pueda crear una cierta inseguridad económica y política que dure mucho tiempo. Los aspectos positivos de la coyuntura económica europea se refieren al ritmo de actividad y a la inflación, mientras que los preocupantes están relacionados con la baja productividad en la Eurozona y con las tareas de política económica pendientes en los países que forman parte del euro. La economía europea continúa por la senda del crecimiento, el cual está más equilibrado por países, en el sentido de que ninguno de ellos se está rezagando en la recuperación. Además, el crecimiento viene acompañado de una creación notable de puestos de trabajo y de una reducción del paro. Lo que más gusta en Europa son los buenos datos económicos de España, porque fue un país con muchas dificultades en el que las políticas de saneamiento fiscal y las reformas estructurales han funcionado. Ahora bien, si después del 21-D no se regresa a la normalidad, volverá la prima de riesgo y podría tener un posible efecto contagio sobre otras economías europeas. Los factores que sustentan el crecimiento en la Eurozona son la política monetaria expansiva del BCE, que seguirá así, y las políticas fiscales, que van más en la dirección del relajamiento después de los ajustes que se han producido en las cuentas públicas. Entre los factores de riesgo hay uno insólito, que podría ser Alemania, debido a que los resultados de las elecciones generales han hecho mucho más difícil la formación de una coalición gubernamental estable. Merkel tiene el problema de lanzar una propuesta que sea creíble y aceptable para los liberales y los verdes, los miembros potenciales de la coalición de gobierno junto a la CDU. Sin embargo, las diferencias entre los tres partidos son abismales y pueden conducir a un acuerdo de políticas al mínimo que no es bueno. Por lo que se refiere a la inflación, la pregunta es si su repunte animará al BCE a cambiar su política. Los tipos de interés, en estos momentos, son demasiado bajos. Según la regla de Taylor, tendrían que estar en el 2%, no en el 0,5%, y en Alemania en el 3%. Esto va a crear problemas en forma de burbujas. Por ello, el BCE tendría que abandonar los programas de compra de deuda, etc., pero tiene la duda de si las perspectivas de inflación están lo suficientemente ancladas. Posiblemente tendremos que acostumbrarnos a tener menos inflación en el futuro, debido a la competencia global. De hecho, es eficientemente posible y socialmente deseable que la inflación sea baja. El asunto de la productividad es muy serio, porque la productividad es lo que define los recursos de que dispone una economía para lograr sus objetivos fundamentales. Tenemos un problema de medición, pero también un problema de fondo porque la digitalización no se extiende de forma equilibrada por toda la sociedad. Eso crea malestar y el sentimiento de que muchos se sienten desplazados de la sociedad tecnológica, y esas personas votan. Para afrontar estos problemas necesitamos continuar con las reformas estructurales. Sin embargo, no se han aprovechado los bajos tipos de interés para hacerlas. Numerosos gobiernos confían en que el BCE seguirá financiándoles con su política monetaria. Eso es una mala noticia para la estabilidad de la Eurozona. Muchos esperan, también, que como hay nuevos actores en la escena europea, se pueda impulsar la integración económica. Pero eso solo podrá funcionar si, previamente, se hacen las reformas estructurales pendientes.
4/9/20211 hour, 53 seconds
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Progreso. 10 razones para mirar al futuro con optimismo. Johan Norberg, versión en castellano

Cuando se observan las visiones dominantes en los grandes debates económicos de la actualidad, parece poco menos que el mundo se va a venir abajo. Unos estudios hablan de la ingente cantidad de puestos de trabajo que se van a perder a causa del desarrollo tecnológico; otros informes hacen hincapié en el aumento en la desigualdad de la renta en los países occidentales en los últimos treinta años; otros más se refieren a los empleos de las naciones industrializadas que la globalización ha hecho desaparecer y de las fábricas que se ha llevado a los lugares que cuentan con mano de obra barata; otros más ponen en cuestión el futuro de la protección social, y así sucesivamente. Este panorama tan deprimente que se dibuja en el debate público parece justificar aquello que dijo William Goodwin de que la economía es la ciencia lúgubre. Johan Norberg discrepa de esta visión tan pesimista y nos invita a contemplar el futuro con unos ojos más optimistas. Norberg, senior fellow del Cato Institute, desmiente aquello de que el pesimista es un optimista bien informado, porque él basa su optimismo, precisamente, en las informaciones que extrae de los datos, sobre todo cuando los analiza con perspectiva histórica, y así lo expuso en la conferencia que tuvo lugar el 25 de enero de 2018, en la Fundación Rafael del Pino, con motivo de la presentación de su libro Progreso. Diez razones para mirar el futuro con optimismo. A Norberg no le parece que cualquier tiempo pasado fuese mejor que el actual, sino todo lo contrario. Él quita dramatismo a las visiones económicas negativas y nos invita a reflexionar acerca de que el mundo no es tan malo como parece, sobre todo gracias a los avances en la ciencia y la tecnología. Lo que pasa es que el cambio resuelve unos problemas mientras aparecen otros nuevos y eso nos lleva a pensar que entonces estábamos mejor que ahora, en especial cuando ese ahora viene marcado por un ritmo frenético de cambio. Ante ello, el ser humano tiende a sentirse impotente, deprimido, incapaz de lidiar con lo que supuestamente se le viene encima, y eso le lleva a pensar que antes se encontraba mejor. Ahora bien, cuando se analizan los datos, y se hace con perspectiva histórica, se puede ver que en el pasado el ser humano ni mucho menos estaba mejor que ahora. Eso es lo que explica en su libro y, para justificar su posición, aportó dos de las diez razones que esgrime en el texto: la mejora en la esperanza de vida y la reducción de la pobreza. En los últimos doscientos años, la esperanza de vida ha aumentado desde los 35 años hasta los niveles actuales, en los que ya no hay un país, por pobre que sea, en el que no supere los 40 años, cuando antes ninguno llegaba a ese nivel. En Occidente, incluso, sobrepasa los 80 años. Y ello es posible porque ni la gente se muere de hambre, como en el pasado, ni fallece a causa de enfermedades que hoy se curan con un simple antibiótico. Hace doscientos años, también, el 95% de la población mundial vivía en situación de extrema pobreza, una situación que hoy se define como vivir con menos de dos dólares al día. Pero llegó la revolución industrial, apareció la división del trabajo, vino el comercio libre y las cosas cambiaron de forma radical, hasta el punto de que la pobreza extrema ha caído hasta el 9%, cuando hace 25 años afectaba al 37% de la humanidad, y lo ha hecho gracias a la globalización. De hecho, cada día 1.400 personas en todo el mundo salen de la pobreza y tenemos dos mil millones de personas que duplican su renta cada diez años. Cuando se esgrimen estas cifras, los enemigos de la globalización enseguida tratan de defender su posición exhibiendo aquellas otras que hablan del aumento de la desigualdad de rentas en el mundo. Y Norberg vuelve a matizar el sentido de la crítica, primero porque las desigualdades entre países se han reducido y, segundo, porque aquellos países más igualitarios en el pasado, lo eran porque tenían rentas muy bajas, esto es, eran igualitarios, pero en la pobreza. Además, cuando se sale de situaciones de pobreza, no todo el mundo lo hace al mismo ritmo, con lo que las desigualdades aumentan. Pero Norberg dice que lo relevante no es eso, sino la reducción de la pobreza. Gracias a la reducción de la pobreza, la gente tiene más a cceso a la comida y mejora su nutrición. También tiene acceso a los cuidados médicos, los medicamentos, la cirugía, etc., gracias a que los desarrollos tecnológicos y la acción de los empresarios han reducido los precios de las cosas que hoy por hoy forman parte de nuestra vida diaria, de nuestro bienestar. Debido a ello se ha producido el aumento de la esperanza de vida desde los 35 años, hasta el punto de que un niño que nazca hoy tiene una altísima probabilidad de llegar a la edad de jubilación. Y la globalización hace más fácil transmitir el conocimiento, la forma de usar las cosas, que hay detrás de todo ello. Las libertades juegan un papel fundamental en estos logros, en concreto tres de ellas: la libertad de explorar nuevos conocimientos (sobre el cuerpo, sobre algoritmos, etc.), la libertad de experimentar con ellos a través de nuevas tecnologías y modelos de negocios y la libertad de intercambios a través de las fronteras de conocimientos, de tecnologías. Con ello, las probabilidades de resolver los problemas del mundo son mayores porque hay más gente pensando y trabajando en ello gracias a estas tres libertades. Ahora bien, estas libertades se ven amenazadas por los populismos, tanto los de derechas como los de izquierdas, porque la gente no entiende los progresos que estamos consiguiendo. Por el contrario, solo ve amenazas y como se siente amenazada, pide protección. Las personas creen, por las noticias, que todo está fatal y las redes sociales hacen esto más peligroso. Piden protección porque, por instinto de supervivencia, el ser humano recuerda mejor los malos momentos. Pero no hay que olvidar que el progreso está basado en la libertad, y no podemos darlo por garantizado si la libertad desaparece o se ve restringida.
4/8/202147 minutes, 25 seconds
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Progreso. 10 razones para mirar al futuro con optimismo. Johan Norberg, english version

Cuando se observan las visiones dominantes en los grandes debates económicos de la actualidad, parece poco menos que el mundo se va a venir abajo. Unos estudios hablan de la ingente cantidad de puestos de trabajo que se van a perder a causa del desarrollo tecnológico; otros informes hacen hincapié en el aumento en la desigualdad de la renta en los países occidentales en los últimos treinta años; otros más se refieren a los empleos de las naciones industrializadas que la globalización ha hecho desaparecer y de las fábricas que se ha llevado a los lugares que cuentan con mano de obra barata; otros más ponen en cuestión el futuro de la protección social, y así sucesivamente. Este panorama tan deprimente que se dibuja en el debate público parece justificar aquello que dijo William Goodwin de que la economía es la ciencia lúgubre. Johan Norberg discrepa de esta visión tan pesimista y nos invita a contemplar el futuro con unos ojos más optimistas. Norberg, senior fellow del Cato Institute, desmiente aquello de que el pesimista es un optimista bien informado, porque él basa su optimismo, precisamente, en las informaciones que extrae de los datos, sobre todo cuando los analiza con perspectiva histórica, y así lo expuso en la conferencia que tuvo lugar el 25 de enero de 2018, en la Fundación Rafael del Pino, con motivo de la presentación de su libro Progreso. Diez razones para mirar el futuro con optimismo. A Norberg no le parece que cualquier tiempo pasado fuese mejor que el actual, sino todo lo contrario. Él quita dramatismo a las visiones económicas negativas y nos invita a reflexionar acerca de que el mundo no es tan malo como parece, sobre todo gracias a los avances en la ciencia y la tecnología. Lo que pasa es que el cambio resuelve unos problemas mientras aparecen otros nuevos y eso nos lleva a pensar que entonces estábamos mejor que ahora, en especial cuando ese ahora viene marcado por un ritmo frenético de cambio. Ante ello, el ser humano tiende a sentirse impotente, deprimido, incapaz de lidiar con lo que supuestamente se le viene encima, y eso le lleva a pensar que antes se encontraba mejor. Ahora bien, cuando se analizan los datos, y se hace con perspectiva histórica, se puede ver que en el pasado el ser humano ni mucho menos estaba mejor que ahora. Eso es lo que explica en su libro y, para justificar su posición, aportó dos de las diez razones que esgrime en el texto: la mejora en la esperanza de vida y la reducción de la pobreza. En los últimos doscientos años, la esperanza de vida ha aumentado desde los 35 años hasta los niveles actuales, en los que ya no hay un país, por pobre que sea, en el que no supere los 40 años, cuando antes ninguno llegaba a ese nivel. En Occidente, incluso, sobrepasa los 80 años. Y ello es posible porque ni la gente se muere de hambre, como en el pasado, ni fallece a causa de enfermedades que hoy se curan con un simple antibiótico. Hace doscientos años, también, el 95% de la población mundial vivía en situación de extrema pobreza, una situación que hoy se define como vivir con menos de dos dólares al día. Pero llegó la revolución industrial, apareció la división del trabajo, vino el comercio libre y las cosas cambiaron de forma radical, hasta el punto de que la pobreza extrema ha caído hasta el 9%, cuando hace 25 años afectaba al 37% de la humanidad, y lo ha hecho gracias a la globalización. De hecho, cada día 1.400 personas en todo el mundo salen de la pobreza y tenemos dos mil millones de personas que duplican su renta cada diez años. Cuando se esgrimen estas cifras, los enemigos de la globalización enseguida tratan de defender su posición exhibiendo aquellas otras que hablan del aumento de la desigualdad de rentas en el mundo. Y Norberg vuelve a matizar el sentido de la crítica, primero porque las desigualdades entre países se han reducido y, segundo, porque aquellos países más igualitarios en el pasado, lo eran porque tenían rentas muy bajas, esto es, eran igualitarios, pero en la pobreza. Además, cuando se sale de situaciones de pobreza, no todo el mundo lo hace al mismo ritmo, con lo que las desigualdades aumentan. Pero Norberg dice que lo relevante no es eso, sino la reducción de la pobreza. Gracias a la reducción de la pobreza, la gente tiene más a cceso a la comida y mejora su nutrición. También tiene acceso a los cuidados médicos, los medicamentos, la cirugía, etc., gracias a que los desarrollos tecnológicos y la acción de los empresarios han reducido los precios de las cosas que hoy por hoy forman parte de nuestra vida diaria, de nuestro bienestar. Debido a ello se ha producido el aumento de la esperanza de vida desde los 35 años, hasta el punto de que un niño que nazca hoy tiene una altísima probabilidad de llegar a la edad de jubilación. Y la globalización hace más fácil transmitir el conocimiento, la forma de usar las cosas, que hay detrás de todo ello. Las libertades juegan un papel fundamental en estos logros, en concreto tres de ellas: la libertad de explorar nuevos conocimientos (sobre el cuerpo, sobre algoritmos, etc.), la libertad de experimentar con ellos a través de nuevas tecnologías y modelos de negocios y la libertad de intercambios a través de las fronteras de conocimientos, de tecnologías. Con ello, las probabilidades de resolver los problemas del mundo son mayores porque hay más gente pensando y trabajando en ello gracias a estas tres libertades. Ahora bien, estas libertades se ven amenazadas por los populismos, tanto los de derechas como los de izquierdas, porque la gente no entiende los progresos que estamos consiguiendo. Por el contrario, solo ve amenazas y como se siente amenazada, pide protección. Las personas creen, por las noticias, que todo está fatal y las redes sociales hacen esto más peligroso. Piden protección porque, por instinto de supervivencia, el ser humano recuerda mejor los malos momentos. Pero no hay que olvidar que el progreso está basado en la libertad, y no podemos darlo por garantizado si la libertad desaparece o se ve restringida.
4/8/202147 minutes, 25 seconds
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El debilitamiento de la democracia y la fractura del orden global. Ngaire Woods, english version

Hace unos años, nadie se preocupaba por el futuro de la democracia, o por el del orden económico internacional. Desde que cayó la Unión Soviética a principios de la década de 1990, todo el mundo pensaba que la victoria de la democracia liberal y la economía de mercado eran absolutas, que ya no habría marcha atrás en ese sentido, y los políticos se instalaron en la autocomplacencia. Hoy, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha suscitado el temor de que su política acelere la fractura del orden internacional y, además, ponga en peligro la propia democracia estadounidense. Esta situación no es específica de Estados Unidos. La ola populista que ha llevado a Trump a la presidencia de la primera potencia mundial se repite, con mayor o menor intensidad, en otros países occidentales. En el Reino Unido, por ejemplo, se ha dejado sentir especialmente con el Brexit, mientras que en Francia la amenaza es que el Frente Nacional llegara a ganar las elecciones presidenciales. Estamos, por tanto, ante una situación difícil y complicada. Sin embargo, también nos hallamos ante una oportunidad extraordinaria para que las democracias empiecen a pensar en su reforma, lo mismo que el orden económico internacional, el cual debe apoyarlas. Eso es lo que piensa Ngaire Woods, década de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Oxford. Woods estuvo en la Fundación Rafael del Pino el 19 de febrero de 2018, para pronunciar una conferencia sobre “El debilitamiento de la democracia y la fractura del orden mundial” en la que analizó este problema. Para ella, la raíz de este se encuentra en la complacencia tremenda en la que se instaló la clase política tras la caída de la Unión Soviética. Los políticos, entonces, dejaron de escuchar a los ciudadanos y se olvidaron de que la democracia es un proyecto que debe implicar a todos. La crisis financiera internacional cambió todo y supuso un antes y un después. Que una crisis financiera local, como la de las hipotecas ‘subprime’, se convirtiera en una global; que, además, surgiera en el epicentro del sistema, dejó patente que el sistema no funcionaba, de que el modelo se había roto. Como consecuencia, los países en desarrollo, que antes miraban a Occidente para ver qué pasaba en Estados Unidos o Europa Occidental, ahora ya no se preguntan qué sucede en esas áreas del mundo. Ahora lo que les preocupa es lo que ocurre en y con países como China o Singapur, algo impensable hace una década. Hoy, el modelo global se cuestiona debido a la ausencia de una regulación financiera mundial, algo necesario cuando las relaciones e interdependencias que han surgido como consecuencia de la globalización convierten en crisis internacionales lo que antes eran problemas locales. Y eso supone un objeto de preocupación porque la historia de los últimos cien años nos ha enseñado que después de una crisis global aumenta el apoyo hacia los partidos de corte populista, como sucede ahora. También es preciso añadir el deterioro de las expectativas de la gente. En el pasado, todo el mundo esperaba que su nivel de vida mejorase con el paso del tiempo e, incluso, que, gracias a ello, los hijos pudieran llegar a vivir mejor que los padres. Hoy, en cambio, esas expectativas no solo no se ven satisfechas, sino que la gente está asistiendo al declive de su nivel de vida. El cambio tecnológico y la globalización se han traducido, para muchas personas, en el estancamiento de su poder adquisitivo o, peor aún, en su disminución, con lo que su nivel de vida ha empeorado. Y esas personas votan. Como consecuencia de ello, cuando se estudia cómo vota la gente, se aprecia un mensaje claro de desconfianza hacia el establishment, pero también el deseo de vivir mejor frente al empeoramiento de las condiciones de vida. Un ejemplo claro es lo que sucede en Estados Unidos, donde está aumentando la mortalidad infantil a causa de la reducción del gasto público en sanidad, mientras la esperanza de vida se reduce, en especial para los blancos. Quienes apoyan a los populistas, quienes le dan su voto, no son los más pobres, sino unas clases medias a las que se les ha arrebatado el sueño americano, y que ven cómo el poder político solo se preocupa de las minorías, no de la clase media. En esta situación, el ambiente político y social se enrarece, se revoluciona. La cuestión es si esa revolución fortalecerá a la democracia o la debilitará. Si queremos fortalecer la democracia, el establishment político deberá aprender tres lecciones de los populistas, tres cosas que hacen bien estas organizaciones. En primer lugar, los populistas hablan el lenguaje de la gente, se refieren a sus problemas, apelan a sus sentimientos. El establishment no actúa así, lo que demuestra lo lejos que se encuentra de la gente, de sus problemas, lo poco que se preocupa por ello. En segundo término, los populistas usan mensajes simples y directos, aunque a menudo son simplistas y falsos. Pero se dirigen directamente a la gente, lo que lleva a la tercera lección. A través de ese lenguaje, los populistas envían un mensaje de transformación, de salvación, para movilizar una energía poderosa. Los políticos deben aprender rápidamente de los populistas acerca de cómo comunicar con la gente. Ahora bien, cuando los políticos se decantan por el populismo y, además, dañan las instituciones fundamentales, como la independencia de los jueces o el imperio de la ley, eso resulta muy peligroso para el futuro de la democracia, porque se supone que en una democracia todos somos iguales ante la ley. Otro peligro relacionado con el populismo es la defensa que este movimiento hace de la democracia directa, que suele adoptar la forma de convocatoria de referéndums. Frente a ello, hay que tener en cuenta que muchas decisiones políticas son difíciles, e implican elecciones que resultan en la aparición de ganadores y perdedores. Pero los gobiernos toman esas decisiones porque es su obligación y deben asumir su responsabilidad, sin olvidar que la democracia implicar estar en un proceso constante de consulta con los ciudadanos, y después tomar decisiones. Esto es todo lo contrario de lo que supone y representa un referéndum, en el cual el convocante elude la responsabilidad de gobernar. El desafío populista es un desafío al imperio de la ley, que costó cientos de años desarrollar. Pero también es una oportunidad para renovar las democracias porque los partidos políticos tradicionales están colapsando. Esto abre espacio para el surgimiento de una nueva clase de políticos que sepa escuchar a la gente. La cuestión es cómo pueden sobrevivir las democracias en un periodo de fractura global. La globalización, el cambio tecnológico y el empobrecimiento que suponen para una serie de personas, así como la inmigración, están dando lugar al auge del nacionalismo. El mundo, además, necesita que haya un país central, como lo ha sido Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Por desgracia, está abandonando ese papel, sin tener en cuenta, incluso, las consecuencias que le puede acarrear al país. Lo vemos porque antes Latinoamérica siempre miraba a EEUU, pero ahora lo hace hacia China. También, porque Estados Unidos ha demostrado que ya no se puede confiar en la lógica que respalda sus intereses. No obstante, EEUU pronto se dará cuenta de que necesita cooperar porque ningún país sale adelante por sí solo. La globalización ha mundializado las oportunidades, pero también las responsabilidades y eso hace que sea precisa la cooperación internacional y el apoyo a las democracias.
4/8/202136 minutes, 57 seconds
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El debilitamiento de la democracia y la fractura del orden global. Ngaire Woods, versión en castellano

Hace unos años, nadie se preocupaba por el futuro de la democracia, o por el del orden económico internacional. Desde que cayó la Unión Soviética a principios de la década de 1990, todo el mundo pensaba que la victoria de la democracia liberal y la economía de mercado eran absolutas, que ya no habría marcha atrás en ese sentido, y los políticos se instalaron en la autocomplacencia. Hoy, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha suscitado el temor de que su política acelere la fractura del orden internacional y, además, ponga en peligro la propia democracia estadounidense. Esta situación no es específica de Estados Unidos. La ola populista que ha llevado a Trump a la presidencia de la primera potencia mundial se repite, con mayor o menor intensidad, en otros países occidentales. En el Reino Unido, por ejemplo, se ha dejado sentir especialmente con el Brexit, mientras que en Francia la amenaza es que el Frente Nacional llegara a ganar las elecciones presidenciales. Estamos, por tanto, ante una situación difícil y complicada. Sin embargo, también nos hallamos ante una oportunidad extraordinaria para que las democracias empiecen a pensar en su reforma, lo mismo que el orden económico internacional, el cual debe apoyarlas. Eso es lo que piensa Ngaire Woods, década de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Oxford. Woods estuvo en la Fundación Rafael del Pino el 19 de febrero de 2018, para pronunciar una conferencia sobre “El debilitamiento de la democracia y la fractura del orden mundial” en la que analizó este problema. Para ella, la raíz de este se encuentra en la complacencia tremenda en la que se instaló la clase política tras la caída de la Unión Soviética. Los políticos, entonces, dejaron de escuchar a los ciudadanos y se olvidaron de que la democracia es un proyecto que debe implicar a todos. La crisis financiera internacional cambió todo y supuso un antes y un después. Que una crisis financiera local, como la de las hipotecas ‘subprime’, se convirtiera en una global; que, además, surgiera en el epicentro del sistema, dejó patente que el sistema no funcionaba, de que el modelo se había roto. Como consecuencia, los países en desarrollo, que antes miraban a Occidente para ver qué pasaba en Estados Unidos o Europa Occidental, ahora ya no se preguntan qué sucede en esas áreas del mundo. Ahora lo que les preocupa es lo que ocurre en y con países como China o Singapur, algo impensable hace una década. Hoy, el modelo global se cuestiona debido a la ausencia de una regulación financiera mundial, algo necesario cuando las relaciones e interdependencias que han surgido como consecuencia de la globalización convierten en crisis internacionales lo que antes eran problemas locales. Y eso supone un objeto de preocupación porque la historia de los últimos cien años nos ha enseñado que después de una crisis global aumenta el apoyo hacia los partidos de corte populista, como sucede ahora. También es preciso añadir el deterioro de las expectativas de la gente. En el pasado, todo el mundo esperaba que su nivel de vida mejorase con el paso del tiempo e, incluso, que, gracias a ello, los hijos pudieran llegar a vivir mejor que los padres. Hoy, en cambio, esas expectativas no solo no se ven satisfechas, sino que la gente está asistiendo al declive de su nivel de vida. El cambio tecnológico y la globalización se han traducido, para muchas personas, en el estancamiento de su poder adquisitivo o, peor aún, en su disminución, con lo que su nivel de vida ha empeorado. Y esas personas votan. Como consecuencia de ello, cuando se estudia cómo vota la gente, se aprecia un mensaje claro de desconfianza hacia el establishment, pero también el deseo de vivir mejor frente al empeoramiento de las condiciones de vida. Un ejemplo claro es lo que sucede en Estados Unidos, donde está aumentando la mortalidad infantil a causa de la reducción del gasto público en sanidad, mientras la esperanza de vida se reduce, en especial para los blancos. Quienes apoyan a los populistas, quienes le dan su voto, no son los más pobres, sino unas clases medias a las que se les ha arrebatado el sueño americano, y que ven cómo el poder político solo se preocupa de las minorías, no de la clase media. En esta situación, el ambiente político y social se enrarece, se revoluciona. La cuestión es si esa revolución fortalecerá a la democracia o la debilitará. Si queremos fortalecer la democracia, el establishment político deberá aprender tres lecciones de los populistas, tres cosas que hacen bien estas organizaciones. En primer lugar, los populistas hablan el lenguaje de la gente, se refieren a sus problemas, apelan a sus sentimientos. El establishment no actúa así, lo que demuestra lo lejos que se encuentra de la gente, de sus problemas, lo poco que se preocupa por ello. En segundo término, los populistas usan mensajes simples y directos, aunque a menudo son simplistas y falsos. Pero se dirigen directamente a la gente, lo que lleva a la tercera lección. A través de ese lenguaje, los populistas envían un mensaje de transformación, de salvación, para movilizar una energía poderosa. Los políticos deben aprender rápidamente de los populistas acerca de cómo comunicar con la gente. Ahora bien, cuando los políticos se decantan por el populismo y, además, dañan las instituciones fundamentales, como la independencia de los jueces o el imperio de la ley, eso resulta muy peligroso para el futuro de la democracia, porque se supone que en una democracia todos somos iguales ante la ley. Otro peligro relacionado con el populismo es la defensa que este movimiento hace de la democracia directa, que suele adoptar la forma de convocatoria de referéndums. Frente a ello, hay que tener en cuenta que muchas decisiones políticas son difíciles, e implican elecciones que resultan en la aparición de ganadores y perdedores. Pero los gobiernos toman esas decisiones porque es su obligación y deben asumir su responsabilidad, sin olvidar que la democracia implicar estar en un proceso constante de consulta con los ciudadanos, y después tomar decisiones. Esto es todo lo contrario de lo que supone y representa un referéndum, en el cual el convocante elude la responsabilidad de gobernar. El desafío populista es un desafío al imperio de la ley, que costó cientos de años desarrollar. Pero también es una oportunidad para renovar las democracias porque los partidos políticos tradicionales están colapsando. Esto abre espacio para el surgimiento de una nueva clase de políticos que sepa escuchar a la gente. La cuestión es cómo pueden sobrevivir las democracias en un periodo de fractura global. La globalización, el cambio tecnológico y el empobrecimiento que suponen para una serie de personas, así como la inmigración, están dando lugar al auge del nacionalismo. El mundo, además, necesita que haya un país central, como lo ha sido Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Por desgracia, está abandonando ese papel, sin tener en cuenta, incluso, las consecuencias que le puede acarrear al país. Lo vemos porque antes Latinoamérica siempre miraba a EEUU, pero ahora lo hace hacia China. También, porque Estados Unidos ha demostrado que ya no se puede confiar en la lógica que respalda sus intereses. No obstante, EEUU pronto se dará cuenta de que necesita cooperar porque ningún país sale adelante por sí solo. La globalización ha mundializado las oportunidades, pero también las responsabilidades y eso hace que sea precisa la cooperación internacional y el apoyo a las democracias.
4/8/202136 minutes, 52 seconds
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Nosotros y la prosperidad, Ricardo Hausmann (Audio en español)

El 7 de junio de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Ricardo Haussamnn, director del Center for International Development de la Universidad de Harvard, titulada “Nosotros y la prosperidad”, en la que analizó la relación entre desarrollo económico y sentimiento de identidad, de pertenencia a un grupo o comunidad, de las sociedades. Hausmann empezó preguntándose qué hace que los países sean ricos o pobres, una cuestión que se viene planteando desde que Adam Smith publicó “La riqueza de las naciones” en 1776. Por entonces, el país más rico del mundo era Holanda y su renta per cápita era cuatro veces superior a la de los países más pobres. Pero lo que era un problema de 4 a 1 se convirtió en un problema de 256 a 1. La razón de ello es que la renta per cápita tiene un comportamiento particular a lo largo del tiempo. Durante toda la historia ha permanecido estancada, hasta los 200 últimos años en que empezó a crecer. Su representación gráfica es cómo un palo de hockey, con los dos últimos siglos formando la base de la “J”. Acemoglu y Robinson, en su conocida obra “Por qué fracasan los países”, explican que la diferencia entre los países ricos y los países pobres se debe a la mayor o menor calidad de sus instituciones. Sin embargo, cuando se observan países como México, en el que las diferencias de renta entre sus distintos estados son muy altas, a pesar de tener el mismo sistema económico, político, judicial, etc., cabe concluir que la explicación es otra. La respuesta puede encontrarse en la tecnología o, mejor dicho, en la combinación de las herramientas y protocolos que proporciona con el know how, o saber hacer, de las personas que trabajan con la tecnología. Es preciso complementar la tecnología con ese know how porque sin él no es casi nada. Ese know how, sin embargo, se mueve con dificultad. Las herramientas se pueden transportar de un país a otro, de un país rico a uno pobre. Los protocolos se pueden subir a internet para que estén disponibles para todo el mundo, pero con el know how no sucede lo mismo, fundamentalmente porque la tecnología moderna necesita equipos de personas que poseen distintos know how que colaboran en la producción. Eso es lo que hace que sea difícil moverlo, que hay que desplazar no personas, sino equipos de gente. Una sociedad tiene más know how porque sabe hacer más cosas y la gente está especializada. Como los individuos saben distintas cosas y estas difieren de una persona a otra, las sociedades en conjunto saben mucho. Las organizaciones modernas movilizan una gran cantidad de conocimiento para funcionar porque los productos son como las palabras: se producen juntando know how de la misma forma que las palabras se construyen uniendo letras. A medida que aumenta la diversidad de know how en un sistema, aumenta no solo la cantidad de productos distintos que pueden hacerse, sino también la de productos difíciles de hacer. Eso se puede medir con el índice de complejidad económica. Los países con un índice bajo tienden a ser pobres, mientras que los que tienen un índice alto tienden a ser ricos. El problema de la difusión del conocimiento es que hay que resolver los problemas de coordinación. El know how se mueve de empresa a empresa, pero para moverlo hay que mover a las personas. El problema es que los países en desarrollo han sido muy cerrados a la inmigración e imponen grandes restricciones a la contratación de extranjeros, lo que dificulta el movimiento del know how. La razón de ello es que la presencia extranjera violaría el sentimiento de identidad colectiva, de pertenencia al grupo o a la comunidad, con lo que ese sentimiento frena las posibilidades de desarrollo económico.
4/8/20211 hour, 13 minutes, 38 seconds
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¿Cuáles son las consecuencias económicas del Brexit para España?. Luis Garicano (Audio en español)

El 29 de mayo de 2017, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia sobre las consecuencias económicas del Brexit para España que impartió Luis Garicano, catedrático de Economía y Estrategia de la London School of Economics. Garicano explicó que el contexto económico tuvo mucho que ver con el Brexit, un contexto de incertidumbre y ansiedad de las clases medias derivada de la globalización y de un cambio tecnológico que está reemplazando los empleos rutinarios por máquinas. Todo ello ha creado en las clases medias una sensación de que su futuro está en peligro y ha permitido que políticos sin escrúpulos puedan convertir esa ansiedad en votos, ofreciendo soluciones sencillas pero que no resuelven nada. El auge del populismo ha sido una sorpresa enorme porque ha surgido en sitios que nadie esperaba. Ese populismo pretende dinamitar algunos de los consensos básicos de nuestras sociedades y está buscando la vuelta al estado-nación, al localismo. Pero eliminar todo ese mundo de tratados económicos internacionales tiene mucho riesgo. Una de las manifestaciones del populismo ha sido el Brexit, que ha tenido mucho que ver con esa ansiedad de las clases medias. Y es que, al final, lo que el Brexit vendía es esa recuperación por parte de las clases medias del control de su vida. Básicamente, el problema clave del Brexit es el Mercado Único. En este sentido, muchos pensaban que los británicos iban a buscar una salida suave sin tocar el Mercado Único, permaneciendo en él. Europa lleva mucho tiempo buscando un Mercado Único. El obstáculo fundamental al mismo son las barreras no arancelarias. Para superarlas, en la década de los 80 se puso en marcha un proceso de integración a través del reconocimiento mutuo de legislaciones y de la armonización legislativa. Este proceso implica que hay un tribunal, el Tribunal Europeo de Justicia, que decide cuáles son las leyes en Inglaterra, lo cual ha resultado muy polémico allí. En esta búsqueda de la recuperación del control, el Brexit tiene tres elementos de desacuerdo con el Mercado Único que son muy importantes. En primer lugar, la libre circulación de personas. Los británicos quieren eliminar esto para controlar sus fronteras. También quieren dejar de contribuir al presupuesto comunitario y quieren que se acabe la jurisdicción del Tribunal Europeo de Justicia. El problema es que Europa no está dispuesta a ceder, sobre todo en lo referente al Tribunal, porque no se puede tener un Mercado Único con reglas diferentes en cada país. El riesgo respecto a todo ello está relacionado con el hecho de que nos esperan dos años de negociación para el divorcio y, una vez concluidas, otras para decidir cómo comerciamos. Pero si no se consigue el acuerdo de divorcio, no se puede negociar el acuerdo comercial. Y si no hay acuerdo de divorcio, a los dos años se produce una ruptura radical y los británicos dejan de tener acceso al mercado europeo. El riesgo, por tanto, no es un Brexit duro, sino una ruptura. Y en torno a todo ello se está creando en el Reino Unido un clima de opinión que no facilita un paso atrás. Las consecuencias para España serán peores cuanto más duro sea el Brexit. Desde la perspectiva de la libertad de circulación de personas, en España hay viviendo 306.000 británicos de forma permanente, pero si se añade a los que pasan aquí nada más que una parte del año, la cifra asciende a un millón de personas. Los españoles viviendo en el Reino Unido son cien mil. Tenemos muchos problemas potenciales en relación con estas personas, como son los visados, la vivienda, la sanidad, las pensiones, … En el terreno del comercio España tiene mucho que perder. Tenemos un superávit comercial con el Reino Unido superior al 1% del PIB. El mercado británico es el cuarto más importante para nuestras exportaciones. Y todos los años nos visitan 16 millones de turistas procedentes de allí. Para hacernos una idea, el Brexit supondría un coste adicional del 11% para el vino español que se vende en el Reino Unido. Por lo que se refiere a la libertad de movimientos de capitales, el Reino Unido ha sido el primer destino de la inversión extranjera directa española, con presencia importante en sectores como la energía, los aeropuertos o la banca.
4/8/202134 minutes, 38 seconds
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Las esencias del comportamiento económico en el largo plazo, John Joseph Wallis (Audio en español)

El 16 de mayo de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de John Wallis sobre “Las esencias del comportamiento económico en el largo plazo”. Wallis, catedrático de Economía de la Universidad de Maryland, explicó que lo que produce el crecimiento económico a largo plazo es, sobre todo, la reducción de la frecuencia y la intensidad de las recesiones. Esto se debe a los cambios institucionales que tienen lugar a lo largo del tiempo. Según los análisis históricos llevados a cabo al respecto, las tasas de crecimiento a corto plazo y la frecuencia y la intensidad de las recesiones han sido elevadas durante la mayor parte de la historia. En los países en desarrollo siguen siendo altas y muy variables. Entonces, ¿por qué se producen las mejoras en el crecimiento a largo plazo? Pues porque la frecuencia y la intensidad de las recesiones han disminuido. De hecho, la tasa de crecimiento a corto plazo ha tendido a reducirse a lo largo del tiempo, más que a aumentar, cuando ha mejorado el crecimiento a largo plazo. En consecuencia, la forma en la que los países se enriquecen es con crecimientos bajos pero sostenidos. Esto explica porque los países ricos son cada vez más ricos, ya que en los países pobres las crisis se producen con mayor frecuencia y son más intensas. Adam Smith nos enseñó que el crecimiento económico a largo plazo depende de la amplitud de los mercados, de la especialización productiva y de la división del trabajo, como explicó con su conocido ejemplo de la fábrica de alfileres. En este mundo, también pueden contribuir al crecimiento económico el desarrollo tecnológico, la transición demográfica, los cambios estructurales en las economías y las guerras. Aun así, ello no basta por sí mismo para superar la trampa maltusiana sin que se produzca una intervención que lo haga posible. Esto se debe a que la sociedad smithsoniana es una sociedad que se basa en las relaciones interpersonales, en el conocimiento del otro y, por tanto, en la confianza. En esta sociedad, las élites disfrutan de privilegios y detentan un poder que usan, por lo general, para defender dichos privilegios. En este sentido, las élites se encuentran menos dispuestas a respetar los contratos porque solo pueden obligarlas a hacerlo efectivamente capas superiores a ellas en la sociedad. Son relaciones de arriba hacia abajo en las que cuanto más alto se encuentra uno, más difícil es que tenga a alguien por encima que le obligue a satisfacer la palabra dada. Este tipo de sociedades son más propensas a que se produzcan crisis más amplias y más frecuentes, ya que el incumplimiento de los contratos puede desencadenar situaciones de ruptura dentro de las élites mismas que impidan las relaciones comerciales entre los miembros de la élite. Con los estratos inferiores de la sociedad esas relaciones no existirán puesto que carecen de capacidad de imponer la satisfacción de los contratos y, por tanto, se abstendrán de relacionarse económicamente con niveles sociales más elevados a los suyos. Las sociedades modernas, en cambio, se adaptan mejor a las situaciones de crisis porque las relaciones son impersonales y, por ello, tienen lugar entre todos los niveles de la sociedad, Con ello, se elimina la posibilidad de una ruptura de las élites que lleve a una crisis a todos como consecuencia de los cambios y las incertidumbres que afectan a esas élites. Aquí las élites ya no pueden usar las leyes en su favor, con lo que se ven obligadas a satisfacer los contratos suscritos. Las rupturas no se producen y, de esta forma, disminuyen la cuantía y la intensidad de las crisis.
4/8/202151 minutes, 12 seconds
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Las esencias del comportamiento económico en el largo plazo, John Joseph Wallis (English audio)

El 16 de mayo de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de John Wallis sobre “Las esencias del comportamiento económico en el largo plazo”. Wallis, catedrático de Economía de la Universidad de Maryland, explicó que lo que produce el crecimiento económico a largo plazo es, sobre todo, la reducción de la frecuencia y la intensidad de las recesiones. Esto se debe a los cambios institucionales que tienen lugar a lo largo del tiempo. Según los análisis históricos llevados a cabo al respecto, las tasas de crecimiento a corto plazo y la frecuencia y la intensidad de las recesiones han sido elevadas durante la mayor parte de la historia. En los países en desarrollo siguen siendo altas y muy variables. Entonces, ¿por qué se producen las mejoras en el crecimiento a largo plazo? Pues porque la frecuencia y la intensidad de las recesiones han disminuido. De hecho, la tasa de crecimiento a corto plazo ha tendido a reducirse a lo largo del tiempo, más que a aumentar, cuando ha mejorado el crecimiento a largo plazo. En consecuencia, la forma en la que los países se enriquecen es con crecimientos bajos pero sostenidos. Esto explica porque los países ricos son cada vez más ricos, ya que en los países pobres las crisis se producen con mayor frecuencia y son más intensas. Adam Smith nos enseñó que el crecimiento económico a largo plazo depende de la amplitud de los mercados, de la especialización productiva y de la división del trabajo, como explicó con su conocido ejemplo de la fábrica de alfileres. En este mundo, también pueden contribuir al crecimiento económico el desarrollo tecnológico, la transición demográfica, los cambios estructurales en las economías y las guerras. Aun así, ello no basta por sí mismo para superar la trampa maltusiana sin que se produzca una intervención que lo haga posible. Esto se debe a que la sociedad smithsoniana es una sociedad que se basa en las relaciones interpersonales, en el conocimiento del otro y, por tanto, en la confianza. En esta sociedad, las élites disfrutan de privilegios y detentan un poder que usan, por lo general, para defender dichos privilegios. En este sentido, las élites se encuentran menos dispuestas a respetar los contratos porque solo pueden obligarlas a hacerlo efectivamente capas superiores a ellas en la sociedad. Son relaciones de arriba hacia abajo en las que cuanto más alto se encuentra uno, más difícil es que tenga a alguien por encima que le obligue a satisfacer la palabra dada. Este tipo de sociedades son más propensas a que se produzcan crisis más amplias y más frecuentes, ya que el incumplimiento de los contratos puede desencadenar situaciones de ruptura dentro de las élites mismas que impidan las relaciones comerciales entre los miembros de la élite. Con los estratos inferiores de la sociedad esas relaciones no existirán puesto que carecen de capacidad de imponer la satisfacción de los contratos y, por tanto, se abstendrán de relacionarse económicamente con niveles sociales más elevados a los suyos. Las sociedades modernas, en cambio, se adaptan mejor a las situaciones de crisis porque las relaciones son impersonales y, por ello, tienen lugar entre todos los niveles de la sociedad, Con ello, se elimina la posibilidad de una ruptura de las élites que lleve a una crisis a todos como consecuencia de los cambios y las incertidumbres que afectan a esas élites. Aquí las élites ya no pueden usar las leyes en su favor, con lo que se ven obligadas a satisfacer los contratos suscritos. Las rupturas no se producen y, de esta forma, disminuyen la cuantía y la intensidad de las crisis.
4/8/202151 minutes, 12 seconds
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Organizaciones Exponenciales. Salim Ismail (English version)

El 10 de mayo de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Salim Ismail, director general y fundador de Singularity University, con motivo de la presentación de su libro “Organizaciones Exponenciales”. Ismail comenzó su intervención preguntando cómo hacer que el mundo pase de un entorno físico a un entorno digital. Esa es la cuestión fundamental para los directivos de hoy y para la supervivencia de las empresas. En el pasado, las compañías gestionaban la escasez, pero ahora las nuevas empresas gestionan la abundancia y hay que adaptarse a ello. Estamos en un mundo de cambio tecnológico acelerado, en el que cada poco tiempo se duplica el rendimiento de la capacidad de procesar información. Esto no solo está permitiendo un desarrollo muy rápido de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica, la biotecnología, la nanotecnología, las tecnologías relacionadas con la medicina, la neurotecnología, la energía o la capacidad de procesamiento de datos. El desarrollo tecnológico también está permitiendo la interacción de estas tecnologías. A partir de ahí, en la Singularity University se preguntan cómo aplicar los nuevos desarrollos tecnológicos a la resolución de los problemas del mundo. A partir de ahí organizan cursos de los que luego acaban saliendo unas doce start-ups al año. Son empresas con la capacidad de anticiparse a las cosas antes de que se conviertan en corrientes principales. En la Singularity Universty también enseñan a identificar esos patrones de duplicación. En este nuevo mundo, el problema al que se enfrentan los altos directivos de las empresas es saber qué desarrollos tecnológicos les pueden impactar, porque pueden desaparecer, como le sucedió a Kodak. La cuestión es cómo detectar esos patrones de cambio, porque el cerebro percibe las cosas de forma lineal. Por tanto, si se quiere anticipar un cambio exponencial, hay que pensar de forma diferente. La disrupción implica pasar de productos físicos a productos digitales. Esto tiene un impacto revolucionario sobre los distintos sectores, porque cuando se digitaliza algo se convierte en algo rompedor. A partir de ahí el coste marginal se reduce drásticamente y tiende a cero y el modelo de negocio se desplaza hacia un modelo de abundancia. Es el caso, por ejemplo, del coste de secuenciación del genoma o de las células fotovoltaicas que incorporan las placas solares. También se aprecia en la capacidad de procesamiento de datos lo que beneficia, por ejemplo, a la sanidad porque se pueden gestionar muchos más datos sobre nuestro cuerpo y efectuar diagnósticos más rápidos y precisos. El impacto más grande, no obstante, se produce en el terreno de la energía solar. En quince años se podrá generar por esta vía toda la energía que necesita el planeta, con lo que el modelo de negocios de las empresas energéticas va a desaparecer y el precio del petróleo se va a desplomar. Otra cosa es cómo almacenar esa energía. El desarrollo de las baterías va con siete años de retraso respecto al de las placas solares, pero estará resuelto hacia 2020. La sociedad no está preparada para estos cambios, ni los líderes políticos tampoco. Necesitamos líderes que lo entiendan y que den respuesta a las dos preocupaciones principales: la transformación de los puestos de trabajo y el cambio climático. La volatilidad de los ingresos de las empresas se ha incrementado porque cuando un sector se digitaliza sus ingresos se desploman. Y es que las empresas no están diseñadas para ser flexibles, por lo que tienen que asociarse con start-ups. De hecho, la flexibilidad de las empresas se correlaciona con su precio en bolsa. Una vez que un dominio crece de forma exponencial es muy difícil saber a dónde se va a llegar. Pero este cambio no va a poder pararse porque estas tecnologías están atravesando una democratización de las cosas.
4/8/202132 minutes, 44 seconds
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Organizaciones Exponenciales. Salim Ismail (Audio es español)

El 10 de mayo de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Salim Ismail, director general y fundador de Singularity University, con motivo de la presentación de su libro “Organizaciones Exponenciales”. Ismail comenzó su intervención preguntando cómo hacer que el mundo pase de un entorno físico a un entorno digital. Esa es la cuestión fundamental para los directivos de hoy y para la supervivencia de las empresas. En el pasado, las compañías gestionaban la escasez, pero ahora las nuevas empresas gestionan la abundancia y hay que adaptarse a ello. Estamos en un mundo de cambio tecnológico acelerado, en el que cada poco tiempo se duplica el rendimiento de la capacidad de procesar información. Esto no solo está permitiendo un desarrollo muy rápido de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica, la biotecnología, la nanotecnología, las tecnologías relacionadas con la medicina, la neurotecnología, la energía o la capacidad de procesamiento de datos. El desarrollo tecnológico también está permitiendo la interacción de estas tecnologías. A partir de ahí, en la Singularity University se preguntan cómo aplicar los nuevos desarrollos tecnológicos a la resolución de los problemas del mundo. A partir de ahí organizan cursos de los que luego acaban saliendo unas doce start-ups al año. Son empresas con la capacidad de anticiparse a las cosas antes de que se conviertan en corrientes principales. En la Singularity Universty también enseñan a identificar esos patrones de duplicación. En este nuevo mundo, el problema al que se enfrentan los altos directivos de las empresas es saber qué desarrollos tecnológicos les pueden impactar, porque pueden desaparecer, como le sucedió a Kodak. La cuestión es cómo detectar esos patrones de cambio, porque el cerebro percibe las cosas de forma lineal. Por tanto, si se quiere anticipar un cambio exponencial, hay que pensar de forma diferente. La disrupción implica pasar de productos físicos a productos digitales. Esto tiene un impacto revolucionario sobre los distintos sectores, porque cuando se digitaliza algo se convierte en algo rompedor. A partir de ahí el coste marginal se reduce drásticamente y tiende a cero y el modelo de negocio se desplaza hacia un modelo de abundancia. Es el caso, por ejemplo, del coste de secuenciación del genoma o de las células fotovoltaicas que incorporan las placas solares. También se aprecia en la capacidad de procesamiento de datos lo que beneficia, por ejemplo, a la sanidad porque se pueden gestionar muchos más datos sobre nuestro cuerpo y efectuar diagnósticos más rápidos y precisos. El impacto más grande, no obstante, se produce en el terreno de la energía solar. En quince años se podrá generar por esta vía toda la energía que necesita el planeta, con lo que el modelo de negocios de las empresas energéticas va a desaparecer y el precio del petróleo se va a desplomar. Otra cosa es cómo almacenar esa energía. El desarrollo de las baterías va con siete años de retraso respecto al de las placas solares, pero estará resuelto hacia 2020. La sociedad no está preparada para estos cambios, ni los líderes políticos tampoco. Necesitamos líderes que lo entiendan y que den respuesta a las dos preocupaciones principales: la transformación de los puestos de trabajo y el cambio climático. La volatilidad de los ingresos de las empresas se ha incrementado porque cuando un sector se digitaliza sus ingresos se desploman. Y es que las empresas no están diseñadas para ser flexibles, por lo que tienen que asociarse con start-ups. De hecho, la flexibilidad de las empresas se correlaciona con su precio en bolsa. Una vez que un dominio crece de forma exponencial es muy difícil saber a dónde se va a llegar. Pero este cambio no va a poder pararse porque estas tecnologías están atravesando una democratización de las cosas.
4/8/202132 minutes, 41 seconds
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Mindfulness. El arte de mantener la calma en medio de la tempestad. Mario Alonso Puig (Audio en español)

El 9 de mayo de 2017 se celebró en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Mario Alonso Puig sobre “Mindfulness. El arte de mantener la calma en medio de la tempestad”, con motivo de la presentación del libro del mismo título del que es autor. Mario Alonso Puig, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York y de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, inició su intervención indicando que estamos en un mundo de cambio disruptivo al que tenemos que adaptarnos. Para ello, propone un viaje que empieza en la propia vida y sigue en la filosofía y la medicina antiguas hasta llegar a reconocer esa dimensión profunda del ser humano que nos enseña que contamos con recursos para afrontar esos desafíos, para dar sentido a nuestra vida. La vida se nos presenta en forma de encrucijadas. La información de la que disponemos no nos basta para saber qué camino tomar. Pero dentro de nosotros hay una sabiduría que sabe a dónde ir. En ese momento se ve claro y se sabe qué camino tomar. Y es que a nada que uno se abra a la vida, se da cuenta de que la vida asombra, enamora, descoloca, desorienta, pero que tiene un marco de orientación mejor que el de la mente. Hace 2.500 años, los médicos griegos descubrieron que había algo en su relación con los enfermos que se activaba y hacía que se curasen. Lo llamaron el arte médico, el arte de sanar a través de las palabras. Hipócrates transformó nuestra visión de la medicina al decir que las fuerzas naturales que se encuentran dentro de nosotros son las que curan las enfermedades. También dijo que, primero, no hiciéramos daño. En la misma época, en Nepal, el príncipe Siddharta, esto es Buda, pudo observar el sufrimiento de los demás y se dijo que tenía que hacer algo. Buda es un guía, un investigador de la mente humana, y nos dice que para enseñar a los demás, primero tenemos que enderezarnos a nosotros mismos. Simultáneamente, en China aparece Lao Tse, el filósofo chino más reconocido, quien dijo: si estas deprimido, es porque vives en el pasado; si estás lleno de ansiedad, es porque vives en el futuro; si estás en paz, es porque vives en el presente. La Organización Mundial de la Salud alerta del crecimiento preocupante de la ansiedad, la depresión, la diabetes y la obesidad, sobre todo la infantil, en el mundo. Y dice que la saludo no es solo la ausencia de enfermedad, sino también el bienestar psicológico, social y emocional del ser humano. Por ello, nos pide que reflexionemos sobre la necesidad de repensar nuestra forma de vivir. El ser humano es homo sapiens sapiens, pero también tiene una dimensión de homo demens que afecta al homo sapiens, tal y como vamos a ver. Hay muchas arritmias cardiacas e hipertensiones que la medicina no sabe de dónde vienen. Por otro lado, los monjes tibetanos descubrieron cómo parar el ruido de la mente a través de la meditación y activar el núcleo topotrófico del hipotálamo. Cuando esto se aplica a los enfermos, se reducen la tensión arterial y las arritmias. El homo sapiens sapiens sabe que la vida es un regalo. En cambio, el homo demens cree que su mundo mental está por encima del mundo real. Cuando ese mundo mental alterado colapsa con el mundo real, uno se siente amenazado y cree que el problema es del mundo real, no del mental. Sin embargo, la mayor parte de la presión la genera el mundo mental, que mete tanto ruido que inhibe la parte del cerebro que nos permite resolver los desafíos que se nos presentan. Cuando se reduce ese ruido mental, empezamos a ver oportunidades donde antes solo percibíamos problemas, dificultades y amenazas. La mente nos limita tanto que creemos que lo que vemos es todo lo que hay, cuando la verdad es que el mundo real es mucho más amplio. Por ello, si podemos vivir en tres dimensiones, ¿por qué hacerlo en dos? La mayor parte de las veces, el ruido mental se refleja en la pérdida de atención y es una de las causas de tensión interior. La práctica de mindfulness empieza a cambiar todo ello hasta el punto de que modifica la estructura del cerebro y mejora la memoria y el control del miedo. Estos cambios se pueden registrar en pocos meses. Y el amor tiene los mismos efectos
4/8/20211 hour, 11 minutes, 4 seconds
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Innovar: Un manifiesto de acción. Luis Pérez-Breva (Audio en español)

El 3 de mayo de 2017, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia “Innovar: un manifiesto de acción”, impartida por Luis Pérez-Breva con motivo de la presentación de su libro “Innovation”. Luis Pérez-Breva, director del MIT Innovation Teams, comenzó su intervención señalando que el 20% de ideas que pasan por su curso acaban convirtiéndose en proyectos para, a continuación, indicar que escribió el libro porque las audiencias de sus intervenciones públicas siempre le hacen dos preguntas: cuándo podré hacer un ‘elevator pitch’ y cuándo podré hacer un análisis de mercado. El problema que subyace en estas cuestiones es que la gente suele confundir el análisis de mercado con lo que es innovar. Hay muchas historias de éxito sobre innovadores, de sus comienzos y sus éxitos. Pero nadie habla de lo que hay entre una idea disruptiva y el éxito. Ese espacio está definido por lo que uno no sabe y por la cantidad de veces que uno se equivoca. A partir de ahí, lo que hay que entender a la hora de innovar es que el proceso es como si una persona fuese a aprender. Nada en esta parte de la historia es predecible. El libro, por ello, se centra en tres ideas fundamentales: cómo empiezan las innovaciones, explorar qué significa estar equivocado y si se innova para crecer o se crece innovando. Respecto a la primera cuestión, Pérez-Breva advirtió que los comienzos de las innovaciones son menos glamurosos de lo que parece. Para ilustrarlo, puso el ejemplo del primer láser que se construyó, en el que todos los materiales que lo componían procedían de otros instrumentos y estaban siendo reutilizados. A partir de ahí concluye que la sociedad no se está dando cuenta de cómo innovar. En relación a la segunda cuestión, Pérez-Breva afirmó que los innovadores son exploradores que se alimentan de los errores que cometen, de estar productivamente equivocados. Tener razón es bastante difícil porque no se puede demostrar que algo puede funcionar hasta que se construye y se prueba. Por eso, las maneras en que se puede fracasar no son predecibles. Por último, para responder a la cuestión de si se innova para crecer o se crece innovando, Pérez-Breva puso el ejemplo de algunas empresas de éxito, que empezaron creando una compañía con la que aprender, luego otra más grande y luego otra más. La primera de ellas es un prototipo de lo que será después la empresa. El negocio nuevo es una derivación del anterior y el anterior financia el nuevo. Es el caso de Netflix o de Amazon, según explicó. El riesgo que se corre con todo ello es dejar que la idea le encandile a uno y no le permita aprender nada.
4/8/202140 minutes, 35 seconds
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Más allá del Brexit: los retos del futuro para Gran Bretaña y la Unión Europea. Nick Clegg (English audio)

El 20 de abril de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Nick Clegg, ex líder del Partido Liberal británico y ex vice primer ministro del Reino Unido, sobre los retos de futuro para Gran Bretaña y para la Unión Europea. Cleeg señaló que vivimos en un tiempo de turbulencias y de volatilidad política sin precedentes, el que el escenario ideológico simple del pasado ha desaparecido. Ya no es un mundo de debates entre conservadores y laboristas, o sobre más o menos mercado o más o menos impuestos. Este escenario ha sido reemplazado por otro mucho más complejo y con muchos más actores. La gente se siente insegura, siente que el Estado la ha traicionado, se encuentra incomoda con la globalización y quiere soluciones fáciles. Esto supone un serio desafío para nuestro sistema político, económico y social, que sufre presiones tanto externas como internas. En el ámbito exterior, la existencia de la Unión Europea puede estar en entredicho. Las elecciones en Francia pueden ser el principio del fin de la UE tal y como la conocemos. Además, en Estados Unidos hay un presidente poco amistoso hacia la Unión Europea que ha puesto en cuestión el vínculo trasatlántico. Y en medio de todo ello Putin trata de hacer todo lo posible para subvertir la disciplina multilateral. Internamente, sufrimos una gran crisis económica y social y hay un alto nivel de frustración con el sistema político. Algunas de las causas son de largo alcance, como el cambio tecnológico, la crisis de los refugiados sirios o la inmigración. Y luego está la crisis económica de 2007, sin la cual no hubiéramos tenido ni Trump, Brexit, … Todavía estamos lidiando con los choques económicos, políticos y sociales que trajo consigo. La UE podrá superar esos desafíos y saldrá de ellos reforzada, pero ahora estamos en un punto de inflexión y en estos momentos existen tres áreas en las que se necesita actuar con urgencia. En primer lugar, es preciso completar el proyecto de la Eurozona porque una unión monetaria sin una unión fiscal es inherentemente insostenible. Por supuesto, el proyecto implica pérdida de soberanía, pero es una cuestión de voluntad política. El segundo ámbito es el de la crisis de los inmigrantes. Hay un gran fallo en la forma en que se gestionan las fronteras de la UE y la política inmigratoria: se suprimieron las fronteras internas, pero no se instauraron controles europeos en las fronteras externas. Por último, está la política de seguridad y de defensa. Si la UE quiere tener presencia en el mundo y asumir la retirada de Estados Unidos de Europa, necesita asumir su responsabilidad en materia de defensa y gastar de forma más coordinada. Todo esto es esencial en unos tiempos de gran inseguridad como los actuales. España puede jugar un gran papel en estas cuestiones si lo asume y trata de aumentar su influencia, sobre todo porque el Reino Unido no va a ser líder. El papel de España puede ser enorme y nuestro país está en buena posición para ello: pese a la corrupción, disfruta de una estabilidad política de la que carecen otros países; no hay extremistas ni muchos populistas y el consenso en España es mantenerla identidad europea. Además, España tiene credibilidad por haber pasado por un duro ajuste después de la crisis y hoy es una economía sostenible. Y también están los lazos que mantiene con Hispanoamérica. Todo ello le otorga a España una credibilidad y una voz únicas en la Unión Europea y en sus debates. En relación con las elecciones del próximo 8 de junio, Clegg consideró que se trata de una convocatoria oportunista, sobre todo porque el líder actual del Partido Laborista es el menos elegible como primer ministro que ha tenido este partido en mucho tiempo. Además, el gap entre las promesas del Brexit y la realidad es muy grande, lo que generará problemas políticos en los próximos años. La cuestión en este sentido es qué mandato va a obtener Theresa May y quien se opondrá a él dentro y fuera del Partido Conservador después del 8 de junio. Porque no hay que olvidar que el 70% de los votantes jóvenes votaron en el pasado por un futuro muy diferente al que ahora tienen con el Brexit, así como el hecho de que hay diputados que retienen su derecho a votar contra el Brexit.
4/8/202143 minutes, 4 seconds
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Más allá del Brexit: los retos del futuro para Gran Bretaña y la Unión Europea. Nick Clegg (Audio en español)

El 20 de abril de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Nick Clegg, ex líder del Partido Liberal británico y ex vice primer ministro del Reino Unido, sobre los retos de futuro para Gran Bretaña y para la Unión Europea. Cleeg señaló que vivimos en un tiempo de turbulencias y de volatilidad política sin precedentes, el que el escenario ideológico simple del pasado ha desaparecido. Ya no es un mundo de debates entre conservadores y laboristas, o sobre más o menos mercado o más o menos impuestos. Este escenario ha sido reemplazado por otro mucho más complejo y con muchos más actores. La gente se siente insegura, siente que el Estado la ha traicionado, se encuentra incomoda con la globalización y quiere soluciones fáciles. Esto supone un serio desafío para nuestro sistema político, económico y social, que sufre presiones tanto externas como internas. En el ámbito exterior, la existencia de la Unión Europea puede estar en entredicho. Las elecciones en Francia pueden ser el principio del fin de la UE tal y como la conocemos. Además, en Estados Unidos hay un presidente poco amistoso hacia la Unión Europea que ha puesto en cuestión el vínculo trasatlántico. Y en medio de todo ello Putin trata de hacer todo lo posible para subvertir la disciplina multilateral. Internamente, sufrimos una gran crisis económica y social y hay un alto nivel de frustración con el sistema político. Algunas de las causas son de largo alcance, como el cambio tecnológico, la crisis de los refugiados sirios o la inmigración. Y luego está la crisis económica de 2007, sin la cual no hubiéramos tenido ni Trump, Brexit, … Todavía estamos lidiando con los choques económicos, políticos y sociales que trajo consigo. La UE podrá superar esos desafíos y saldrá de ellos reforzada, pero ahora estamos en un punto de inflexión y en estos momentos existen tres áreas en las que se necesita actuar con urgencia. En primer lugar, es preciso completar el proyecto de la Eurozona porque una unión monetaria sin una unión fiscal es inherentemente insostenible. Por supuesto, el proyecto implica pérdida de soberanía, pero es una cuestión de voluntad política. El segundo ámbito es el de la crisis de los inmigrantes. Hay un gran fallo en la forma en que se gestionan las fronteras de la UE y la política inmigratoria: se suprimieron las fronteras internas, pero no se instauraron controles europeos en las fronteras externas. Por último, está la política de seguridad y de defensa. Si la UE quiere tener presencia en el mundo y asumir la retirada de Estados Unidos de Europa, necesita asumir su responsabilidad en materia de defensa y gastar de forma más coordinada. Todo esto es esencial en unos tiempos de gran inseguridad como los actuales. España puede jugar un gran papel en estas cuestiones si lo asume y trata de aumentar su influencia, sobre todo porque el Reino Unido no va a ser líder. El papel de España puede ser enorme y nuestro país está en buena posición para ello: pese a la corrupción, disfruta de una estabilidad política de la que carecen otros países; no hay extremistas ni muchos populistas y el consenso en España es mantenerla identidad europea. Además, España tiene credibilidad por haber pasado por un duro ajuste después de la crisis y hoy es una economía sostenible. Y también están los lazos que mantiene con Hispanoamérica. Todo ello le otorga a España una credibilidad y una voz únicas en la Unión Europea y en sus debates. En relación con las elecciones del próximo 8 de junio, Clegg consideró que se trata de una convocatoria oportunista, sobre todo porque el líder actual del Partido Laborista es el menos elegible como primer ministro que ha tenido este partido en mucho tiempo. Además, el gap entre las promesas del Brexit y la realidad es muy grande, lo que generará problemas políticos en los próximos años. La cuestión en este sentido es qué mandato va a obtener Theresa May y quien se opondrá a él dentro y fuera del Partido Conservador después del 8 de junio. Porque no hay que olvidar que el 70% de los votantes jóvenes votaron en el pasado por un futuro muy diferente al que ahora tienen con el Brexit, así como el hecho de que hay diputados que retienen su derecho a votar contra el Brexit.
4/8/202143 minutes, 3 seconds
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Globalización económica: ¿maldición o bendición? Juergen B. Donges (Audio en epañol)

El 4 de abril de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia magistral de Juergen B. Donges, catedrático emérito de la Universidad de Colonia, bajo el título “Globalización económica: ¿maldición o bendición?”. Donges comenzó su disertación recordando que las críticas a la globalización no son un fenómeno nuevo. Por el contrario, ya se dieron en la década de los 90, solo que entonces los gobernantes se mantuvieron firmes en la defensa de la libertad de mercado. Ahora, en cambio, son los propios dirigentes políticos los que se suman a las críticas. Primero fue Hollande quien, después de las primeras protestas, dijo que el TTIP estaba muerto. Luego vino el ministro de Economía alemán con lo mismo. Y después llegó Donald Trump. ¿Por qué pasa esto? En primer lugar, a causa de la disonancia cognitiva, es decir, la tendencia a percibir lo negativo como mucho peor de lo que es y los positivo como normal. Si cierran las empresas a causa de la globalización, porque no están adaptadas a ella, ese hecho se percibe como un drama; las cosas buenas, como los smartphones o la posibilidad de viajar por el mundo, en cambio, se consideran normales. Y esto se debe a que los políticos y los medios de comunicación han hecho muy poca pedagogía para corregir estas percepciones. En segundo lugar, se encuentra la alianza nefasta de grupos muy dispares en su forma de pensar: populistas, activistas de las ONG, dirigentes sindicales (qué no buscan cuáles son las verdaderas razones del paro), defensores del consumidor, ecologistas, iglesias, grupos económicos particulares (agricultores, industria cultural…), etc. A ellos se ha unido ahora la señora May con el Brexit, que lo que pretende es un sistema de tratados comerciales bilaterales que fragmenta el orden liberal. Y también Trump, con su American First. Nunca ha habido en Estados Unidos un proteccionista de este tipo, al que no le importan las consecuencias que puedan acarrear sus acciones. Los argumentos que esgrimen es que la globalización restringe la soberanía nacional, que la competencia fiscal no es buena, que la globalización incita las deslocalizaciones y aumenta las desigualdades, que erosiona los derechos sociales, que deteriora el medio ambiente… La realidad, sin embargo, es más compleja y muy diferente de lo que se dice. Los países avanzados registrar niveles de crecimiento y de empleo aceptables y los gobiernos aplican políticas sociales, los países del Tercer Mundo salen adelante gracias a la globalización, la brecha norte-sur ha disminuido, los niveles de pobreza han bajado y las causas de la mayoría de los problemas económicos de los países son locales. El problema es que, en estos tiempos, los hechos contrastables no cuentan, de lo que resulta que, hoy en día, el neoliberalismo es para mucha gente la causa de todos los males, cuando quienes lanzan este tipo de críticas no saben lo que es el liberalismo. Si queremos crecimiento económico, tenemos que tener cambios estructurales. Los sectores en declive y las personas sin cualificación lo pasarán mal, pero hay que tener en cuenta que los cambios estructurales no se deben a la globalización, sino al progreso tecnológico, y esto va a seguir siendo así, al contrario de lo que afirman los críticos de la globalización. Lo mejor que puede hacer un país es especializarse en lo que puede hacer mejor. Es lo que han hecho los países avanzados y esas son sus ventajas, aunque haya perdedores. El proteccionismo no resuelve el problema. En este sentido, la experiencia nos enseña que podemos terminar en una guerra comercial y cambiaria. La respuesta tiene que ir por otro camino. En primer lugar, los gobiernos deben establecer las condiciones adecuadas para la innovación con el fin de que se pueda crear empleo. Además, la globalización impone una presión saludable para que los gobiernos apliquen políticas económicas sensatas. Y debemos tener en cuenta que podemos asumir esos retos, no solo a través de las políticas, sino también de nuestros propios esfuerzos. La globalización, por tanto, no es una maldición, sino una bendición.
4/8/202151 minutes, 4 seconds
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Spain Global Impact Challenge 2017. Jose Luis Cordeiro

El 14 de diciembre de 2016, se celebró el acto de lanzamiento de la edición española del Global Impact Challenge, una competición promovida en nuestro país por la Fundación Rafael del Pino con la que esta institución, conjuntamente con la Singularity University, pretende hacer un llamamiento a la sociedad para que active creatividad, su talento y su conocimiento para aportar soluciones reales a través de los últimos avances tecnológicos. El acto se inició con la intervención de José Luis Cordeiro, fundador y presidente de la World Future Society y miembro fundador de la Singularity University, quien destacó que, en los próximos veinte años, vamos a ver más cambios que en los últimos dos mil, como consecuencia de un crecimiento exponencial en los desarrollos tecnológicos que ha sacado al mundo de la trampa malthusiana. El desarrollo económico es cada vez más rápido. De esta forma, mientras Occidente necesitó doscientos años para llegar donde está ahora, las economías emergentes están recorriendo este trayecto solo en unas pocas décadas. Por lo que se refiere al desarrollo tecnológico, si la ley de Moore -cada dos años se duplica la capacidad de procesamiento de los ordenadores- en veinte años alcanzaran la complejidad de la mente humana y luego la superaran, un hecho este que se conoce como singularidad. Cordeiro, incluso, se atrevió a vaticinar que, en 2029, la inteligencia artificial habrá alcanzado a la inteligencia humana, lo que supondrá el fin de la humanidad tal y como la conocemos ahora porque el hombre se unirá a esos avances tecnológicos, se fundirá con ellos. En los próximos treinta años tendremos aparatos más pequeños que un pendrive, pero con más capacidad de procesamiento que un cerebro humano. En diez años se podrá secuenciar todo el genoma humano de forma rápida, económica e individualizada para que nadie fallezca como consecuencia de enfermedades de transmisión genética. La medicina, entonces, será preventiva. También podremos conocer a la perfección de dónde venimos gracias a un árbol genealógico elaborado a partir de nuestro genoma. Y, en el futuro, se podrán diseñar las características de nuestros hijos. La singularidad será fruto de la convergencia de la nanotecnología, la tecnología de la información y las comunicaciones, la biotecnología y la cognotecnología. Respecto a esta última, hay que tener en cuenta que el cerebro es la frontera final del conocimiento humano, porque es la estructura más compleja del mundo, pero los científicos ya están planteando el desarrollo de un cerebro externo al que vamos a estar conectados y que nos dará más inteligencia. El objetivo para los próximos cincuenta años es resolver los problemas de la humanidad gracias a la tecnología, aunque nos cueste comprenderlo. Pero esto se debe a que el cambio tecnológico es exponencial, mientras que el cerebro sigue pensando de forma lineal. Y entre ellos está el desarrollar la capacidad de rejuvenecer el cuerpo, lo que será posible en veinte o treinta años. De momento, en cinco años seremos capaces de curar a los tetrapléjicos. Y en un futuro no muy lejano podremos vencer a la muerte.
4/8/202122 minutes, 52 seconds
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Tras el “sí” al Brexit, un “no” al autoengaño de la UE. Juergen B. Donges

El 17 de noviembre de 2016, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia magistral de Juergen B. Donges, catedrático emérito de la Universidad de Colonia, sobre la realidad de la Unión Europea tras el voto favorable al Brexit en el Reino Unido. Esto supondrá para Alemania la pérdida de un aliado en la defensa de la economía, ya que aunque los británicos nunca han sido un motor del proceso europeo, siempre han procurado frenar las tentaciones intervencionistas y proteccionistas. ¿Cuáles pueden ser las consecuencias del Brexit? Los economistas no lo sabemos, señaló Donges, porque no tenemos ejemplos históricos al respecto y porque ha transcurrido poco tiempo. Los organismos internacionales hablan de desaceleración y de que, si hay un impacto adverso, éste será asimétrico. También pensamos que las empresas y los bancos se vendrán al continente, y posiblemente se queden en Londres. Lo que nos afectará más son las condiciones en las que se produzca el divorcio. La Unión Europea no puede aceptar restricciones a la libre circulación de personas. Además, en muchos estados miembros, la mayoría de la población está a favor del divorcio. En este contexto, Donges considera que el escenario más probable será llegar a un acuerdo de libre comercio. Para Donges, en todo esto hay una parte positiva, que es el desenmascarar el autoengaño de la UE, que se manifiesta en cinco ideas: creer que el proyecto de integración europea es algo irreversible; creer que una unión política se puede decretar y configurar desde arriba, sin contar con los ciudadanos; pensar que si tenemos una moneda única, tendremos un proyecto de concordia y bienestar para toda la eurozona; pensar que el mercado único solo puede funcionar si se extiende toda una red de directivas armonizadoras desde arriba y pensar que la economía funciona a golpe de voluntarismos políticos. Nada de esto es verdad. No existe un pueblo europeo, ni una conciencia de tal. Las divisiones dentro de la UE son enormes, sobre todo en la eurozona. El euro no es un área monetaria óptima. Los ciudadanos perciben que la UE se inmiscuye en sus asuntos. El Brexit nos obliga a reflexionar sobre estos asuntos. En este contexto, y para salvar la UE, Donges considera necesario acabar con el autoengaño y hacer labor de pedagogía, acabar con la rutina de los estados miembros de infringir las normas comunitarias, conservar el mercado único europeo y el acuerdo de Schengen, hay que aplicar el principio de subsidiaridad con más rigor, dentro de la eurozona hay que cuidar la línea de separación entre la política monetaria y la fiscal, hay que ser muy cauteloso respecto a posibles nuevas ampliaciones y hay que fortalecer los factores de crecimiento mediante políticas de oferta y mediante el impulso a la educación.
4/8/20211 hour, 3 minutes, 16 seconds
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Global Entrepreneurship Week Spain 2016. Carlos Barrabés

Carlos Barrabés clausuró la Global Entrepreneurship Week Spain 2016, que se celebró en la Fundación Rafael del Pino el 14 de noviembre de 2016. En su intervención se preguntó si emprender es lo que hay que hacer, sobre todo porque hay una parte de la sociedad que no parece ver los beneficios de los cambios que están generando las start-ups tecnológicas. Según explicó, el ecosistema emprendedor es transformador y, por ello, su acción es tremendamente disruptiva, lo que crea grandes brechas. En su opinión, ha habido tanto emprendedor que hemos tocado la médula del sistema. El problema que tiene esto es los avances que los emprendedores tecnológicos están provocando están viniendo acompañados de desigualdades crecientes, de inestabilidad y de problemas de sostenibilidad. La creación de la red de emprendedores mundiales no es ajena a ellos porque esos emprendedores están creando una economía basada en nuevas formas de trabajo, más inseguras, y en nuevos modos de vivir. Ese mundo, además, es un mundo en el que el que tiene talento, o mucho dinero, es el que cuenta con más oportunidades. Es un cambio de élites que tiene consecuencias. Por tanto, estamos en un momento en el que no se puede mirar a otra parte, pero en el que hay que entender que la tecnología es muy importante. Pero es un mundo que, probablemente, la mayoría no quiera. Por ello, tiene que triunfar también el resto de la gente. Este nuevo mundo solo puede entenderse si todas las personas tienen acceso, si el movimiento de los emprendedores es inclusivo. Para ello, hoy se cuenta con tres ventajas: que somos conscientes de todo ello, que tenemos la capacidad de medir lo que pasa y que la gran mayoría del talento está yendo al emprendimiento social.
4/8/20216 minutes, 45 seconds
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Innovatiors Under 35 Spain – Community Stories

Innovatiors Under 35 Spain. Community Stories and Winners Announcement. El acto se realizó en la Fundación Rafael del Pino el 2 de noviembre de 2016. Para más información pueden consultar nuestra web o nuestro canal de youtube si desean visualizar el evento.
4/8/20215 minutes, 13 seconds
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Start-Ups Vs Corporations: Why Fast Innovation Matters. Pau García-Milá

El pasado 27 de octubre la Fundación Rafael del Pino acogió la sexta edición del programa “Innovadores menores de 35”, que organiza la MIT Technology Review, en el que se dan a conocer los proyectos de los diez innovadores jóvenes españoles con más proyección de futuro. Pau García-Milà, fundador de IdeaFoster, destacó que es muy importante para los innovadores ser rápido. En este sentido recordó que grandes empresas del pasado, como Nokia o Motorola, hoy están casi muertas porque las innovaciones se producen a una velocidad que supera a sus esquemas de realización de proyectos.
4/8/202112 minutes, 28 seconds
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The Power of Play. Ron Evans, english version

El pasado 27 de octubre de 2016, la Fundación Rafael del Pino acogió la sexta edición del programa “Innovadores menores de 35”, que organiza la MIT Technology Review, en el que se dan a conocer los proyectos de los diez innovadores jóvenes españoles con más proyección de futuro. En el acto intervino Ron Evans, tecnólogo en The Hybrid Group, quien hizo una demostración práctica del poder del juego en el desarrollo de la tecnología.
4/7/202114 minutes, 13 seconds
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Tiempo, espacio y el futuro del pasado: los horizontes de la Historia David Armitage, versión en español

El 16 de septiembre, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia “Tiempo, espacio y el futuro del pasado: los horizontes de la Historia”, pronunciada por David Armitage, Lloyd C. Blankfein Professor of History de la Universidad de Harvard. En su conferencia, David Armitage hizo un llamamiento a los historiadores y a todo aquel interesado en el papel de la Historia en la sociedad contemporánea debido a la necesidad de recuperar y revitalizar esta rama del saber como instrumento de conocimiento y herramienta para el mejor desarrollo de la humanidad. Armitage señaló que las humanidades están en crisis en todo el mundo debido a que las perspectivas de empleo que ofrece la ciencia son mucho mejores y al recorte constante de recursos que han experimentado las facultades de humanidades. El resultado es una caída del 50% del número de estudiantes matriculados en ellas en Estados Unidos en los últimos años. La Historia, sin embargo, es un instrumento muy útil de análisis a largo plazo para los políticos, activistas, empresarios, etc. Este enfoque en el largo plazo puede servir para extraer analogías y hacer prospecciones plausibles que con contribuyan a que la sociedad anticipe y gestiones mejor los desafíos del futuro. Y es que la Historia despliega el análisis del pasado en el presente para orientar sobre el futuro y los posibles caminos que se abren en él. Armitage, incluso, afirmó que el presidente de Estados Unidos necesita un consejo de asesores en Historia para iluminar los desafíos y las decisiones actuales. En este sentido, relató que el presidente Kennedy tenía junto a su cama una historia de la Primera Guerra Mundial, con el fin de no repetir los errores de información que condujeron a la misma, que le inspiró en la gestión de la crisis de los misiles cubanos. Kennedy quiso en todo momento que la Unión Soviética estuviera informada de todo con el fin de evitar la catástrofe, y lo consiguió. Los historiadores han podido tener parte de la culpa de la pérdida de peso de su disciplina, pero también en parte por la presión de otros grupos, en especial de los economistas, a la hora de aconsejar. Los historiadores, entiende Armitage, necesitan ampliar su campo en el tiempo y en el espacio, volver a narrativas trasnacionales en busca de denominadores comunes, y a narrativas transtemporales que permitan realizar conexiones a lo largo del tiempo. En este sentido, el discurso histórico debe superar los estados nacionales y sus limitaciones para tener una visión más amplia de los acontecimientos y de las grandes tendencias de fondo.
4/7/202141 minutes, 35 seconds
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España Amenazada. Mariano Rajoy

La Fundación Rafael del Pino organizó el 14 de septiembre de 2016 la conferencia magistral “España amenazada. De cómo evitamos el rescate y la economía recuperó el crecimiento”, en la que intervinieron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Economía, Luis de Guindos. Según Guindos, 2012 fue el año más complicado de nuestra historia reciente, debido a la grave crisis económica y financiera que asolaba nuestro país y que amenazaba, incluso, con llegar a romper el euro. Sin embargo, el rescate del sistema bancario fue el muro de contención que evitó que la economía española tuviera que ser rescatada en su conjunto. En este sentido, lo más importante fue la estrategia seguida por el Gobierno, ya que España estaba cercada por la desconfianza internacional y los ataques constantes de los mercados, con el sector financiero en el centro de la diana. Por eso fue muy importante exponerle a los análisis independientes de los organismos internacionales, como la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Gracias a ello, y a la rapidez y contundencia con que se actuó, se evitó el rescate de nuestra economía. De esta difícil experiencia se pueden extraer varias lecciones: es preciso reconocer siempre la realidad con la máxima objetividad, ofrecer salidas más allá del ruido mediático o político, o que un país no puede perder competitividad de forma permanente ni desatender a las burbujas porque se acaba generando una grave crisis económica. Ahora la economía está recuperando la competitividad perdida, gracias sobre todo a la reforma laboral, lo que le permite crecer el doble que la UE y crear medio millón de puestos de trabajo al año. No obstante, para dar la crisis por concluida todavía es preciso recuperar los niveles de renta y empleo previos a la misma. El problema ahora es que la falta de un Gobierno en plenas funciones limita la capacidad de España para afrontar desafíos tan importantes como la debilidad del crecimiento en la UE, el Brexit, la crisis de los refugiados o el auge de los populismos. En opinión de Guindos, si no salimos de esta interinidad, la situación se volverá muy parecida a la de 2012, porque las peores crisis son las que se generan en la política. Por su parte, Mariano Rajoy recordó que España no contó con grandes ayudas ni con la comprensión generalizada dentro y fuera del país, a pesar de la catastrófica situación que se vivía en 2012. Por entonces parecía haber solo dos opciones: el rescate o la salida del euro. El Gobierno, sin embargo, optó por una tercera, las reformas estructurales. Si continúan estas políticas, dijo, España puede crecer a tasas elevadas en los próximos años y crear medio millón de puestos de trabajo anuales. Pero las cosas pueden cambiar si no hay un Gobierno que avance en las reformas estructurales, o si lo que tengamos es un Ejecutivo que busque revertir esas políticas.
4/7/202121 minutes, 14 seconds
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España Amenazada. Luis de Guindos

La Fundación Rafael del Pino organizó el 14 de septiembre de 2016 la conferencia magistral “España amenazada. De cómo evitamos el rescate y la economía recuperó el crecimiento”, en la que intervinieron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Economía, Luis de Guindos. Según Guindos, 2012 fue el año más complicado de nuestra historia reciente, debido a la grave crisis económica y financiera que asolaba nuestro país y que amenazaba, incluso, con llegar a romper el euro. Sin embargo, el rescate del sistema bancario fue el muro de contención que evitó que la economía española tuviera que ser rescatada en su conjunto. En este sentido, lo más importante fue la estrategia seguida por el Gobierno, ya que España estaba cercada por la desconfianza internacional y los ataques constantes de los mercados, con el sector financiero en el centro de la diana. Por eso fue muy importante exponerle a los análisis independientes de los organismos internacionales, como la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Gracias a ello, y a la rapidez y contundencia con que se actuó, se evitó el rescate de nuestra economía. De esta difícil experiencia se pueden extraer varias lecciones: es preciso reconocer siempre la realidad con la máxima objetividad, ofrecer salidas más allá del ruido mediático o político, o que un país no puede perder competitividad de forma permanente ni desatender a las burbujas porque se acaba generando una grave crisis económica. Ahora la economía está recuperando la competitividad perdida, gracias sobre todo a la reforma laboral, lo que le permite crecer el doble que la UE y crear medio millón de puestos de trabajo al año. No obstante, para dar la crisis por concluida todavía es preciso recuperar los niveles de renta y empleo previos a la misma. El problema ahora es que la falta de un Gobierno en plenas funciones limita la capacidad de España para afrontar desafíos tan importantes como la debilidad del crecimiento en la UE, el Brexit, la crisis de los refugiados o el auge de los populismos. En opinión de Guindos, si no salimos de esta interinidad, la situación se volverá muy parecida a la de 2012, porque las peores crisis son las que se generan en la política. Por su parte, Mariano Rajoy recordó que España no contó con grandes ayudas ni con la comprensión generalizada dentro y fuera del país, a pesar de la catastrófica situación que se vivía en 2012. Por entonces parecía haber solo dos opciones: el rescate o la salida del euro. El Gobierno, sin embargo, optó por una tercera, las reformas estructurales. Si continúan estas políticas, dijo, España puede crecer a tasas elevadas en los próximos años y crear medio millón de puestos de trabajo anuales. Pero las cosas pueden cambiar si no hay un Gobierno que avance en las reformas estructurales, o si lo que tengamos es un Ejecutivo que busque revertir esas políticas.
4/7/202111 minutes, 36 seconds
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En defensa de Europa. ¿Tiene salvación el proyecto europeo? Loukas Tsoukalis, english version

El pasado 16 de junio de 2016, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia de Loukas Tsoukalis, Pierre Keller Visiting Professor en la Harvard Kennedy School, sobre el futuro de la construcción europea. Durante su intervención, Tsoulakis trató de dar respuesta a dos cuestiones: qué está mal con el proyecto europeo y cuáles son los principales desafíos y opciones para el mismo. Lo primero que destacó fue el dramático cambio de actitud hacia la Unión Europea que se ha producido desde principios del siglo XXI, cuando dominaba la euforia por la puesta en marcha del euro, la ampliación de la UE a los países del Este y el proyecto de constitución europea. El entusiasmo de entonces ha sido reemplazado por el pesimismo y por un sentimiento derrotista. ¿Qué es lo que ha ido mal? Fundamentalmente, dos crisis: la del euro y la de los refugiados. La crisis financiera internacional se transformó en una crisis del euro debido al diseño deficiente de la unión monetaria europea, a una pura cuestión de mala suerte porque la primera prueba de fuego para la moneda única fue la crisis financiera internacional, a las divisiones internas y a la aplicación de políticas equivocadas. Todo ello provocó que los países afectados tuvieran que pagar un alto precio en términos de producción, empleo, endeudamiento, divergencia económica y fragmentación política. Por lo que se refiere a la crisis de los refugiados, una cuestión que hay que tener presente es la inestabilidad de los países vecinos de la Unión Europea, muchos de ellos perdedores en el proceso de globalización y con gobiernos corruptos. En ese contexto se produjeron acontecimientos fundamentales como la primavera árabe o el desafío de Rusia a la “pax europea”. Estas dos crisis son crisis enormes y han reducido el apoyo a Europa. Además, se han combinado con una crisis institucional derivada de una expansión continua del proyecto europeo que ha generado un centro débil. Asimismo, esas crisis tienen lugar en un contexto mundial, el de la globalización, que ha creado divisiones entre los ganadores y los perdedores. En este escenario se han confundido las restricciones que impone la globalización con aquellas otras que impone la UE y los gobiernos han aprovechado la situación para convertir al proyecto europeo en cabeza de turco de los problemas creados por ellos o por la globalización. A partir de ahí se ha visto cada vez más a la unión europea como un elemento de división, como algo cada vez más grande, más intrusivo y menos inclusivo, en un contexto de crecimiento económico lento y creciente desigualdad. La realidad que se desprende de todo lo anterior es que Europa lleva dividida mucho tiempo, entre países y dentro de los mismos. El apoyo de los ciudadanos al proyecto europeo se encuentra en niveles históricamente bajos. Sin embargo, temen las consecuencias de la desintegración. Además, sus niveles de confianza en las élites políticas son muy bajos, mientras aumenta el populismo. Por ello, es necesario entender las causas del descontento. La solución al problema europeo pasa por tomar decisiones difíciles y preguntarse cuanta soberanía se comparte y para qué. O plantearse, también, si hay una relación entre competitividad y desigualdad. Incluso, hay que considerar establecer restricciones a la libertad de circulación de los trabajadores. Por lo que se refiere al euro, la moneda única fue un gran error, al menos tal y como se diseñó, pero sería una equivocación aún mayor abandonarlo. Además, hay que resolver el problema del déficit democrático de las instituciones europeas. La cuestión, en última instancia, no es si queremos más o menos Europa. La cuestión es qué Europa queremos.
4/7/202131 minutes, 2 seconds
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En defensa de Europa. ¿Tiene salvación el proyecto europeo? Loukas Tsoukalis, versión en español

El pasado 16 de junio de 2016, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia de Loukas Tsoukalis, Pierre Keller Visiting Professor en la Harvard Kennedy School, sobre el futuro de la construcción europea. Durante su intervención, Tsoulakis trató de dar respuesta a dos cuestiones: qué está mal con el proyecto europeo y cuáles son los principales desafíos y opciones para el mismo. Lo primero que destacó fue el dramático cambio de actitud hacia la Unión Europea que se ha producido desde principios del siglo XXI, cuando dominaba la euforia por la puesta en marcha del euro, la ampliación de la UE a los países del Este y el proyecto de constitución europea. El entusiasmo de entonces ha sido reemplazado por el pesimismo y por un sentimiento derrotista. ¿Qué es lo que ha ido mal? Fundamentalmente, dos crisis: la del euro y la de los refugiados. La crisis financiera internacional se transformó en una crisis del euro debido al diseño deficiente de la unión monetaria europea, a una pura cuestión de mala suerte porque la primera prueba de fuego para la moneda única fue la crisis financiera internacional, a las divisiones internas y a la aplicación de políticas equivocadas. Todo ello provocó que los países afectados tuvieran que pagar un alto precio en términos de producción, empleo, endeudamiento, divergencia económica y fragmentación política. Por lo que se refiere a la crisis de los refugiados, una cuestión que hay que tener presente es la inestabilidad de los países vecinos de la Unión Europea, muchos de ellos perdedores en el proceso de globalización y con gobiernos corruptos. En ese contexto se produjeron acontecimientos fundamentales como la primavera árabe o el desafío de Rusia a la “pax europea”. Estas dos crisis son crisis enormes y han reducido el apoyo a Europa. Además, se han combinado con una crisis institucional derivada de una expansión continua del proyecto europeo que ha generado un centro débil. Asimismo, esas crisis tienen lugar en un contexto mundial, el de la globalización, que ha creado divisiones entre los ganadores y los perdedores. En este escenario se han confundido las restricciones que impone la globalización con aquellas otras que impone la UE y los gobiernos han aprovechado la situación para convertir al proyecto europeo en cabeza de turco de los problemas creados por ellos o por la globalización. A partir de ahí se ha visto cada vez más a la unión europea como un elemento de división, como algo cada vez más grande, más intrusivo y menos inclusivo, en un contexto de crecimiento económico lento y creciente desigualdad. La realidad que se desprende de todo lo anterior es que Europa lleva dividida mucho tiempo, entre países y dentro de los mismos. El apoyo de los ciudadanos al proyecto europeo se encuentra en niveles históricamente bajos. Sin embargo, temen las consecuencias de la desintegración. Además, sus niveles de confianza en las élites políticas son muy bajos, mientras aumenta el populismo. Por ello, es necesario entender las causas del descontento. La solución al problema europeo pasa por tomar decisiones difíciles y preguntarse cuanta soberanía se comparte y para qué. O plantearse, también, si hay una relación entre competitividad y desigualdad. Incluso, hay que considerar establecer restricciones a la libertad de circulación de los trabajadores. Por lo que se refiere al euro, la moneda única fue un gran error, al menos tal y como se diseñó, pero sería una equivocación aún mayor abandonarlo. Además, hay que resolver el problema del déficit democrático de las instituciones europeas. La cuestión, en última instancia, no es si queremos más o menos Europa. La cuestión es qué Europa queremos.
4/7/202131 minutes, 2 seconds
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Poder y prosperidad en el Siglo XXI: una perspectiva americana Joseph Nye, english version

El pasado 9 de junio de 2016 se celebró la conferencia de Josep Nye, organizada por la Fundación Rafael del Pino. En ella, Nye, profesor de gobierno de la Kennedy School de la Universidad de Harvard, pasó revista a la situación actual de Estados Unidos. Nye señalo que, si se escucha a Donald Trump, parece que Estados Unidos está en declive. ¿Lo está realmente? En la historia de Estados Unidos se pueden encontrar referencias de la preocupación por ese supuesto declive desde el siglo XVII. También aparece en los padres fundadores, por poner otro ejemplo. Sin embargo, si se observa la trayectoria del país, la realidad es que éste se convirtió en el mayor poder económico del mundo desde principios del siglo XX. A partir de ese momento, Estados Unidos empezó a cambiar su forma de entender las relaciones exteriores. El presidente Woodrow Wilson, durante la Primera Guerra Mundial, rompió el aislacionismo y envió tropas a combatir en Europa. Desde entonces empezó a concebir la seguridad global con Estados Unidos en el centro del equilibrio global de poder. Después de la Segunda Guerra Mundial se produjo un nuevo salto en esta trayectoria, pues Estados Unidos pasó a tener tropas fuera del país de forma permanente. En esos momentos, el Reino Unido era demasiado débil para seguir ejerciendo ese papel, como hizo en el pasado. El Plan Marshall, la creación de la OTAN, el Tratado de Defensa con Japón o la participación en la guerra de Corea son ejemplos de que Estados Unidos se había convertido en una potencia global. A pesar de ello, el sentimiento de declive siguió presente en la sociedad estadounidense. En los 60, porque la Unión Soviética lanzó el Sputnik; en los 80, por el éxito industrial de Japón; durante la Gran Recesión, porque China estimulaba su economía y conseguía crecer al 10% anual. Pero de lo que habla toda esta historia no es del declive estadounidense, sino de la psicología de la sociedad norteamericana. La perspectiva del declive, sin embargo, es equivocada. En primer lugar, Estados Unidos es el tercer país más poblado del mundo, después de China e India, y la única nación desarrollada que no tiene problemas demográficos porque está abierta a la inmigración. El país, además, está viviendo una revolución energética, gracias a las nuevas tecnologías de extracción de gas y petróleo que le permiten ser autosuficiente. De la misma forma, EEUU es el epicentro de la revolución tecnológica que está teniendo lugar, una revolución que está incrementando la productividad. Los hechos, por tanto, no avalan esa percepción. Lo que sucede, en realidad, tiene más que ver con la psicología de la sociedad estadounidense, manifestada en dos aspectos. En primer lugar, hay una reacción a la globalización, como en otros países, que se combina con las pérdidas de empleo provocadas por la Gran Recesión, con el aumento de las desigualdades y con los efectos del cambio tecnológico. En segundo término, hay una historia de quejas sobre la inmigración tan larga como la de la inmigración misma, a pesar de que la llegada de más personas es, y ha sido, fuente importante de crecimiento económico. Trump apela a esa psicología de los norteamericanos cuando habla de construir un muro entre EEUU y México y que la paguen ellos. Pero el papel de Estados Unidos como potencia global no va a cambiar. Lo más probable es que Hillary Clinton sea elegida presidenta del país y con ella habrá una política exterior continuista con lo que ha sido la misma a lo largo del siglo XX.
4/7/202159 minutes, 26 seconds
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Poder y prosperidad en el Siglo XXI: una perspectiva americana. Joseph Nye, versión en español

El pasado 9 de junio de 2016 se celebró la conferencia de Josep Nye, organizada por la Fundación Rafael del Pino. En ella, Nye, profesor de gobierno de la Kennedy School de la Universidad de Harvard, pasó revista a la situación actual de Estados Unidos. Nye señalo que, si se escucha a Donald Trump, parece que Estados Unidos está en declive. ¿Lo está realmente? En la historia de Estados Unidos se pueden encontrar referencias de la preocupación por ese supuesto declive desde el siglo XVII. También aparece en los padres fundadores, por poner otro ejemplo. Sin embargo, si se observa la trayectoria del país, la realidad es que éste se convirtió en el mayor poder económico del mundo desde principios del siglo XX. A partir de ese momento, Estados Unidos empezó a cambiar su forma de entender las relaciones exteriores. El presidente Woodrow Wilson, durante la Primera Guerra Mundial, rompió el aislacionismo y envió tropas a combatir en Europa. Desde entonces empezó a concebir la seguridad global con Estados Unidos en el centro del equilibrio global de poder. Después de la Segunda Guerra Mundial se produjo un nuevo salto en esta trayectoria, pues Estados Unidos pasó a tener tropas fuera del país de forma permanente. En esos momentos, el Reino Unido era demasiado débil para seguir ejerciendo ese papel, como hizo en el pasado. El Plan Marshall, la creación de la OTAN, el Tratado de Defensa con Japón o la participación en la guerra de Corea son ejemplos de que Estados Unidos se había convertido en una potencia global. A pesar de ello, el sentimiento de declive siguió presente en la sociedad estadounidense. En los 60, porque la Unión Soviética lanzó el Sputnik; en los 80, por el éxito industrial de Japón; durante la Gran Recesión, porque China estimulaba su economía y conseguía crecer al 10% anual. Pero de lo que habla toda esta historia no es del declive estadounidense, sino de la psicología de la sociedad norteamericana. La perspectiva del declive, sin embargo, es equivocada. En primer lugar, Estados Unidos es el tercer país más poblado del mundo, después de China e India, y la única nación desarrollada que no tiene problemas demográficos porque está abierta a la inmigración. El país, además, está viviendo una revolución energética, gracias a las nuevas tecnologías de extracción de gas y petróleo que le permiten ser autosuficiente. De la misma forma, EEUU es el epicentro de la revolución tecnológica que está teniendo lugar, una revolución que está incrementando la productividad. Los hechos, por tanto, no avalan esa percepción. Lo que sucede, en realidad, tiene más que ver con la psicología de la sociedad estadounidense, manifestada en dos aspectos. En primer lugar, hay una reacción a la globalización, como en otros países, que se combina con las pérdidas de empleo provocadas por la Gran Recesión, con el aumento de las desigualdades y con los efectos del cambio tecnológico. En segundo término, hay una historia de quejas sobre la inmigración tan larga como la de la inmigración misma, a pesar de que la llegada de más personas es, y ha sido, fuente importante de crecimiento económico. Trump apela a esa psicología de los norteamericanos cuando habla de construir un muro entre EEUU y México y que la paguen ellos. Pero el papel de Estados Unidos como potencia global no va a cambiar. Lo más probable es que Hillary Clinton sea elegida presidenta del país y con ella habrá una política exterior continuista con lo que ha sido la misma a lo largo del siglo XX.
4/7/202159 minutes, 27 seconds
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Mucho más que un logo. Juan Suarez. Aristocrazy

Juan Suarez, director de producto y adjunto a la presidencia de Aristocrazy, la empresa de joyería de diseño propiedad del Grupo Suárez, señaló que la idea de su creación surgió hace tres años y medio. Con ello pretendían hacer algo nuevo en el mundo de la joyería, productos con un precio menor con los que pudieran llegar a un público más amplio. La empresa se planteó desde cero y la intención, desde el primer momento, fue hacer una marca nueva con valores nuevos. Para ello, entendieron que la venta de joyas se tenía que desprogramar de los calendarios que llevan a su adquisición, como bodas, cumpleaños, etc., y convertirlo en algo diferente. Para ello, metieron el ecosistema de la moda en la joyería, para concebir sus productos como elementos que forman parte de esa moda. Para sacar adelante la idea, además, abrieron tiendas con una nueva imagen, distinta a la de las joyerías Suárez, basada en una estética vintage. Este movimiento vino acompañado de una campaña de comunicación disruptiva para dar a conocer la firma. Los valores por los que apuesta la empresa son honestidad, identidad, creatividad, ambición y exigencia. La imagen que quieren proyectar con Aristocrazy es que, por un lado, son aristocracia, entendida como la herencia derivada de su pertenencia al Grupo Suárez, pero por otro lado que son crazy, esto es, creativos. A partir de esta declaración de principios, la marca se construye sobre innovación, creatividad y excelencia, basándose en tres elementos: profundizar en valor y experiencia de marca, enriquecer la experiencia en el punto de venta y conectar al máximo con el estilo de vida de la generación actual y del cliente.
4/7/202121 minutes, 34 seconds
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Mucho más que un logo Jaime Garrastazu. Pompeii Brand

Jaime Garrastazu, cofundador de Pompeii, la tienda online de zapatillas ‘made in Spain’ con un toque exclusivo, indicó que emprender es una historia de sacrificio, trabajo y esfuerzo, no necesariamente de genios. Durante su intervención explicó que la decisión que llevó a los fundadores a emprender fue que la universidad y la vida laboral posterior no les llenaban, con lo que decidieron hacer algo y optaron por hacer zapatillas. Empezaron el negocio con una aportación de cada uno de los cinco socios fundadores de 3.600 euros. Con esos 18.000 euros solo podían hacer 349 pares de zapatillas, porque primero tuvieron que invertir en hacer una horma y un molde, lo que consumió la mitad del capital. El resto se invirtió en las zapatillas. A partir de ahí, el primer año consiguieron producir 20.000 unidades y facturar algo más de medio millón de euros. Desde el primer momento tuvieron claro que había que montar la base para que el negocio fuera escalable, esto es, pudiera crecer, porque su visión como compañía es conectar con todos los ‘milenials’ del mundo y para ello no pueden hacer lo mismo que la competencia. La compañía ha conseguido crecer gracias a cuatro factores: el producto; carecer de dinero y recursos y no saber hacer las cosas, lo que consideran que es una ventaja; tener una limitación real y tangible, como un conjunto limitado de pares de zapatillas numerados, y obsesionarse por crear una marca. Para empezar a comercializar sus productos convocaban a la gente a través de las redes sociales para que acudieran a tiendas ‘pop up’ (tiendas efímeras) a comprar sus productos. Viendo la expectación que suscitaban sus convocatorias decidieron llevar la empresa al mundo online. La clave de su éxito, indica Jaime, fue generar una marca, en vez de crear un producto.
4/7/202123 minutes, 52 seconds
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Economía Europea. Una apuesta contra la confusión. Juergen B. Donges

El 19 de mayo de 2016, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia de Juergen B. Donges, catedrático emérito de la Universidad de Colonia, en la que analizó los principales problemas de la economía europea. Según dijo, la solución a los mismos se ve afectada por tres tipos de confusiones: la idea de que está condenada a un largo periodo de estancamiento; la idea, defendida por el presidente del BCE, Mario Draghi, de que corre el peligro de verse inmersa en una espiral deflacionaria y la idea de que hay que poner fin a las políticas de consolidación fiscal. Pues bien, estas afirmaciones son infundadas y provocan que las políticas que se derivan de ellas estén equivocadas. Actualmente, el crecimiento económico en la Unión Europea es bajo. Cuando se produce una situación como ésta cunde el pesimismo y en seguida viene a la mente el recuerdo de la Gran Depresión, cuando se acuñó la expresión de estancamiento secular. Esto se repite ahora porque se dice que no hay suficientes posibilidades de inversión privada en una población que envejece y se reduce. La conclusión que se extrae de este diagnóstico es que hay que hacer poner en marcha políticas de gasto público. El problema de este enfoque es que solo se centra en el lado de la demanda, cuando en el lado de la oferta están los empresarios, los trabajadores, los estudiantes, los innovadores. Y desde esta perspectiva hay que tener en cuenta que la revolución digital, combinada con la creación de un mercado único digital, va a suponer un impulso enorme a la productividad y al crecimiento económico. Va a cambiar todo el sistema productivo, a mejor. En esta situación carece de sentido hablar de estancamiento. No obstante, para que ese impulso se produzca es necesario que se den tres condiciones institucionales: que no se produzca la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que las negociaciones sobre el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) concluyan con éxito y que se mantenga el mercado único europeo para lo que es preciso conservar Schengen. Por lo que se refiere a la deflación, una tasa de inflación baja pone nervioso al BCE, a pesar de que cuando se produce esa situación no hay distorsiones en los mercados ni se expropia el poder adquisitivo de los ciudadanos. Y se pone nervioso porque teme que se pueda desencadenar un proceso deflacionista. Ahora bien, en un escenario deflacionista el consumo se retraería, y sin embargo estamos viendo que es el mayor motor de la recuperación europea. La inversión empresarial tampoco decrece y el paro no sube, sino que baja y, además, se crean nuevos empleos, todo lo cual impulsa la demanda interna. Teniendo en cuenta todo ello, resulta que no eran necesarias políticas monetarias ultra expansivas. Estas políticas no son efectivas, como muestra el caso de Japón, porque lo que se necesita en la Unión Europea son reformas estructurales. Además, generan efectos perversos sobre el endeudamiento público, financian empresas que no tienen viabilidad futura, crean burbujas inmobiliarias, deterioran la rentabilidad de los sectores bancario y asegurador y están provocando guerras de divisas. Por ello, los tipos de interés no deberían ser próximos a cero sino estar en el entorno del 2,5%. Por lo que se refiere a la consolidación fiscal, los argumentos principales que se emplean contra ella son dos. El primero, que muchos países están en situación de emergencia como consecuencia de la crisis de los refugiados. Este gasto, sin embargo, es perfectamente asumible. El segundo es la creencia en la virtud del déficit para impulsar la actividad económica, olvidándose de que en una economía abierta los multiplicadores del gasto público son muy bajos. En este caso, la expansión fiscal se evapora y es un impulso para otras economías. En el caso de España, la falta de rigor fiscal, a causa fundamentalmente de las autonomías, pone en cuestión la credibilidad del país. El abandono de la consolidación fiscal por parte de los países de la UE expone a la zona euro a un serio peligro de implosión. Para evitarlo, es preciso contener el gasto público y aumentar la eficacia en la recaudación tributaria.
4/7/20211 hour, 2 minutes, 43 seconds
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Global Entrepreneurship Monitor: Informe GEM España 2015. Ana Fernández Laviada

El pasado 12 de mayo la Fundación Rafael del Pino organizó la presentación del informe “Global Entrepreneurship Monitor. España 2015”. El acto se inició con las palabras de Pedro Alonso, director de Santander Universidades España, quien se refirió a algunos resultados del informe, como que ya hay más universitarios que prefieren emprender a trabajar para una empresa o para la Administración. También destacó que mejora la percepción del fracaso. A continuación intervino Federico Gutiérrez-Solana, director del Centro Internacional Santander Emprendimiento, quien señaló que la sociedad es más consciente de que la innovación y el emprendimiento son imprescindibles para tener una economía sostenible, productiva y que crezca. Y añadió que es preciso gestionar el conocimiento pensando que es la materia prima del futuro. Por su parte, Ana Fernández-Laviada, directora ejecutiva de GEM España, explicó que el Global Entrepreneurship Monitor es un proyecto a nivel mundial en el que participan países de cinco continentes y en el que España cuenta ya con dieciocho equipos de investigación. Lo que hace el GEM es estudiar el fenómeno emprendedor (los valores, percepciones y aspiraciones de los emprendedores) y el entorno en el que se desarrolla (los obstáculos, los apoyos y las recomendaciones). La parte final del acto fue ocupada por una mesa redonda para analizar el informe. Iñaki Peña, director técnico de GEM España, explicó que, según el informe, el principal obstáculo a la hora de emprender para la mitad de la gente es el miedo al fracaso, sobre todo si no hay una segunda oportunidad. Ese mismo porcentaje es el de gente que piensa que está capacitada para emprender, mientras que tres de cada siete persona dicen conocer gente con la que compartir este tipo de proyectos. Peña también destacó que, en ocho años, el porcentaje de personas que consideran emprender en los próximos tres años ha pasado del 6% al 12% y que la mitad de ellas se animan a intentarlo. También dijo que se ha detectado un aumento del número de personas que se deciden a emprender por necesidad, que la presencia de la mujer va a más poco a poco y que hay una mayor presencia de universitarios entre los emprendedores. Por último, indicó que la mitad de las empresas que se crean se hace con una inversión inferior a 17.000 euros, que en el 70% de los casos el dinero sale del bolsillo del emprendedor y que solo el 30% piensa en innovar y el 20% en exportar. Esto es como consecuencia del entorno. Conchi Gallego, directora de la Red de Empresas Sociales, señaló que en el emprendimiento social el miedo es un poco menor, que como se aprende a emprender es emprendiendo y que hace falta una cantera a partir de la educación en el emprendimiento. También dijo que el emprendimiento es una actitud de vida y que una sociedad que emprende se preocupa de las personas que tiene a su lado, solucionando retos sociales o cambiando el entorno que las rodea. Por último, denunció la falta de fórmulas legales para el emprendimiento social. En este sentido, consideró necesario contar con herramientas e incentivos fiscales a la inversión e ir hacia modelos híbridos de financiación. Para Aurelio Jiménez, director de Desarrollo de la Fundación Incyde, la actitud hacia el fracaso se refiere al entorno, por las deudas que pueda acumular la persona que fracase. Asimismo, señaló que los autónomos también son emprendedores, pero con apoyos distintos a las empresas. Además, advirtió de que hay un desajuste entre las cualificaciones y las necesidades de los proyectos de emprendimiento que tienen más visibilidad, esto es, los tecnológicos, que son más difíciles de montar que una empresa básica. Por último, Miguel Ángel Martínez Vidal, director del Departamento de Metodología y Desarrollo de la Producción Estadística, dijo que el 25% de los proyectos empresariales no llega al primer año de vida, que el 40% no pasa del segundo y que menos de la mitad siguen activos al finalizar el cuarto. También dijo que se están creando algo menos de 300.000 empresas al año y destruyéndose algo más de esa cifra y que se crean mayoritariamente en el sector servicios. Y que las empresas jóvenes que son innovadoras lo son mucho más que las ya consolidadas.
4/7/20217 minutes, 58 seconds
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Retos y oportunidades de la economía española en la incertidumbre. Jesús Fernández Villaverde

El pasado 28 de abril de 2016, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia de Jesús Fernández Villaverde, catedrático de Economía en la Universidad de Pensilvania, sobre los retos y oportunidades para la economía española en estos tiempos de incertidumbre. A la economía española le afectan en estos momentos cinco tipos de incertidumbres políticas: la repetición de las elecciones generales, los problemas territoriales, la transformación del sistema de partidos con la aparición de Podemos y Ciudadanos, los problemas políticos de la Unión Europea y las tensiones subyacentes en la economía mundial. Estas incertidumbres han tenido costes importantes para la economía española. Según las estimaciones de Fernández Villaverde, el crecimiento económico se ha desacelerado entre cuatro y siete décimas, la prima de riesgo se ha incrementado hasta los 70 puntos básicos y se han dejado de crear alrededor de 126.000 empleos. La paralización de la vida política española es algo que no ocurre en los países de nuestro entorno, con los que tenemos que equipararnos. Y ese es el problema porque llevamos perdidas cinco legislaturas en lo que se refiere a las reformas estructurales que necesita la economía española para crecer basándose en la productividad, la tecnología y la creación de valor añadido. De hecho, según dijo Fernández Villaverde, llevamos 37 años sin crecimiento de la productividad. Si esta se hubiera incrementado un 2% anual, la renta per cápita española hoy sería el doble de lo que es. En su opinión, por tanto, no podemos perder una nueva legislatura, porque tenemos que afrontar dos grandes retos económicos: el crecimiento de la productividad y la sostenibilidad fiscal. Si no lo hacemos, nuestros problemas serán cada vez mayores, pero esto es algo que los políticos aún no han internalizado. Los presupuestos de 2016 no son sostenibles y lo poco que se ha avanzado en la reducción del déficit público ha sido gracias a un crecimiento económico que ahora se desacelera. Pero por el lado del gasto no queda mucho de donde cortar porque las administraciones públicas españolas gastan por personas menos de lo que lo hacen los países de nuestro entorno. Y la solución a los problemas del déficit no está tampoco en la lucha contra el fraude ni en subir los impuestos a los ricos. Lo que necesita España es un pacto sobre el crecimiento económico, las cuentas públicas, el mercado de trabajo y las reformas estructurales. Sin olvidarse de lo relacionado con el envejecimiento de la sociedad.
4/7/202146 minutes, 12 seconds
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Innovación Disruptiva. Diego Soroa

Diego Soroa, arquitecto, urbanista, fundador de Cuantics Creatives y Wuzzin y alumno de la Singularity University en 2013, presentó los tres proyectos que llegaron a la final de la edición española de la Global Impact Competition, de entre los que saldrán los dos representantes españoles para la edición de 2016 del curso de la Singularity University. El primer proyecto, liderado por Raúl Torres, es el de la empresa PLD Space, que pretende liberar al hombre de la frontera que supone el espacio. Para ello, él y su equipo han creado una start up con el fin de llevar a 40 kilómetros de altura pequeños satélites y experimentos mediante cohetes reutilizables que utilizan un combustible líquido ideado por ellos. En 2018 lanzarán desde Teruel su primer cohete al espacio. Después viene Labs Land, el proyecto del bilbaíno Pablo Orduño, con el que pretende dar acceso remoto, a través de software libre, a laboratorios dispersos por todo el mundo. El sistema permitiría acceder a distancia a los equipos de laboratorio, con fines educativos y de investigación. Se trata de llevar la economía colaborativa al ámbito de la experimentación con laboratorios. El último proyecto es Exovite, del zaragozano Juan Monzón. Se trata de una escayola disruptiva que acelera la recuperación en cualquier proceso de fractura ósea. Consiste en una cédula impresa en 3D con sensores que miden la masa muscular en todo momento y generan microestimulaciones específicas que aceleran la recuperación.
4/7/202114 minutes, 53 seconds
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Innovación Disruptiva. Pablo de Manuel

Pablo de Manuel, ingeniero industrial y abogado, fue alumno de la Singularity University en 2013 y ha sido una de las personas encargadas de seleccionar los proyectos que llegarían a la final de la edición española de la Global Impact Competition de dicha entidad. Según indicó, en España se han analizado 16.000 proyectos innovadores por lo que, a su juicio, en nuestro país deberíamos tener suficiente talento para resolver todos los problemas. En su intervención, De Manuel planteó la siguiente cuestión: ¿cuántas extinciones masivas se han producido en los últimos quinientos millones de años? La respuesta a esta cuestión es cinco, pero De Manuel fue más allá e indicó que antes de la extinción de los dinosaurios se produjo otra que dejó la tierra vacía durante diez millones de años. Con ello, De Manuel quiso llamar la atención sobre lo que está haciendo el ser humano porque, según dijo, está creando la sexta extinción. Es más, las dos próximas generaciones son fundamentales porque o la humanidad hace bien las cosas o bien perecerá intentándolo. En este sentido, los futurólogos estiman que hay un 19% de posibilidades de que el hombre desaparezca antes de 2100. Y también se estima que el ecosistema marino podría colapsar hacia 2048 si continúa aumentando la acidificación de las aguas como consecuencia del calentamiento global. El desafío, por tanto, es cómo conseguir una economía de la abundancia sin acabar con la vida en el planeta, sin vulnerar límites globales fundamentales como los relacionados con el cambio climático, la integridad de la biosfera, la capa de ozono, etc.
4/7/20219 minutes, 26 seconds
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Innovación Disruptiva. La solución a los grandes problemas de la humanidad a través de la tecnología, versión en español

El pasado 18 de abril de 2016, tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Thomas Kriese, vicepresidente de la Singularity University, sobre la solución de los grandes problemas de la humanidad mediante la aplicación de la tecnología, ámbito este en el que, precisamente, viene trabajando la Singularity University desde su creación en 2008 a través de programas intensivos de diez semanas de duración, en el camus de la Nasa en Silicon Valley. La misión de la Singularity University, según explicó Kriese, consiste en educar, inspirar y capacitar a personas con capacidad de liderazgo para aplicar tecnologías exponenciales a la resolución de los grandes problemas de la humanidad. Para ello, piden a los asistentes a sus cursos que piensen en la forma en la que se pueda hacer algo que tenga impacto sobre mil millones de personas mediante tecnologías exponenciales. En concreto, se les pide que reflexionen en la forma de actuar en este sentido sobre cualquiera de las once áreas problemáticas a nivel mundial: la eliminación de la pobreza, la seguridad, el espacio, el acceso al agua, la salud, la resistencia frente a los desastres naturales, la alimentación, la gobernanza, la energía, el medio ambiente y la educación. El método de trabajo consiste en formar grupos de personas para trabajar en la solución de algún problema relacionado con esas áreas. Las herramientas actuales permiten multiplicar por diez el potencial de las personas que trabajan en grupo y emplean esos instrumentos. La finalidad última de esta técnica es capacitar a la gente para que pueda crear start ups viables que utilicen tecnologías exponenciales. Entre las personas que acceden a estos cursos hay una gran diversidad global, de género, de pensamiento y experiencia y de personas con distintos tipos de formación previa, ya sea formación técnica o de otro ámbito. La selección de participantes no se limita solo a ingenieros y científicos, sino que también tiene cabida personas con otros tipos de perfiles. Para acceder a ellos hay dos formas. Los candidatos pueden enviar su solicitud directamente a la Singularity University, o bien pueden participar en las ediciones nacionales de la Global Impact Competition, cuyos ganadores obtienen plaza y una beca.
4/7/202138 minutes, 25 seconds
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Innovación Disruptiva. La solución a los grandes problemas de la humanidad a través de la tecnología, english version

El pasado 18 de abril de 2016, tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Thomas Kriese, vicepresidente de la Singularity University, sobre la solución de los grandes problemas de la humanidad mediante la aplicación de la tecnología, ámbito este en el que, precisamente, viene trabajando la Singularity University desde su creación en 2008 a través de programas intensivos de diez semanas de duración, en el camus de la Nasa en Silicon Valley. La misión de la Singularity University, según explicó Kriese, consiste en educar, inspirar y capacitar a personas con capacidad de liderazgo para aplicar tecnologías exponenciales a la resolución de los grandes problemas de la humanidad. Para ello, piden a los asistentes a sus cursos que piensen en la forma en la que se pueda hacer algo que tenga impacto sobre mil millones de personas mediante tecnologías exponenciales. En concreto, se les pide que reflexionen en la forma de actuar en este sentido sobre cualquiera de las once áreas problemáticas a nivel mundial: la eliminación de la pobreza, la seguridad, el espacio, el acceso al agua, la salud, la resistencia frente a los desastres naturales, la alimentación, la gobernanza, la energía, el medio ambiente y la educación. El método de trabajo consiste en formar grupos de personas para trabajar en la solución de algún problema relacionado con esas áreas. Las herramientas actuales permiten multiplicar por diez el potencial de las personas que trabajan en grupo y emplean esos instrumentos. La finalidad última de esta técnica es capacitar a la gente para que pueda crear start ups viables que utilicen tecnologías exponenciales. Entre las personas que acceden a estos cursos hay una gran diversidad global, de género, de pensamiento y experiencia y de personas con distintos tipos de formación previa, ya sea formación técnica o de otro ámbito. La selección de participantes no se limita solo a ingenieros y científicos, sino que también tiene cabida personas con otros tipos de perfiles. Para acceder a ellos hay dos formas. Los candidatos pueden enviar su solicitud directamente a la Singularity University, o bien pueden participar en las ediciones nacionales de la Global Impact Competition, cuyos ganadores obtienen plaza y una beca.
4/7/202138 minutes, 25 seconds
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Presentación libro Pangea. Mohamed Amine Belardi, english version

El 6 de abril de 2016, la Fundación Rafael del Pino organizó el diálogo “Jóvenes transformando el mundo”, con motivo de la presentación del libro “Pangea”, que recoge distintas argumentaciones sobre cómo mejorar y transformar nuestra sociedad global elaboradas por siete de los jóvenes más importantes e influyentes en sus ámbitos a nivel mundial. Unas voces que no quieren pertenecer a una generación perdida sino todo lo contrario. El acto contó con la presencia de algunos de los jóvenes más influyentes del mundo, a raíz de sus iniciativas y/o sus acciones: Tomás Álvarez Belón, superviviente del tsunami de Tailandia de 2004 que inspiró la película “Lo imposible”; André Leonardo, fundador de World Tour y creador del movimiento Be Bold; Katia Gómez, fundadora de Educate2envision International; Mohamed Amine Belarbi, fundador y CEO de la revista Gulf Elite, y Pablo González Ruiz de la Torre, fundador de Pangea. Todos ellos destacaron la importancia de inspirar a los demás a emprender. Katia Gómez destacó el espíritu emprendedor no es algo con lo que se nace. Para ella, asumir este papel fue difícil pero también una necesidad. Y lo hizo porque consideró que sus debilidades no debían de impedirle ayudar a otras personas. Y también destacó que, a la hora de emprender, lo importante no es el dinero, sino la perseverancia. Mohamed Amine Belarbi coincidió con esta última apreciación y señaló que lo que hace falta para emprender es una actitud, pero también ser consciente de que llegar a ser la mejor versión de uno mismo requiere sacrificios. Los emprendedores, sin embargo, saben que esos sacrificios luego darán resultados. A su vez, André Leonardo destacó la importancia de esa actitud de luchar por lo que uno quiere, porque esa actitud es necesaria para que las cosas sucedan, teniendo en cuenta todas las incertidumbres que hay hoy. Por último, para Tomás Álvarez Belón, emprender es una actitud frente a la vida en el sentido de que, si se quiere aprovechar las cosas que ofrece, hay que ir a por ellas. Para tener esa actitud, Mohamed recomienda perseguir los sueños, porque su valor es incalculable. Katia, a su vez, destaca la importancia de seguir aprendiendo y de abrirse a los demás. Tomás, por su parte, señala que no pasa nada si nos equivocamos y anima a aprender a través de la experiencia. Y, para André, lo importante es tener la valentía de seguir los propios instintos.
4/6/202116 minutes, 15 seconds
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Presentación libro Pangea. Mohamed Amine Belardi, versión en español

El 6 de abril de 2016, la Fundación Rafael del Pino organizó el diálogo “Jóvenes transformando el mundo”, con motivo de la presentación del libro “Pangea”, que recoge distintas argumentaciones sobre cómo mejorar y transformar nuestra sociedad global elaboradas por siete de los jóvenes más importantes e influyentes en sus ámbitos a nivel mundial. Unas voces que no quieren pertenecer a una generación perdida sino todo lo contrario. El acto contó con la presencia de algunos de los jóvenes más influyentes del mundo, a raíz de sus iniciativas y/o sus acciones: Tomás Álvarez Belón, superviviente del tsunami de Tailandia de 2004 que inspiró la película “Lo imposible”; André Leonardo, fundador de World Tour y creador del movimiento Be Bold; Katia Gómez, fundadora de Educate2envision International; Mohamed Amine Belarbi, fundador y CEO de la revista Gulf Elite, y Pablo González Ruiz de la Torre, fundador de Pangea. Todos ellos destacaron la importancia de inspirar a los demás a emprender. Katia Gómez destacó el espíritu emprendedor no es algo con lo que se nace. Para ella, asumir este papel fue difícil pero también una necesidad. Y lo hizo porque consideró que sus debilidades no debían de impedirle ayudar a otras personas. Y también destacó que, a la hora de emprender, lo importante no es el dinero, sino la perseverancia. Mohamed Amine Belarbi coincidió con esta última apreciación y señaló que lo que hace falta para emprender es una actitud, pero también ser consciente de que llegar a ser la mejor versión de uno mismo requiere sacrificios. Los emprendedores, sin embargo, saben que esos sacrificios luego darán resultados. A su vez, André Leonardo destacó la importancia de esa actitud de luchar por lo que uno quiere, porque esa actitud es necesaria para que las cosas sucedan, teniendo en cuenta todas las incertidumbres que hay hoy. Por último, para Tomás Álvarez Belón, emprender es una actitud frente a la vida en el sentido de que, si se quiere aprovechar las cosas que ofrece, hay que ir a por ellas. Para tener esa actitud, Mohamed recomienda perseguir los sueños, porque su valor es incalculable. Katia, a su vez, destaca la importancia de seguir aprendiendo y de abrirse a los demás. Tomás, por su parte, señala que no pasa nada si nos equivocamos y anima a aprender a través de la experiencia. Y, para André, lo importante es tener la valentía de seguir los propios instintos.
4/6/202116 minutes, 15 seconds
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Diplomacy and American Foreign Policy in the Trump Era (English version)

El pasado 16 de febrero de 2017 tuvo lugar la conferencia de Nicholas Burns, organizada por la Fundación Rafael del Pino, bajo el título “A new power competition in the international system”. Burns, que es Roy and Barbara Goodman Family Professor of the Practice of Diplomacy and International Relations en la Harvard Kennedy School, inició su intervención advirtiendo de que 2017 se presenta con una de las agendas externas más complejas, tanto para Estados Unidos como para Europa.
4/6/202136 minutes, 55 seconds
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Diplomacy and American Foreign Policy in the Trump Era (Versión en español)

El pasado 16 de febrero de 2017 tuvo lugar la conferencia de Nicholas Burns, organizada por la Fundación Rafael del Pino, bajo el título “A new power competition in the international system”. Burns, que es Roy and Barbara Goodman Family Professor of the Practice of Diplomacy and International Relations en la Harvard Kennedy School, inició su intervención advirtiendo de que 2017 se presenta con una de las agendas externas más complejas, tanto para Estados Unidos como para Europa.
4/6/202136 minutes, 55 seconds
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El futuro de los medios de comunicación tradicionales (English version)

La Fundación Rafael del Pino y la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra organizaron el 25 de enero de 2017, la V edición de “Conversaciones con…”, que contó con la participación de Martin Baron, director del Washington Post. La intervención de Baron tuvo dos ejes centrales: por un lado, las relaciones entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los medios de comunicación, con las implicaciones que ello tiene para el futuro de la democracia, y, por otro, en el futuro de los medios de comunicación ante el cambio disruptivo que están provocando las nuevas tecnologías.
4/6/202138 minutes, 57 seconds
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El futuro de los medios de comunicación tradicionales. (Versión es español)

La Fundación Rafael del Pino y la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra organizaron el 25 de enero de 2017, la V edición de “Conversaciones con…”, que contó con la participación de Martin Baron, director del Washington Post. La intervención de Baron tuvo dos ejes centrales: por un lado, las relaciones entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los medios de comunicación, con las implicaciones que ello tiene para el futuro de la democracia, y, por otro, en el futuro de los medios de comunicación ante el cambio disruptivo que están provocando las nuevas tecnologías.
4/6/202141 minutes, 59 seconds
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Presentación del libro Pangea. André Leonardo, english version

El 6 de abril de 2016, la Fundación Rafael del Pino organizó el diálogo “Jóvenes transformando el mundo”, con motivo de la presentación del libro “Pangea”, que recoge distintas argumentaciones sobre cómo mejorar y transformar nuestra sociedad global elaboradas por siete de los jóvenes más importantes e influyentes en sus ámbitos a nivel mundial. Unas voces que no quieren pertenecer a una generación perdida sino todo lo contrario. El acto contó con la presencia de algunos de los jóvenes más influyentes del mundo, a raíz de sus iniciativas y/o sus acciones: Tomás Álvarez Belón, superviviente del tsunami de Tailandia de 2004 que inspiró la película “Lo imposible”; André Leonardo, fundador de World Tour y creador del movimiento Be Bold; Katia Gómez, fundadora de Educate2envision International; Mohamed Amine Belarbi, fundador y CEO de la revista Gulf Elite, y Pablo González Ruiz de la Torre, fundador de Pangea. Todos ellos destacaron la importancia de inspirar a los demás a emprender. Katia Gómez destacó el espíritu emprendedor no es algo con lo que se nace. Para ella, asumir este papel fue difícil pero también una necesidad. Y lo hizo porque consideró que sus debilidades no debían de impedirle ayudar a otras personas. Y también destacó que, a la hora de emprender, lo importante no es el dinero, sino la perseverancia. Mohamed Amine Belarbi coincidió con esta última apreciación y señaló que lo que hace falta para emprender es una actitud, pero también ser consciente de que llegar a ser la mejor versión de uno mismo requiere sacrificios. Los emprendedores, sin embargo, saben que esos sacrificios luego darán resultados. A su vez, André Leonardo destacó la importancia de esa actitud de luchar por lo que uno quiere, porque esa actitud es necesaria para que las cosas sucedan, teniendo en cuenta todas las incertidumbres que hay hoy. Por último, para Tomás Álvarez Belón, emprender es una actitud frente a la vida en el sentido de que, si se quiere aprovechar las cosas que ofrece, hay que ir a por ellas. Para tener esa actitud, Mohamed recomienda perseguir los sueños, porque su valor es incalculable. Katia, a su vez, destaca la importancia de seguir aprendiendo y de abrirse a los demás. Tomás, por su parte, señala que no pasa nada si nos equivocamos y anima a aprender a través de la experiencia. Y, para André, lo importante es tener la valentía de seguir los propios instintos.
4/6/202122 minutes, 39 seconds
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Presentación del libro Pangea. André Leonardo, versión en español

El 6 de abril de 2016, la Fundación Rafael del Pino organizó el diálogo “Jóvenes transformando el mundo”, con motivo de la presentación del libro “Pangea”, que recoge distintas argumentaciones sobre cómo mejorar y transformar nuestra sociedad global elaboradas por siete de los jóvenes más importantes e influyentes en sus ámbitos a nivel mundial. Unas voces que no quieren pertenecer a una generación perdida sino todo lo contrario. El acto contó con la presencia de algunos de los jóvenes más influyentes del mundo, a raíz de sus iniciativas y/o sus acciones: Tomás Álvarez Belón, superviviente del tsunami de Tailandia de 2004 que inspiró la película “Lo imposible”; André Leonardo, fundador de World Tour y creador del movimiento Be Bold; Katia Gómez, fundadora de Educate2envision International; Mohamed Amine Belarbi, fundador y CEO de la revista Gulf Elite, y Pablo González Ruiz de la Torre, fundador de Pangea. Todos ellos destacaron la importancia de inspirar a los demás a emprender. Katia Gómez destacó el espíritu emprendedor no es algo con lo que se nace. Para ella, asumir este papel fue difícil pero también una necesidad. Y lo hizo porque consideró que sus debilidades no debían de impedirle ayudar a otras personas. Y también destacó que, a la hora de emprender, lo importante no es el dinero, sino la perseverancia. Mohamed Amine Belarbi coincidió con esta última apreciación y señaló que lo que hace falta para emprender es una actitud, pero también ser consciente de que llegar a ser la mejor versión de uno mismo requiere sacrificios. Los emprendedores, sin embargo, saben que esos sacrificios luego darán resultados. A su vez, André Leonardo destacó la importancia de esa actitud de luchar por lo que uno quiere, porque esa actitud es necesaria para que las cosas sucedan, teniendo en cuenta todas las incertidumbres que hay hoy. Por último, para Tomás Álvarez Belón, emprender es una actitud frente a la vida en el sentido de que, si se quiere aprovechar las cosas que ofrece, hay que ir a por ellas. Para tener esa actitud, Mohamed recomienda perseguir los sueños, porque su valor es incalculable. Katia, a su vez, destaca la importancia de seguir aprendiendo y de abrirse a los demás. Tomás, por su parte, señala que no pasa nada si nos equivocamos y anima a aprender a través de la experiencia. Y, para André, lo importante es tener la valentía de seguir los propios instintos.
4/6/202122 minutes, 39 seconds
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La tiranía de la igualdad. (Versión en español)

Axel Kaiser es un abogado chileno-alemán considerado como uno de los intelectuales liberales más influyentes de la nueva generación en Hispanoamérica. Analista político, escritor y columnista, es frecuentemente invitado como conferenciante y entrevistado por medios nacionales e internacionales. Doctor en Filosofía por la Universidad de Heidelberg (Alemania), es director de la cátedra Friedrich von Hayek de la Universidad Adolfo Ibáñez en Santiago de Chile. Es también el director ejecutivo de la Fundación para el Progreso, un think tank chileno de inspiración liberal clásica que fundó con empresarios locales y que ha marcado el debate público en su país. Ganador de diversos premios internacionales por sus escritos, ha sido destacado como uno de los jóvenes con mayor éxito de Chile por el Diario Financiero donde ejerce como columnista. Es además, columnista de El Mercurio de Chile y autor de varios libros sobre política y economía: El Chile que viene, La miseria del intervencionismo, La fatal ignorancia y del bestseller La tiranía de la igualdad.
4/6/202129 minutes, 28 seconds
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Presentación del libro Pangea. Tomás Belón

El 6 de abril de 2016, la Fundación Rafael del Pino organizó el diálogo “Jóvenes transformando el mundo”, con motivo de la presentación del libro “Pangea”, que recoge distintas argumentaciones sobre cómo mejorar y transformar nuestra sociedad global elaboradas por siete de los jóvenes más importantes e influyentes en sus ámbitos a nivel mundial. Unas voces que no quieren pertenecer a una generación perdida sino todo lo contrario. El acto contó con la presencia de algunos de los jóvenes más influyentes del mundo, a raíz de sus iniciativas y/o sus acciones: Tomás Álvarez Belón, superviviente del tsunami de Tailandia de 2004 que inspiró la película “Lo imposible”; André Leonardo, fundador de World Tour y creador del movimiento Be Bold; Katia Gómez, fundadora de Educate2envision International; Mohamed Amine Belarbi, fundador y CEO de la revista Gulf Elite, y Pablo González Ruiz de la Torre, fundador de Pangea. Todos ellos destacaron la importancia de inspirar a los demás a emprender. Katia Gómez destacó el espíritu emprendedor no es algo con lo que se nace. Para ella, asumir este papel fue difícil pero también una necesidad. Y lo hizo porque consideró que sus debilidades no debían de impedirle ayudar a otras personas. Y también destacó que, a la hora de emprender, lo importante no es el dinero, sino la perseverancia. Mohamed Amine Belarbi coincidió con esta última apreciación y señaló que lo que hace falta para emprender es una actitud, pero también ser consciente de que llegar a ser la mejor versión de uno mismo requiere sacrificios. Los emprendedores, sin embargo, saben que esos sacrificios luego darán resultados. A su vez, André Leonardo destacó la importancia de esa actitud de luchar por lo que uno quiere, porque esa actitud es necesaria para que las cosas sucedan, teniendo en cuenta todas las incertidumbres que hay hoy. Por último, para Tomás Álvarez Belón, emprender es una actitud frente a la vida en el sentido de que, si se quiere aprovechar las cosas que ofrece, hay que ir a por ellas. Para tener esa actitud, Mohamed recomienda perseguir los sueños, porque su valor es incalculable. Katia, a su vez, destaca la importancia de seguir aprendiendo y de abrirse a los demás. Tomás, por su parte, señala que no pasa nada si nos equivocamos y anima a aprender a través de la experiencia. Y, para André, lo importante es tener la valentía de seguir los propios instintos.
4/6/202123 minutes, 37 seconds
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Gobernanza global y sector privado, versión en español

¿Dónde están los límites de la acción colectiva en el contexto actual de complejidad? Sean Cleary, director general del Center for Advanced Governance, presidente de Strategic Concept y vicepresidente ejecutivo de la FutureWorld Foundation, trató de responder a esta cuestión en la conferencia que pronunció el 4 de abril en la Fundación Rafael del Pino. Para Cleary, la sociedad humana es un sistema complejo, incapaz de someterse a un control directivo, inmerso en la biosfera plantearía y en adaptación constante. Por ello, existe una gran asimetría entre la escala y la profundidad de la economía global, la ausencia de una comunidad global inclusiva y el estado de la política mundial, lo que está provocando problemas como consecuencia de la ruptura del proceso de transición de lo local a lo global. Esta situación conlleva importantes desafíos que es necesario acometer a escala global, por ejemplo en todo lo relacionado con el medio ambiente y el crecimiento económico sostenible. En este sentido, el primer desafío para la gobernanza global es que casi todos los actores ven de forma diferente los costes y beneficios de sus acciones, excepto en los momentos de crisis. Por ello existe la necesidad de gestionar los desajustes globales. Además, el orden global se estructura sobre valores occidentales que no son, necesariamente, universales. En relación con ello, hay que empezar a admitir que vivimos en un mundo global y heterogéneo, en el que la globalización al estilo anglosajón supone un desafío para otros valores sociales y culturales que provoca reacciones de naturaleza etnocentrista. Para adaptarse a ese contexto, las sociedades tratan de modificar la estructura de sus instituciones, pero con ello se pierde el sentido de comunidad. El G-7, por su parte, carece de la capacidad necesaria para conformar la política mundial. Los poderes políticos han tratado de crear instituciones globales, y han fracasado y volverán a fracasar en el empeño. Además, los cambios que están teniendo lugar en el poder económico tienen consecuencias políticas. Lo más importante, sin embargo, es que en el núcleo del problema de la gobernanza global reside el hecho de que los políticos son responsables ante sus electores locales, mientras que la mayor parte de las amenazas no entienden de fronteras e, incluso, son globales, con lo que no siempre los líderes políticos toman las decisiones más adecuadas a largo plazo. Para afrontar esos desafíos, se necesita un sistema de gobernanza global basado en cinco pilares: la promoción de un sistema de crecimiento económico y desarrollo social sostenible, la reducción efectiva de la pobreza y la mejora de la igualdad, actuar sobre los orígenes de las vulnerabilidades humanas, nacionales y globales y promover la seguridad, compartir las normas y valores que faciliten la convivencia global mientras se mantiene la diversidad cultural y mejorar la calidad de la gobernanza global y de las instituciones internacionales.
4/6/202134 minutes, 2 seconds
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Gobernanza global y sector privado, english version

¿Dónde están los límites de la acción colectiva en el contexto actual de complejidad? Sean Cleary, director general del Center for Advanced Governance, presidente de Strategic Concept y vicepresidente ejecutivo de la FutureWorld Foundation, trató de responder a esta cuestión en la conferencia que pronunció el 4 de abril en la Fundación Rafael del Pino. Para Cleary, la sociedad humana es un sistema complejo, incapaz de someterse a un control directivo, inmerso en la biosfera plantearía y en adaptación constante. Por ello, existe una gran asimetría entre la escala y la profundidad de la economía global, la ausencia de una comunidad global inclusiva y el estado de la política mundial, lo que está provocando problemas como consecuencia de la ruptura del proceso de transición de lo local a lo global. Esta situación conlleva importantes desafíos que es necesario acometer a escala global, por ejemplo en todo lo relacionado con el medio ambiente y el crecimiento económico sostenible. En este sentido, el primer desafío para la gobernanza global es que casi todos los actores ven de forma diferente los costes y beneficios de sus acciones, excepto en los momentos de crisis. Por ello existe la necesidad de gestionar los desajustes globales. Además, el orden global se estructura sobre valores occidentales que no son, necesariamente, universales. En relación con ello, hay que empezar a admitir que vivimos en un mundo global y heterogéneo, en el que la globalización al estilo anglosajón supone un desafío para otros valores sociales y culturales que provoca reacciones de naturaleza etnocentrista. Para adaptarse a ese contexto, las sociedades tratan de modificar la estructura de sus instituciones, pero con ello se pierde el sentido de comunidad. El G-7, por su parte, carece de la capacidad necesaria para conformar la política mundial. Los poderes políticos han tratado de crear instituciones globales, y han fracasado y volverán a fracasar en el empeño. Además, los cambios que están teniendo lugar en el poder económico tienen consecuencias políticas. Lo más importante, sin embargo, es que en el núcleo del problema de la gobernanza global reside el hecho de que los políticos son responsables ante sus electores locales, mientras que la mayor parte de las amenazas no entienden de fronteras e, incluso, son globales, con lo que no siempre los líderes políticos toman las decisiones más adecuadas a largo plazo. Para afrontar esos desafíos, se necesita un sistema de gobernanza global basado en cinco pilares: la promoción de un sistema de crecimiento económico y desarrollo social sostenible, la reducción efectiva de la pobreza y la mejora de la igualdad, actuar sobre los orígenes de las vulnerabilidades humanas, nacionales y globales y promover la seguridad, compartir las normas y valores que faciliten la convivencia global mientras se mantiene la diversidad cultural y mejorar la calidad de la gobernanza global y de las instituciones internacionales.
4/6/202134 minutes, 2 seconds
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Total Leadership, english version

¿Qué puede inspirar a una persona, en términos de liderazgo, el hecho de tener un hijo? A Stewart D. Friedman, fundador y director The Wharton Leadership Program, le inspiró un libro “Total Leadership. Sé un mejor líder, consigue una vida más plena”, que presentó el 17 de marzo en la Fundación Rafael del Pino. Para Friedman es importante tener conciencia de lo que realmente es importante y de lo que no, de quiénes son importantes para nosotros. Y es que necesitamos mejorar todos los aspectos de nuestra vida, entendiendo por tales los referentes al mundo laboral, la vida familiar, las relaciones con la sociedad y el cuidado del cuerpo, la mente y el espíritu. Para ello es preciso hacer que nuestras acciones sean acordes con nuestros valores y con todo aquello que nos satisface en esos cuatro ámbitos de la vida. Además, usando nuestra creatividad podemos dar con ideas prácticas que nos permitan llevar a cabo los cambios de fondo que podamos necesitar. Y es que el líder que se necesita hoy en día no es solo una persona que se centre estrictamente en la vertiente de los negocios, sino en la totalidad de su persona y sepa cómo combinar la vida laboral con la familiar. Ese nuevo estilo de liderazgo persigue que se llegue a armonizar trabajo, hogar, la comunidad y la propia persona, provocando los cambios precios para ello con autenticidad, integridad y creatividad. Autenticidad significa clarificar qué es lo verdaderamente importante, integridad se refiere a hacer este análisis para todos los ámbitos de la persona y con creatividad se pretende que se experimente con la búsqueda de nuevas soluciones. En este sentido, Friedman nos propone un método consistente en evaluar la forma en la que empleamos nuestro tiempo en esas cuatro áreas fundamentales de la vida, comparemos los resultados con nuestros valores más profundos y desarrollemos “experimentos” para crear “cuatro caminos ganadores”. Éstos consisten en aquellas actividades o comportamientos que se traducen en mejoras simultaneas en todos los aspectos de la vida de la persona.
4/6/20211 hour, 14 minutes, 36 seconds
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Total Leadership, versión es español

¿Qué puede inspirar a una persona, en términos de liderazgo, el hecho de tener un hijo? A Stewart D. Friedman, fundador y director The Wharton Leadership Program, le inspiró un libro “Total Leadership. Sé un mejor líder, consigue una vida más plena”, que presentó el 17 de marzo en la Fundación Rafael del Pino. Para Friedman es importante tener conciencia de lo que realmente es importante y de lo que no, de quiénes son importantes para nosotros. Y es que necesitamos mejorar todos los aspectos de nuestra vida, entendiendo por tales los referentes al mundo laboral, la vida familiar, las relaciones con la sociedad y el cuidado del cuerpo, la mente y el espíritu. Para ello es preciso hacer que nuestras acciones sean acordes con nuestros valores y con todo aquello que nos satisface en esos cuatro ámbitos de la vida. Además, usando nuestra creatividad podemos dar con ideas prácticas que nos permitan llevar a cabo los cambios de fondo que podamos necesitar. Y es que el líder que se necesita hoy en día no es solo una persona que se centre estrictamente en la vertiente de los negocios, sino en la totalidad de su persona y sepa cómo combinar la vida laboral con la familiar. Ese nuevo estilo de liderazgo persigue que se llegue a armonizar trabajo, hogar, la comunidad y la propia persona, provocando los cambios precios para ello con autenticidad, integridad y creatividad. Autenticidad significa clarificar qué es lo verdaderamente importante, integridad se refiere a hacer este análisis para todos los ámbitos de la persona y con creatividad se pretende que se experimente con la búsqueda de nuevas soluciones. En este sentido, Friedman nos propone un método consistente en evaluar la forma en la que empleamos nuestro tiempo en esas cuatro áreas fundamentales de la vida, comparemos los resultados con nuestros valores más profundos y desarrollemos “experimentos” para crear “cuatro caminos ganadores”. Éstos consisten en aquellas actividades o comportamientos que se traducen en mejoras simultaneas en todos los aspectos de la vida de la persona.
4/6/20211 hour, 14 minutes, 36 seconds
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Por qué fracasan los países, english version

¿Por qué fracasan los países? James Robinson, catedrático de Economía Política en la Harris School de Política Pública en la Universidad de Chicago ofreció una respuesta a esta pregunta en la conferencia que pronunció el 29 de marzo en la Fundación Rafael del Pino. Según Robinson, coautor del libro “Por qué fracasan los países”, las sociedades de éxito son las que generan productividad. La diferencia entre los países ricos y pobres no es, en realidad, de renta per cápita, sino de productividad. Y detrás de ello se encuentra la forma en que las sociedades están organizadas; las normas, los sistemas de incentivos y las oportunidades que se generan en su seno. Todo lo cual depende de las instituciones. Bill Gates y Carlos Slim son dos de las personas más ricas del mundo, pero la forma en la que hicieron su fortuna y el impacto de su enriquecimiento en las sociedades estadounidense y mexicana, respectivamente, son muy diferentes como consecuencia, precisamente, de las diferencias institucionales entre ambos países. En Estados Unidos hay instituciones inclusivas que llevan a la gente hacia las actividades innovadoras que generan riqueza para el conjunto de la sociedad. En México, en cambio, las instituciones no aplican las normas y permiten la generación de monopolios, como el de Slim, que enriquecen a unos pocos y empobrecen a la mayoría, incluido al Estado. Detrás de las instituciones hay un Estado, un sistema político, que es el que crea dichas instituciones. Si las instituciones que se crean son inclusivas, es decir, que definen y defienden los derechos de propiedad, los países prosperan. Si, por el contrario, son extractivas, o sea, que no definen ni protegen esos derechos, entonces los países fracasan. Las primeras permiten aprovechar el talento latente en las sociedades; las segundas, no. Los países pobres, desde esta óptica, no lo son porque carezcan de gente capaz, sino porque el sistema institucional no permite sacar partido de esas capacidades. Las instituciones extractivas, además, concentran el poder político, mientras que las inclusivas lo distribuyen por la sociedad. Así se configuran las instituciones políticas. Y las instituciones políticas extractivas dan lugar a instituciones económicas extractivas, mientras que las inclusivas generan otras económicas también inclusivas. Las primeras crean pobreza; las segundas, crecimiento económico y desarrollo. Hay casos, no obstante, como el de China, en el que instituciones políticas extractivas dan lugar a instituciones económicas inclusivas que generan crecimiento económico. Pero esa situación es inestable e insostenible en el tiempo. Por lo que se refiere a España, el país es un ejemplo de mucho éxito en términos económicos y políticos porque tiene instituciones inclusivas. Pero también existen algunas extractivas que establecen un nexo entre la política, las empresas de construcción y las entidades financieras que explica la crisis.
4/6/202132 minutes, 52 seconds
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Por qué fracasan los países, versión en español

¿Por qué fracasan los países? James Robinson, catedrático de Economía Política en la Harris School de Política Pública en la Universidad de Chicago ofreció una respuesta a esta pregunta en la conferencia que pronunció el 29 de marzo en la Fundación Rafael del Pino. Según Robinson, coautor del libro “Por qué fracasan los países”, las sociedades de éxito son las que generan productividad. La diferencia entre los países ricos y pobres no es, en realidad, de renta per cápita, sino de productividad. Y detrás de ello se encuentra la forma en que las sociedades están organizadas; las normas, los sistemas de incentivos y las oportunidades que se generan en su seno. Todo lo cual depende de las instituciones. Bill Gates y Carlos Slim son dos de las personas más ricas del mundo, pero la forma en la que hicieron su fortuna y el impacto de su enriquecimiento en las sociedades estadounidense y mexicana, respectivamente, son muy diferentes como consecuencia, precisamente, de las diferencias institucionales entre ambos países. En Estados Unidos hay instituciones inclusivas que llevan a la gente hacia las actividades innovadoras que generan riqueza para el conjunto de la sociedad. En México, en cambio, las instituciones no aplican las normas y permiten la generación de monopolios, como el de Slim, que enriquecen a unos pocos y empobrecen a la mayoría, incluido al Estado. Detrás de las instituciones hay un Estado, un sistema político, que es el que crea dichas instituciones. Si las instituciones que se crean son inclusivas, es decir, que definen y defienden los derechos de propiedad, los países prosperan. Si, por el contrario, son extractivas, o sea, que no definen ni protegen esos derechos, entonces los países fracasan. Las primeras permiten aprovechar el talento latente en las sociedades; las segundas, no. Los países pobres, desde esta óptica, no lo son porque carezcan de gente capaz, sino porque el sistema institucional no permite sacar partido de esas capacidades. Las instituciones extractivas, además, concentran el poder político, mientras que las inclusivas lo distribuyen por la sociedad. Así se configuran las instituciones políticas. Y las instituciones políticas extractivas dan lugar a instituciones económicas extractivas, mientras que las inclusivas generan otras económicas también inclusivas. Las primeras crean pobreza; las segundas, crecimiento económico y desarrollo. Hay casos, no obstante, como el de China, en el que instituciones políticas extractivas dan lugar a instituciones económicas inclusivas que generan crecimiento económico. Pero esa situación es inestable e insostenible en el tiempo. Por lo que se refiere a España, el país es un ejemplo de mucho éxito en términos económicos y políticos porque tiene instituciones inclusivas. Pero también existen algunas extractivas que establecen un nexo entre la política, las empresas de construcción y las entidades financieras que explica la crisis.
4/6/202132 minutes, 52 seconds
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El guardián de la verdad y la tercera puerta del tiempo

El pasado 25 de febrero tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia magistral de Mario Alonso Puig, con motivo de la presentación de su último libro: El guardián de la verdad y la tercera puerta del tiempo. En esta novela, el autor nos propone ser como Ulises y realzar un largo viaje de vuelta a Ítaca que nos ayude a superar nuestras propias limitaciones. El doctor Mario Alonso Puig, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York y de la Asociación Americana para el avance de la Ciencia, nos pide que nunca perdamos la capacidad de sorprendernos a nosotros mismos, que dejemos espacio para ello porque esa capacidad está en nuestro interior. Si nuestros sueños son grandes, nos dice, viviremos en un mundo grande. Por ello, no debemos desistir ante los momentos difíciles. Todos tenemos problemas en nuestras vidas que pueden llevarnos a la desesperenza, pero podemos superarlos. Y podemos hacerlo, precisamente, porque el cerebro humano solo es realmente activo cuando lo llevamos al límite. En ese momento es cuando aparece la creatividad para encontrar soluciones, para salir del atolladero y continuar. Hay que confiar en que podremos llegar a ese punto porque la creatividad es parte de nosotros mismos. Precisamente por ello, no hay que dejar de luchar por aquello que de verdad nos importa. Quien tiene fuerza de voluntad siempre acaba encontrando un camino, una salida, porque, en realidad, todo ese muro de limitaciones que nos impide actuar lo genera la propia mente. Cada persona tiene distintas personalidades. Si somos capaces de aunar todas ellas, nos dice Mario Alonso Puig, tendremos una fuerza increíble. Los retos no desaparecerán de nuestras vidas, porque siempre los tendremos, pero podremos superarlos y convertirnos en héroes de nuestra propia historia, ya que todos tenemos talentos extraordinarios dentro de nosotros. Solo hay que saber cómo llegar hasta ellos. Para ello debemos ser conscientes de que si nos sentimos impotentes ante un problema, es porque la mente está utilizando trucos sucios con nosotros. Si nos damos cuenta de ello, entonces el problema deja de ser insuperable. También debemos tener en cuenta que la mente no es todo lo que somos. Si algo nos importa de verdad, tenemos que empezar a transcender nuestra mente, a superar esas limitaciones que nos impone. Para ello, debemos conocernos a fondo, mirarnos al espejo sin temores, porque el núcleo del ser humano es bello, es hermoso. Pero también debemos penetrar en lo desconocido, para poder superar las dudas y afrontar los miedos.
4/6/20211 hour, 2 minutes, 49 seconds
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Hacia la singularidad: el futuro de la tecnología y la tecnología del futuro

“En las próximas dos décadas vamos a ver más cambios que en los dos últimos milenios”. Así resumió José Luis Cordeiro el impacto del desarrollo tecnológico durante la conferencia “Hacia la singularidad: el futuro de la tecnología y la tecnología del futuro”, que organizó la Fundación Rafael del Pino el pasado 9 de febrero. Cordeiro recordó que, hasta el siglo XVIII, el mundo vivía encerrado en la “trampa malthusiana”, esto es, en un mundo de muy bajos niveles de riqueza y de una esperanza de vida que, en promedio, no superaba los 25 años. La revolución industrial cambió este escenario, acelerando el crecimiento de la población y de la renta per cápita. Hoy el desarrollo económico es cada vez más rápido, los países tardan menos tiempo en desarrollarse, por lo que, según Cordeiro, “no hay excusas para seguir siendo subdesarrollado, porque sabemos que hay cosas que funcionan y otras que no”. Una de las claves de este nuevo mundo es el paso de la manufactura a lo que denominó la “mentefactura”, que es lo que agrega valor a las materias primas. Y eso es posible gracias al desarrollo tecnológico, que va a determinar el futuro. Ese futuro se puede ver de cuatro formas. Se puede contemplar con una actitud pasiva, sin hacer nada; con una actitud reactiva, tratando de responder a los cambios; con una actitud preactiva, preparándose para esos cambios, o con una actitud proactiva, convirtiéndose en creador de ese futuro. Esta última actitud es la más recomendable. En ese futuro que se avecina vamos a conocer la singularidad tecnológica, esto es, el momento en el que la inteligencia artificial alcance y supere a la humana. ¿Fecha? Hacia 2040. Nos cuesta comprender lo cerca que, en realidad, puede estar ese momento porque el cerebro humano piensa de forma lineal, mientras que el cambio tecnológico es exponencial. Y esas nuevas tecnologías, además, son cada vez mejores y más baratas. Gracias a ello, cosas que hoy parecen inalcanzables para la mayoría de la gente, en un futuro cada vez más cercano serán asequibles para todo el mundo. Por ejemplo, el que cada persona disponga de la secuenciación de su propio genoma para poder prevenir enfermedades genéticas. O que, en 20 ó 30 años, se puedan controlar los procesos de envejecimiento físico y de rejuvenecimiento, lo que aumentará enormemente la esperanza de vida. E, incluso, hay científicos que piensan que la conciencia humana se podrá descargar a un cuerpo robotizado, lo que convertiría al hombre en inmortal. Y todo ello se producirá gracias a la convergencia de las cuatro grandes tecnologías del futuro: la nanotecnología, la biotecnología, la infotecnología y la cognotecnología. Este documento resume lo tratado durante el encuentro realizado al efecto en la Fundación. La Fundación Rafael del Pino no se hace responsable de los comentarios, opiniones o manifestaciones realizados por las personas que participan en sus actividades y que son expresadas como resultado de su derecho inalienable a la libertad de expresión y bajo su entera responsabilidad.
4/6/20211 hour, 4 minutes, 9 seconds
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El arte de los negocios en un mundo 2.0, versión en español

El éxito puede ser cosa de suerte, pero a la suerte hay que ayudarla, sobre todo si se pretende crear una ‘start up’ de éxito. Según explico Guy Kawasaki, Haas Executive Fellow de la Haas School of Business de la Universidad de California- Berkeley y uno de los grandes referentes mundiales en el campo del marketing y las nuevas tecnologías, el éxito es el resultado de un proceso de diez pasos, que explicó el pasado 1 de febrero en una conferencia organizada por la Fundación Rafael del Pino. Todo empieza con hacerse tres preguntas básicas: qué necesita la gente, si la forma de satisfacer esa necesidad es interesante para las personas y si no hay una forma mejor de hacerlo. El proyecto empresarial, por tanto, no comienza con un gran plan, sino con estas tres simples cuestiones. Conseguidas las respuestas, lo que viene a continuación es la creación del producto, que debe ser viable y tener valor para alguien. En este punto hay que comprobar la validez de la idea. Entonces llega el momento de dar el tercer paso, que consiste en construir un prototipo. En este momento hay que empezar a buscar almas gemelas que complementen al emprendedor, así como crear un mantra que, en dos o tres palabras nada más, explique por qué la empresa debe existir. Una vez hecho esto es la hora de definir el modelo de negocio, especificando los mercados en los que se quiere entrar. El modelo debe ser simple y para testarlo hay que preguntar a las mujeres, que tienden a enfocar las cosas en el sentido de como poder ser más creativas, más productivas, etc., frente a la visión masculina, más proclive a pensar en términos de destruir al competidor. Así se llega hasta un punto en el que surgen muchas cosas que hacer, como poner nombre al producto, diseñar el logo, etc. Todo ello puede distraer la atención de lo que debería ser el objetivo principal en este momento, que no es otro que concluir el diseño del producto. En esta fase hay que fijar el número de llamadas a realizar por día, testar el funcionamiento de la página de internet y contratar a un ingeniero para acabar el prototipo. Una vez hecho esto hay que empezar a salir al exterior y contar la historia de la empresa, haciéndola personal y aplicando la regla del 10-20-30: diez diapositivas por presentación, 20 minutos de duración de la misma y 30 puntos en el conjunto de la presentación. Ahora toca ampliar la plantilla, pero con gente que ame lo que hace el emprendedor, para lo cual hay que ignorar a quien no sienta de esta forma, por muy buenas credenciales académicas y profesionales que presente. Hay que contratar a gente que sea mejor que uno mismo. Y también es el momento de socializar, esto es, de utilizar las redes sociales como plataforma de marketing. El siguiente paso es empezar a sembrar para conseguir una buena cosecha en forma de ventas, porque un buen nivel de facturación eleva la moral del equipo en general y del emprendedor en particular. En este punto es importante localizar a los ‘influencers’, es decir, a las personas que influyen a través de las redes sociales. Y, por último, no hay que dejar que nadie le diga que esto o lo otro no se puede hacer. No hay que escuchar a los derrotistas porque, entonces, la idea empresarial nunca saldrá adelante. Este documento resume lo tratado durante el encuentro realizado al efecto en la Fundación. La Fundación Rafael del Pino no se hace responsable de los comentarios, opiniones o manifestaciones realizados por las personas que participan en sus actividades y que son expresadas como resultado de su derecho inalienable a la libertad de expresión y bajo su entera responsabilidad.
4/6/20211 hour, 6 minutes, 1 second
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El arte de los negocios en un mundo 2.0, english version

El éxito puede ser cosa de suerte, pero a la suerte hay que ayudarla, sobre todo si se pretende crear una ‘start up’ de éxito. Según explico Guy Kawasaki, Haas Executive Fellow de la Haas School of Business de la Universidad de California- Berkeley y uno de los grandes referentes mundiales en el campo del marketing y las nuevas tecnologías, el éxito es el resultado de un proceso de diez pasos, que explicó el pasado 1 de febrero en una conferencia organizada por la Fundación Rafael del Pino. Todo empieza con hacerse tres preguntas básicas: qué necesita la gente, si la forma de satisfacer esa necesidad es interesante para las personas y si no hay una forma mejor de hacerlo. El proyecto empresarial, por tanto, no comienza con un gran plan, sino con estas tres simples cuestiones. Conseguidas las respuestas, lo que viene a continuación es la creación del producto, que debe ser viable y tener valor para alguien. En este punto hay que comprobar la validez de la idea. Entonces llega el momento de dar el tercer paso, que consiste en construir un prototipo. En este momento hay que empezar a buscar almas gemelas que complementen al emprendedor, así como crear un mantra que, en dos o tres palabras nada más, explique por qué la empresa debe existir. Una vez hecho esto es la hora de definir el modelo de negocio, especificando los mercados en los que se quiere entrar. El modelo debe ser simple y para testarlo hay que preguntar a las mujeres, que tienden a enfocar las cosas en el sentido de como poder ser más creativas, más productivas, etc., frente a la visión masculina, más proclive a pensar en términos de destruir al competidor. Así se llega hasta un punto en el que surgen muchas cosas que hacer, como poner nombre al producto, diseñar el logo, etc. Todo ello puede distraer la atención de lo que debería ser el objetivo principal en este momento, que no es otro que concluir el diseño del producto. En esta fase hay que fijar el número de llamadas a realizar por día, testar el funcionamiento de la página de internet y contratar a un ingeniero para acabar el prototipo. Una vez hecho esto hay que empezar a salir al exterior y contar la historia de la empresa, haciéndola personal y aplicando la regla del 10-20-30: diez diapositivas por presentación, 20 minutos de duración de la misma y 30 puntos en el conjunto de la presentación. Ahora toca ampliar la plantilla, pero con gente que ame lo que hace el emprendedor, para lo cual hay que ignorar a quien no sienta de esta forma, por muy buenas credenciales académicas y profesionales que presente. Hay que contratar a gente que sea mejor que uno mismo. Y también es el momento de socializar, esto es, de utilizar las redes sociales como plataforma de marketing. El siguiente paso es empezar a sembrar para conseguir una buena cosecha en forma de ventas, porque un buen nivel de facturación eleva la moral del equipo en general y del emprendedor en particular. En este punto es importante localizar a los ‘influencers’, es decir, a las personas que influyen a través de las redes sociales. Y, por último, no hay que dejar que nadie le diga que esto o lo otro no se puede hacer. No hay que escuchar a los derrotistas porque, entonces, la idea empresarial nunca saldrá adelante. Este documento resume lo tratado durante el encuentro realizado al efecto en la Fundación. La Fundación Rafael del Pino no se hace responsable de los comentarios, opiniones o manifestaciones realizados por las personas que participan en sus actividades y que son expresadas como resultado de su derecho inalienable a la libertad de expresión y bajo su entera responsabilidad.
4/6/20211 hour, 6 minutes, 1 second
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El periodismo de investigación como servicio público, versión en español

“El periodismo de investigación es un servicio público”. Así se manifestó Paul Steiger, ex Director de The Wall Street Journal y Presidente Ejecutivo de Propublica, durante su intervención en la IV Edición de ‘Conversaciones con…’, organizada por la Fundación Rafael del Pino y la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Según indicó Steiger, el periodismo de investigación se encuentra en peligro en estos momentos, debido a los cambios económicos y tecnológicos que han tenido lugar en los últimos años y que afectan a los medios de comunicación. Las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, el aumento de los costes y el incremento de la competencia que opera con costes muy bajos gracias a esas nuevas tecnologías, han llevado a muchos medios de comunicación a considerar que el periodismo de investigación es un lujo. En este contexto, explicó Steiger, los periodistas de investigación se ven faltos de recursos con los que llevar a cabo su labor. En concreto, la falta de tiempo para desarrollar un trabajo que no siempre fructifica en un artículo y las restricciones presupuestarias están provocando que profesionales que no están dedicados específicamente a las labores de investigación tengan que hacerlo, además de sus tareas habituales. El periodismo de investigación, sin embargo, es necesario. Es un servicio público a través del cual se busca estimular el cambio positivo, indicó Steiger, sacando a la luz todas aquellas prácticas inadecuadas (escándalos, corrupción, etc.) de los grandes centros de poder. Para poder mantener el periodismo de investigación es necesario desarrollar nuevos modelos de negocio para los medios de comunicación. Los periódicos tradicionales están en declive porque aunque la aplicación de las nuevas tecnologías permitió reducir el coste por ejemplar, las cifras de venta en kiosco y de suscripciones también se están reduciendo, mientras que los ingresos por publicidad son cada vez más bajos. El futuro de los medios pasaría, por tanto, por fórmulas que les permitieran cobrar por la información online.
4/6/20211 hour, 6 minutes, 58 seconds
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El periodismo de investigación como servicio público, english version

“El periodismo de investigación es un servicio público”. Así se manifestó Paul Steiger, ex Director de The Wall Street Journal y Presidente Ejecutivo de Propublica, durante su intervención en la IV Edición de ‘Conversaciones con…’, organizada por la Fundación Rafael del Pino y la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Según indicó Steiger, el periodismo de investigación se encuentra en peligro en estos momentos, debido a los cambios económicos y tecnológicos que han tenido lugar en los últimos años y que afectan a los medios de comunicación. Las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, el aumento de los costes y el incremento de la competencia que opera con costes muy bajos gracias a esas nuevas tecnologías, han llevado a muchos medios de comunicación a considerar que el periodismo de investigación es un lujo. En este contexto, explicó Steiger, los periodistas de investigación se ven faltos de recursos con los que llevar a cabo su labor. En concreto, la falta de tiempo para desarrollar un trabajo que no siempre fructifica en un artículo y las restricciones presupuestarias están provocando que profesionales que no están dedicados específicamente a las labores de investigación tengan que hacerlo, además de sus tareas habituales. El periodismo de investigación, sin embargo, es necesario. Es un servicio público a través del cual se busca estimular el cambio positivo, indicó Steiger, sacando a la luz todas aquellas prácticas inadecuadas (escándalos, corrupción, etc.) de los grandes centros de poder. Para poder mantener el periodismo de investigación es necesario desarrollar nuevos modelos de negocio para los medios de comunicación. Los periódicos tradicionales están en declive porque aunque la aplicación de las nuevas tecnologías permitió reducir el coste por ejemplar, las cifras de venta en kiosco y de suscripciones también se están reduciendo, mientras que los ingresos por publicidad son cada vez más bajos. El futuro de los medios pasaría, por tanto, por fórmulas que les permitieran cobrar por la información online.
4/6/20211 hour, 6 minutes, 58 seconds
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No hay apocalipsis. Por qué el alarmismo medioambiental nos perjudica a todos, english version

El 11 de marzo de 2020, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia magistral “No hay apocalipsis: por qué el alarmismo medioambiental nos perjudica a todos”, impartida por Michael Shellenberger, activista medioambiental y fundador y presidente de Environmental Progress con motivo de la publicación de su obra de igual título.
3/12/202142 minutes, 31 seconds
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No hay apocalipsis. Por qué el alarmismo medioambiental nos perjudica a todos, versión en español

El 11 de marzo de 2020, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia magistral “No hay apocalipsis: por qué el alarmismo medioambiental nos perjudica a todos”, impartida por Michael Shellenberger, activista medioambiental y fundador y presidente de Environmental Progress con motivo de la publicación de su obra de igual título. Shellemberger empezó enumerando las malas noticias. El mundo se calienta, se ha calentado más desde tiempos preindustriales y esto se debe a la influencia humana, a través de los gases de efecto invernadero, de los incendios forestales. Los niveles del mar están subiendo porque los casquetes polares se derriten. El número de especies animales se ha reducido a la mitad desde 1970 y esto se ha producido en las zonas tropicales. Lo que impulsa la pérdida de la fauna es el declive del hábitat natural y el consumo directo de animales salvajes. Los humanos empleamos aproximadamente la mitad de la superficie útil del mundo, de la cual la mitad se emplea en la ganadería. Comemos demasiado pescado; la tercera parte de las pesquerías de todo el mundo está sobre explotada y esto se ha triplicado desde la década de los 70. Ahora está duplicándose la cantidad de pescado que comemos, así es que imaginemos qué va a pasar cuando China y el resto de Asia tengan más dinero y, por tanto, consuman más pescado. Solo el 15% de la superficie de la Tierra y el 8% de los océanos están protegidos. Los desechos plásticos tienen un gran impacto sobre la fauna. Hemos visto un elemento tremendo, la pandemia. Que el Covid-19 sea el resultado de un experimento de laboratorio va a ser otra cosa, pero si todo ha sucedido como parece que ha sido, el coronavirus pasa del murciélago al pangolín y la transmisión a los humanos se produce en una granja o en un mercado de animales vivos en China. Ahora sabemos que el límite resulta peligroso. Necesitamos estar separados de la naturaleza. Los niños temen el cambio climático. En Gran Bretaña, uno de cada cinco niños tiene pesadillas. La mitad de la población mundial piensa que la raza humana se va a extinguir a causa del cambio climático. También hay buenas noticias. Podemos aprovechar la energía eólica, la energía solar. En Naciones Unidas, la directora de silvicultura de la FAO dice que podemos utilizar la madera como fuente de energía alternativa. Sabemos que la eficiencia energética va a reducir nuestro consumo de energía. Si nos hacemos vegetarianos habrá menos emisiones de dióxido de carbono. Y no necesitamos energía nuclear. Todo lo anterior es cierto, pero no es la historia completa. Hay más. Por ejemplo, Estados Unidos es ahora el líder climático del mundo, un gran defensor del clima. Muy pocas personas lo saben. Hace diez años, era considerado el villano del clima. Sin embargo, ha reducido sus emisiones más que ningún otro país del mundo y ahora está haciendo las cosas mejor de lo que se suponía que lo haría según el Acuerdo de París. Estamos en el pico de las emisiones de dióxido de carbono y esto no lo habíamos previsto. Las emisiones van a seguir creciendo durante un decenio, pero a mediados de siglo veremos que se ha superado el pico. Esto hace poco probable que la temperatura global aumente tres grados más. Todo el mundo quiere prohibir las pajitas de plástico, pero representan solo el 0,03% de los residuos de los océanos. El gran problema, era que estos residuos llegaban a los océanos mayoritariamente desde Asia. Esto ha cambiado y ahora gran parte de ellos proceden de países ricos. Esto se debe a que no reciclamos el 90% de los desechos plásticos. Tampoco deberíamos intentar hacerlo porque el plástico no está diseñado para reciclarse. Debería incinerarse o almacenarse en basureros. Si fuéramos vegetarianos, las emisiones de dióxido de carbono se reducirían, pero solo en un 2% o 3%, porque el dinero que se ahorra al no comprar carne se invierte en producir otras opciones que también generan emisiones. Los incendios forestales se han reducido el 25% desde 2003. Solo se ha deforestado el 20% de la Amazonia. La mitad de ella ya está protegida y los indios yanomamos ya controlan una gran parte de ella. La extensión de superficie que controlan tiene el tamaño de Hungría, pero en Hungría hay diez millones de personas, mientras que hay menos de 20.000 yanomamos. Es decir, les va muy bien gracias al gobierno de Brasil y a los defensores de los derechos de los pueblos indígenas. En estos momentos, tampoco estamos en la gran extinción. Desaparecen especies, pero tres cuartas partes de ellas no están en peligro de extinción. Solo un 6% corre gran peligro. Hemos cazado más osos polares de los que existen en la actualidad, así es que, si queremos salvarlos, lo que hay que hacer es dejar de cazarlos. Esa es la amenaza para ellos, no que se derrita el hielo. Las ballenas jorobadas vuelven, gracias al éxito enorme en su protección. Lo mismo sucede con las tortugas marinas. Sería un error dar a entender que no es así. En cuanto al plástico, de hecho, ayudó a salvar a las tortugas carey, porque sustituye al carey en productos como las gafas. Hemos salvado la vida de las tortugas porque hemos sabido sustituir estos bioplásticos naturales por alternativas derivadas de combustibles fósiles. Shellenberger explicó que empezó en el activismo medioambiental en 1990. Le preocupaban la gente y el medio ambiente. Desde entonces se ha dedicado a ayudar a la gente a superar la pobreza y a proteger el medio ambiente. Vivió en Brasil, en zonas muy pobres, en las que le llamó la atención lo difícil que es la vida en ellas. Los niños en estas áreas no están en la escuela, sino yendo a por agua o a por madera. En Hispanoamérica han conseguido muchísimo en las tres últimas décadas, pero sigue habiendo muchísima pobreza. La pobreza en el mundo se ha reducido del 44% al 10% desde 1980. La mortalidad infantil se ha reducido del 43% al 4%. La esperanza de vida ahora es casi de 80 años. Tenemos menos niños, porque ya no hacen falta tantos porque ya no vivimos en el campo. Producimos muchísima comida, demasiada. Desperdiciamos la comida. No hay hambrunas. Si la gente pasa hambre es porque es pobre, no porque falten alimentos. Desde el punto de vista de la eficiencia energética, la relación que existe entre consumo de energía y PIB es constante. Se han reducido en un 90% las muertes relacionadas con desastres naturales en los últimos años. En cuanto a la subida del nivel del mar, va muy despacio y sabemos adaptarnos bien. En Holanda hay granjas que están siete metros por debajo del nivel del mar. Y los mayores riesgos de catástrofes se concentran en la guerra, las enfermedades, los volcanes, los tsunamis y los asteroides, no en el cambio climático. Todos hemos entendido con el coronavirus que la enfermedad sigue siendo una de las mayores amenazas. Una amenaza a la vida, a la civilización. Los incendios resultan por exceso de madera para quemar en los bosques. Cuando surge un fuego de alta intensidad y llega a un bosque bien gestionado baja desde las copas de los árboles hasta la parte inferior y se convierte en un buen fuego, en un fuego que se puede controlar. Europa es hipercrítica con la Amazonia, cuando Europa acabó con sus bosques porque quería crecer y ser moderna. Su masa forestal se redujo hasta una superficie equivalente a la de Portugal. Pero, luego, sus bosques volvieron a crecer. Desde 1900 han crecido y ahora más del 40% de Europa está cubierta de bosques porque ahora no hace falta tanta tierra para fines agrícolas y ya no utilizamos la madera como combustible. Esto es lo que sucede cuando los países son prósperos, que reverdecen gracias a la reforestación porque antiguos terrenos de pasto ahora se convierten en bosques. Respecto a los desechos plásticos, la pobreza es el problema. También, que enviamos los plásticos a lugares donde no se puede reciclar. También tenemos buenas noticias con la ganadería. El uso de la tierra es el asunto medioambiental más importante del mundo. Siempre ha sido así. La cantidad de tierra que utilizamos para la ganadería es enorme. Es del tamaño de Alaska. Pero se está reduciendo, lo que es una buena noticia porque habrá más terreno para la fauna. Estamos viendo como reverdece todo. Lo vemos en las zonas templadas del mundo, aunque todavía no en el trópico, pero, seguramente, pronto lo veremos. Producimos más peces gracias a la acuicultura y podemos hacerlo aún más reduciendo la presión sobre los peces salvajes y dejarlos para las ballenas. Un 15% puede que no parezca. Ahora tenemos en el mundo 25 veces más áreas protegidas que en 1962. Hemos perdido lugares preciosos, pero también hemos protegido otros. Vemos incrementos en la biodiversidad. Vamos a ver algo de cómo los humanos salvamos a la naturaleza, con el caso de las ballenas. Antes las cazábamos para utilizar su aceite para la iluminación. En Europa también se empleaba para hacer margarina y jabones. Pero dejamos de hacerlo gracias, por ejemplo, al descubrimiento de los pozos de petróleo en Pensilvania. En 1861 sabían que el petróleo salvaría a las ballenas, y así fue. Esos pozos iban a producir en un día todo el aceite que se pudiera extraer de las ballenas durante cuatro años. Necesitamos fuentes energéticas abundantes para salvar la naturaleza. Europa necesitó carbón para dejar de utilizar madera. Es el mismo tipo de sustitución. Hemos progresado incluso con el carbón, reduciendo la contaminación del aire. Hemos reducido la cantidad de tierra que necesitamos para la agricultura, de forma tan notable que el total se ha reducido un 8%, pero la población de alimentos se ha disparado un 300%. Estamos produciendo más carne y más leche utilizando la misma cantidad de tierra. Ahora los pollos son más grandes y no necesitamos tanta tierra para alimentarlos. De hecho, hemos reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en la ganadería, a pesar de que la producción se ha incrementado un 50%. El fenómeno más importante es la desmaterialización. Pensemos en el teléfono móvil. Antes necesitabas un fax, un tocadiscos, unos altavoces, un DVD, cámaras, calculadora, periódicos. Antes deforestábamos y ahora podemos utilizar nuestros teléfonos. Este proceso aparece en todas las partes de la economía, la desmaterialización. Las ciudades, por ejemplo, son más pequeñas, llenas de gente, más densas, con la densidad de población que va a más. Por supuesto, todavía hay especies en peligro de extinción, que necesitan más terreno, un hábitat mayor. Para que esas especies no desaparezcan tendremos que ver cómo concentrar la actividad agrícola. En este sentido, hay buenas noticias. Los agricultores subsaharianos pueden aumentar sus cosechas casi un cien por cien con agua, abonos y maquinaria. Si todos los países lo hicieran, los resultados se notarían y la producción crecería un 50%. Aumentaría la productividad de la tierra, con lo que la presión sobre los bosques sería menor en todo el mundo. Parece que hemos llegado al pico de consumo de la madera. También parece que estamos llegando al pico de utilización de la tierra para la agricultura. Así es que, si estamos en el pico de emisiones de carbono, del uso de la tierra, de uso de madera como fuente de energía, esto son tendencias importantísimas. Vamos bien encaminados. Incluso, estamos utilizando el abono mucho mejor. Holanda ha podido duplicar sus cosechas utilizando la misma cantidad de abono. En cuanto a las tierras degradadas, están en países pobres porque carecen de abonos modernos, ni métodos modernos de agricultura. Ahí es donde están las crisis. Muchas de las soluciones verdes no funcionan. La mayoría de las personas no son, ni van a ser, vegetarianas. Eso esta bien y podemos adaptarnos a ello. Hay que reciclar cristal o aluminio, pero no hay que reciclar plásticos. Intentamos reciclarlo y el 90% de esos plásticos van a países pobres y a los océanos. La ganadería de pastos es mucho menos eficiente frente a la agricultura de concentración, que nos permite reducir emisiones y el uso de tierra. Los expertos en medio ambiente a veces se oponen a las buenas tecnologías. Se oponen, por ejemplo, a comer salmón modificado genéticamente. Pero esto es una técnica de reproducción y si se consigue la producción, es fantástico. El santo grial es el atún. Todo el mundo lo quiere. Si consigues peces criados en tierra, todos podremos comer más sano, estar mejor, salvar estos animales. ¿Quiénes se oponen? Muchas veces ecologistas porque no les gusta la idea, aunque es buena para la naturaleza. El gas natural es bueno. Cuando sustituye al carbón reduce las emisiones de carbono. Por eso hay menos emisiones en Estados Unidos. La huella de carbono del gas es muy baja, por lo que la transición de carbón a gas es buena. Así es que llevamos ciento cincuenta años reduciendo la intensidad de uso de carbono para la energía. Para prosperar, hay que utilizar la energía, porque no queremos ser pobres. La calidad de la energía también importa. ¿De dónde viene nuestra energía limpia? Suecia, Francia, Suiza utilizan básicamente energía nuclear e hidroeléctrica. Lo mismo pasa en Illinois, en Bélgica. Hemos invertido casi dos billones en nuclear y 2,3 billones para generar solar y eólico, la misma cantidad de dinero, pero mucho menos eficaz. ¿Qué pasa con Francia y Alemania? Francia es muy nuclear y Alemania se aparta, tiende hacia renovables. En consecuencia, la electricidad en Alemania es casi el doble de cara que en Francia. Alemania produce diez veces más carbono por unidad de energía que Francia. Las baterías son muy caras y nadie cree que vayan a salvar a la eólica ni a las solares. En California la energía cuesta siete veces más que en Estados Unidos por eólico y solar. Si Alemania hubiera invertido en nuclear lo que ha invertido en renovables, ya estaría en el cien por cien. ¿Por qué lo hemos hecho tan mal? Porque pensamos que lo natural es mejor. ¿Tiene sentido? ¿Por qué un panel solar va a ser más natural que una central nuclear? Lo que tenemos que plantearnos es la intensidad y la concentración, porque esto es lo que protege verdaderamente. Cuando dicen lo natural, lo que quieren decir es más antiguo. Los plásticos más nuevos son los que salvaron los colmillos de marfil de los elefantes. Lo mismo pasa con el carey. Los desechos de los paneles solares son trescientas veces más peligrosos que los residuos nucleares porque contienen plomo y otros minerales pesados. Las instalaciones solares necesitan cuatrocientas veces más terreno. Si queremos proteger las especies, no podemos quedarnos con su hábitat, como pasó en California. En Alemania hay manifestaciones en contra de la energía eólica por su impacto medioambiental. La crítica al crecimiento económico por parte de los más ricos del mundo desde los 70 es una idea malthusiana. Son los ricos diciéndole a los pobres que no pueden aspirar a la prosperidad. La verdad es que el crecimiento de la población mundial llegó a su máximo en los 60 y, desde entonces, va a menos. Probablemente llegaremos a nueve o diez mil millones, pero el temor abunda. El pánico, sin embargo, implica un comportamiento insensato. El rumbo que nos va a permitir salvar a la naturaleza es llegar a la energía nuclear. Tenemos que colaborar los unos con los otros porque así es como se salva la selva tropical. Tenemos que distanciarnos de la idea romántica de productos naturales para salvar la naturaleza.
3/12/202142 minutes, 44 seconds
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Zumalacárregui. Ciclo de conferencias. Galdós, escritor de Historia. Episodios Nacionales

La Real Academia de la Historia con el apoyo de la Fundación Rafael del Pino han organizado la primera parte del ciclo de conferencias online «Galdós, escritor de Historia. Episodios Nacionales» que transmitirá a través de frdelpino.es de acuerdo con el siguiente programa: Miércoles, 3 de marzo Zumalacárregui Juan Pablo Fusi
3/4/20211 hour, 8 minutes
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El 19 de marzo y el 2 de mayo. Ciclo de conferencias. Galdós, escritor de Historia. Episodios Nacionales

La Real Academia de la Historia con el apoyo de la Fundación Rafael del Pino han organizado la primera parte del ciclo de conferencias online «Galdós, escritor de Historia. Episodios Nacionales» que transmitirá a través de www.frdelpino.es de acuerdo con el siguiente programa: Lunes, 1 de marzo Trafalgar Hugo O’Donnell Martes, 2 de marzo El 19 de marzo y el 2 de mayo Feliciano Barrios Pintado Miércoles, 3 de marzo Zumalacárregui Juan Pablo Fusi
3/3/202142 minutes, 10 seconds
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Trafalgar. Ciclo de conferencias. Galdós, escritor de Historia. Episodios Nacionales

La Real Academia de la Historia con el apoyo de la Fundación Rafael del Pino han organizado la primera parte del ciclo de conferencias online «Galdós, escritor de Historia. Episodios Nacionales» que transmitirá a través de www.frdelpino.es de acuerdo con el siguiente programa: Lunes, 1 de marzo Trafalgar Hugo O’Donnell
3/2/20211 hour, 8 minutes
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Las edades de la globalización, Jeffrey D. Sachs, versión en español

El 16 de febrero de 2021, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia online con Jeffrey Sachs, catedrático de la Universidad de Columbia y director de su Centro para el Desarrollo Sostenible, titulada “Las edades de la globalización”, con motivo de la publicación de su libro del mismo título.
2/24/202120 minutes, 53 seconds
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Las edades de la globalización, Jeffrey D. Sachs, english version

El 16 de febrero de 2021, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia online con Jeffrey Sachs, catedrático de la Universidad de Columbia y director de su Centro para el Desarrollo Sostenible, titulada “Las edades de la globalización”, con motivo de la publicación de su libro del mismo título.
2/24/202120 minutes, 53 seconds
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La economía de mercado, ¿en crisis post Covid-19? Juergen B. Donges

El 15 de diciembre de 2020, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia titulada “La economía de mercado, ¿en crisis post Covid-19?”, impartida por Juergen B. Donges, catedrático emérito de Economía de la Universidad de Colonia. Según el profesor Donges, tenemos un problema de desafección a la economía de mercado. Esta tiene una serie de pilares: iniciativa individual, libre empresa, derecho de la propiedad privada, libertad de contratación, libre movimiento de personas y capitales y competencia en los mercados nacionales e internacionales
12/16/202050 minutes, 31 seconds
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Conferencia Magistral Andrés Rodríguez-Pose

La Fundación Rafael del Pino organizó la Conferencia Magistral «Ciudades en el mundo post-Covid» que impartió Andrés Rodríguez-Pose. Andrés Rodríguez-Pose es Catedrático de Geografía Económica de la London School of Economics (LSE).Anteriormente, fue jefe del Departamento de Geografía y Medio Ambiente de la LSE. Presidente en funciones de la Asociación Internacional de Ciencias Regionales. Asesor habitual de numerosas organizaciones internacionales, entre ellas la Comisión Europea, la OCD, la Organización Internacional del Trabajo, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina. Fue titular de una beca avanzada del Consejo Europeo de Investigación (ERC, en sus siglas en inglés).
11/27/202049 minutes, 16 seconds
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Conferencia Magistral Anne Case y Angus Deaton, versión en castellano

La Fundación Rafael del Pino organizó la Conferencia Magistral en directo a través de www.frdelpino.es titulada «El futuro del capitalismo» que impartieron Anne Case y Angus Deaton con motivo se su última obra titulada «Muertes por desesperación y el futuro del capitalismo» publicada por Deusto. Anne Case es Alexander Stewart 1886 Professor of Economics and Public Affairs, emérita en la Universidad de Princeton, donde dirige el Programa de Investigación en Estudios del Desarrollo. La profesora Case ha escrito extensamente sobre la salud a lo largo de su vida. Entre otros galardones, ha recibido el Premio Kenneth J. Arrow en Economía de la Salud de la Asociación Internacional de Economía de la Salud, por su trabajo sobre los vínculos entre economía y salud en la infancia, y el Premio Cozzarelli de la National Academy of Sciences por su investigación sobre morbilidad y mortalidad en la mediana edad. Angus Deaton es investigador principal y profesor emérito Dwight D. Eisenhower de economía y asuntos internacionales en la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales Woodrow Wilson y en el Departamento de Economía de la Universidad de Princeton. En el año 2015 fue galardonado con el Premio Nobel de Economía por sus aportaciones al análisis del consumo, la pobreza y el bienestar.
11/13/202044 minutes, 21 seconds
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Conferencia Magistral Anne Case y Angus Deaton, english version

La Fundación Rafael del Pino organizó la Conferencia Magistral en directo a través de www.frdelpino.es titulada «El futuro del capitalismo» que impartieron Anne Case y Angus Deaton con motivo se su última obra titulada «Muertes por desesperación y el futuro del capitalismo» publicada por Deusto. Anne Case es Alexander Stewart 1886 Professor of Economics and Public Affairs, emérita en la Universidad de Princeton, donde dirige el Programa de Investigación en Estudios del Desarrollo. La profesora Case ha escrito extensamente sobre la salud a lo largo de su vida. Entre otros galardones, ha recibido el Premio Kenneth J. Arrow en Economía de la Salud de la Asociación Internacional de Economía de la Salud, por su trabajo sobre los vínculos entre economía y salud en la infancia, y el Premio Cozzarelli de la National Academy of Sciences por su investigación sobre morbilidad y mortalidad en la mediana edad. Angus Deaton es investigador principal y profesor emérito Dwight D. Eisenhower de economía y asuntos internacionales en la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales Woodrow Wilson y en el Departamento de Economía de la Universidad de Princeton. En el año 2015 fue galardonado con el Premio Nobel de Economía por sus aportaciones al análisis del consumo, la pobreza y el bienestar.
11/13/202044 minutes, 23 seconds
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¿Por qué en algunos países florece la libertad y en otros el autoritarismo? James A. Robinson, versión en castellano

El 29 de octubre de 2020, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia “¿Por qué en algunos países florece la libertad y en otros el autoritarismo?”, impartida por James E. Robinson, Reverend Dr. Richard L. Pearson Professor of Global Conflict Studies, University Professor y director del Pearson Institute de la Universidad de Chicago, con motivo de la presentación de su libro “El pasillo estrecho”. Según el profesor Robinson, los seres humanos quieren vivir en libertad. John Locke entiende que la liberad es un estado en el que las personas pueden actuar y disponer de sus posesiones sin tener para ello que depender de otras personas o pedirles permiso. Vivir en libertad es una aspiración del ser humano. La libertad, sin embargo, se define de una forma u otra dependiendo del lugar del mundo en el que viva una persona. Si todo el mundo aspira a vivir en libertad, ¿por qué falta tanta libertad en el mundo? La libertad escasea cuando un estado muy poderoso domina a la sociedad, por ejemplo, China en la actualidad. Allí, el gobierno ha colocado miles de cámaras por las calles, en un sistema tremendo de control de la sociedad que nos recuerda al Gran Hermano de Orwell que nos está observando. El estado chino es un estado que no tiene que rendir cuentas ante la sociedad con la capacidad tecnológica que tiene para erradicar la libertad. En otras partes del mundo, el estado no tiene ese tipo de presencia mayúscula. Su presencia es mínima, pero eso no garantiza la libertad. Es el caso de Yemen. El estado casi no existe allí, ni domina a la sociedad, que está organizada en sus tribus, clanes y redes. El estado no controla Yemen, pero allí tampoco hay libertad. El sociólogo Max Weber define al estado como la comunidad humana que se hace con el monopolio de la violencia en un territorio concreto. En China tiene ese monopolio y lo ejerce, pero en Yemen el monopolio de la violencia está en manos de la sociedad. Esa situación yemení tampoco da lugar a la existencia de libertad, por dos razones. La primera tiene que ver con lo que dice Hobbes en ‘Leviatán’, esto es, que una sociedad sin un estado quiebra porque se producirá una situación de guerra. La guerra es un temor continuo, un peligro de perder la vida, una vida que resulta solitaria, desagradable y corta. Esto no permite que la libertad florezca. En este contexto, en Yemen y en otras sociedades parecidas, surgen normas para impedir que haya guerras, pero esas normas también obstaculizan la libertad, constituyen la segunda razón que impide su surgimiento. Lo que permite que aparezca la libertad y que florezca es la existencia de un equilibrio entre estado y sociedad. En Yemen hay una sociedad fuerte y un estado débil, con lo que no hay libertad. En China hay un estado fuerte y una sociedad débil, con lo que tampoco hay libertad. En medio de este pasillo estrecho emerge un equilibrio entre estado y sociedad, que compiten entre sí y, al hacerlo, esa competencia impulsa a ambos para que sean fuertes y estén en equilibrio. La libertad surge en ese pasillo gracias al equilibrio entre estado y sociedad. Fuera de él se restringe la libertad. Cuando hay equilibrio entre estado y sociedad emerge el Leviatán encadenado con grilletes. Desde esta perspectiva, ¿por qué hay más libertad en Europa del norte y en Norteamérica? Para responder a esta cuestión hay que acudir a la historia y remontarse mucho tiempo atrás hasta el imperio romano. El historiador romano Tácito intentó comprender por qué los romanos nunca consiguieron conquistar a los pueblos germanos, y la respuesta la halló en las instituciones germanas. Entre ellos, los asuntos menos importantes los debatían sus jefes y los resolvían ellos mismos, pero los asuntos importantes se debatían en la asamblea de la tribu. Este es un modelo muy participativo de gobernanza. Cuando se produce la caída del imperio romano, los germanos y los francos fusionan este sistema con las instituciones romanas, es decir, el derecho, la iglesia, etc., pero sigue siendo un modelo de gobernanza muy participativo. La fusión fue promovida por Clodoveo, el rey de los merovingios. Clodoveo también promulgó la ley sálica. Él, probablemente, no sabía leer ni escribir, así es que para redactarla se hizo con los servicios de cuatro abogados romanos que venían de la otra parte del Rin. Los abogados se reunieron con las asambleas, hablaron de los casos y sus soluciones y redactaron la ley. Esto no es una imposición autocrática, sino un proceso de codificación ascendente que se remite a las tradiciones de los merovingios. La diferencia entre Europa occidental y del norte con el resto de países son esas asambleas, que vuelven a resurgir en su historia. En el siglo XIII se firma en Inglaterra la Carta Magna, un documento constitucional que intenta definir los derechos del rey y su responsabilidad. La Carta Magna se firma en Runnymeade, un prado cerca de Londres que es un lugar muy simbólico porque era el lugar en el que se celebraban los wheatons, esto es, la versión inglesa de las asambleas germánicas. La Carta Magna no trae la libertad en sí misma, pero el proceso acaba cuajando en el parlamentarismo y la democracia. El rey Juan firma porque le obligan los barones. La Carta Magna, sin embargo, no solo les da derechos a ellos, sino también a los villanos, a los siervos. Con ello se sentaron los cimientos de algo muy distinto. A principios del siglo XVIII se construye el estado fiscal moderno en Inglaterra, a partir de una administración que funciona desde 1690. El estado intenta hacer un seguimiento de las cosas como nunca antes lo había hecho, generando así la reacción de la sociedad. Charles Tilly explica el nacimiento de la democracia a partir de ahí. La expansión del estado traslada la lucha popular de lo local a lo nacional, es lo que Robinson denomina el efecto de la reina roja. Se intenta conseguir la libertad y para ello hay que domeñar a la reina roja. ¿Qué pasa con China? Entre el gigante asiático y Europa hay grandes diferencias estructurales, pero, en términos históricos, ¿por qué acaba siendo tan diferente de Europa Occidental? Al remontarse hacia atrás en la historia se observa que las cosas no son tan distintas. Según el Xunzi, un texto chino antiguo de filosofía, el rey es un barco y el pueblo es el agua que puede hacer que flote o que se hunda. Esto es lo que implica la rendición de cuentas. Lo que sucede en China es que el auge de la primera dinastía, la dinastía Shing, suprime este modelo de gobernanza. Shang Yang dice que cuando el pueblo es débil, el estado es fuerte. Por tanto, el estado, que conoce el camino, el tao, intenta debilitar al pueblo para fortalecerse a sí mismo. Así se crea un estado déspota, que es lo que es China desde hace 2.000 años. China cayó en este equilibrio despótico y esa situación se ha consolidado allí. Eso es muy distinto a lo que sucede en otras partes del mundo, como Yemen o el África subsahariana. En Nigeria, el pueblo Tiv era una sociedad sin estado porque temían a la hegemonía del estado. Ese temor domina tanto a la sociedad Tiv que hace que sea casi imposible construir cualquier jerarquía política. Los contratiempos se atribuyen a la brujería y esas acusaciones se utilizan para mantener el carácter igualitario de la sociedad Tiv. Cualquiera que se creyese demasiado importante y tratase de ejercer el poder corría el riesgo de que se le acusara de brujería. Los tiv desconfiaban del poder, lo que dio lugar a un sistema en el que las instituciones se basan en un principio de herencia e igualitarismo. Se puede crear una jerarquía, pero ¿cómo controlarla? Lo difícil es encontrar el equilibrio entre la falta de confianza y las ventajas que garantizan los estados. Muchas sociedades no lo han conseguido porque penetrar en ese pasillo estrecho es muy difícil. Hay tres constelaciones de relaciones estado-sociedad que tienen consecuencias muy distintas para la libertad. El estado puede dominar la sociedad, pero la sociedad también puede dominar al estado. Cuando cayó el muro de Berlín, se pensó que todo el mundo se iba a pasar a la democracia liberal, pero la pauta histórica no es la convergencia sino mantener la divergencia, como se aprecia en Yemen. Shang estaba equivocado. Sus ideas valen para explicar la deriva China, pero los estados más fuertes son los que tienen las sociedades más fuertes, porque esas sociedades pueden obligar a los estados a rendir cuentas, a que defiendan los intereses colectivos. Esto no puede pasar en China. Conseguir el Leviatán encadenado no tiene que ver con el diseño constitucional o de contrapesos. Es un proceso. EE. UU. no es como es por un documento que pudiera redactar Madison en Filadelfia. Su contenido hay que implementarlo, hay que creer en él. América hizo lo que hizo porque el poder estaba en manos de la sociedad. La libertad exige un cambio social. La libertad positiva tiene que ver con animar a las personas a hacer cosas, permitir que tomen decisiones. En las sociedades que no cuentan con un estado central, proliferan las normas sociales para conseguir imponer el orden, pero eso es la jaula de las normas, que impide conseguir la libertad, por ejemplo, el sistema de castas en la India o la servidumbre en Europa. La idea de la libertad no tiene nada de occidental. A los Tiv les interesa mucho la libertad. Este anhelo de libertad es inherente al ser humano. Hay muchos tipos de sociedades en el pasillo entre las que hay grandes diferencias, ricas y pobres, el pasillo es muy heterogéneo porque las sociedades han tenido que resolver muchos tipos distintos de problemas históricos.
10/30/202041 minutes, 55 seconds
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¿Por qué en algunos países florece la libertad y en otros el autoritarismo? James Robinson, english version

El 29 de octubre de 2020, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia “¿Por qué en algunos países florece la libertad y en otros el autoritarismo?”, impartida por James E. Robinson, Reverend Dr. Richard L. Pearson Professor of Global Conflict Studies, University Professor y director del Pearson Institute de la Universidad de Chicago, con motivo de la presentación de su libro “El pasillo estrecho”. Según el profesor Robinson, los seres humanos quieren vivir en libertad. John Locke entiende que la liberad es un estado en el que las personas pueden actuar y disponer de sus posesiones sin tener para ello que depender de otras personas o pedirles permiso. Vivir en libertad es una aspiración del ser humano. La libertad, sin embargo, se define de una forma u otra dependiendo del lugar del mundo en el que viva una persona. Si todo el mundo aspira a vivir en libertad, ¿por qué falta tanta libertad en el mundo? La libertad escasea cuando un estado muy poderoso domina a la sociedad, por ejemplo, China en la actualidad. Allí, el gobierno ha colocado miles de cámaras por las calles, en un sistema tremendo de control de la sociedad que nos recuerda al Gran Hermano de Orwell que nos está observando. El estado chino es un estado que no tiene que rendir cuentas ante la sociedad con la capacidad tecnológica que tiene para erradicar la libertad. En otras partes del mundo, el estado no tiene ese tipo de presencia mayúscula. Su presencia es mínima, pero eso no garantiza la libertad. Es el caso de Yemen. El estado casi no existe allí, ni domina a la sociedad, que está organizada en sus tribus, clanes y redes. El estado no controla Yemen, pero allí tampoco hay libertad. El sociólogo Max Weber define al estado como la comunidad humana que se hace con el monopolio de la violencia en un territorio concreto. En China tiene ese monopolio y lo ejerce, pero en Yemen el monopolio de la violencia está en manos de la sociedad. Esa situación yemení tampoco da lugar a la existencia de libertad, por dos razones. La primera tiene que ver con lo que dice Hobbes en ‘Leviatán’, esto es, que una sociedad sin un estado quiebra porque se producirá una situación de guerra. La guerra es un temor continuo, un peligro de perder la vida, una vida que resulta solitaria, desagradable y corta. Esto no permite que la libertad florezca. En este contexto, en Yemen y en otras sociedades parecidas, surgen normas para impedir que haya guerras, pero esas normas también obstaculizan la libertad, constituyen la segunda razón que impide su surgimiento. Lo que permite que aparezca la libertad y que florezca es la existencia de un equilibrio entre estado y sociedad. En Yemen hay una sociedad fuerte y un estado débil, con lo que no hay libertad. En China hay un estado fuerte y una sociedad débil, con lo que tampoco hay libertad. En medio de este pasillo estrecho emerge un equilibrio entre estado y sociedad, que compiten entre sí y, al hacerlo, esa competencia impulsa a ambos para que sean fuertes y estén en equilibrio. La libertad surge en ese pasillo gracias al equilibrio entre estado y sociedad. Fuera de él se restringe la libertad. Cuando hay equilibrio entre estado y sociedad emerge el Leviatán encadenado con grilletes. Desde esta perspectiva, ¿por qué hay más libertad en Europa del norte y en Norteamérica? Para responder a esta cuestión hay que acudir a la historia y remontarse mucho tiempo atrás hasta el imperio romano. El historiador romano Tácito intentó comprender por qué los romanos nunca consiguieron conquistar a los pueblos germanos, y la respuesta la halló en las instituciones germanas. Entre ellos, los asuntos menos importantes los debatían sus jefes y los resolvían ellos mismos, pero los asuntos importantes se debatían en la asamblea de la tribu. Este es un modelo muy participativo de gobernanza. Cuando se produce la caída del imperio romano, los germanos y los francos fusionan este sistema con las instituciones romanas, es decir, el derecho, la iglesia, etc., pero sigue siendo un modelo de gobernanza muy participativo. La fusión fue promovida por Clodoveo, el rey de los merovingios. Clodoveo también promulgó la ley sálica. Él, probablemente, no sabía leer ni escribir, así es que para redactarla se hizo con los servicios de cuatro abogados romanos que venían de la otra parte del Rin. Los abogados se reunieron con las asambleas, hablaron de los casos y sus soluciones y redactaron la ley. Esto no es una imposición autocrática, sino un proceso de codificación ascendente que se remite a las tradiciones de los merovingios. La diferencia entre Europa occidental y del norte con el resto de países son esas asambleas, que vuelven a resurgir en su historia. En el siglo XIII se firma en Inglaterra la Carta Magna, un documento constitucional que intenta definir los derechos del rey y su responsabilidad. La Carta Magna se firma en Runnymeade, un prado cerca de Londres que es un lugar muy simbólico porque era el lugar en el que se celebraban los wheatons, esto es, la versión inglesa de las asambleas germánicas. La Carta Magna no trae la libertad en sí misma, pero el proceso acaba cuajando en el parlamentarismo y la democracia. El rey Juan firma porque le obligan los barones. La Carta Magna, sin embargo, no solo les da derechos a ellos, sino también a los villanos, a los siervos. Con ello se sentaron los cimientos de algo muy distinto. A principios del siglo XVIII se construye el estado fiscal moderno en Inglaterra, a partir de una administración que funciona desde 1690. El estado intenta hacer un seguimiento de las cosas como nunca antes lo había hecho, generando así la reacción de la sociedad. Charles Tilly explica el nacimiento de la democracia a partir de ahí. La expansión del estado traslada la lucha popular de lo local a lo nacional, es lo que Robinson denomina el efecto de la reina roja. Se intenta conseguir la libertad y para ello hay que domeñar a la reina roja. ¿Qué pasa con China? Entre el gigante asiático y Europa hay grandes diferencias estructurales, pero, en términos históricos, ¿por qué acaba siendo tan diferente de Europa Occidental? Al remontarse hacia atrás en la historia se observa que las cosas no son tan distintas. Según el Xunzi, un texto chino antiguo de filosofía, el rey es un barco y el pueblo es el agua que puede hacer que flote o que se hunda. Esto es lo que implica la rendición de cuentas. Lo que sucede en China es que el auge de la primera dinastía, la dinastía Shing, suprime este modelo de gobernanza. Shang Yang dice que cuando el pueblo es débil, el estado es fuerte. Por tanto, el estado, que conoce el camino, el tao, intenta debilitar al pueblo para fortalecerse a sí mismo. Así se crea un estado déspota, que es lo que es China desde hace 2.000 años. China cayó en este equilibrio despótico y esa situación se ha consolidado allí. Eso es muy distinto a lo que sucede en otras partes del mundo, como Yemen o el África subsahariana. En Nigeria, el pueblo Tiv era una sociedad sin estado porque temían a la hegemonía del estado. Ese temor domina tanto a la sociedad Tiv que hace que sea casi imposible construir cualquier jerarquía política. Los contratiempos se atribuyen a la brujería y esas acusaciones se utilizan para mantener el carácter igualitario de la sociedad Tiv. Cualquiera que se creyese demasiado importante y tratase de ejercer el poder corría el riesgo de que se le acusara de brujería. Los tiv desconfiaban del poder, lo que dio lugar a un sistema en el que las instituciones se basan en un principio de herencia e igualitarismo. Se puede crear una jerarquía, pero ¿cómo controlarla? Lo difícil es encontrar el equilibrio entre la falta de confianza y las ventajas que garantizan los estados. Muchas sociedades no lo han conseguido porque penetrar en ese pasillo estrecho es muy difícil. Hay tres constelaciones de relaciones estado-sociedad que tienen consecuencias muy distintas para la libertad. El estado puede dominar la sociedad, pero la sociedad también puede dominar al estado. Cuando cayó el muro de Berlín, se pensó que todo el mundo se iba a pasar a la democracia liberal, pero la pauta histórica no es la convergencia sino mantener la divergencia, como se aprecia en Yemen. Shang estaba equivocado. Sus ideas valen para explicar la deriva China, pero los estados más fuertes son los que tienen las sociedades más fuertes, porque esas sociedades pueden obligar a los estados a rendir cuentas, a que defiendan los intereses colectivos. Esto no puede pasar en China. Conseguir el Leviatán encadenado no tiene que ver con el diseño constitucional o de contrapesos. Es un proceso. EE. UU. no es como es por un documento que pudiera redactar Madison en Filadelfia. Su contenido hay que implementarlo, hay que creer en él. América hizo lo que hizo porque el poder estaba en manos de la sociedad. La libertad exige un cambio social. La libertad positiva tiene que ver con animar a las personas a hacer cosas, permitir que tomen decisiones. En las sociedades que no cuentan con un estado central, proliferan las normas sociales para conseguir imponer el orden, pero eso es la jaula de las normas, que impide conseguir la libertad, por ejemplo, el sistema de castas en la India o la servidumbre en Europa. La idea de la libertad no tiene nada de occidental. A los Tiv les interesa mucho la libertad. Este anhelo de libertad es inherente al ser humano. Hay muchos tipos de sociedades en el pasillo entre las que hay grandes diferencias, ricas y pobres, el pasillo es muy heterogéneo porque las sociedades han tenido que resolver muchos tipos distintos de problemas históricos.
10/30/202041 minutes, 49 seconds
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Una gran estrategia para España: las reformas que nuestra nación necesita

El 6 de octubre de 2020, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia de Jesús Fernández-Villaverde, catedrático de Economía de la Universidad de Pensilvania, titulada “Una gran estrategia para España: las reformas que nuestra nación necesita”. En los últimos 50 años, señaló Fernández-Villaverde, no nos hemos preparado para la siguiente crisis por lo que cuando ha llegado, nos hemos encontrado en una situación muy delicada. La nueva crisis ya ha venido, aunque se ha producido desde una nueva perspectiva que nadie pensaba. En mayo del año pasado creía que la crisis podría proceder más de la escalada de un conflicto, como el de Rusia y Ucrania o el de Estados Unidos y Rusia. Lo triste de esta crisis es que nos ha pillado desprevenidos y, además, nos ha golpeado más que a otros países de nuestro entorno. En la crisis del COVID, España es el país que ha perdido más PIB. La caída ha sido mayor que la de Alemania, el Reino Unido e, incluso, Italia. También ha caído más de lo que lo han hecho los países que han conseguido los grandes éxitos de la gestión sanitaria, como Corea del Sur o Taiwán. También hemos tenido más muertes por millón de habitantes que nadie, excepto Bélgica, según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad. Pero si observamos los datos de defunción, se aprecia que se han producido 50.000 más que en años anteriores. Esto nos pondría por delante de Bélgica. Así es que España es el país que ha perdido más PIB y que ha tenido más muertes per cápita. ¿Esto es consecuencia de la mala suerte o de malas políticas? Si fuera solo la crisis sanitaria, sería un caso de mala suerte. Pero una y otra vez tenemos peores resultados que nuestros vecinos. Por ejemplo, tenemos el paro juvenil más alto de Europa. También las tasas de fracaso escolar más elevadas. Carecemos de universidades punteras. No se invierte suficiente en investigación y desarrollo. Por tanto, incluso si la crisis hubiese sido causada por otro motivo, España seguiría estando en una situación económica muy delicada. En febrero, las cuentas públicas ya estaban muy deterioradas, la productividad está estancada desde principios de los 80, hay problemas con el sistema financiero, las exportaciones están muy poco diversificadas y no son de alto valor añadido. Lo que sucede es una consecuencia de malas políticas. Hasta ahora, nos ha salvado la Unión Europea. Salimos de la crisis financiera gracias a la política del BCE y a la ayuda del Mecanismo Europeo de Estabilidad. En la UE no hubo reconocimiento del pseudo referéndum del 1-O de Cataluña. En estos momentos, la situación no es desesperada porque estamos esperando que lleguen fondos europeos. Pero que otros nos saquen las castañas del fuego no es un futuro sólido. Nadie sabe qué va a pasar con Alemania en 2030, cómo será entonces el canciller. Lo que es quizás más grave, podemos llegar a la situación de que Europa nos diga que hasta aquí hemos llegado y no nos presten más ayuda. España necesita una gran estrategia de futuro fundamentada en un gran consenso social y político. Hay que ser capaz de alcanzar un acuerdo con el 60-70% de la población, con doscientos o más diputados, para que esta estrategia tenga continuidad de futuro. El problema es que anteriores reformas al no estar construidas sobre el consenso cayeron al cambiar el gobierno. Para estructurar esa estrategia, Fernández-Villaverde expuso una serie de ideas que, según dijo, son su segunda o tercera preferencia, pero que son las que permitirían poder alcanzar ese consenso. Una gran estrategia es el arte de reconciliar medios y fines. Un país que quiera tener un futuro debe contar con una estrategia. España lleva mucho tiempo sin ella. Quizá sea porque nos encerramos en nosotros mismos tras perder nuestro imperio. El problema es que esta actitud nos ha costado mucho en el pasado y nos está costando mucho ahora. Edmund Burke dice que un Estado sin los medios para el cambio es un Estado sin los medios para su preservación. Si queremos mantener todo lo que hemos conseguido en los últimos cuarenta años, debemos tener la capacidad de pensar que cosas que funcionaban en los 80 hoy o funcionan igual, que puede haber instituciones que se haya quedado atrás. Una gran estrategia consiste en fines, medios y tácticas. Queros que estén reconciliados los unos con los otros, que tengan sentido. En los fines hay que hablar de qué sociedad queremos, qué España queremos en el 2030, el 2040, el 2050. En el artículo 1.1 de la Constitución se dice que España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho. Queremos que sea uno de los mejores del mundo, colocar a España en lo más alto de las clasificaciones que miden el Estado social y democrático de Derecho. Estado de Derecho significa que estamos sometidos a la regla de la ley y no a la regla de los hombres. También es un Estado que se basa en la garantía y protección de los derechos y libertades de los ciudadanos. Todo lo demás no puede existir si no hay un Estado de Derecho. El país número uno en este sentido es Dinamarca. España está en el puesto 19, pero no es dónde tendríamos que estar. No es una mala clasificación, pero tampoco es para tirar cohetes. Vivir en un Estado social quiere decir que el Estado suministra la prosperidad que los ciudadanos necesitan. No tiene sentido hablar de libertad de expresión si no tenemos dinero para comprar libros o periódicos. También necesitamos los bienes básicos para el desarrollo de la dignidad humana, como sanidad o educación. No se trata de que sean servicios públicos. Puede proveerlos el sector privado. Lo que tiene que hacer el Estado es crear las condiciones para que el suministro de estos bienes básicos se cumpla. En el Índice de Desarrollo Humano, que mide estos aspectos, España está en el puesto 25, un puesto mejor que donde debería estar gracias a que la esperanza de vida es muy alta, fruto de la dieta mediterránea y del clima. ¿Como es el índice de nuestra democracia? España está en el puesto 16, con una democracia que tiene unas carencias muy importantes. Un Estado democrático de Derecho solo existe bajo el fundamento de una economía de mercado. En libertad económica España cae hasta un preocupante puesto 58. Y hay un marco de negocios que dice lo difícil que es crear empresas, fundaciones. En esto España es el número 30. Con la media de rangos, el país que mejor sale es Nueva Zelanda. El segundo es Dinamarca. Tenemos que aspirar a ser como ellos. Dinamarca lo hace bién porque tiene mucha libertad económica. Economía de mercado y Estado del bienestar son complementos perfectos porque la primera permite generar ingresos suficientes para tener un estado del bienestar generoso. Éste permite que la gente invierta, tome riesgos. Como país, tenemos que mejorar en todos los índices anteriores. Da igual en qué clasificación miremos. Las naciones que lo hacen bien lo hacen bien en casi todo. Esto se aplica también al Covid. Nueva Zelanda ha tenido solo 25 muertos en esta crisis. Una vez que hemos decidido a dónde queremos ir, tenemos que pensar que tipo de medios necesitamos para que esto ocurra. Los medios instrumentales van a permitir sentar las bases de las reformas que necesitamos. No vamos a poder resolver nada antes de reformar el Estado para incrementar su capacidad. Reformar no quiere decir necesariamente variar el tamaño del Estado, sino conseguir un Estado capaz de hacer cosas, es decir, que cuando tienes una epidemia ese Estado tiene datos para poder afrontarla. La única manera de poder gestionar un estado en el siglo XXI es hacerlo a través de los datos. No tenemos esa capacidad, la capacidad es insuficiente. Por eso, el Estado no puede hacer las cosas que tiene que hacer. También necesitamos una reforma de la selección de élites de la Administración Pública, una reforma de la selección de las élites políticas y una reforma de la coordinación territorial. La selección de las élites de la Administración Pública debe basarse en los principios independencia, mérito e igualdad de oportunidades. La Administración Pública tiene que ser una administración profesional, que implementa de forma independiente y ajustada a Derecho los objetivos señalados por las Cortes para la Administración nacional y por los parlamentos regionales para las administraciones autonómicas. Ahora, solo el 65% de los altos cargos de la Administración del Estado y el 35% de las autonómicas son nombrados por criterios objetivos. En la selección de las élites de la Administración debe primar la igualdad de oportunidades, no solo de género, sino también social, territorial... Debemos diseñar procesos de selección basados en la evidencia empírica, la transparencia y la mejora constante. Habría que crear la autoridad independiente de la Administración Pública, que gestionaría la oferta de plazas, los sistemas de selección objetivos. También habría que crear una agencia de la alta dirección pública, que gestionaría las personas que van a ser nombradas para la dirección de empresas públicas. Portugal e Irlanda, con culturas muy parecidas a la española, han creado instituciones muy similares a esas y mejorado la selección de la administración pública. También necesitamos cambiar cómo estamos seleccionando las élites políticas. Por ejemplo, la estructura y funcionamiento de los partidos políticos. Debemos cambiar el sistema electoral, pero con eso no se eliminarán todos los problemas. Se trata de permitir un mayor control de los diputados o senadores por parte de los votantes, de romper el excesivo poder de las cúpulas de los partidos. Debemos reformar el Consejo General del Poder Judicial, que esta controlado totalmente por el Congreso de los Diputados. Para ello, podemos empezar a emplear la insaculación, el uso de sorteos, para llenar cargos y eliminar la lucha política por los mismos, por ejemplo, en la selección de los miembros del CGPJ. Finalmente, hay que hacer la reforma de la coordinación territorial. El sistema de las autonomías no tiene mucha claridad y hay gobiernos que no han sido leales a la autoridad central, o que utilizan las autonomías para sus intereses territoriales. Hay que compaginar la estrategia de país y los intereses de la Administración central con los de las administraciones territoriales. ¿Qué medios necesitamos? Por ejemplo, tenemos que alcanzar la sostenibilidad del Estado del bienestar, mejorar la educación y el mercado de trabajo, reorientar la estructura de nuestras exportaciones, … El problema es cómo podemos conseguir esto. Una buena táctica podría construirse alrededor de tres elementos. Lo primero es el espacio de las ideas, explicar esto una y otra vez hasta alcanzar un consenso. Si conseguimos dar la batalla de las ideas, tarde o temprano llegan las reformas porque a los políticos no les quedará más remedio que hacerlas si esas ideas han llegado a la gente y la gente las pide. Luego está la sociedad civil, que es donde España más falla. Por ejemplo, es muy difícil conseguir donaciones para una fundación, o para otras iniciativas. Tenemos que ser nosotros, como ciudadanos, los que tomemos la iniciativa, no los políticos. No podemos vivir en una sociedad donde creemos que la única solución es el BOE. Finalmente tenemos el problema de la actuación política. Si somos capaces de convencer a una pequeña fracción de diputados de estas reformas que necesitamos, podremos conseguir cambios.
10/7/202048 minutes, 9 seconds
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Conferencia Magistral de Arancha González. Transtalantic Conference, versión en castellano.

El Belfer Center for Science and International Affairs de la Harvard Kennedy School y la IE School of Global and Public Affairs se han unido a la Fundación Rafael del Pino para impulsar el diálogo sobre las relaciones transatlánticas. En este sentido, el 2 de julio de 2020, tuvo lugar a través de la plataforma online www.frdelpino.es, el encuentro titulado “Redefiniendo la seguridad trasatlántica inclusiva en la era Covid.”
7/7/202030 minutes, 28 seconds
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Conferencia Magistral de Arancha González. Transtalantic Conference, english version

El Belfer Center for Science and International Affairs de la Harvard Kennedy School y la IE School of Global and Public Affairs se han unido a la Fundación Rafael del Pino para impulsar el diálogo sobre las relaciones transatlánticas. En este sentido, el 2 de julio de 2020, tuvo lugar a través de la plataforma online www.frdelpino.es, el encuentro titulado “Redefiniendo la seguridad trasatlántica inclusiva en la era Covid.”
7/6/202030 minutes, 29 seconds
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La hora de la ciencia y la tecnología. 10 tecnologías para impulsar España. Javier García

El 16 de junio, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia “La hora de la ciencia y la tecnología. 10 propuestas para impulsar España”, de Javier García, catedrático Rafael del Pino y catedrático de Química Inorgánica y director del Laboratorio de Nanotecnología Molecular de la Universidad de Alicante, con motivo de la presentación del informe “10 tecnologías emergentes para impulsar España”. Javier García explicó que la Cátedra Rafael del Pino de Ciencia y Sociedad nace para construir una España mejor, basada en el conocimiento. El objetivo de la Cátedra es difundir la ciencia, contar como desde la ciencia y la tecnología podemos resolver algunos de los grandes problemas de nuestro tiempo. También pretende fomentar la vocación científica temprana, incluida la de las mujeres, para lo que hay que poner en valor jóvenes investigadores. No podemos permitir que sigan cayendo las vocaciones en ciencia y tecnología si queremos tener una sociedad del conocimiento. El informe pretende identificar las tecnologías que tienen la mayor capacidad para aumentar la competitividad de la economía española. Son tecnologías que tenemos a nuestro alcance bien porque seamos líderes en ellas, bien porque tengamos empresas. Esas tecnologías son claves para construir una economía más diversificada y compleja. En la economía española tienen un papel muy importante el turismo y los servicios, las exportaciones de automóviles y de componentes de automoción, la industria química y el sector farmacéutico. Cuando se analiza con más detalle el mapa de exportaciones españolas y se representa según el grado de complejidad de los sectores, muchos de nuestros sectores clave tienen un grado de complejidad relativamente bajo. Esto nos pone en riesgo frente a otros países y empresas, porque ahora otros pueden competir. También supone un riesgo para el empleo. Por ello, el informe pretende identificar las tecnologías que permitan aumentar la complejidad de los sectores clave de la economía española. El Foro Económico de Davos publica todos los años el índice de competitividad. En él, nuestro país ocupa una posición media, en torno al puesto 25-30. Estamos bien valorados en infraestructuras y sanidad, pero en sistemas de innovación estamos mucho peor, lo que sin duda es una amenaza. Por eso, el informe parte del análisis del caso español, con aquellas tecnologías que pueden mejorar la competitividad de la economía, partiendo de la inquietud de querer construir un país más basado en el conocimiento. Esas tecnologías son diez. La primera es la inteligencia artificial. La inteligencia artificial está transformándolo todo. En 2009, la mayoría de los sectores estaban incorporando la inteligencia artificial al desarrollo de producto, al marketing, a la fabricación. La tendencia ha ido a más en los últimos años. España tiene una enorme fortaleza en este campo porque cuenta con algunos de los mejores expertos del mundo. Sin embargo, este potencial académico no se ve traducido en número de patentes y de empresas que estén liderando la capitalización de todo este conocimiento. España tiene una estrategia nacional para inteligencia artificial, pero los países que tienen estrategia propia responden de forma más eficaz. Hay muchas instituciones que están apostando por la inteligencia artificial. La segunda tecnología, la edición genética, está perfectamente imbricada en la historia de España. El mayor descubrimiento de este siglo en este terreno, la técnica CRISPR, lo realizó el investigador del departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la Universidad de Alicante, Francisco Juan Martínez Mojica. La técnica consiste en consiste en introducir un ‘vector’, un virus bacteriano que contiene un segmento específico de ADN. Esto permite modificar cualquier animal o planta, lo que abre muchísimas posibilidades. Este mercado aumentara a un ritmo del 18% anual durante los próximos años. La técnica ha despertado el interés de muchísimas startups que ya están capitalizando este descubrimiento. En este terreno, España destaca en artículos académicos, pero en patentes y nuevas empresas la importancia de nuestro país es mucho menor. El reto es traducir esa labor académica en empresas. La seguridad digital constituye otra de las áreas clave. En un mundo interconectado y dominado por internet, es muy importante dar seguridad a toda la transferencia de datos muy privados. Esta es una industria muy consolidada en la que España presenta importantes fortalezas. Se espera que para 2026 el mercado tenga un valor 270.000 millones de dólares. Las empresas que no se están protegiendo corren el riesgo de sufrir ataques, brechas, que ocasionan pérdidas de más de 500.000 millones de dólares. La seguridad digital no es un lujo sino una necesidad para evitar brechas de seguridad. Tenemos grandes capacidades en este sector. Internet de las cosas es otra de las tecnologías clave. Lo vemos en algunos sectores clave para la economía. En 2015 suponía una inversión de 10.000 millones de dólares. En 2020 llega a los 40.000 millones. Adopción de la inteligencia artificial ha hecho que el internet de las cosas tenga un crecimiento exponencial en productos, servicios y aplicaciones internas. Europa puede perder este año su posición de liderazgo a manos de Asia en todo lo referente a este ámbito. España es líder por número de patentes, en línea con el tamaño de nuestra economía. Materiales fotoactivos avanzados suponen una mejora clarísima de las células fotovoltaicas. Los avances más prometedores, con eficiencias muy altas, y diseños sostenibles medioambientalmente. Ello ha provocado una reducción del precio del kilovatio/hora en la última década que ha sido espectacular. El precio ha caído en torno a un 80%. Esto ha sido posible gracias a la utilización de materiales fotoactivos avanzados, que permiten producir la electricidad a un coste más reducido. Existe una enorme esperanza en las energías renovables porque el precio del kilovatio/hora ya es plenamente competitivo en relación con otras fuentes de electricidad. Con inversión y decisión política pueden formar una parte importante de nuestro mix energético. En este terreno, Europa partía de posición superior a la de Estados Unidos y solo era superada por Asia. Pero esa posición de liderazgo la podemos perder con EEUU y con China, que va a conseguir capacidades instaladas muy superiores a las que tenemos en Europa. La energía distribuida tiene que ser parte de nuestro sistema eléctrico, para generar la electricidad mucho más cercana al consumo final, lo que permite reducir la demanda durante las horas de sol. También permite almacenar esa corriente que se genera en momentos de no máxima demanda para aplanar los picos de oferta y demanda. Esto mejora la eficiencia energética ya que disminuye las pérdidas que se originan en su transporte. Probablemente, continuará aumentando de forma muy importante la instalación de capacidad fotovoltaica distribuida. Datos de satélite para toma de decisiones son otra de esas tecnologías vitales. Economía espacial global supone más de 300.000 millones de dólares. Esta detrás de la televisión pero emerge también con nuevas perspectivas en muchos otros sectores como la observación de la tierra o los pequeños lanzadores. Más de 80 países, entre ellos España, cuentan ya con satélites propios. La economía espacial en España engolaba 2.500 profesionales y 40 empresas. Las nuevas tecnologías para combatir el envejecimiento son otro elemento importante. Cuando empezamos a envejecer se producen cambios en el organismo. Esta tecnología supone una oportunidad. En España está aumentado el número de publicaciones científicas. Es un área emergente, y también un área clínica, en la que ya se están produciendo ensayos clínicos sobre tecnologías específicas para combatir el envejecimiento. Tenemos algunos de los mejores científicos y centros. Esta tecnología también es una oportunidad para el turismo de salud de alto valor añadido. Las energías renovables dependen de la capacidad de almacenar la energía que se genera. Ahora la almacenamos mediante bombeo del agua para subirla a las presas hidráulicas y una pequeña parte mediante baterías y sistemas térmicos. Las principales alternativas han evolucionado de forma significativa, con sistemas electroquímicos de almacenamiento, especialmente baterías de ion litio. Se están desarrollando nuevas tecnologías basadas en tecnologías más abundantes que el litio para el almacenamiento. El blockchain, o la cadena de bloques, consiste en dividir la información en bloques. Esta tecnología es una gran realidad, en la que lideran fundamentalmente Estados Unidos y China, con el 50% del sector mundial. En Europa lidera el Reino Unido, que tiene la mitad del sector europeo. Las criptomonedas son el sector de blockhain de mayor crecimiento que, sin duda, incluye oportunidades de negocio. Todas estas tecnologías se pueden clasificar en tres grupos. El primero es el grupo de las tecnologías digitales, con la inteligencia artificial, la seguridad digital, el internet de las cosas, los datos de satélite y el blockchain. El segundo es el de la energía, con los materiales fotoactivos avanzados, la energía distribuida y las energías renovables. El último es la biomedicina, con la edición genética y las nuevas tecnologías para combatir el envejecimiento. Por último, hay que referirse a la pandemia. El Covid no es una sorpresa porque desde los 70 hemos tenido virus que nos han sacudido con periodicidad recurrente. En esta ocasión, tanto la velocidad de contagio como la tasa de mortalidad son bastante elevadas y han tenido impacto sobre nuestras vidas y nuestra economía. España ha tenido un papel protagonista en la investigación contra el Covid-19. Están realizándose 58 ensayos clínicos con más de 59.000 pacientes. La enfermedad ha tenido un impacto clarísimo en la economía y en el mercado laboral, con el descenso de afiliaciones a la Seguridad Social. Ha afectado a los sectores de fabricación, transporte y turismo y la pérdida va a ser difícil de recuperar. Eso tendrá efecto en las cuentas públicas. El reto es mantener el dinero destinado a investigación y sanidad. Salir de la crisis depende mucho de cómo se va a propagar el virus y como se va a hacer la salida. España está más dañada por falta de tecnología y por la dependencia del turismo. El informe del Foro Económico de Davos dice que España está en innovación por debajo de los países de nuestro entorno. Tenemos que trabajar mucho para mejorar nuestra situación. Por eso, ahora no se pueden recortar los fondos destinados a la inversión en I+D, como se hizo en 2009. El país estará mejor preparado si volvemos a invertir en ciencia y tecnología, pero de una forma inteligente en la que se involucren más la administración pública y la empresa privada. Se dice que quien desconoce la historia está condenado a repetirla. Nuestro problema como país no es desconocer nuestra historia, sino que no hemos imaginado nuestro futuro.
6/17/20201 hour, 9 minutes, 53 seconds
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La tecnología y la pandemia del COVID-19. Mauro F. Guillén

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 11 de junio de 2020, la conferencia de Mauro F. Guillén, catedrático de Dirección Internacional de Empresas en la Wharton School, titulada “La tecnología y la pandemia del COVID-19. El profesor Guillén comentó que muchos expertos, así como los medios de comunicación, han empezado a crear mitos sobre esta pandemia. Hablan de que vamos al final del desplazamiento al trabajo, de la extinción del comercio minorista y del colapso de la globalización. Pero esto son mitos. ¿Qué ha pasado en esta crisis? Si se analiza la evolución de la confianza del consumidor durante la crisis, se observa que se produjo un descenso muy súbito de ella tanto en Estados Unidos como en China a raíz de la pandemia. En las últimas semanas, sin embargo, se ha producido un ligero repunte en Estados Unidos. En China parece que también, aunque luego ha habido una recaída. Pero lo destacable es que, incluso en su punto más bajo, no se llegó a los niveles que se alcanzaron hace doce años durante la crisis financiera global, o hace cinco años cuando China sufrió ciertos avatares. Esta vez no ha caído tanto. En la Unión Europea y Japón también se produjo una caída y una cierta recuperación en las dos últimas semanas, pero, en estos dos casos, la caída ha sido similar a la que se produjo en 2008 y, en Europa, en 2012 durante la crisis de la deuda soberana. ¿Cómo explicar ese comportamiento en Estados Unidos y China? Uno de los argumentos es que el Gobierno y los bancos centrales han actuado con muchísima celeridad. Pero también hay otra hipótesis y es que algo ha cambiado con anterioridad a la pandemia en la conducta del consumidor y quizá el comercio electrónico ha tenido algo que ver con ello. El consumidor ha podido seguir consumiendo y los trabajadores han podido seguir desempeñando sus funciones desde el hogar gracias a la tecnología. ¿Hasta qué medida la tecnología va a cambiar cómo operan las empresas tanto hacia dentro como hacia afuera? Hay cuatro grandes temas que van a suponer cuatro grandes áreas de actuación dentro de las empresas y en sus relaciones con clientes y con proveedores. Estas tendencias van a continuar más allá de la pandemia y se refieren a la cadena de suministros de la empresa, la automatización de sus actividades, el trabajo remoto y el comercio digital. Una encuesta a los directores financieros de las empresas estadounidenses, que son los que saben lo que sucede en la empresa, decían al inicio de la pandemia que hay que cambiar la seguridad en el trabajo, acomodar el puesto de trabajo para adaptarlo al distanciamiento social y es posible que haya que introducir turnos alternativos de trabajo. Cuando se les pregunta si después de la pandemia se va a poner más énfasis en el trabajo remoto, casi la mitad de los encuestados piensa que va a ser una opción permanente. El 40% piensa que las tendencias a la automatización y a las nuevas formas de trabajo van a seguir. Casi la tercera parte piensa que también va a haber un impacto significativo sobre la utilización de edificios. Respecto a las cadenas de aprovisionamiento, el 71% ha visto una disminución del volumen de producción, el 60% constata retrasos en el transporte entre distintos segmentos y el 49% indicha que se han producido demoras desde que el producto entra en el puerto hasta su llegada a los consumidores. El 42% de los encuestados asegura que las cadenas de valor van a cambiar a raíz esta crisis y el 29% estima que es posible que lo hagan. ¿Qué tipo de inversiones van a ser necesarias en el futuro? El 26% de los encuestados considera que serán necesarias inversiones en activos, el 33% en empleados, para reposicionar a algunos y contratar a otros, y el 67% en tecnología a lo largo de la cadena de aprovisionamiento. Esta pandemia ha expuesto algunos de los problemas básicos que existían con las cadenas de valor. Por ello, las empresas ven en esta situación oportunidades para hacerlas más eficientes, más resistentes ante choques externos como esta pandemia. ¿Qué va a ocurrir con las cadenas de valor? Va a suponer un abandono parcial del principio del just in time. Vamos a caminar hacia el principio de just in case, el principio de por si acaso. Va a haber más inventarios, las empresas van a buscar un nuevo equilibrio entre eficiencia y resistencia ante disrupciones importantes. Esta crisis va a acelerar este equilibro, pero no es algo nuevo. Hay dos precedentes históricos recientes. El primero fue en 2011, con el tsunami de Japón, que causó un colapso de las cadenas de aprovisionamiento en Japón. Las empresas se vieron obligadas a parar la producción. Semanas después el parón se manifestó en Estados Unidos, Europa y otros países asiáticos. Muchas empresas empezaron a replantearse sus cadenas de valor, que deberían estar más diversificadas y ser más cortas en distancia geográfica. Esta situación afectó a la industria automóvil, pero no mucho a otros sectores. En 2018-19 vino la guerra comercial entre Estados Unidos y China. En algunas categorías de bienes, China fabrica el 50% de la producción mundial. Pero la imposición de aranceles incrementa los costes. Esto invita a las empresas a replantearse sus estrategias, pero no hubo un regreso de esas actividades a Estados Unidos, sino que se produjo un desvió hacia otros lugares de manufactura industrial. El mayor beneficiario fue Taiwán, seguido de Vietnam, México y otros países de Europa del Este. En estos episodios las empresas aprendieron que cadenas de valor expuestas a todo tipo de riesgos. También vemos un mayor uso de la tecnología. Va a haber más inversión en automatización de almacenes. Esta pandemia crea unos incentivos muy fuertes para la automatización. Va a afectar al sector de servicios y va a seguir en el sector industrial. La nueva gran frontera de la automatización se va a manifestar en el sector servicios, que ha estado muy tocado por las medidas de confinamiento y distanciamiento, que van a tener que mantenerse durante varios meses o años. También hay que centrarse en los trabajos de cuello blanco, en donde la automatización va a seguir hacia arriba y se va a intensificar a raíz de esta crisis. Por lo que se refiere al trabajo remoto, antes del COVID-19 el 37% de los empleos en Estados Unidos podían ser desempeñados de forma remota. Un 3% de los trabajadores trabajaban remotamente. En los países escandinavos llegaba hasta el 23% de la población ocupada. Durante el COVID, el teletrabajo ha crecido muy rápidamente en Estados Unidos, aunque luego seguramente va a bajar, sobre todo porque no es ideal trabajar desde el hogar para conseguir los objetivos de la empresa, pero no va a caer al nivel del 3%. El techo del 37% va a destrozarse hacia arriba gradualmente. La empresa va a reestructurar puestos o eliminarlos para crear otros que puedan desempeñarse en remoto. El lugar de trabajo en el 84% de los casos es el hogar. El 8% acude a espacios de cotrabajo cerca de su domicilio y el 4% teletrabaja desde el bar. Algunos expertos creen que el cotrabajo va a crecer porque la gente va a ir a esos lugares, pero otros creen que no va a funcionar en un mundo con normas de distanciamiento social. Hay que diferenciar entre el trabajo remoto y el trabajo inteligente. El trabajo remoto es simplemente buscar un lugar alternativo para él, mientras que el trabajo inteligente consiste en reinventar la manera en la que se trabaja. La tendencia en las empresas es a combinar las dos localizaciones y a pensar en equipos de trabajo virtuales que puedan estar en distintos lugares del mundo. Esto sería lo ideal, siempre y cuando sea ventajoso para la empresa y el empleado. La tercera tendencia es como podemos emplear las herramientas digitales para aumentar la productividad y la creatividad. Algunos estudios apuntan a que la productividad no crece con el teletrabajo, lo que no es bueno desde el punto de vista de la competitividad. En las primeras semanas de confinamiento hemos visto un crecimiento muy acelerado de las plataformas que nos permiten aprender de forma remota, de las plataformas digitales para jugar, del comercio electrónico. Tecnologías como inteligencia artificial, blockchain, realidad virtual, impresión 3-D, etc. son más interesantes para las empresas que antes de la crisis. La pandemia va a acelerar su despliegue. Puede verse en los siguientes ejemplos. Shopify compite con Amazon, pero se concentra en ser un área en la que otras empresas pueden anunciar sus productos y servicios. Durante la crisis, la cotización de Amazon creció más que el Nasdaq, pero la de Shopify lo hizo más aún porque se dio cuenta de un nicho de mercado de distancia menor de 25 kilómetros que se podía aprovechar. En la pandemia el comercio quedó completamente bloqueado, salvo que fuera esencial. Shopify crea un escaparate de productos y servicios en su plataforma y ayuda a las empresas a realizar envíos, recibir pagos, gestionar comercio el electrónico. Este modelo va a transformarse en un modelo mixto. Las tiendas volverán a abrir, pero conservando el canal digital. Otro ejemplo, Spotify. Una pandemia como la actual debería generarle un aumento de la demanda. Se ha beneficiado de un aumento muy elevado en el número de usuarios, pero también ha tenido un problema. Los ingresos por publicidad han caído drásticamente en esta crisis. La empresa se ha visto forzada a tratar de aumentar la tasa de conversión de gratuitos a usuarios de pago, atrayéndolos, por ejemplo, con podcasts. La pandemia es para Spotify una oportunidad de reinventarse con contenidos propios. El negocio de Airbnb se ha hundido. Durante la pandemia su prioridad ha sido mantener a los anfitriones conectados a la plataforma organizando eventos en línea, en los que los anfitriones pueden hacer cosas, dar webinars, etc. Esto permite a los anfitriones tener algún tipo de ingreso y a Airbnb le permite mantener la relación con los anfitriones. Permite que se transforme de intermediario que cobra una comisión a una plataforma de estilo de vida. Las ventas de Inditex cayeron el 44% en la pandemia. Esto representa una oportunidad para que siga creciendo en su negocio en línea. Un 14% de venta online no es suficiente. Van a cerrar hasta 1.200 tiendas, para acelerar su estrategia omnicanal. La pandemia es una oportunidad para crecer en línea. El New York Times antes de pandemia tenía un descenso importante de ingresos de publicidad. La tasa de conversión de la edición impresa a la digital era del 3,5%. Con cinco millones de suscriptores, la edición impresa aún representaba la mitad de los ingresos totales por suscripción y publicidad. En la pandemia hubo más suscriptores de pago a la plataforma, pero se produjo una caída importantísima de ingresos por publicidad en impreso y en la plataforma digital. Esto es una oportunidad acelerar la transformación digital del periódico. Las empresas, por tanto, van a acelerar cierto tipo de inversiones, van a profundizar cierto tipo de estrategias que ya tenían que estar adoptando antes de la crisis.
6/12/20201 hour, 6 minutes, 12 seconds
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La respuesta económica de la Unión Europea a la crisis del COVID-19. Luis Garicano

El 26 de mayo de 2020, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia de Luis Garicano, eurodiputado y vicepresidente de Renew Europe, titulada “La respuesta económica de la Unión Europea a la crisis del COVID-19. Garicano señaló que las pandemias no son algo nuevo en la historia. Las hemos tenido en el pasado. Por ejemplo, la Plaga de Justiniano, que afectó al imperio bizantino y a otras partes de Europa, Asia y África entre 541 y 543; la Peste Negra, que afectó a Europa y Asia; la Plaga Italiana, de 1629-1631, o la Gripe Española. Lo bueno que tiene, en este caso, la crisis del Coronavirus es que el capital físico no se ha destrozado y las pérdidas en capital humano son relativamente pequeñas. Esta pandemia también es bastante especial por otra razón. En una guerra, nunca se le pide a la gente que se quede en casa, ni se reduce voluntariamente la producción. Todo lo contrario. En Estados Unidos, por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial las mujeres salieron masivamente para incorporarse a trabajar y no detener la producción. El virus tiene un aspecto económico interesante que es la idea de la externalidad. Una externalidad se produce cuando se toma una decisión que tiene consecuencias para los demás, pero que no se pone precio a esas consecuencias. El salir a la calle en una epidemia es un caso de externalidad que tiene un coste importante. Por ejemplo, cuando los jóvenes salen despreocupadamente a la calle, sin mascarillas, sin preocuparse de contagiar o contagiarse. Pero también, si uno quiere estar protegido, puede ir en la dirección contraria y decir prefiero contagiarme antes que después, lo que puede llevar a que la gente salga más. La cuestión es que la gente no internaliza el coste de sus acciones. Por esa razón, el confinamiento se impone desde el gobierno, dada la necesidad de congelar la expansión del virus. Esta situación está produciendo una contracción económica. Vemos que la oferta cae, que la gente que no produce se queda en su casa. A causa de ello, cae la demanda, y esto va de vuelta a la oferta. En España, los gastos han caído muchísimo, un 60% el gasto nacional y un 100% el extranjero. Hay actividades que caen muchísimo y otras menos, dependiendo de la composición de la demanda. También hay un impacto en forma de salida de capitales muchísimo mayor que en la crisis financiera. La inversión en los países pobres ha caído muchísimo. Las decisiones que han tomado los países para afrontar esta situación económica han tratado de evitar que sea permanente, porque la gente pierde sus ingresos, las empresas se endeudan y todo lleva a un fortísimo incremento de la deuda pública. En España crecerá en más de veinte puntos del PIB, ya que las fuertes caídas de la oferta y la demanda afectan a los ingresos. Si esta situación dura poco, será fácil de gestionar; si dura más, será un problema. La clave de la salida reside en cuenta protección contra la enfermedad se mantiene y cuanta gente está expuesta. En este sentido, hay tres escenarios. Si el confinamiento termina en verano, hay distanciamiento social, se viaja menos, hay teletrabajo y se produce un rebrote en otoño que se pueda controlar, la economía repuntará en la segunda mitad del año. El peor escenario sería que el confinamiento volviese en invierto y no se controlara el rebrote. Entonces se produciría otra caída del PIB. Pero si el virus muere, entonces la situación mejorará rápidamente porque todo volvería a la normalidad. Las decisiones de política económica que se están tomando tienen unos objetivos claros. Si se deja que la enfermedad siga su curso, es malo para la salud, pero la recesión es más suave. Si se ataca la enfermedad, es bueno para la salud, pero la recesión es más profunda. Teniendo esto en cuenta, el objetivo ha sido que caiga la economía para proteger la salud y que tengamos una recesión en forma de V, como ha pasado en China. A partir de ahí se han tomado una serie de decisiones, que vienen explicadas por tres problemas. El primero es que el flujo de renta de los hogares a los negocios se para porque el gasto cae. El segundo es que se detiene también el flujo de sueldos y salarios. Por último, se congelan los préstamos a los negocios. Por ello, lo que hay que hacer es proteger a los trabajadores y sus ingresos, incluso estando en cuarentena y quedándose en casa. Segundo, hay que garantizar la liquidez de las empresas. Tercero, hay que apoyar al sistema financiero para que no se hunda. Son las acciones que se han estado tomando estos meses. Los sectores en los que el empleo se ve más afectado son construcción, hostelería, arte y cultura. En los servicios, el efecto sobre el empleo es menor. Y en las industrias primarias y los sectores que pueden funcionar con teletrabajo es todavía más pequeño. La crisis tiene impactos muy diferentes en los países dependiendo de cuál sea la estructura económica de cada uno de ellos. En España, el 70% de los trabajos no se pueden realizar desde casa, debido al peso del comercio, el transporte, los hoteles y el turismo. Un país que tiene muchos empleos de ese tipo es un país que sufre más. España, por ello, es el tercer país más vulnerable. Los empleos que más se conservan son los de mayores ingresos. De los de más bajos no se conserva casi ninguno. Por eso, la tasa de desempleo es más alta en los tramos de salarios bajos que en los altos. Para proteger a las personas se han adoptado medidas relacionadas con el mercado laboral como las bajas por enfermedad, la ampliación del seguro de desempleo, los subsidios salariales, las medidas de protección del empleo, como los ERTEs y los minijobs, porque se pretende que se mantenga el vínculo entre trabajador y empresa. Así se reducen los despidos y se permite que la relación laboral continúe, pero con el trabajador cobrando de otra parte. Un segundo grupo de medidas está destinado a proteger a las empresas, en particular de transporte y a las tiendas. Lo que piden los empresarios es que se les ayude a pagar impuestos, alquileres, cotizaciones sociales. Las pymes se sienten frágiles financieramente; solo tienen dinero para aguantar cerradas mes o mes y medio. Las principales medidas, en este sentido, han sido préstamos, avales públicos para que las empresas puedan acceder al crédito, desgravaciones fiscales y devoluciones de impuestos, incluso más allá de lo pagado. La tercera respuesta a nivel global ha consistido en ayudar a los bancos, proporcionándoles liquidez para que puedan apoyar a las empresas con préstamos. Esto ha permitido que haya muchísimo más acceso al crédito. Por lo que se refiere a la Unión Europea, ésta tiene tres líneas de defensa. Primero, está la respuesta del BCE, que ha podido actuar con gran agilidad. Los bancos centrales han actuado de manera muy rápida, con medidas muy radicales. El Reino Unido, incluso, permitió que el Banco de Inglaterra financiase directamente a su gobierno. El BCE no puede hacer eso, pero sí está comprando la deuda que emiten los gobiernos. Aun así, esto restringe capacidad para financiar a los gobiernos, porque el banco solo puede adquirir hasta un 33% de cada emisión. Además, el BCE tiene una segunda restricción, y es que en cada programa de compra solo puede destinar a cada país un porcentaje igual al de su participación en el capital del banco. Para superar estas restricciones, el BCE puso en marcha un nuevo programa de compra de deuda por 870.000 millones, con validez hasta diciembre de 2020. Si no se hace esto, se puede entrar en una espiral de deuda que podría desembocar en una crisis terrorífica, porque los estados miembros tienen muchas necesidades de préstamo. Se trata de evitar el circulo vicioso en el que unos tipos de interés altos suscitan en los mercados expectativas de impago y, por tanto, de salida del euro, con lo que piden tipos aún más altos. Para evitar esos problemas, el BCE ha creado el programa de compra de la pandemia. El problema es que se va a acabar antes de lo previsto, porque está comprando más deprisa de lo que pensaba. Además, la sentencia reciente del Constitucional alemán ata bastante las manos al BCE, al pedirle justificación sobre los programas anteriores. Esto sume a la política monetaria en una gran incertidumbre. La segunda línea es la política fiscal. Las políticas fiscales son nacionales y se coordinan, pero por ser nacionales hay un riesgo de redenominación por subida prima de riesgo. También hay un sesgo asimétrico en política fiscal, con unos países que gastan poco y otros que gastan mucho, con lo cual la coordinación muy poco fluida. Además, la cantidad de actores que intervienen en materia de política fiscal en la UE dificulta la coordinación. El Eurogrupo, por eso, ha tardado un poco más en hacer tres cosas: un programa del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para dotar de liquidez a las empresas, el programa SURE de la Comisión Europea para proteger a los trabajadores y las empresas y el MEDE para financiar programas sanitarios. El BEI aporta 21.000 millones en garantías a préstamos para empresas, pero resulta pequeño. El SURE lo financia Europa y presta a los estados miembros, si bien es complicado porque el tratado pone algunos obstáculos. La UE no se puede endeudar mucho. Solo puede gastar el 1,16% del PIB, y un punto más si hay una emergencia. Ya lo está gastando y la financiación la consigue en los mercados con garantía de los países miembros. Por lo que se refiere al MEDE, este mecanismo tiene bastante dinero, pero lo presta con condiciones. Por eso, se considera un estigma político el pedir ayuda al MEDE. Se ha puesto un MEDE especial para la crisis con condicionalidad muy suave, con el fin de financiar gastos en costes directos e indirectos de la pandemia. España e Italia se niegan a utilizarla porque quieren fondo de recuperación, sin condiciones, pero no tiene mucho sentido porque hay países que se niegan. Además, entrar en el MEDE tiene un efecto estabilizador sobre los tipos de interés porque BCE puede participar en él. Es lo que ha sucedido con Chipre. La tercera línea de defensa es un plan de recuperación y reconstrucción. Los países del norte lo rechazan porque no quieren mutualizar la deuda y tienen cierta razón, porque no tienen capacidad decisión sobre lo que hacen España o Grecia con el dinero. Los tratados europeos también dificultan el conseguir que se compartan las deudas, debido a la obligación de que el presupuesto de la UE esté equilibrado y a la prohibición de rescates a países. Teniendo en cuenta esto, Garicano propone la creación de un fondo europeo para la reconstrucción en forma de préstamos. Se financiaría con una emisión de deuda conjunta de la UE a largo plazo, cuyos intereses se pagarían con nuevos recursos propios de la Unión Europea. Estos procederían de nuevos recursos verdes y digitales.
5/27/202049 minutes, 36 seconds
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Coronavirus y economía: grandes retos comunes. Juergen B. Donges

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 20 de mayo de 2020, la conferencia de Juergen B. Donges, Catedrático Emérito de Ciencias Económicas y director del Instituto de Política Económica y del Otto Wolff Institute for Economic Studies, ambos en ubicados en Colonia, titulada “Coronavirus y economía: retos comunes e inusitados”. Donges señaló que la crisis económica actual, que tenemos a nivel nacional, europeo y global, eclipsa cualquier otra que hayamos conocido antes por su origen, su profundidad y la dificultad de prever cuando tocará fondo y se iniciará la recuperación. La crisis es completamente diferente a las anteriores porque no ha sido causada por fallos de política económica, sino por una pandemia que aún es difícil de atajar. Aunque en algunos países la curva empieza a ser favorable, la epidemia sigue vigente. Nadie sabe a ciencia cierta hasta cuándo durará y si puede llegar una nueva ola vírica antes de que dispongamos de un tratamiento eficaz o de una vacuna. En este contexto, los economistas piensan que las empresas y los trabajadores entran que convivir con el Covid-19 durante bastante tiempo. La pandemia ha generado dos shocks simultáneos: uno de oferta y otro de demanda. El shock de oferta consiste en que las cadenas de valor globales han quedado desarticuladas a causa de las medidas adoptadas de parar la actividad productiva y de las restricciones de importaciones y exportaciones de numerosos productos. En la UE, el Mercado Único ha quedado disuelto, mientras que en el mercado mundial ha aumentado el proteccionismo. El shock de demanda se debe a que las medias de las autoridades han restringido notablemente la movilidad de las personas. Esto ha repercutido adversamente en el gasto de las familias en consumo duradero, ocio y turismo. El tráfico aéreo, el marítimo y el ferroviario, se han quedado sin pasajeros. Ambos shocks ya están teniendo un impacto sobre la economía mundial en la primera mitad del año. Todas las economías avanzadas están en recesión, afrontan una quiebra de pymes y autónomos, hay sectores como las aerolíneas que luchan por su supervivencia, están produciéndose destrucciones masivas de empleo, está subiendo la deuda pública. Y lo que se ha perdido hasta ahora no se va a recuperar. El PIB global retrocederá en 2020 un 3%. En la Gran Recesión la caída fue del 1%. El comercio mundial se ha desplomado el 11%. La recesión es generalizada en todas las economías avanzadas. Para las economías emergentes se prevé un declive menor que en los países avanzados, con un descenso de la actividad hasta el 1%. Para China e India, las previsiones apuntan a un crecimiento moderado y muy por debajo de la media histórica. Para Brasil y México la perspectiva es de una fuerte contracción. Si se confirman estas previsiones del FMI, tendríamos una evolución de la coyuntura en forma de V. El supuesto es que la pandemia remitirá claramente a comienzos de verano y que no habrá rebrotes significativos, que entonces se podrán levantar las medidas sanitarias y que las medidas de política fiscal funcionen. En esto caso la recuperación se iniciaría en el segundo semestre y continuaría en 2020. Pero no hay ninguna garantía de que este escenario se cumpla. Las cosas pueden ir a peor. Un primer escenario, en este caso, sería un perfil cíclico en forma de U, con la base inferior más alargada si la pandemia perdura más tiempo con repuntes. Esto demoraría la recuperación hasta entrado 2021, con tasas de crecimiento muy bajas. España podría estar en este escenario. Segundo escenario se corresponde con un perfil cíclico en L, sin poder determinar la longitud de la base. Si se produjera una nueva oleada, se restringiría la actividad sin ver la luz al final del túnel. Esto sería un verdadero desastre para las empresas, los trabajadores, las arcas públicas y la seguridad social. La probabilidad de que el perfil de la crisis sea en V es del 60%, que sea en U es del 30% U, y que sea en L es del 10%. Pero todo está envuelto en una incertidumbre enorme. El perfil de la recuperación va a ser distinto según los países. El punto de arranque de la recuperación presentará complicaciones más o menos notables según las medidas adoptadas previamente. A los países que han paralizado toda la economía, como España o Italia, les costará un esfuerzo mayor que a los que han mantenido la producción, aunque a menor escala, como Alemania u Holanda. También influye el peso que tengan en el PIB los sectores golpeados fuertemente. De lo que se trata ahora es de conciliar objetivos sanitarios y económicos. Mientras no haya desaparecido el riego de contagio y no haya una vacuna eficaz, es correcto extremar las precauciones. Pero también es correcto iniciar la desescalada si la cifra de personas infectadas evoluciona favorablemente. Salvar vidas es muy importante, pero no es lo único en lo que hay que pensar. Los responsables políticos, por eso, van a tener que caminar sobre el filo de una navaja a la hora de ponderar dos objetivos: salvar vidas y salvar la economía como fuente de empleo y bienestar. Si solo se concentran en la pandemia, sometiendo por un tiempo indefinido a la ciudadana a restricciones en su movilidad, en sus actividades, pueden ocasionar grandes daños colaterales en forma de hambre, trastorno familiar, problemas de crecimiento de los niños, etc. Los gobiernos, no obstante, han tratado de responder de la mejor forma posible a este dilema. Hay que conciliar el reto sanitario y el económico. Respecto al sanitario, es crucial aprender las lecciones que ha dejado la actual fase del Covid-19. Necesitamos un sistema de alerta preventiva para todos los riesgos de alertas víricas nuevas para contenerla. Necesitamos una red amplia de laboratorios de diagnóstico clínico de alto nivel. Necesitamos una investigación médica intensa sobre enfermedades infecciosas, su tratamiento y cómo frenar su expansión. Necesitamos una reserva sanitaria adecuada en relación con plantillas, aparatos médicos, materiales de protección, camas en hospitales, test, … También es preciso un concepto de actuación política coherente, basado en evidencia científica, con datos fiables y objetivos, sin descargar en los expertos la responsabilidad de los gobiernos en la toma de decisiones. En caso de rebrote, hay que suspender inmediatamente los actuales procesos de desescalada e introducir medidas de contención del virus. Finalmente, es necesaria mucha claridad y transparencia para convencer a la ciudadanía de la necesidad de cumplir con las normas. Si no hay confianza en las instituciones, los llamamientos públicos a los ciudadanos serán inútiles. También sería aconsejable una coordinación firme entre autoridades europeas en vez de la toma de medidas unilaterales. El reto económico es un reto doble. Por un lado, hay que evitar un deterioro irreparable del tejido productivo, sin bloquea cambios estructurales que surjan por razones tecnológicas y de mercado. Por el otro, hay que recuperar la confianza de los agentes económicos para que la economía se reactive. En la política macroeconómica la lleve ahora está en la política fiscal. Los bancos centrales van a mantener una política monetaria ultra expansiva, de manera que las condiciones financieras seguirán siendo muy holgadas. Los gobiernos han hecho lo que tenían que hacer, que es proveer de liquidez urgentemente a empresas y autónomos. Se trata de evitar despidos y quiebras porque si se produjeran demasiadas quiebras habría efectos negativos sobre el sector bancario. Entre las medidas adoptada caben destacar unos subsidios a fondo perdido para frenar costes fijos, avales a créditos bancaros, reducción de cotizaciones, prestaciones públicas por despidos como los ERTEs, o el aplazamiento en el pago de impuestos. En líneas generales los gobiernos han actuado en esta dirección. Para la política fiscal será importante saber en qué ciclo nos vamos a mover. Si el perfil es una V, las medias adoptadas, junto con el funcionamiento de los estabilizadores automáticos, supone un apoyo de la actividad suficiente. No habría que hacer más, porque sería sobreactuar y resultaría contraproducente a medio plazo. Si el perfil es una U o una L, entonces se necesitaría un mayor apoyo fiscal. La forma más eficaz es mediante desgravaciones tributarias a las empresas, incluidas amortizaciones aceleradas, mediante la traslación de pérdidas a ejercicios anteriores en los que se hubieran producido beneficios y promoviendo inversiones publicas en educación, investigación sanidad y estructuras vitales. También hay que reducir los trámites para la creación de empresas. Con el consumo no está claro si necesitamos estímulos fiscales o no. La evidencia actual es que los comercios vuelven a atraer clientela. Por tanto, hay gasto de consumo. Pero también observamos una cierta timidez de los consumidores a la hora de incrementar el gasto en bienes duraderos. En este caso, sí caben estímulos fiscales, en particular una reducción temporal del IVA. Pero hay que tener cuidado con la concesión generosa de subsidios o aportaciones de capital a determinadas empresas. Estas ayudas son cuestionables. Además, apoyar a unos implica discriminar a todos los demás. Esto distorsiona la competencia, genera ineficiencias en la asignación de factores y, al final, el remedio puede ser peor que la enfermedad para la economía. Puede ser que los gobiernos necesiten también ayuda exterior. En Europa pueden acogerse a los mecanismos que ya tenemos, que están bien dotados y cuyas condiciones de acceso han sido relajadas: MEDE, fondos estructurales de cohesión y Banco Europeo de Inversión. Todo esto lo pueden aprovechar ya los gobiernos. Crear un fondo europeo de reestructuración duraría mucho tiempo y muchos países no estarían de acuerdo. Por eso tampoco hay necesidad de volver al tema de los eurobonos, porque hay tres problemas. Uno, reformar el tratado de la UE y suprimir la cláusula de bail out. Dos, significa mutualizar por ley la deuda pública, lo que crea efectos perversos porque los países no aplicarían políticas presupuestarias rigurosas y demorarían las reformas estructurales necesarias para el crecimiento económico. Tres, que los alemanes tengan que responsabilizarse de las deudas de otros países sin tener ninguna influencia sobre cómo y en que se usa la deuda es inaceptable. Otra cosa sería si todos los países renunciaran a su soberanía nacional en materia presupuestaria para trasladarla a instituciones de la Unión Europea. Pero en esto no se avanza porque los países no están dispuestos a desprenderse de su competencia reina. Con esta crisis aumentarán el déficit y el ratio de deuda sobre PIB. Tenemos dos escenarios diferentes. Hay países como Alemania, Austria u Holanda que tienen unas finanzas públicas equilibradas porque han hecho sus deberes en el pasado. Estos países tendrán más fácil asumir el creciente endeudamiento. Otros países, como España, que no han sabido o querido utilizar la bonanza económica para llevar a cabo una política fiscal más rigurosa, lo tendrán más difícil. Lo que sí hay que saber es que, de momento, desde las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, no hay ningún límite para aumentar el déficit y la deuda. Pero esto es temporal. Cuando la crisis se haya superado, los países tendrán que priorizar la consolidación presupuestaria porque es insostenible mantener niveles elevadísimos de deuda. Habrá que hacer ajustes económicos más o menos severos por el lado del gasto ineficiente e improductivo. Si conseguimos que el ritmo de crecimiento económico supere el tipo de interés, los ajustes serán más llevaderos. Hay otras cosas que también incidirán en este reto. Uno es la restitución del Mercado Único Europeo y del Acuerdo de Schengen. Una vez iniciada la desescalada, es una sinrazón perpetuar restricciones fronterizas que, a la postre, serían perjudiciales para todos. Dos tercios del comercio exterior de la UE son comercio intra europeo. Sin libertad absoluta de comercio y de movimiento de personas, una buena parte del potencial de crecimiento quedaría desaprovechada. El relanzamiento económico también requiere una acción empresarial. No es el momento de proponer la nacionalización de empresas y aprovechar la crisis actual para avanzar en el ideario de una ideología de extrema izquierda. Las empresas públicas no son rentables, resultan muy costosas para el contribuyente y frenan crecimiento. Tampoco es el momento de recortar la globalización económica y resucitar modelos de autarquía nacional. Empobrecerían la sociedad. La historia moderna revela que la libertad de la iniciativa privada expuesta a una competencia intensa en mercados nacionales y mundiales es la fuerza motriz de la innovación que, a su vez, impulsa el crecimiento económico y la creación de empleo. En la salida de esta crisis lo volverá a poner de manifiesto. El coronavirus puede a la postre convertirse en un acelerador de la digitalización. Ya hemos ensayado en los últimos meses las posibilidades de teletrabajo, videoconferencias, videoconsultas, enseñanza online, etc. En el futuro, las reuniones presenciales seguirán siendo importantes, pero las empresas y los jóvenes emprendedores no van a renunciar a la aplicación de esta tecnología. Las nuevas tecnologías eliminan la importancia del factor distancia. El futuro económico inmediato estará caracterizado por una economía pandemia. Pero con políticas adecuadas se podrá relanzar actividad e instalarla en una senda de crecimiento sostenido, aunque sea en un perfil más bajo que en los últimos años. Condición sine qua non es el retorno al Estado de Derecho, erosionado últimamente. Sin él, la economía no puede funcionar. Algunos países han recurrido a la declaración de estado de alarma, con lo que el Ejecutivo dispone de un poder absoluto y elude el control parlamentario. Eso es muy preocupante y tiene que acabar. Para el bien de la democracia y el buen funcionamiento de la economía es imprescindible que los líderes políticos resistan tentaciones totalitarias sin cortapisas.
5/21/202047 minutes, 49 seconds
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Inmigración y libertad. Chandran Kukathas, versión en español

Chandran Kukathas es Decano de la School of Social Sciences y Lee Kong Chair Professor of Political Science de la Singapore Management University, anteriormente fue catedrático de Ciencia Política en la London School of Economics, formó parte del Consejo Asesor del Institute of Economic Affairs, el think tank liberal más influyente del Reino Unido.Licenciado en Historia y Ciencias Políticas por la Universidad Nacional de Australia, completó sus estudios en Ciencias Políticas en la Universidad de Nueva Gales del Sur y se doctoró en Filosofía en la Universidad de Oxford, donde posteriormente impartió docencia. Su obra refleja un hondo conocimiento de la filosofía política en general y del pensamiento liberal en particular, siendo autor de numerosos trabajos académicos dedicados a analizar la obra de autores como Friedrich Hayek, John Rawls o Will Kymlicka.
3/9/202044 minutes, 46 seconds
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Inmigración y libertad. Chandran Kukathas, english version

Chandran Kukathas es Decano de la School of Social Sciences y Lee Kong Chair Professor of Political Science de la Singapore Management University, anteriormente fue catedrático de Ciencia Política en la London School of Economics, formó parte del Consejo Asesor del Institute of Economic Affairs, el think tank liberal más influyente del Reino Unido.Licenciado en Historia y Ciencias Políticas por la Universidad Nacional de Australia, completó sus estudios en Ciencias Políticas en la Universidad de Nueva Gales del Sur y se doctoró en Filosofía en la Universidad de Oxford, donde posteriormente impartió docencia. Su obra refleja un hondo conocimiento de la filosofía política en general y del pensamiento liberal en particular, siendo autor de numerosos trabajos académicos dedicados a analizar la obra de autores como Friedrich Hayek, John Rawls o Will Kymlicka.
3/9/202044 minutes, 43 seconds
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Ciudades, el futuro de la civilización, Salim Ismail, english version

El 4 de febrero de 2020 tuvo lugar, en la Fundación Rafael del Pino, la conferencia de Salim Ismail, presidente y cofundador de OpenExO & ExO Works, fundador de ED de la Singularity University y Socio de Rokk3r Fuel ExO, con el título “Ciudades, el futuro de la civilización”. Ismail inició su intervención preguntándose qué podemos hacer respecto a la disrupción tremenda que se está produciendo, cómo va a cambiar la sociedad. Según dijo, cuando trabajó en Yahoo! aprendió algo muy importante y es que, cuando se plantea la disrupción, el sistema inmunológico de las instituciones ataca esos cambios para tratar de impedirlos. Para entender la disrupción, el cuadro fundamental es la ley de Moore, que señala que la capacidad de procesamiento de los ordenadores se duplica cada dos años. De hecho, la capacidad de procesamiento de información que tiene la sociedad se viene duplicando desde hace cien años. ¿Por qué sabemos que esta evolución es tan predecible y que en el futuro seguirá siendo así? Porque el perfil exponencial de esa curva no se ha visto afectado ni por crisis económicas, ni por guerras, ni por cualquier otro acontecimiento. Y es que cuando se conjuga la industria con la tecnología de la información, esta última adquiere propiedades de flujo. Es entonces cuando empieza la duplicación. Cuando se inicia este proceso, no se detiene. Sigue y sigue porque cuando la curva parece llegar a un límite surge otra cosa que prolonga la tendencia. Ese papel lo desempeñan, en estos momentos, innovaciones como la impresión tridimensional o la computación cuántica, entre otras. La ley de Moore, por tanto, está aquí para quedarse, con lo que estamos entrando en el mundo de la computación y el almacenamiento infinitos. De la misma forma, gracias al cambio tecnológico, tendremos recursos abundantes de aquí a una década, como el agua, la energía o las posibilidades de utilización del espacio, frente a la escasez que ha dominado hasta ahora la existencia del ser humano. La disrupción actual es la transición más importante que ha vivido nuestra sociedad. Y es que la civilización, tal y como la conocemos, se está descomponiendo. Nunca antes habíamos visto que el patrón de duplicación, el paradigma que lo impulsa todo, está apareciendo no en una, sino en varias tecnologías a la vez, por ejemplo, la neurociencia, los drones. Antes esto pasaba con una sola tecnología, pero, ahora, son doce las tecnologías que se están acelerando simultáneamente. Este es un proceso que nos cuesta entender, porque nuestra visión del mundo nos lleva a una extrapolación lineal. El universo, sin embargo, funciona con curvas. En esta transición, el coste marginal se desploma a cero y, como consecuencia de ello, explota el sector o industria afectado. La naturaleza de los problemas a que se enfrentan las sociedades, en consecuencia, ha cambiado. Antes era cómo afrontar la escasez. Ahora vamos a una era de abundancia y el problema es cómo filtrar los billones de datos que se generan o van a generarse. Esto, por supuesto, afecta al mundo de la empresa porque los negocios tradicionales ya no ganan dinero. Eso es porque, hasta ahora, cada negocio se basaba en la escasez. La digitalización y la tecnología, en cambio, nos entregan la abundancia. Lo vemos, por ejemplo, en el hundimiento del coste de iluminar una casa, en el de secuenciación del ADN o en el de la energía solar. Antes, las tecnologías avanzadas costaban muchísimo dinero y solo verdaderos gigantes económicos contaban con los recursos necesarios para generarlas y utilizarlas. Ahora, en cambio, las tecnologías avanzadas son baratas, y cada vez más. Esto crea un mundo distinto porque, al ser baratas, cualquiera puede utilizarlas. Blockchain, por ejemplo, es un código abierto. Lo mismo sucede con los drones, su coste, su capacidad de carga y su radio de acción. Se trata, por tanto, de un gran cambio de paradigma y tenemos que empezar a pensar en cómo lo aprovechamos. La disrupción más importante es la transformación de la energía solar. Su capacidad de generación está duplicándose cada dieciocho meses y lo lleva haciendo desde hace cuarenta años. Gracias a ello, podemos garantizar energía a todo el mundo en 2031 y, en 2050, se puede garantizar una generación ocho veces superior a las necesidades del planeta. Por supuesto, esto tendrá consecuencias geopolíticas tremendas. Así es que la energía solar, que lleva miles de años siendo escasa, va a convertirse en una energía abundante. Lo difícil es el almacenamiento, pero ahí también se está avanzando y ahora una batería de litio cuesta un 90% menos que hace diez años. A los vehículos autónomos también les afecta la ley de Moore, porque ahora llevan muchos más sensores y el software es mejor. Cuando digitalizas, las cosas se complican porque las implicaciones que ello tiene son altísimas debido a la caída de costes. Ese es el cambio que se está produciendo en esta sociedad. En realidad, son veinte transformaciones las que están teniendo lugar de forma simultánea, como la energía solar, los drones, la neurociencia, la biotecnología, los coches autónomos. Esto está afectando realmente a nuestras empresas e instituciones. No hay ninguna de ellas que vaya a superar esto, porque los ingresos se desploman con la digitalización, por ejemplo, los de los periódicos, o porque se pasa de vender algo que tiene valor a una actividad, por ejemplo, del cd a iTunes o Spotify. El problema es que cuando tenemos un cambio exponencial los expertos en ese campo no lo ven porque su visión es lineal. El cambio, sin embargo, es imparable porque el coste cae acero y eso supone una ruptura del status quo. Así es que no se le puede ganar a ese proceso, por lo que hay que aprovechar la tecnología para ser disruptivo. Miles de empresarios están operando con esa mentalidad y eso está cambiando el mundo. Hay veinte adelantos tecnológicos impresionantes que afectan a todas las instituciones, ya sea la sanidad, la educación, el periodismo, la propiedad intelectual. Pero nuestros intelectuales y nuestros líderes no pueden afrontarlo porque no están preparados para ello. Gran parte de la implantación de esas nuevas ideas se está produciendo a nivel de las ciudades, no de los países, porque es demasiado complejo para los países ya que son demasiado grandes como para poder gestionarlo. Las ciudades, en cambio, hoy son más grandes y complejas de lo que lo eran hace cien años, con lo que volvemos al modelo griego de ver el mundo a nivel de las ciudades. Nuestros sistemas económicos se van a romper porque estamos gestionando el mundo sobre el nivel de la deuda. Tampoco sabemos cómo van a ser los trabajos dentro de cinco años, así es que no sabemos qué vamos a enseñar a los alumnos. La tecnología avanza más rápidamente de lo que tardamos en enseñarla. La democracia también se ve afectada porque hoy tenemos sobreabundancia de información, que se malinterpreta. Como consecuencia, todas las democracias del mundo están rotas porque su metabolismo es demasiado lento para los cambios que está introduciendo la tecnología. Lo mismo sucede con el matrimonio, debido al aumento de la esperanza de vida, que vamos a duplicar en veinte años. La institución del matrimonio, sin embargo, se hizo para vidas mas cortas, no para vivir tanto tiempo. Y la ONU también ha quedado obsoleta. Nació para resolver los conflictos entre países, pero hoy el 80% de las guerras del mundo son guerras civiles. Así es que se están rompiendo todas nuestras instituciones. La tecnología nos abre unas posibilidades muy interesantes, pero eso requiere tener una mentalidad muy distinta. La sociedad tiene que empezar a pensar en exponencial, porque la visión lineal está generando muchas incertidumbres y, con ello, muchas resistencias. Lo único, sin embargo, que está impulsando el progreso en el mundo es la tecnología.
2/10/202046 minutes, 1 second
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Ciudades, el futuro de la civilización. Salim Ismail, versión en español

El 4 de febrero de 2020 tuvo lugar, en la Fundación Rafael del Pino, la conferencia de Salim Ismail, presidente y cofundador de OpenExO & ExO Works, fundador de ED de la Singularity University y Socio de Rokk3r Fuel ExO, con el título “Ciudades, el futuro de la civilización”. Ismail inició su intervención preguntándose qué podemos hacer respecto a la disrupción tremenda que se está produciendo, cómo va a cambiar la sociedad. Según dijo, cuando trabajó en Yahoo! aprendió algo muy importante y es que, cuando se plantea la disrupción, el sistema inmunológico de las instituciones ataca esos cambios para tratar de impedirlos. Para entender la disrupción, el cuadro fundamental es la ley de Moore, que señala que la capacidad de procesamiento de los ordenadores se duplica cada dos años. De hecho, la capacidad de procesamiento de información que tiene la sociedad se viene duplicando desde hace cien años. ¿Por qué sabemos que esta evolución es tan predecible y que en el futuro seguirá siendo así? Porque el perfil exponencial de esa curva no se ha visto afectado ni por crisis económicas, ni por guerras, ni por cualquier otro acontecimiento. Y es que cuando se conjuga la industria con la tecnología de la información, esta última adquiere propiedades de flujo. Es entonces cuando empieza la duplicación. Cuando se inicia este proceso, no se detiene. Sigue y sigue porque cuando la curva parece llegar a un límite surge otra cosa que prolonga la tendencia. Ese papel lo desempeñan, en estos momentos, innovaciones como la impresión tridimensional o la computación cuántica, entre otras. La ley de Moore, por tanto, está aquí para quedarse, con lo que estamos entrando en el mundo de la computación y el almacenamiento infinitos. De la misma forma, gracias al cambio tecnológico, tendremos recursos abundantes de aquí a una década, como el agua, la energía o las posibilidades de utilización del espacio, frente a la escasez que ha dominado hasta ahora la existencia del ser humano. La disrupción actual es la transición más importante que ha vivido nuestra sociedad. Y es que la civilización, tal y como la conocemos, se está descomponiendo. Nunca antes habíamos visto que el patrón de duplicación, el paradigma que lo impulsa todo, está apareciendo no en una, sino en varias tecnologías a la vez, por ejemplo, la neurociencia, los drones. Antes esto pasaba con una sola tecnología, pero, ahora, son doce las tecnologías que se están acelerando simultáneamente. Este es un proceso que nos cuesta entender, porque nuestra visión del mundo nos lleva a una extrapolación lineal. El universo, sin embargo, funciona con curvas. En esta transición, el coste marginal se desploma a cero y, como consecuencia de ello, explota el sector o industria afectado. La naturaleza de los problemas a que se enfrentan las sociedades, en consecuencia, ha cambiado. Antes era cómo afrontar la escasez. Ahora vamos a una era de abundancia y el problema es cómo filtrar los billones de datos que se generan o van a generarse. Esto, por supuesto, afecta al mundo de la empresa porque los negocios tradicionales ya no ganan dinero. Eso es porque, hasta ahora, cada negocio se basaba en la escasez. La digitalización y la tecnología, en cambio, nos entregan la abundancia. Lo vemos, por ejemplo, en el hundimiento del coste de iluminar una casa, en el de secuenciación del ADN o en el de la energía solar. Antes, las tecnologías avanzadas costaban muchísimo dinero y solo verdaderos gigantes económicos contaban con los recursos necesarios para generarlas y utilizarlas. Ahora, en cambio, las tecnologías avanzadas son baratas, y cada vez más. Esto crea un mundo distinto porque, al ser baratas, cualquiera puede utilizarlas. Blockchain, por ejemplo, es un código abierto. Lo mismo sucede con los drones, su coste, su capacidad de carga y su radio de acción. Se trata, por tanto, de un gran cambio de paradigma y tenemos que empezar a pensar en cómo lo aprovechamos. La disrupción más importante es la transformación de la energía solar. Su capacidad de generación está duplicándose cada dieciocho meses y lo lleva haciendo desde hace cuarenta años. Gracias a ello, podemos garantizar energía a todo el mundo en 2031 y, en 2050, se puede garantizar una generación ocho veces superior a las necesidades del planeta. Por supuesto, esto tendrá consecuencias geopolíticas tremendas. Así es que la energía solar, que lleva miles de años siendo escasa, va a convertirse en una energía abundante. Lo difícil es el almacenamiento, pero ahí también se está avanzando y ahora una batería de litio cuesta un 90% menos que hace diez años. A los vehículos autónomos también les afecta la ley de Moore, porque ahora llevan muchos más sensores y el software es mejor. Cuando digitalizas, las cosas se complican porque las implicaciones que ello tiene son altísimas debido a la caída de costes. Ese es el cambio que se está produciendo en esta sociedad. En realidad, son veinte transformaciones las que están teniendo lugar de forma simultánea, como la energía solar, los drones, la neurociencia, la biotecnología, los coches autónomos. Esto está afectando realmente a nuestras empresas e instituciones. No hay ninguna de ellas que vaya a superar esto, porque los ingresos se desploman con la digitalización, por ejemplo, los de los periódicos, o porque se pasa de vender algo que tiene valor a una actividad, por ejemplo, del cd a iTunes o Spotify. El problema es que cuando tenemos un cambio exponencial los expertos en ese campo no lo ven porque su visión es lineal. El cambio, sin embargo, es imparable porque el coste cae acero y eso supone una ruptura del status quo. Así es que no se le puede ganar a ese proceso, por lo que hay que aprovechar la tecnología para ser disruptivo. Miles de empresarios están operando con esa mentalidad y eso está cambiando el mundo. Hay veinte adelantos tecnológicos impresionantes que afectan a todas las instituciones, ya sea la sanidad, la educación, el periodismo, la propiedad intelectual. Pero nuestros intelectuales y nuestros líderes no pueden afrontarlo porque no están preparados para ello. Gran parte de la implantación de esas nuevas ideas se está produciendo a nivel de las ciudades, no de los países, porque es demasiado complejo para los países ya que son demasiado grandes como para poder gestionarlo. Las ciudades, en cambio, hoy son más grandes y complejas de lo que lo eran hace cien años, con lo que volvemos al modelo griego de ver el mundo a nivel de las ciudades. Nuestros sistemas económicos se van a romper porque estamos gestionando el mundo sobre el nivel de la deuda. Tampoco sabemos cómo van a ser los trabajos dentro de cinco años, así es que no sabemos qué vamos a enseñar a los alumnos. La tecnología avanza más rápidamente de lo que tardamos en enseñarla. La democracia también se ve afectada porque hoy tenemos sobreabundancia de información, que se malinterpreta. Como consecuencia, todas las democracias del mundo están rotas porque su metabolismo es demasiado lento para los cambios que está introduciendo la tecnología. Lo mismo sucede con el matrimonio, debido al aumento de la esperanza de vida, que vamos a duplicar en veinte años. La institución del matrimonio, sin embargo, se hizo para vidas mas cortas, no para vivir tanto tiempo. Y la ONU también ha quedado obsoleta. Nació para resolver los conflictos entre países, pero hoy el 80% de las guerras del mundo son guerras civiles. Así es que se están rompiendo todas nuestras instituciones. La tecnología nos abre unas posibilidades muy interesantes, pero eso requiere tener una mentalidad muy distinta. La sociedad tiene que empezar a pensar en exponencial, porque la visión lineal está generando muchas incertidumbres y, con ello, muchas resistencias. Lo único, sin embargo, que está impulsando el progreso en el mundo es la tecnología.
2/10/202045 minutes, 59 seconds
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La desaceleración de la productividad en la actualidad: una perspectiva histórica. Nicholas Crafts. Versión en español

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 27 de Enero de 2020, la Conferencia Magistral «La desaceleración de la productividad en la actualidad: una perspectiva histórica» que impartió Nicholas Crafts. Nicholas Crafts es Catedrático Emérito de Economía e Historia Económica en la Universidad de Warwick desde 2005, y catedrático del TRIUM Global Executive MBA Program, una alianza de NYU Stern, LSE y HEC School of Management. Ha sido Director del ESRC Research Centre on Competitive Advantage in the Global Economy (CAGE) y profesor en la London School of Economics and Political Science. Sus principales campos de estudio son: la economía británica en los últimos 200 años; el crecimiento económico europeo, los datos históricos de la economía británica, la Revolución industrial y la distribución internacional del ingreso, especialmente con referencia al Índice de Desarrollo Humano. A lo largo de su dilatada y prolífica carrera ha publicado gran cantidad de documentos.
1/31/202043 minutes, 53 seconds
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La desaceleración de la productividad en la actualidad: una perspectiva histórica. Nicholas Crafts. English version

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 27 de Enero de 2020, la Conferencia Magistral «La desaceleración de la productividad en la actualidad: una perspectiva histórica» que impartió Nicholas Crafts. Nicholas Crafts es Catedrático Emérito de Economía e Historia Económica en la Universidad de Warwick desde 2005, y catedrático del TRIUM Global Executive MBA Program, una alianza de NYU Stern, LSE y HEC School of Management. Ha sido Director del ESRC Research Centre on Competitive Advantage in the Global Economy (CAGE) y profesor en la London School of Economics and Political Science. Sus principales campos de estudio son: la economía británica en los últimos 200 años; el crecimiento económico europeo, los datos históricos de la economía británica, la Revolución industrial y la distribución internacional del ingreso, especialmente con referencia al Índice de Desarrollo Humano. A lo largo de su dilatada y prolífica carrera ha publicado gran cantidad de documentos.
1/31/202043 minutes, 52 seconds
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La era de las multinacionales chinas. Compitiendo por el dominio global. Lourdes Casanova

El 22 de enero de 2020 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia magistral de Lourdes Casanova, profesora de Management y directora del Emerging Markets Institute de la Johnson School of Business de la Universidad de Cornell, titulada “La era de las multinacionales chinas. Compitiendo por el dominio global”. La profesora Casanova inicio su intervención señalado que hay dos grandes hitos en la expansión internacional de las empresas chinas. El primero es la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio, en 2001. El segundo, y menos conocido, es la gran crisis financiera de 2008. Estos hitos son piedras angulares en el proceso de crecimiento de las empresas chinas y de su expansión por el mundo. Un hecho que resulta sorprendente en este proceso es la rapidez con la que las empresas chinas han crecido. Las empresas siempre aumentan de tamaño en un contexto de crecimiento económico. Y como China ha crecido a tasas anuales del 6%, el 8% y hasta el 10%, sus empresas también han incrementado su tamaño a mucha más velocidad de lo que lo hacen las de los países desarrollados que, con suerte, consiguen superar niveles de aumento del PIB del 3% anual. Lo que llama la atención, además, es lo anómalo de las tasas de crecimiento de China, ya que se trata de una economía enorme, que tiene un tamaño igual al del PIB nominal de Estados Unidos en 2004. En este contexto es en el que han crecido las empresas chinas, de las cuales hay un gran desconocimiento porque muchas compañías son estatales. Para un país es importante tener empresas grandes porque son las que generan empleo, las que innovan, las que cuentan con recursos suficientes para tirar de las pequeñas y medianas empresas. En este sentido, China tuvo la gran ocasión de hacer crecer sus empresas con la crisis financiera de 2008, en la que aparecieron grandes oportunidades de compra de empresas y de expansión debido a que las compañías estadounidenses se hallaban inmersas en una grave crisis. Durante esos dos o tres años se produjeron muchas ventas a capital chino y aparecieron huecos en países e industrias que ocuparon claramente las empresas chinas. De ahí que la crisis de 2008 sea un hito tan importante. Las empresas chinas, además, crecen y se expanden gracias a que el país tiene unas reservas de divisas gigantescas, de más de un billón de dólares. Con esas divisas compraron bonos estadounidenses y de otros gobiernos, pero en cierto momento consideraron que empezaban a concentrar demasiados riesgos con ese tipo de activos y empezaron a diversificar sus inversiones, entre otras formas mediante la compra de empresas en otros países. Gracias a todo ello, China ha podido converger rápidamente con las naciones desarrolladas, cuando a ellas les cuesta mucho más hacer crecer a sus empresas, por ejemplo, a Japón o a Corea del Sur. Debido a ello, China se ha unido al selecto y poco numeroso club de países que cuentan con grandes empresas dentro de la lista de Fortune 500. Los bancos chinos también se están internacionalizando a través de compras, para ir convirtiéndose con ello en los mayores del mundo. Eso mismo hacen otras empresas, como las aseguradoras, las empresas de construcción e ingeniería o las de telecomunicaciones. Lo hacen porque las empresas chinas son las que tienen los recursos financieros para continuar su expansión global. Las empresas chinas también son diferentes de las demás. Lo son porque, hasta ahora, no participan en los mercados de valores. El 79% de las empresas del Fortune 500 están en bolsa. En China, en cambio, el 67% de las compañías son públicas o de capital mixto. Esto no parece que vaya a cambiar por ahora, debido al hecho de que el gobierno quiere seguir controlando las grandes empresas. Esas empresas dominan mercados globales, como los de teléfonos móviles, ordenadores, aire acondicionado, televisores y otros muchos productos. Además, se da la paradoja de que, estando sometidas al control del gobierno, participan y ganan concursos de privatización de empresas públicas en otros países. De forma general y sistemática, las grandes empresas chinas compiten en precios porque pueden, gracias a que los costes laborales siguen siendo bajos y a que tienen que producir para un mercado local cuyo poder adquisitivo es mucho menor que el de los países occidentales. Por tanto, tienen productos tecnológicos de las mismas características que los de los occidentales, pero son más baratos. A ello hay que unir el hecho de que las empresas chinas están menos interesadas que las americanas en los beneficios a corto plazo. Esto es así porque piensan más en el largo plazo, por lo cual prefieren sacrificar los márgenes empresariales para, de esta forma, poder seguir creciendo. Los chinos también han resultado ser unos competidores increíbles. Inventan formatos diferentes, los hacen más pequeños, pueden vender sus productos más baratos a pesar de que los costes de producción siguen subiendo. El secreto consiste en haber creado una cadena de valor muy eficiente e invertir en puertos como el de Barcelona, o el del Pireo en Grecia. Con ello, han devuelto al Mediterráneo su carácter de mar comercial, ya que para conseguir esa cadena de valor tan eficiente lo que hacen los barcos chinos es ir por el canal de Suez y entrar a Europa por el Pireo para el este y por Barcelona para el oeste. Con ello, lo que han conseguido es ofrecer un producto terminado que lo llevan a tu casa. China, por último, es un gran innovador. Es el primer o el segundo país del mundo por inversión en I+D, en patentes, en número de investigadores, en publicaciones científicas. Lo es porque percibe la necesidad de convertirse en autosuficiente en materia de tecnología, ante las barreas que le están poniendo, en especial en Estados Unidos. Lo que todavía no ha conseguido China es dotar a sus marcas del nivel de poder que tienen las estadounidenses. Las empresas chinas están aventurándose al exterior, a pesar de ser más jóvenes que las coreanas, japonesas o estadounidenses, por ejemplo. Se expanden abriendo fuera sucursales o filiales, o mediante fusiones y adquisiciones. En apertura de empresas ya invierte tanto como Estados Unidos, en un momento en que el gigante americano está replegándose y volviendo a casa. Aún así, Estados Unidos sigue invirtiendo mucho en el exterior, en especial en China, India y Australia. China, en cambio, invierte más cerca de casa, en países como Indonesia, aunque también en India, pero también se dirige a Latinoamérica y África. En términos regionales, el área que más inversiones chinas recibe es Europa, en especial a través de fusiones y adquisiciones. Lo que le motiva es que, aunque tiene recursos naturales, no cuenta con los suficientes para lo que necesita su gran expansión. Por ello, lo que está haciendo es asegurarse de que no le va a faltar recursos naturales. Es lo que busca su inversión en Latinoamérica, África y Australia. Pero, cuando salen al exterior, sus empresas también buscan aprender y, cada vez más, diversificar los riesgos relacionados con la inversión de su enorme reserva de divisas. ¿Qué puede hacer Occidente ante esto? Lo primero de todo es reconocer que China está haciendo crecer el pastel económico global, que está contribuyendo al crecimiento mundial y a la reducción de la pobreza. También hay que conocer a las empresas chinas y entender que la combinación de capitalismo y comunismo de China es disruptiva. La cuestión es cómo lo hacemos para competir con esas empresas.
1/24/202049 minutes, 51 seconds
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El impacto económico del Brexit en las regiones europeas. Raquel Ortega-Argilés.

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 19 de noviembre de 2019 a las 19 horas la Conferencia Magistral «El impacto económico del Brexit en las regiones europeas» que impartió Raquel Ortega-Argilés Raquel Ortega-Argilés ocupa la cátedra de Desarrollo Económico Regional en el departamento de Estrategia y Negocios Internacionales y el instituto de investigación City-REDI en Birmingham Business School, Universidad de Birmingham, Reino Unido. Su trabajo de investigación actual se centra en la productividad, la innovación, el desarrollo regional, las PYME, el espíritu empresarial y la dinámica industrial y en la política regional y europea.
11/21/201951 minutes, 40 seconds
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Diez años después: ¿Ante una nueva crisis económica? Juergen Donges

El 14 de noviembre de 2019, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia titulada “Diez años después: ¿ante una nueva crisis económica?”, impartida por Juergen Donges, catedrático emérito de la Universidad de Colonia. Donges recordó que, hace diez años, el sistema financiero global estuvo a punto de quebrar. Por entonces, los gobiernos y los bancos centrales supieron reaccionar con toda una batería de medidas, aunque no todas ellas muy sensatas. Se trataba de reestablecer la confianza de los agentes económicos en el sistema de economía de mercado. Esto funcionó. Poco a poco se fue estabilizando la situación y entramos en una fase inesperadamente larga de expansión económica. Diez años después estamos otra vez en una situación en la que empieza a resurgir el fantasma de una nueva recesión, al menos según la visión de muchos gurúes económicos anunciándola. ¿Por qué hay este pesimismo? Lo hay porque tenemos una situación un tanto inusitada como es un cúmulo de shocks externos adversos, que están generando incertidumbre. Todo empieza con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que también es una guerra cambiaria. Esto desestabiliza el sistema internacional de comercio. Luego está el tema del Brexit, que es un fracaso absoluto del parlamentarismo británico, pero que es un problema para los países muy vinculados con Gran Bretaña. También está Italia, que es el mayor riesgo para la estabilidad de la zona euro, donde el problema reside en la clase política, que no respeta la disciplina presupuestaria, las reglas de la unión bancaria, etc. Esto es, hacen todo lo contrario de lo que se necesita para que un país de la zona euro función. También está toda la discusión sobre el cambio climático, porque hemos decidido que una niña de 16 años nos diga al mundo lo que hay que hacer. No terminados de decidir hacia dónde vamos en materia de política medioambiental, si intervenir o basarnos en el mercado para resolver el problema. Como las empresas no saben cuál línea prevalecerá, se resisten a invertir. Además, está la política migratoria de la Unión Europea. Somos incapaces de diseñar y aplicar una política migratoria común, que no es una buena noticia para l integración europea. También está el populismo. Todo esto significa que las empresas no pueden anclar expectativas de crecimiento económico. Por eso, no hay ni inversión, ni crecimiento. Por eso, los organismos internacionales han reducido sus previsiones económicas. La estrella en ese proceso de desaceleración es la zona euro, porque es la que pone más claramente de manifiesto su falta de dinamismo. Apenas hay crecimiento económico, aunque el año que viene habrá un poquito más por el hecho de que 2020 es año bisiesto y, además, muchos festivos caen en domingo. Eso nos proporcionará una o dos décimas más de crecimiento, pero no significa que hayamos superado el problema. El origen de la desaceleración está en el sector industrial. La industria solía ser el motor del crecimiento, pero ahora actúa como freno, mientras que los motores son los servicios y el consumo interno. Parte del problema se debe al sector del automóvil, debido a la nueva normativa, en especial en materia de vehículos diésel. También hay algunas cosas positivas, por ejemplo, el mercado de trabajo. La tasa de paro seguirá disminuyendo, así como la tasa de paro de larga duración. Pese a ello, la idea de la destrucción del empleo vuelve a surgir como consecuencia de la digitalización, pensando que ya no va a hacer falta gente que trabaje. Esto, sin embargo, no es así. En este debate estamos confundiendo los empleos que desaparecen por el cambio tecnológico porque no son rentables, pero aparecen otros, que requerirán otras habilidades, porque el objetivo del cambio tecnológico es generar valor y eso se hace creando empleo. Además, la inflación es muy baja. Tiene que serlo para que funcione el sistema de precios relativos y que no haya un impuesto encubierto sobre los patrimonios. Pero es que sigue siendo baja a pesar de que se crea empleo, de que hay países en pleno empleo, lo que tendría que incrementar el nivel de precios. Sin embargo, no está ocurriendo esto gracias, por un lado, a que vivimos en un mundo de competencia globalizada en el que no hay margen para subir precios. Por otro, la digitalización está moderando la inflación porque las empresas que aplican los nuevos avances tecnológicos mejoran su productividad y, al hacerlo, pueden reducir costes. Además, hay una transparencia absoluta de precios, lo que permite a mucha gente conocerlos y comprar el producto más barato para las mismas calidades. Eso también lo saben las empresas, por lo que se andan con cuidado con los precios. En la zona euro estamos marchando a dos velocidades. Francia y España están a la cabeza, mientras Alemania e Italia están replegadas. Pero en España, los indicadores están empeorando. De hecho, las previsiones para España están rebajándose. Y los planteamientos actuales de política económica están basados en intervención pública, subida del gasto público y de los impuestos, eliminación de las reformas que se llevaron a cabo en el pasado, van a poner a prueba a la economía española. Lo que está pasando en Alemania es que la industria va mal, sobre todo por la desaceleración del comercio mundial y la escalada del proteccionismo, los problemas de la industria del automóvil relacionados con la nueva regulación europea sobre emisiones de gases tóxicos porque no se adaptó a ella y, finalmente, porque hay una carencia significativa de mano de obra cualificada. Esa carencia refleja, por un lado, el pleno empleo y, por otro, la introducción del régimen de jubilación anticipada a los 63 años, que ha incentivado el retiro temprano. En este panorama, la reacción de las políticas macroeconómicas es la de siempre, esto es, decir que hay que hacer algo porque la recesión es algo que ningún político quiere. Ahora bien, aunque la recesión es algo cíclico, también puede ser beneficiosa porque limpia los mercados, ya que hace que desaparezcan las empresas ineficientes que retienen recursos necesarios para otras empresas. Cuando las empresas zombis desaparecen, surgen nuevas empresas, nuevos emprendedores, que surgen gracias a la recesión. Pero para que eso suceda es necesario tener un mercado financiero eficiente y que completemos la unión europea de capitales. Esto, sin embargo, no les interesa a los responsables de la política económica. A ellos lo que les interesa es actuar. El Banco Central Europeo ya lo ha hecho, bajando los tipos de interés a cero en plena expansión económica y, además, quiere seguir con eso. La duda es si sirve para algo, porque la eurozona podría estar en una trampa de liquidez. Lo que no hay en la zona euro es una restricción de financiación, ni para las empresas, ni para los hogares. Lo que sí hay son efectos colaterales indeseados: desigualdad de rentas, caída de la rentabilidad bancaria y de la capacidad de ahorro, indisciplina presupuestaria, etc., más los riesgos de burbujas en los activos financieros e inmobiliarios. Estamos haciendo lo que ha hecho el Banco de Japón desde los años 90, sin que haya salido del estancamiento. La pregunta es si vamos hacia la ‘japonización’ de la eurozona. Además, hay que recordar que la crisis que estalló hace diez años vino precedida de una gran expansión monetaria por parte de la Reserva Federal, que fue el origen de la crisis. También hay que preguntarse si un banco central dispone de las herramientas adecuadas para acabar con las incertidumbres relacionadas con el Brexit, las guerras comerciales, etc. Y la respuesta es que no. El BCE tampoco tiene capacidad para compensar la falta de reformas estructurales en la eurozona. Luego tenemos un aspecto nuevo, que es la reclamación de que la política del BCE sea más “verde”, esto es, que el BCE compre nada más que bonos “verdes”, lo que es absurdo porque un banco central no está para hacer política ambiental. En política fiscal, estamos en lo mismo. Hay que gastar más porque hay que respaldar la demanda nacional, cuando es la demanda nacional la que está dando soporte al crecimiento. Por eso, no tiene sentido el estímulo fiscal. Otros dicen, los seguidores de la nueva teoría monetaria, que hay demasiada propensión al ahorro -no ven la realidad demográfica europea- y dicen que el Estado debe compensar con gasto público esa propensión al ahorro. Se piensa que el Estado puede controlar el ciclo económico a través de la deuda, y que los bancos centrales están para financiar esa deuda. El problema es que las medidas que adopte un gobierno en política fiscal siempre llegan tarde. Asimismo, los multiplicadores fiscales son muy bajos en una economía globalizada porque un gobierno no puede decretar que el consumidor utilice su renta para adquirir bienes nacionales. Por último, en los presupuestos hay estabilizadores automáticos que estabilizan automáticamente la demanda. Cuando hay una desaceleración, el gobierno recauda menos por impuestos y gasta más por prestaciones por desempleo, con lo que se genera el déficit y la política expansiva. Se trata de miles de millones de euros que están a disposición del gobierno sin que tenga que hacer nada. Por último, un tema fundamental es el bajo potencial de crecimiento. El potencial de crecimiento avanza el 1,2% al año en Europa, y tiende a la baja, mientras que en Estados Unidos está en el 2%. Si esto sigue así, cuando la tendencia económica cambie, la economía no crecerá mucho porque no hay mucho potencial de crecimiento. Para resolver este problema hay que centrarse en el lado de la oferta de la economía. Lo que necesitamos para elevar el potencial de crecimiento es conocimiento. Esto significa tener condiciones objetivas para la inversión empresarial y actividades de innovación, esto es una fiscalidad moderada en términos internacionalmente comparativos porque, si no, el capital se irá a otra parte. Necesitamos también un sistema financiero robusto. Necesitamos también que la administración pública apoye la actividad empresarial, que sea ágil. Lo segundo que necesitamos es inversión en capital humano. Necesitamos un sistema educativo exigente, así como un sistema de formación profesional. Esto es importante porque la mayor parte de la zona euro no tenemos recursos naturales y, por tanto, tenemos que sustituirlo por otro tipo de recursos, esto es, por capital humano. Lo tercero que necesitamos es reformar el gasto público, eliminando subvenciones y ayudas públicas injustificadas. El cuarto y último foco es la competencia en los mercados, que es lo que más incentiva a las personas y a las empresas a mejorar. Si hiciéramos todo esto, allanaríamos el camino para que Europa no quede descolgada de este proceso de digitalización, porque está atrasada respecto a países como Estados Unidos, China o Corea. Vivimos en tiempos de cambio de ciclo económico, pero no estamos ante una nueva crisis económica.
11/21/201957 minutes, 24 seconds
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El green new deal global. Jeremy Rifkin. Versión en castellano.

El 24 de octubre de 2019 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Jeremy Rifkin, economista, sociólogo y asesor de la UE y China, titulada “El ‘Green new deal’ global”. Según Rifkin, el cambio climático provocado por la utilización de combustibles fósiles está llevando a toda la vida de la Tierra a la sexta extinción, debido al aumento de la temperatura. Para evitar este cataclismo, habría que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% respecto a los niveles alcanzados en 2010, y habría que haberlo conseguido no más allá de 2030. La sociedad se está movilizando para evitar este cataclismo y el ‘green new deal’ (nuevo pacto verde) se está convirtiendo en eje central del discurso político. Las empresas también están reaccionando. Sectores clave como las tecnologías de la información y la comunicación, la energía, el transporte y la logística, y el sector inmobiliario, apuestan cada vez más por las energías limpias, las prácticas respetuosas con el medio ambiente, la economía circular y la resiliencia frente al cambio climático. Los nuevos desarrollos tecnológicos están facilitando este cambio de paradigma. Gracias a ellos, los costes de las energías solar y eólica han caído drásticamente y, en la actualidad, se encuentran por debajo del de las energías convencionales. Como consecuencia de ello, en 2028 podría producirse el colapso de la civilización basada en el carbono como fuente de energía. Las economías nacionales, por tanto, tendrán que adaptarse con rapidez a este nuevo escenario si quieren sobrevivir y seguir prosperando. Para conseguirlo, es preciso que las autoridades adopten una nueva estrategia económica que sea factible tanto para las grandes ciudades como para los pequeños núcleos urbanos y las comunidades rurales. A lo largo de la historia, los cambios de paradigma económico se han producido gracias a la combinación de un sistema de comunicación, una nueva fuente de energía y un nuevo sistema de transporte. En la primera revolución industrial actuaron, en este sentido, la máquina de vapor y el telégrafo, el carbón en abundancia y el ferrocarril. En la segunda revolución industrial los protagonistas fueron la electricidad, el teléfono, la radio y la televisión, el petróleo y los vehículos de combustión interna. En la tercera revolución industrial, en cuya cúspide nos hayamos ahora, interactúan la banda ancha, el internet de la energía renovable y el internet de la movilidad y la logística, con vehículos eléctricos. Todos ellos se apoyan en el internet de las cosas, que se integra en los inmuebles residenciales, comerciales e industriales neutros en carbono, que pueden gestionar y suministrar energía. Los edificios, por tanto, se están transformando en nodos y redes inteligentes para generar, gestionar y almacenar energía. Esto afectará a todos los sectores y propiciará la aparición de nuevos modelos empresariales y de nuevas oportunidades de empleo. Para que el sistema funcione se necesitará construir una red inteligente de energía en todo el territorio de un país, puesto que la red eléctrica está pasando de un sistema centralizado a otro distribuido, basado en millones de centros de generación de energía solar y eólica. Los gobiernos deberán asumir la responsabilidad principal de financiar este proceso durante los diez o veinte años que se tardará en desarrollar esa red eléctrica inteligente. Ese sistema, al incluir a millones de actores, será más diverso y complejo, con lo que se volverá más vulnerable frente a los ciberataques y los fenómenos climáticos. Por ello, es preciso incrementar su resiliencia, por ejemplo, mediante la instalación de microrredes, para permitir que la economía y la sociedad sigan funcionando. Para financiar el desarrollo de esta red energética inteligente, el gobierno tendrá que apoyarse en un sistema bancario ecológico y capaz de proporcionar los fondos necesarios. Una forma de hacerlo puede ser la emisión de bonos verdes que permitan invertir en el desarrollo de las infraestructuras ecológicas. Los inversores podrían ser, en gran medida, fondos de pensiones públicos y privados, aunque también podrían ser otro tipo de inversores institucionales. Los fondos de pensiones, de hecho, están empezando a salir de los sectores relacionados con los combustibles fósiles y a entrar en las inversiones verdes. Otra parte de la financiación pude proceder de los presupuestos públicos. Este cambio de paradigma energético es inevitable. Las energías solar y eólica son las más baratas del mundo y sus costes fijos van a seguir cayendo de forma exponencial durante mucho tiempo. Además, el coste marginal de generarlas es prácticamente cero, cosa que no sucede con otras fuentes de energía como el carbón, el petróleo, el gas o el uranio.
10/29/20191 hour, 5 minutes, 23 seconds
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El green new deal global. Jeremy Rifkin. English version.

El 24 de octubre de 2019 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Jeremy Rifkin, economista, sociólogo y asesor de la UE y China, titulada “El ‘Green new deal’ global”. Según Rifkin, el cambio climático provocado por la utilización de combustibles fósiles está llevando a toda la vida de la Tierra a la sexta extinción, debido al aumento de la temperatura. Para evitar este cataclismo, habría que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% respecto a los niveles alcanzados en 2010, y habría que haberlo conseguido no más allá de 2030. La sociedad se está movilizando para evitar este cataclismo y el ‘green new deal’ (nuevo pacto verde) se está convirtiendo en eje central del discurso político. Las empresas también están reaccionando. Sectores clave como las tecnologías de la información y la comunicación, la energía, el transporte y la logística, y el sector inmobiliario, apuestan cada vez más por las energías limpias, las prácticas respetuosas con el medio ambiente, la economía circular y la resiliencia frente al cambio climático. Los nuevos desarrollos tecnológicos están facilitando este cambio de paradigma. Gracias a ellos, los costes de las energías solar y eólica han caído drásticamente y, en la actualidad, se encuentran por debajo del de las energías convencionales. Como consecuencia de ello, en 2028 podría producirse el colapso de la civilización basada en el carbono como fuente de energía. Las economías nacionales, por tanto, tendrán que adaptarse con rapidez a este nuevo escenario si quieren sobrevivir y seguir prosperando. Para conseguirlo, es preciso que las autoridades adopten una nueva estrategia económica que sea factible tanto para las grandes ciudades como para los pequeños núcleos urbanos y las comunidades rurales. A lo largo de la historia, los cambios de paradigma económico se han producido gracias a la combinación de un sistema de comunicación, una nueva fuente de energía y un nuevo sistema de transporte. En la primera revolución industrial actuaron, en este sentido, la máquina de vapor y el telégrafo, el carbón en abundancia y el ferrocarril. En la segunda revolución industrial los protagonistas fueron la electricidad, el teléfono, la radio y la televisión, el petróleo y los vehículos de combustión interna. En la tercera revolución industrial, en cuya cúspide nos hayamos ahora, interactúan la banda ancha, el internet de la energía renovable y el internet de la movilidad y la logística, con vehículos eléctricos. Todos ellos se apoyan en el internet de las cosas, que se integra en los inmuebles residenciales, comerciales e industriales neutros en carbono, que pueden gestionar y suministrar energía. Los edificios, por tanto, se están transformando en nodos y redes inteligentes para generar, gestionar y almacenar energía. Esto afectará a todos los sectores y propiciará la aparición de nuevos modelos empresariales y de nuevas oportunidades de empleo. Para que el sistema funcione se necesitará construir una red inteligente de energía en todo el territorio de un país, puesto que la red eléctrica está pasando de un sistema centralizado a otro distribuido, basado en millones de centros de generación de energía solar y eólica. Los gobiernos deberán asumir la responsabilidad principal de financiar este proceso durante los diez o veinte años que se tardará en desarrollar esa red eléctrica inteligente. Ese sistema, al incluir a millones de actores, será más diverso y complejo, con lo que se volverá más vulnerable frente a los ciberataques y los fenómenos climáticos. Por ello, es preciso incrementar su resiliencia, por ejemplo, mediante la instalación de microrredes, para permitir que la economía y la sociedad sigan funcionando. Para financiar el desarrollo de esta red energética inteligente, el gobierno tendrá que apoyarse en un sistema bancario ecológico y capaz de proporcionar los fondos necesarios. Una forma de hacerlo puede ser la emisión de bonos verdes que permitan invertir en el desarrollo de las infraestructuras ecológicas. Los inversores podrían ser, en gran medida, fondos de pensiones públicos y privados, aunque también podrían ser otro tipo de inversores institucionales. Los fondos de pensiones, de hecho, están empezando a salir de los sectores relacionados con los combustibles fósiles y a entrar en las inversiones verdes. Otra parte de la financiación pude proceder de los presupuestos públicos. Este cambio de paradigma energético es inevitable. Las energías solar y eólica son las más baratas del mundo y sus costes fijos van a seguir cayendo de forma exponencial durante mucho tiempo. Además, el coste marginal de generarlas es prácticamente cero, cosa que no sucede con otras fuentes de energía como el carbón, el petróleo, el gas o el uranio.
10/29/20191 hour, 5 minutes, 23 seconds
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Luis de Guindos. La política monetaria en un nuevo escenario económico y geopolítico. Versión en español

La Fundación Rafael del Pino, el Global Interdependence Center y el BBVA organizaron, el 3 de octubre de 2019, el encuentro “Política monetaria en un nuevo escenario económico y geopolítico” en el que participaron Charles Evans y Luis de Guindos moderado por Rafael Repullo. Luis de Guindos Jurado es vicepresidente del Banco Central Europeo. Fue ministro de Economía, Industria y Competitividad del Gobierno de España entre 2016 y 2018. En la X Legislatura fue ministro de Economía y Competitividad y desde el 15 de abril de 2016 asumió los asuntos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo tras la renuncia de su predecesor, José Manuel Soria (pero sin asumir la titularidad del Ministerio). Pertenece al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado y donde ocupó distintos cargos. Ha trabajado en compañías de servicios financieros siendo miembro del consejo asesor de Lehman Brothers a nivel europeo y director en España y Portugal hasta su quiebra en 2008. Fue director del Instituto de Empresa desde 20102? y perteneció al Consejo de Administración de Endesa con carácter de externo independiente.
10/8/201913 minutes, 58 seconds
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Luis de Guindos. La política monetaria en un nuevo escenario económico y geopolítico. English version.

La Fundación Rafael del Pino, el Global Interdependence Center y el BBVA organizaron, el 3 de octubre de 2019, el encuentro “Política monetaria en un nuevo escenario económico y geopolítico” en el que participaron Charles Evans y Luis de Guindos moderado por Rafael Repullo. Luis de Guindos Jurado es vicepresidente del Banco Central Europeo. Fue ministro de Economía, Industria y Competitividad del Gobierno de España entre 2016 y 2018. En la X Legislatura fue ministro de Economía y Competitividad y desde el 15 de abril de 2016 asumió los asuntos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo tras la renuncia de su predecesor, José Manuel Soria (pero sin asumir la titularidad del Ministerio). Pertenece al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado y donde ocupó distintos cargos. Ha trabajado en compañías de servicios financieros siendo miembro del consejo asesor de Lehman Brothers a nivel europeo y director en España y Portugal hasta su quiebra en 2008. Fue director del Instituto de Empresa desde 20102? y perteneció al Consejo de Administración de Endesa con carácter de externo independiente.
10/8/201914 minutes, 1 second
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Charles Evans. La política monetaria en un nuevo escenario económico y geopolítico. Versión en español

La Fundación Rafael del Pino, el Global Interdependence Center y el BBVA organizaron, el 3 de octubre de 2019, el encuentro “Política monetaria en un nuevo escenario económico y geopolítico” en el que participaron Charles Evans y Luis de Guindos moderado por Rafael Repullo. Charles Evans es el noveno presidente y director ejecutivo del Banco de la Reserva Federal de Chicago, así como miembro, con derecho a voto, del Federal Open Market Committee. Antes de convertirse en presidente de este Banco, fue vicepresidente senior del mismo y desarrolló labores de supervisión de las entidades del sistema y de análisis de la política monetaria, los mercados financieros y la economía regional. Charles Evans se licenció en ciencias económicas en la Universidad de Virginia y se doctoró en economía en la Carnegie-Mellon University. Ha sido profesor en las universidades de Chicago, Michigan y South Carolina y ha publicado sus investigaciones académicas en prestigiosas revistas como el Journal of Political Economy, la American Economic Review, el Journal of Monetary Economics, el Quarterly Journal of Economics o el the Handbook of Macroeconomics.
10/8/201912 minutes, 58 seconds
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Charles Evans. La política monetaria en un nuevo escenario económico y geopolítico. English version

La Fundación Rafael del Pino, el Global Interdependence Center y el BBVA organizaron, el 3 de octubre de 2019, el encuentro “Política monetaria en un nuevo escenario económico y geopolítico” en el que participaron Charles Evans y Luis de Guindos moderado por Rafael Repullo. Charles Evans es el noveno presidente y director ejecutivo del Banco de la Reserva Federal de Chicago, así como miembro, con derecho a voto, del Federal Open Market Committee. Antes de convertirse en presidente de este Banco, fue vicepresidente senior del mismo y desarrolló labores de supervisión de las entidades del sistema y de análisis de la política monetaria, los mercados financieros y la economía regional. Charles Evans se licenció en ciencias económicas en la Universidad de Virginia y se doctoró en economía en la Carnegie-Mellon University. Ha sido profesor en las universidades de Chicago, Michigan y South Carolina y ha publicado sus investigaciones académicas en prestigiosas revistas como el Journal of Political Economy, la American Economic Review, el Journal of Monetary Economics, el Quarterly Journal of Economics o el the Handbook of Macroeconomics.
10/8/201912 minutes, 58 seconds
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La mente de los justos. Por qué la política y la religión dividen a la gente sensata. Versión en castellano.

El 30 de septiembre tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Jonathan Haidt, Thomas Cooley Professor of Ethical Leadership en la New York University Stern School of Business, titulada “La mente de los justos. Por qué la política y la religión dividen a la gente sensata”. El profesor Haidt inició su intervención señalando que está pasando algo muy raro en el mundo, porque muchos países tienen problemas con sus sistemas políticos, con sus democracias. Es una época extraña, que da bastante miedo, pero también es fascinante, porque vivir en democracia es un desafío que todos tenemos que afrontar juntos. Nadie sabe realmente lo que está sucediendo, pero, para poder solucionarlo, debemos aprender unos de los otros. Los seres humanos hemos evolucionado para no ser seres tribales, pero no estamos diseñados para vivir en grandes sociedades. Estamos preparados para vivir en pequeñas sociedades, pero no para hacerlo en una de gran tamaño, a menos que se produzcan algunos ajustes que hagan posible la convivencia. Esa convivencia no siempre es fácil, sobre todo en las democracias. Los padres de la Constitución de Estados Unidos lo sabían. Conocían perfectamente que los intentos previos de democracia en distintos lugares del mundo habían sido verdaderos espectáculos de turbulencia y, por ello, su vida había sido muy breve. En consecuencia, entendían que la democracia era algo muy inestable y por ello querían que sus parámetros estuvieran bien definidos, por ejemplo, la separación de poderes. Si esos parámetros funcionan perfectamente, pensaban, la democracia estadounidense podría funcionar también durante muchos siglos. Los acontecimientos extraños se iniciaron en 2016 y sorprendieron a mucha gente a causa de su reflejo en las expresiones de la voluntad popular. Se ha producido un incremento de las divisiones políticas, no solo en Occidente. También se observa el advenimiento del populismo en Asia y en Latinoamérica. No sería extraño que, como consecuencia de ello, en los próximos veinte años asistamos a la desaparición de las democracias, al menos de algunas de ellas. ¿Quién ha podido cambiar esos parámetros fundamentales para que las democracias se hayan vuelto tan inestables? Solo un hombre: Mark Zuckerberg. No ha sido algo premeditado ni deliberado, pero es lo que ha sucedido. Las redes sociales han cambiado los parámetros fundamentales de la sociedad de una forma bastante perjudicial para la democracia. La política es diferente porque las redes sociales la han cambiado. La sociedad humana ahora es muy diferente de lo que lo era en 2007. Las redes sociales reúnen y concentran a las personas, pero eso solo significa que la gente tiene más conversaciones privadas. El problema es que la comunicación es una calle de dos sentidos. En este sentido, lo que sucede en los grupos de las redes sociales condiciona a las personas y provoca que les preocupe lo que piensen los demás de ellas. Esto afecta a la naturaleza de la comunicación y altera el ratio público/privado porque gana importancia lo primero. Las conversaciones, por tanto, ya no son honestas, ni auténticas. Por el contrario, ahora todo el mundo participa de actitudes de superioridad moral. Quien se comporta así considera que lo que dice es siempre la verdad y que, por eso, nadie puede estar en desacuerdo con esa persona. Las cosas, sin embargo, no han sido siempre así. Antes de 2009, las redes sociales eran de otra forma. Eran como agendas que permitían a la gente compartir cosas con sus amigos. Eso no alteraba ninguno de los parámetros de la sociedad. Pero, en 2009, Facebook inventó el botón de Like, con lo que ahora se puede cuantificar todo y optimizar lo que una persona ha hecho. Además, también se puede compartir todo en las redes. Los periódicos, que antaño eran fuente importante de información, han tenido que adaptarse al mundo de las redes sociales porque la gente ya no los lee. Pero eso implica que tienen que atraer lectores y, para conseguirlo, cargan bastante las tintas en sus titulares. Esto no es profesional, porque ya no se trata de informar, de contar la verdad tal cual es. Ahora de lo que se trata es de enganchar a la gente. Por ello, en 2013 los periodistas rompieron con internet. Todo esto explica por qué los parámetros han cambiado. Las redes sociales encajan perfectamente en las ranuras para sacar todo de nuestra vida privada. Quienes quieren destrozar la democracia, como Putin, lo aprovechan para sus fines. Y como, al final, todo gira en torno a las redes sociales, esto nos une. Las redes, por eso, son muy efectivas a la hora manipular a los grupos, de conseguir que se enfaden. La gente en Estados Unidos es muy vulnerable a la manipulación a través de las redes, como demuestran los estudios. Por eso los norteamericanos seguían la propaganda rusa y actuaban de acuerdo con los fines que perseguía. Esto provoca la polarización de la política, en la que republicanos y demócratas son incapaces de entenderse. Esta polarización llegó, incluso, a la universidad. De pronto, surgido de la nada, la gente empezó a hablar de advertencias. Si un profesor pedía a los alumnos que leyeran un libro tenía que advertirles de que su contenido podría herir su sensibilidad. Al mismo tiempo, se empezó a vetar la presencia en la universidad de cualquier persona que no les pareciera bien a los alumnos. Incluso, empezaron a pedir espacios seguros para que quienes defienden visiones radicales sobre, por ejemplo, la identidad de género, pudieran hablar sin verse sometidos a la presión del rechazo de quienes no comparten su forma de pensar. ¿Por qué ocurre esto? Porque la generación Z tiene menos experiencias vitales que las generaciones anteriores. Tardan más en cubrir los hitos propios del desarrollo personal, por ejemplo, conseguir el carné de conducir, tener su primea relación de pareja, o trabajar para ir a la universidad. Luego llegan a la universidad y el profesor les dice que lean un libro donde hay una violación. Eso les choca y les provoca depresión y ansiedad porque no están preparados para afrontarlo. Este problema afecta a las chicas mucho más que a los chicos. Las mujeres de generaciones anteriores que no tenían redes sociales, sin embargo, tenían menos problemas. ¿Por qué está ocurriendo todo esto al mismo tiempo en muchos países? Las redes sociales explican el momento en que está ocurriendo todo esto. Los niños antes se juntaban después del colegio y se iban a jugar. Ahora no es así. Ahora se conectan electrónicamente desde su casa y eso no es lo mismo. A las chicas, además, les afecta más la comparación social constante que suponen las redes sociales, les da miedo perderse algo y piensan que, si todo el mundo se lo pasa bien y ellas no, es que les pasa algo. Y si tienen un conflicto, tienden a desprestigiar a sus compañeras a través de las redes sociales, con lo que ello conlleva. Las redes sociales, por tanto, son perniciosas para los niños. Otra causa del problema es la sobreprotección a los hijos. Los niños necesitan experimentar el fracaso, ser criticados, verse aislados, que se metan con ellos, aunque no con demasiada frecuencia, y aprender de ello. La sobreprotección les impide que se desarrollen para poder afrontar los problemas de la vida. Los niños, en consecuencia, no aprenden a protegerse a sí mismos, a defenderse. Aunque, al final, lo va a aprender de la forma más dura, pero es mejor que sea así a que no lo aprendan nunca. Con la sobreprotección los estamos confundiendo. Cuando juegan, en cambio, aprenden y practican las destrezas que necesitarán en la vida. Por eso es importante que jueguen entre ellos. Pero ahora no pueden hacerlo porque los padres piensan que es muy peligroso dejarles salir solos a la calle, ir solos a casa de un amigo, etc. La información también forma parte del problema. Ahora, todos tenemos mucha información, pero el porcentaje de información, en el sentido clásico, se reduce cada vez más. Antes, ver la televisión era una experiencia compartida con toda la familia. Ahora, cuando la gente joven se hiperconecta entre sí no hay sitio para una generación de más edad. Los jóvenes crean y comparten sus propios contenidos y no ven el resto. Pero eso es un conocimiento muy pequeño y a la gente le va mucho mejor si puede aprovechar la sabiduría colectiva de la humanidad, lo que implica salir de ese encierro. Y es que la generación Z se ha aislado de la transmisión de historias de las generaciones anteriores porque no les escuchan. Al hacerlo, se han aislado de la sabiduría. ¿Qué podemos hacer entonces? La democracia y la generación Z van a tener dificultades hasta que las redes sociales sean menos contagiosas y perniciosas. Hay que introducir cambios en la democracia para que la gente la apoye más. También en la educación que proporcionan los padres a los hijos, así como darles más independencia. Además, hay que retrasar el acceso a las redes sociales a los 16 años. Y tenemos que introducir cambios en nosotros mismos. El odio siempre da lugar a más odio. Por eso hay que ser más humilde, dar a la gente el beneficio de la duda, no enfadarnos tan rápidamente. Ahora que estamos todos conectados, debemos tener más cuidado con lo que decimos. No obstante, eso no va a servir de mucho si no somos menos ‘sensibles’, si seguimos transmitiendo mensajes de ira, y si no tratamos de ofender menos a los demás.
10/2/201950 minutes, 36 seconds
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La mente de los justos. Por qué la política y la religión dividen a la gente sensata. English version

El 30 de septiembre tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Jonathan Haidt, Thomas Cooley Professor of Ethical Leadership en la New York University Stern School of Business, titulada “La mente de los justos. Por qué la política y la religión dividen a la gente sensata”. El profesor Haidt inició su intervención señalando que está pasando algo muy raro en el mundo, porque muchos países tienen problemas con sus sistemas políticos, con sus democracias. Es una época extraña, que da bastante miedo, pero también es fascinante, porque vivir en democracia es un desafío que todos tenemos que afrontar juntos. Nadie sabe realmente lo que está sucediendo, pero, para poder solucionarlo, debemos aprender unos de los otros. Los seres humanos hemos evolucionado para no ser seres tribales, pero no estamos diseñados para vivir en grandes sociedades. Estamos preparados para vivir en pequeñas sociedades, pero no para hacerlo en una de gran tamaño, a menos que se produzcan algunos ajustes que hagan posible la convivencia. Esa convivencia no siempre es fácil, sobre todo en las democracias. Los padres de la Constitución de Estados Unidos lo sabían. Conocían perfectamente que los intentos previos de democracia en distintos lugares del mundo habían sido verdaderos espectáculos de turbulencia y, por ello, su vida había sido muy breve. En consecuencia, entendían que la democracia era algo muy inestable y por ello querían que sus parámetros estuvieran bien definidos, por ejemplo, la separación de poderes. Si esos parámetros funcionan perfectamente, pensaban, la democracia estadounidense podría funcionar también durante muchos siglos. Los acontecimientos extraños se iniciaron en 2016 y sorprendieron a mucha gente a causa de su reflejo en las expresiones de la voluntad popular. Se ha producido un incremento de las divisiones políticas, no solo en Occidente. También se observa el advenimiento del populismo en Asia y en Latinoamérica. No sería extraño que, como consecuencia de ello, en los próximos veinte años asistamos a la desaparición de las democracias, al menos de algunas de ellas. ¿Quién ha podido cambiar esos parámetros fundamentales para que las democracias se hayan vuelto tan inestables? Solo un hombre: Mark Zuckerberg. No ha sido algo premeditado ni deliberado, pero es lo que ha sucedido. Las redes sociales han cambiado los parámetros fundamentales de la sociedad de una forma bastante perjudicial para la democracia. La política es diferente porque las redes sociales la han cambiado. La sociedad humana ahora es muy diferente de lo que lo era en 2007. Las redes sociales reúnen y concentran a las personas, pero eso solo significa que la gente tiene más conversaciones privadas. El problema es que la comunicación es una calle de dos sentidos. En este sentido, lo que sucede en los grupos de las redes sociales condiciona a las personas y provoca que les preocupe lo que piensen los demás de ellas. Esto afecta a la naturaleza de la comunicación y altera el ratio público/privado porque gana importancia lo primero. Las conversaciones, por tanto, ya no son honestas, ni auténticas. Por el contrario, ahora todo el mundo participa de actitudes de superioridad moral. Quien se comporta así considera que lo que dice es siempre la verdad y que, por eso, nadie puede estar en desacuerdo con esa persona. Las cosas, sin embargo, no han sido siempre así. Antes de 2009, las redes sociales eran de otra forma. Eran como agendas que permitían a la gente compartir cosas con sus amigos. Eso no alteraba ninguno de los parámetros de la sociedad. Pero, en 2009, Facebook inventó el botón de Like, con lo que ahora se puede cuantificar todo y optimizar lo que una persona ha hecho. Además, también se puede compartir todo en las redes. Los periódicos, que antaño eran fuente importante de información, han tenido que adaptarse al mundo de las redes sociales porque la gente ya no los lee. Pero eso implica que tienen que atraer lectores y, para conseguirlo, cargan bastante las tintas en sus titulares. Esto no es profesional, porque ya no se trata de informar, de contar la verdad tal cual es. Ahora de lo que se trata es de enganchar a la gente. Por ello, en 2013 los periodistas rompieron con internet. Todo esto explica por qué los parámetros han cambiado. Las redes sociales encajan perfectamente en las ranuras para sacar todo de nuestra vida privada. Quienes quieren destrozar la democracia, como Putin, lo aprovechan para sus fines. Y como, al final, todo gira en torno a las redes sociales, esto nos une. Las redes, por eso, son muy efectivas a la hora manipular a los grupos, de conseguir que se enfaden. La gente en Estados Unidos es muy vulnerable a la manipulación a través de las redes, como demuestran los estudios. Por eso los norteamericanos seguían la propaganda rusa y actuaban de acuerdo con los fines que perseguía. Esto provoca la polarización de la política, en la que republicanos y demócratas son incapaces de entenderse. Esta polarización llegó, incluso, a la universidad. De pronto, surgido de la nada, la gente empezó a hablar de advertencias. Si un profesor pedía a los alumnos que leyeran un libro tenía que advertirles de que su contenido podría herir su sensibilidad. Al mismo tiempo, se empezó a vetar la presencia en la universidad de cualquier persona que no les pareciera bien a los alumnos. Incluso, empezaron a pedir espacios seguros para que quienes defienden visiones radicales sobre, por ejemplo, la identidad de género, pudieran hablar sin verse sometidos a la presión del rechazo de quienes no comparten su forma de pensar. ¿Por qué ocurre esto? Porque la generación Z tiene menos experiencias vitales que las generaciones anteriores. Tardan más en cubrir los hitos propios del desarrollo personal, por ejemplo, conseguir el carné de conducir, tener su primea relación de pareja, o trabajar para ir a la universidad. Luego llegan a la universidad y el profesor les dice que lean un libro donde hay una violación. Eso les choca y les provoca depresión y ansiedad porque no están preparados para afrontarlo. Este problema afecta a las chicas mucho más que a los chicos. Las mujeres de generaciones anteriores que no tenían redes sociales, sin embargo, tenían menos problemas. ¿Por qué está ocurriendo todo esto al mismo tiempo en muchos países? Las redes sociales explican el momento en que está ocurriendo todo esto. Los niños antes se juntaban después del colegio y se iban a jugar. Ahora no es así. Ahora se conectan electrónicamente desde su casa y eso no es lo mismo. A las chicas, además, les afecta más la comparación social constante que suponen las redes sociales, les da miedo perderse algo y piensan que, si todo el mundo se lo pasa bien y ellas no, es que les pasa algo. Y si tienen un conflicto, tienden a desprestigiar a sus compañeras a través de las redes sociales, con lo que ello conlleva. Las redes sociales, por tanto, son perniciosas para los niños. Otra causa del problema es la sobreprotección a los hijos. Los niños necesitan experimentar el fracaso, ser criticados, verse aislados, que se metan con ellos, aunque no con demasiada frecuencia, y aprender de ello. La sobreprotección les impide que se desarrollen para poder afrontar los problemas de la vida. Los niños, en consecuencia, no aprenden a protegerse a sí mismos, a defenderse. Aunque, al final, lo va a aprender de la forma más dura, pero es mejor que sea así a que no lo aprendan nunca. Con la sobreprotección los estamos confundiendo. Cuando juegan, en cambio, aprenden y practican las destrezas que necesitarán en la vida. Por eso es importante que jueguen entre ellos. Pero ahora no pueden hacerlo porque los padres piensan que es muy peligroso dejarles salir solos a la calle, ir solos a casa de un amigo, etc. La información también forma parte del problema. Ahora, todos tenemos mucha información, pero el porcentaje de información, en el sentido clásico, se reduce cada vez más. Antes, ver la televisión era una experiencia compartida con toda la familia. Ahora, cuando la gente joven se hiperconecta entre sí no hay sitio para una generación de más edad. Los jóvenes crean y comparten sus propios contenidos y no ven el resto. Pero eso es un conocimiento muy pequeño y a la gente le va mucho mejor si puede aprovechar la sabiduría colectiva de la humanidad, lo que implica salir de ese encierro. Y es que la generación Z se ha aislado de la transmisión de historias de las generaciones anteriores porque no les escuchan. Al hacerlo, se han aislado de la sabiduría. ¿Qué podemos hacer entonces? La democracia y la generación Z van a tener dificultades hasta que las redes sociales sean menos contagiosas y perniciosas. Hay que introducir cambios en la democracia para que la gente la apoye más. También en la educación que proporcionan los padres a los hijos, así como darles más independencia. Además, hay que retrasar el acceso a las redes sociales a los 16 años. Y tenemos que introducir cambios en nosotros mismos. El odio siempre da lugar a más odio. Por eso hay que ser más humilde, dar a la gente el beneficio de la duda, no enfadarnos tan rápidamente. Ahora que estamos todos conectados, debemos tener más cuidado con lo que decimos. No obstante, eso no va a servir de mucho si no somos menos ‘sensibles’, si seguimos transmitiendo mensajes de ira, y si no tratamos de ofender menos a los demás.
10/2/201950 minutes, 33 seconds
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El sueño americano. ¿Cómo la inteligencia artificial ayuda a la pequeña empresa? Versión en español

El 26 de septiembre de 2019 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Karen G. Mills, Senior Fellow en la Harvard Business School, ex miembro del Gabinete del presidente Barack Obama, titulada “El sueño americano: ¿cómo la inteligencia artificial ayuda a la pequeña y mediana empresa?”. En su intervención, Mills quiso abordar dos asuntos, que están relacionados. El primero de ellos es la inteligencia artificial. Mucha gente piensa que la primera forma en que nos afectará la inteligencia artificial son los coches autónomos. Esto, sin embargo, todavía pertenece a un futuro lejano. En cambio, el impacto de la inteligencia artificial sobre la banca y, en particular, en la actividad bancaria relacionada con las pequeñas empresas se va a producir mucho más pronto. De aquí a dieciocho meses o, como mucho, dos años podrá apreciarse su efecto en la banca para pequeñas empresas y consumidores. La otra cosa de la que quiero hablar es de la importancia de las pequeñas empresas y del impacto que tendrá la inteligencia artificial en ellas. Por ambos motivos escribió su libro Fintech, Small Business & the American Dream: How Technology Is Transforming Lending and Shaping a New Era of Small Business Opportunity. La razón de hacerlo se produjo hace diez años, cuando trabajaba en la administración de Barack Obama como responsable de las pequeñas empresas. Una de las cosas que hacía difícil este trabajo era el momento en que había que llevarlo a cabo. Acepté el puesto en el primer trimestre de 2009, cuando se inició la recesión provocada por la crisis financiera. La crisis afectó mucho más a las pymes que a las grandes empresas, por lo que la destrucción de empleo fue mucho más intensa en ellas. La causa de este comportamiento diferente estriba en que, en las crisis financieras, las empresas que más sufren son aquellas más dependientes del crédito. Este es el caso de las pequeñas empresas. Por eso, desde la Casa Blanca había que hacer algo para conseguir que las pequeñas empresas volvieran a tener acceso al crédito. Para ello, se creó un sistema de garantía crediticia para este tipo de compañías, que cubría el 90% del préstamo. El impacto de esta medida fue inmediato. Más de mil bancos en menos de seis meses volvieron a prestar a las pequeñas empresas. Esto le enseño el grado tan enorme de dependencia del crédito que tenían estas compañías, así como el impacto que se puede generar si se consigue que haya disponibilidad de crédito para ellas. Hoy en día, la importancia de esta cuestión se aprecia perfectamente si se tiene en cuenta que la mitad de la gente en Estados Unidos, y el 70% en España, trabaja para una pequeña empresa. A pesar de ello, los gobiernos y los economistas no han prestado suficiente atención a las pequeñas empresas. Esto se debe a que los gobiernos y los economistas piensan primero en los consumidores. Después lo hacen en la inversión en equipos, que la realiza mayoritariamente la gran empresa. Luego piensan en el gasto público. Por ello, la mayoría de los grandes modelos macroeconómicos tienden a ignorar a las pequeñas empresas. Por eso hay que recordar que las pequeñas empresas en España aportan el 70% del empleo y el 90% del PIB. Otra cuestión que hay que tener en cuenta respecto a las pequeñas empresas es que, cuando nos referimos a ellas, no estamos hablando de Silicon Valley. De lo que estamos hablando es de esos pequeños negocios que forman parte de la vida diaria de la gente. En Estados Unidos hay treinta millones de pequeñas empresas, de las cuales veinticuatro millones no tienen empleados. Ese último segmento, además, está creciendo debido a la ‘gig economy’, o economía de los pequeños encargos. La mayoría del resto de negocios son, por ejemplo, cafés, tintorerías, etc. Hay un segmento en particular que es importante, que es el de las pequeñas empresas que actúan como proveedores de otras compañías. Este es un segmento al que es preciso prestar una atención particular porque es un segmento que necesita capital para poder gestionar su negocio. ¿Cuál es el problema? Que la banca no ha cambiado en los últimos cincuenta o cien años. Una pequeña empresa que demande un crédito necesita aportar una pila de papeles, que el banco revisa exhaustivamente. Pero, como no pueden ver dentro de las empresas, suele pedir garantías personales para poder conceder el préstamo, ya que, si no pueden ver dentro de las empresas, no pueden saber cómo hacen dinero las pequeñas empresas. A este problema se le conoce como opacidad informativa. La tecnología, sin embargo, ayuda a resolverlo porque, a través del big data, etc., permite a los bancos ver dentro de las pequeñas empresas. La segunda causa de fricción que dificulta la financiación de las pequeñas empresas es el retraso en el proceso de concesión de créditos, debido al tiempo que se necesita para analizar multitud de negocios todos ellos pertenecientes a sectores diferentes. La utilización del big data puede ser de gran ayuda, ya que aportaría al banco información sobre cientos de negocios del mismo sector que el demandante del crédito y le permitiría saber si lo hace igual, mejor o peor que los demás. Por tanto, el big data, el machine learning y la inteligencia artificial pueden eliminar las barreras que dificultan el proceso de concesión de préstamos y, en consecuencia, acortarlo. La innovación, en el campo de la tecnología, empieza muy despacio. Luego se acelera y se alcanza la madurez, pero viene alguien que introduce una nueva disrupción y la aceleración continúa. En el caso de la banca, las primeras empresas de Fintech aparecieron en 2010. En 2014 parecía que se iban a comer el mundo y que los bancos estaban condenados a la desaparición porque parecían incapaces de cambiar. Los bancos, sin embargo, tienen grandes activos que pueden movilizar contra estos nuevos disruptores. En particular, cuentan con dos grandes activos que han demostrado ser muy importantes. El primero es su clientela. El ‘fintech’ ha pasado mucho tiempo tratando de captar clientes que confíen en esas empresas a la hora de pedir un crédito. El segundo activo es el dinero. Los bancos tienen depósitos a bajo coste que utilizan para prestar dinero. El Fintech, en cambio, obtiene el dinero de los ‘hedge funds’, pero ese dinero es mucho más caro. Así es que las primeras empresas de Fintech tuvieron problemas de financiación y se vieron obligadas a retroceder. De repente, sin embargo, el mundo se transformó con la entrada en el sector de las grandes tecnológicas, como Amazon, que se convirtieron en prestamistas de las pequeñas empresas. Entonces, la banca despertó y empezó a invertir en tecnología. ¿Quién va a ganar? ¿Quién va a resultar perdedor? Los grandes bancos, las grandes empresas de tarjetas de crédito, las grandes empresas tecnológicas, las compañías de Fintech y las empresas de infraestructuras tecnológicas de medios de pago son los cuatro grupos de actores en este mercado. Este es el entorno, pero todavía no sabemos quiénes serán los ganadores. Esta transformación está teniendo lugar en estos mismos momentos. Sucede a través de las APIs (interfaz de programación de aplicaciones, por sus siglas en inglés), que extraen los datos de las cuentas bancarias, así como la información de las tarjetas de crédito. Esta información la reúnen en una caja negra en la cual los algoritmos pueden crear inteligencia que permiten la transformación de la visión que ofrece una empresa. A partir de ella, quienes prestan pueden ver inmediatamente en sus pantallas el gráfico que refleja cuál es la solvencia de un demandante de crédito. Esta representación gráfica también puede emplearse en las pequeñas empresas, por ejemplo, para predecir el flujo de caja. Esto es lo que denomina la utopía de las pequeñas empresas. En este caso, el sistema utiliza la misma información que los bancos, pero para ver cómo va a ser el flujo de caja. Esto permite a las empresas conocer con antelación si van a necesitar un crédito y conseguir la aprobación anticipada del mismo por parte del banco. Al compartir la información, el banco, a su vez, sabe si la empresa va a necesitar ese crédito en dos semanas porque puede ver la proyección del flujo de caja. Esto va a suponer un gran cambio para las pequeñas empresas, porque podrán evitar crisis derivadas de falta de liquidez en un momento determinado. Ahora bien, esto también tiene un lado oscuro. Se trata de que sucedería si en el historial crediticio de una empresa o una persona, que está guardado en la caja negra, hay un error. En ese caso, habría que corregirlo, como se hace ahora si uno detecta un error en su cuenta o en los cargos de su tarjeta de crédito. Pero ¿qué pasa si ese error está en el algoritmo? Además, si el algoritmo está bloqueado para que no puedan acceder terceros a él, ¿dónde van a conseguir los reguladores la experiencia necesaria para hacer su trabajo? Por ejemplo, ¿cómo van a conocer la forma en que la máquina toma sus decisiones? ¿Cómo van a saber si no hay sesgos en los datos? Por último, ¿quién es el propietario de los datos? En Europa, el dueño de los datos es el cliente. Esta es una de las cuestiones fundamentales para determinar la evolución futura del Fintech y la banca, porque será necesario que los clientes den permiso a los bancos para utilizar esos datos con el fin de éstos puedan ofrecerles mejores servicios. En Estados Unidos, en cambio, las cosas no son tan claras. Hay siete reguladores federales, más otros dos en cada uno de los cincuenta estados, que pueden actuar en esta cuestión. Y no son capaces de ponerse de acuerdo, con lo cual, no se está avanzando en la regulación. Para tratar de averiguar por dónde van a ir las cosas en el futuro hay que hacerse tres preguntas. La primera de ellas es quién tiene los clientes. Quien los tiene son los grandes bancos, los pequeños, las empresas de tarjetas de crédito y las grandes tecnológicas. La segunda pregunta es quién aporta el capital. Ahí los bancos tienen una ventaja, que es que consiguen el capital de forma más barata a través de los depósitos de los clientes. Y la tercera pregunta es quién tiene la mejor tecnología. Hay muchas tecnologías, pero las claves residen en quién tiene la mejor estructura; quién entiende mejor los algoritmos, la inteligencia artificial, y quien consigue los mejores clientes. Y aquí los mejores son las grandes tecnológicas. Por tanto, ¿qué va a ocurrir? Primero, que la tecnología va a transformar el crédito a las pequeñas empresas de aquí a dos o cuatro años. Segundo, que los ganadores serán los bancos y las grandes tecnológicas porque operan con costes más bajos, porque se van a centrar en productos específicos para las pequeñas empresas y porque van a crear una relación crediticia. Esto se producirá porque habrá más prestatarios solventes que consigan un crédito, porque mejorará la experiencia del cliente, y porque se evitarán situaciones de falta de liquidez. Tercero y último, la regulación financiera respecto a la propiedad de los datos determinará el éxito del Fintech como industria. Pero hoy los reguladores no están preparados para lidiar con los monopolios de empresa como Amazon, Paypal o Square.
10/2/201928 minutes, 4 seconds
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El sueño americano. ¿Cómo la inteligencia artificial ayuda a la pequeña empresa? english version

El 26 de septiembre de 2019 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Karen G. Mills, Senior Fellow en la Harvard Business School, ex miembro del Gabinete del presidente Barack Obama, titulada “El sueño americano: ¿cómo la inteligencia artificial ayuda a la pequeña y mediana empresa?”. En su intervención, Mills quiso abordar dos asuntos, que están relacionados. El primero de ellos es la inteligencia artificial. Mucha gente piensa que la primera forma en que nos afectará la inteligencia artificial son los coches autónomos. Esto, sin embargo, todavía pertenece a un futuro lejano. En cambio, el impacto de la inteligencia artificial sobre la banca y, en particular, en la actividad bancaria relacionada con las pequeñas empresas se va a producir mucho más pronto. De aquí a dieciocho meses o, como mucho, dos años podrá apreciarse su efecto en la banca para pequeñas empresas y consumidores. La otra cosa de la que quiero hablar es de la importancia de las pequeñas empresas y del impacto que tendrá la inteligencia artificial en ellas. Por ambos motivos escribió su libro Fintech, Small Business & the American Dream: How Technology Is Transforming Lending and Shaping a New Era of Small Business Opportunity. La razón de hacerlo se produjo hace diez años, cuando trabajaba en la administración de Barack Obama como responsable de las pequeñas empresas. Una de las cosas que hacía difícil este trabajo era el momento en que había que llevarlo a cabo. Acepté el puesto en el primer trimestre de 2009, cuando se inició la recesión provocada por la crisis financiera. La crisis afectó mucho más a las pymes que a las grandes empresas, por lo que la destrucción de empleo fue mucho más intensa en ellas. La causa de este comportamiento diferente estriba en que, en las crisis financieras, las empresas que más sufren son aquellas más dependientes del crédito. Este es el caso de las pequeñas empresas. Por eso, desde la Casa Blanca había que hacer algo para conseguir que las pequeñas empresas volvieran a tener acceso al crédito. Para ello, se creó un sistema de garantía crediticia para este tipo de compañías, que cubría el 90% del préstamo. El impacto de esta medida fue inmediato. Más de mil bancos en menos de seis meses volvieron a prestar a las pequeñas empresas. Esto le enseño el grado tan enorme de dependencia del crédito que tenían estas compañías, así como el impacto que se puede generar si se consigue que haya disponibilidad de crédito para ellas. Hoy en día, la importancia de esta cuestión se aprecia perfectamente si se tiene en cuenta que la mitad de la gente en Estados Unidos, y el 70% en España, trabaja para una pequeña empresa. A pesar de ello, los gobiernos y los economistas no han prestado suficiente atención a las pequeñas empresas. Esto se debe a que los gobiernos y los economistas piensan primero en los consumidores. Después lo hacen en la inversión en equipos, que la realiza mayoritariamente la gran empresa. Luego piensan en el gasto público. Por ello, la mayoría de los grandes modelos macroeconómicos tienden a ignorar a las pequeñas empresas. Por eso hay que recordar que las pequeñas empresas en España aportan el 70% del empleo y el 90% del PIB. Otra cuestión que hay que tener en cuenta respecto a las pequeñas empresas es que, cuando nos referimos a ellas, no estamos hablando de Silicon Valley. De lo que estamos hablando es de esos pequeños negocios que forman parte de la vida diaria de la gente. En Estados Unidos hay treinta millones de pequeñas empresas, de las cuales veinticuatro millones no tienen empleados. Ese último segmento, además, está creciendo debido a la ‘gig economy’, o economía de los pequeños encargos. La mayoría del resto de negocios son, por ejemplo, cafés, tintorerías, etc. Hay un segmento en particular que es importante, que es el de las pequeñas empresas que actúan como proveedores de otras compañías. Este es un segmento al que es preciso prestar una atención particular porque es un segmento que necesita capital para poder gestionar su negocio. ¿Cuál es el problema? Que la banca no ha cambiado en los últimos cincuenta o cien años. Una pequeña empresa que demande un crédito necesita aportar una pila de papeles, que el banco revisa exhaustivamente. Pero, como no pueden ver dentro de las empresas, suele pedir garantías personales para poder conceder el préstamo, ya que, si no pueden ver dentro de las empresas, no pueden saber cómo hacen dinero las pequeñas empresas. A este problema se le conoce como opacidad informativa. La tecnología, sin embargo, ayuda a resolverlo porque, a través del big data, etc., permite a los bancos ver dentro de las pequeñas empresas. La segunda causa de fricción que dificulta la financiación de las pequeñas empresas es el retraso en el proceso de concesión de créditos, debido al tiempo que se necesita para analizar multitud de negocios todos ellos pertenecientes a sectores diferentes. La utilización del big data puede ser de gran ayuda, ya que aportaría al banco información sobre cientos de negocios del mismo sector que el demandante del crédito y le permitiría saber si lo hace igual, mejor o peor que los demás. Por tanto, el big data, el machine learning y la inteligencia artificial pueden eliminar las barreras que dificultan el proceso de concesión de préstamos y, en consecuencia, acortarlo. La innovación, en el campo de la tecnología, empieza muy despacio. Luego se acelera y se alcanza la madurez, pero viene alguien que introduce una nueva disrupción y la aceleración continúa. En el caso de la banca, las primeras empresas de Fintech aparecieron en 2010. En 2014 parecía que se iban a comer el mundo y que los bancos estaban condenados a la desaparición porque parecían incapaces de cambiar. Los bancos, sin embargo, tienen grandes activos que pueden movilizar contra estos nuevos disruptores. En particular, cuentan con dos grandes activos que han demostrado ser muy importantes. El primero es su clientela. El ‘fintech’ ha pasado mucho tiempo tratando de captar clientes que confíen en esas empresas a la hora de pedir un crédito. El segundo activo es el dinero. Los bancos tienen depósitos a bajo coste que utilizan para prestar dinero. El Fintech, en cambio, obtiene el dinero de los ‘hedge funds’, pero ese dinero es mucho más caro. Así es que las primeras empresas de Fintech tuvieron problemas de financiación y se vieron obligadas a retroceder. De repente, sin embargo, el mundo se transformó con la entrada en el sector de las grandes tecnológicas, como Amazon, que se convirtieron en prestamistas de las pequeñas empresas. Entonces, la banca despertó y empezó a invertir en tecnología. ¿Quién va a ganar? ¿Quién va a resultar perdedor? Los grandes bancos, las grandes empresas de tarjetas de crédito, las grandes empresas tecnológicas, las compañías de Fintech y las empresas de infraestructuras tecnológicas de medios de pago son los cuatro grupos de actores en este mercado. Este es el entorno, pero todavía no sabemos quiénes serán los ganadores. Esta transformación está teniendo lugar en estos mismos momentos. Sucede a través de las APIs (interfaz de programación de aplicaciones, por sus siglas en inglés), que extraen los datos de las cuentas bancarias, así como la información de las tarjetas de crédito. Esta información la reúnen en una caja negra en la cual los algoritmos pueden crear inteligencia que permiten la transformación de la visión que ofrece una empresa. A partir de ella, quienes prestan pueden ver inmediatamente en sus pantallas el gráfico que refleja cuál es la solvencia de un demandante de crédito. Esta representación gráfica también puede emplearse en las pequeñas empresas, por ejemplo, para predecir el flujo de caja. Esto es lo que denomina la utopía de las pequeñas empresas. En este caso, el sistema utiliza la misma información que los bancos, pero para ver cómo va a ser el flujo de caja. Esto permite a las empresas conocer con antelación si van a necesitar un crédito y conseguir la aprobación anticipada del mismo por parte del banco. Al compartir la información, el banco, a su vez, sabe si la empresa va a necesitar ese crédito en dos semanas porque puede ver la proyección del flujo de caja. Esto va a suponer un gran cambio para las pequeñas empresas, porque podrán evitar crisis derivadas de falta de liquidez en un momento determinado. Ahora bien, esto también tiene un lado oscuro. Se trata de que sucedería si en el historial crediticio de una empresa o una persona, que está guardado en la caja negra, hay un error. En ese caso, habría que corregirlo, como se hace ahora si uno detecta un error en su cuenta o en los cargos de su tarjeta de crédito. Pero ¿qué pasa si ese error está en el algoritmo? Además, si el algoritmo está bloqueado para que no puedan acceder terceros a él, ¿dónde van a conseguir los reguladores la experiencia necesaria para hacer su trabajo? Por ejemplo, ¿cómo van a conocer la forma en que la máquina toma sus decisiones? ¿Cómo van a saber si no hay sesgos en los datos? Por último, ¿quién es el propietario de los datos? En Europa, el dueño de los datos es el cliente. Esta es una de las cuestiones fundamentales para determinar la evolución futura del Fintech y la banca, porque será necesario que los clientes den permiso a los bancos para utilizar esos datos con el fin de éstos puedan ofrecerles mejores servicios. En Estados Unidos, en cambio, las cosas no son tan claras. Hay siete reguladores federales, más otros dos en cada uno de los cincuenta estados, que pueden actuar en esta cuestión. Y no son capaces de ponerse de acuerdo, con lo cual, no se está avanzando en la regulación. Para tratar de averiguar por dónde van a ir las cosas en el futuro hay que hacerse tres preguntas. La primera de ellas es quién tiene los clientes. Quien los tiene son los grandes bancos, los pequeños, las empresas de tarjetas de crédito y las grandes tecnológicas. La segunda pregunta es quién aporta el capital. Ahí los bancos tienen una ventaja, que es que consiguen el capital de forma más barata a través de los depósitos de los clientes. Y la tercera pregunta es quién tiene la mejor tecnología. Hay muchas tecnologías, pero las claves residen en quién tiene la mejor estructura; quién entiende mejor los algoritmos, la inteligencia artificial, y quien consigue los mejores clientes. Y aquí los mejores son las grandes tecnológicas. Por tanto, ¿qué va a ocurrir? Primero, que la tecnología va a transformar el crédito a las pequeñas empresas de aquí a dos o cuatro años. Segundo, que los ganadores serán los bancos y las grandes tecnológicas porque operan con costes más bajos, porque se van a centrar en productos específicos para las pequeñas empresas y porque van a crear una relación crediticia. Esto se producirá porque habrá más prestatarios solventes que consigan un crédito, porque mejorará la experiencia del cliente, y porque se evitarán situaciones de falta de liquidez. Tercero y último, la regulación financiera respecto a la propiedad de los datos determinará el éxito del Fintech como industria. Pero hoy los reguladores no están preparados para lidiar con los monopolios de empresa como Amazon, Paypal o Square.
10/2/201928 minutes, 3 seconds
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Fronteras abiertas. Bryan Caplan - English version

El 25 de junio de 2019 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Bryan Caplan, catedrático de Economía en la Universidad George Mason y columnista de EconLog, titulada “Fronteras abiertas. Por qué el sistema educativo puede ser una pérdida de tiempo y de dinero”, en la que habló de educación y de inmigración. Caplan inició su intervención diciendo que todo el mundo siempre tiene la idea de que nos hace falta una educación mejor. Ahora bien, ningún político dice que estamos dilapidando el dinero que gastamos en ella, y esto es algo muy extraño. De hecho, por lo que se refiere a la educación, los economistas y los políticos siempre están de acuerdo, porque los economistas miden los beneficios financieros que obtiene el individuo y se dan cuenta de que la educación aporta un rendimiento económico en forma de mayores sueldos. Pero cuando se analiza la educación, no solemos darnos cuenta de que, la mayoría de las veces, no se nos enseña una habilidad que sirva más allá de para aprobar un examen. Los empresarios todavía valoran a la gente por el rendimiento que demuestran en la escuela a través de las notas, con independencia de que se trate de matemáticas, literatura o historia. Sin esas notas, no puedes ir a la universidad ni conseguir un buen trabajo. Además, si estudias latín, tienes el futuro despejado porque las grandes universidades te abren las puertas. El modelo de señalización de la educación dice que algunas asignaturas son útiles, como matemáticas, pero hay otras asignaturas, como música, que son irrelevantes. Sin embargo, merece la pena estudiarlas porque convencen al empresario de que eres listo, trabajas duro y eres una persona concienzuda. El colegio, en definitiva, te pone un sello en la frente y cuantos más sellos tengas, más te valorará el empresario. El mercado recompensa a los alumnos por hacer las cosas bien, aunque las asignaturas sean completamente irrelevantes. En Estados Unidos, los estudiantes dedican el 70% de su tiempo a asignaturas que no servirán para nada en el futuro. Además, el nivel de conocimiento de los alumnos es muy bajo. Muchos de ellos, por ejemplo, no saben quién fue Roosvelt. En educación, las cosas inútiles merecen la pena, mientras que las que son útiles no lo merecen. Esto puede apreciarse con el siguiente ejemplo. Si quieres ir a Harvard y tener un título tienes que pagar 70.000 dólares al año. Pero también puedes irte a vivir a Cambridge e ir a las clases de Harvard sin matricularte porque allí nadie te va a pedir un DNI, pasaporte o cualquier otro documento identificativo. Incluso, puedes acercarte a un profesor, decirle que te gusta mucho su asignatura y que quisieras poder asistir a sus clases a lo cual, con toda seguridad, te responderá que encantado y te permitirá acudir. Después de cuatro años habrías adquirido los conocimientos y te habrías ahorrado 280.000 dólares, pero no tendrías un título ni podrías utilizarlo para conseguir un empleo. Si alguien quiere adquirir cualificaciones que le vayan a resultar útiles tendría que encontrar profesores que fuesen estrictos. Pero lo que quieren los alumnos en Estados Unidos son profesores con asignaturas ‘marías’. Eso, sin embargo, es hacerse trampas a uno mismo y degradar el título. Pero estamos en un mundo de titulitis universitaria para poder conseguir un puesto de trabajo. A eso se le llama inflación de titulaciones. El resultado de ello es que ahora, en muchos sitios, necesitas un título universitario para ser camarero. ¿Qué se puede hacer ante esta situación? Ser austeros, gastar menos dinero, y así habrá menos gente con título y, así, a los empleadores no les quedará más remedio que tener en cuenta también a las personas sin título en los procesos de selección de personal. También hay que poner más peso en la formación profesional, como en Alemania o Suiza. Otro tema es la emigración. ¿Por qué a la gente que le gusta la libertad de mercado no le gusta la emigración? Las restricciones al libre movimiento de personas son una restricción gubernamental masiva a la libertad humana. Si un gobierno no te lo permite, no puedes vivir en un sitio. Hay mucha gente que quiere trabajar en el primer mundo que no lo consigue, porque las leyes no se lo permiten. Pero es que cuanto mayores son las diferencias de salarios entre Miami y Puerto Rico, más portorriqueños querrán ir a trabajar a Miami, generando de esta forma más riqueza para el país que los recibe. Muchos liberales defienden la política antiinmigración alegando que esa gente está entrando en el país de forma ilegal. También dicen que los inmigrantes musulmanes van a hacer cosas y quieren que se queden fuera. Un atentado terrorista, sin embargo, depende más de quien se queda fuera que de quien entra. También se dice que, si hay un estado del bienestar, tiene que haber restricciones para que sea viable, que los inmigrantes van a votar por la sharía, etc. Miltron Friedman, sin embargo, defendió la inmigración porque el saldo fiscal que implica es positivo, ya que los ingresos que aportan los inmigrantes al presupuesto público, directa e indirectamente a través de sus actividades, son mayores que los gastos que generan.
6/27/201937 minutes, 2 seconds
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Fronteras abiertas. Bryan Caplan

El 25 de junio de 2019 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Bryan Caplan, catedrático de Economía en la Universidad George Mason y columnista de EconLog, titulada “Fronteras abiertas. Por qué el sistema educativo puede ser una pérdida de tiempo y de dinero”, en la que habló de educación y de inmigración. Caplan inició su intervención diciendo que todo el mundo siempre tiene la idea de que nos hace falta una educación mejor. Ahora bien, ningún político dice que estamos dilapidando el dinero que gastamos en ella, y esto es algo muy extraño. De hecho, por lo que se refiere a la educación, los economistas y los políticos siempre están de acuerdo, porque los economistas miden los beneficios financieros que obtiene el individuo y se dan cuenta de que la educación aporta un rendimiento económico en forma de mayores sueldos. Pero cuando se analiza la educación, no solemos darnos cuenta de que, la mayoría de las veces, no se nos enseña una habilidad que sirva más allá de para aprobar un examen. Los empresarios todavía valoran a la gente por el rendimiento que demuestran en la escuela a través de las notas, con independencia de que se trate de matemáticas, literatura o historia. Sin esas notas, no puedes ir a la universidad ni conseguir un buen trabajo. Además, si estudias latín, tienes el futuro despejado porque las grandes universidades te abren las puertas. El modelo de señalización de la educación dice que algunas asignaturas son útiles, como matemáticas, pero hay otras asignaturas, como música, que son irrelevantes. Sin embargo, merece la pena estudiarlas porque convencen al empresario de que eres listo, trabajas duro y eres una persona concienzuda. El colegio, en definitiva, te pone un sello en la frente y cuantos más sellos tengas, más te valorará el empresario. El mercado recompensa a los alumnos por hacer las cosas bien, aunque las asignaturas sean completamente irrelevantes. En Estados Unidos, los estudiantes dedican el 70% de su tiempo a asignaturas que no servirán para nada en el futuro. Además, el nivel de conocimiento de los alumnos es muy bajo. Muchos de ellos, por ejemplo, no saben quién fue Roosvelt. En educación, las cosas inútiles merecen la pena, mientras que las que son útiles no lo merecen. Esto puede apreciarse con el siguiente ejemplo. Si quieres ir a Harvard y tener un título tienes que pagar 70.000 dólares al año. Pero también puedes irte a vivir a Cambridge e ir a las clases de Harvard sin matricularte porque allí nadie te va a pedir un DNI, pasaporte o cualquier otro documento identificativo. Incluso, puedes acercarte a un profesor, decirle que te gusta mucho su asignatura y que quisieras poder asistir a sus clases a lo cual, con toda seguridad, te responderá que encantado y te permitirá acudir. Después de cuatro años habrías adquirido los conocimientos y te habrías ahorrado 280.000 dólares, pero no tendrías un título ni podrías utilizarlo para conseguir un empleo. Si alguien quiere adquirir cualificaciones que le vayan a resultar útiles tendría que encontrar profesores que fuesen estrictos. Pero lo que quieren los alumnos en Estados Unidos son profesores con asignaturas ‘marías’. Eso, sin embargo, es hacerse trampas a uno mismo y degradar el título. Pero estamos en un mundo de titulitis universitaria para poder conseguir un puesto de trabajo. A eso se le llama inflación de titulaciones. El resultado de ello es que ahora, en muchos sitios, necesitas un título universitario para ser camarero. ¿Qué se puede hacer ante esta situación? Ser austeros, gastar menos dinero, y así habrá menos gente con título y, así, a los empleadores no les quedará más remedio que tener en cuenta también a las personas sin título en los procesos de selección de personal. También hay que poner más peso en la formación profesional, como en Alemania o Suiza. Otro tema es la emigración. ¿Por qué a la gente que le gusta la libertad de mercado no le gusta la emigración? Las restricciones al libre movimiento de personas son una restricción gubernamental masiva a la libertad humana. Si un gobierno no te lo permite, no puedes vivir en un sitio. Hay mucha gente que quiere trabajar en el primer mundo que no lo consigue, porque las leyes no se lo permiten. Pero es que cuanto mayores son las diferencias de salarios entre Miami y Puerto Rico, más portorriqueños querrán ir a trabajar a Miami, generando de esta forma más riqueza para el país que los recibe. Muchos liberales defienden la política antiinmigración alegando que esa gente está entrando en el país de forma ilegal. También dicen que los inmigrantes musulmanes van a hacer cosas y quieren que se queden fuera. Un atentado terrorista, sin embargo, depende más de quien se queda fuera que de quien entra. También se dice que, si hay un estado del bienestar, tiene que haber restricciones para que sea viable, que los inmigrantes van a votar por la sharía, etc. Miltron Friedman, sin embargo, defendió la inmigración porque el saldo fiscal que implica es positivo, ya que los ingresos que aportan los inmigrantes al presupuesto público, directa e indirectamente a través de sus actividades, son mayores que los gastos que generan.
6/27/201936 minutes, 59 seconds
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España en la encrucijada de la competitividad y la productividad. Jesús Fernández Villaverde

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 23 de mayo de 2019, la Conferencia Magistral de Jesús Fernández Villaverde “España en la encrucijada de la competitividad y la productividad. ¿Cómo será la próxima crisis y cómo podemos preparar a la economía española para superarla con éxito?”.
5/24/201956 minutes, 14 seconds
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Desaceleración entre profundos cambios estructurales: ¿Cómo responder desde la política?

El 9 de mayo de 2019 tuvo lugar, en la Fundación Rafael del Pino, la conferencia de Juergen B. Donges, catedrático emérito de la Universidad de Colonia, titulada “Desaceleración entre profundos cambios estructurales: ¿cómo responder desde la política?” Según expuso Donges, hemos llegado al final del ciclo expansivo y hemos entrado en una senda de desaceleración económica. Esto está ocurriendo en un entorno en el que nuestras estructuras de producción se están transformando de forma vertiginosa, sobre todo de la mano de la digitalización. Esto tiene unas implicaciones muy importantes para la política económica, pero el Gobierno de España de esto todavía no se ha enterado. Las previsiones de los organismos internacionales y las diferentes instituciones nacionales, que se hicieron en otoño, se han revisado a la baja de forma significativa. Tenemos dos escenarios más adversos de lo inicialmente percibido. Por un lado, tenemos la moderación de la actividad global, sobre todo en China y las grandes economías emergentes. Todo esto va acompañado de una subida de los precios del petróleo, que es algo que no es normal. Esto se debe a las sanciones de Trump contra Irán, que provoca un recorte de la oferta de petróleo que no quieren compensar los demás países de la OPEP. Por otro lado, tenemos una enorme incertidumbre con el confuso proceso del Brexit. El parlamento británico no es capaz de definir lo que quiere. Tenemos también el futuro incierto de Italia y las tensiones comerciales de la UE con Estados Unidos. Además, tenemos una bomba de relojería, que es el enorme nivel de endeudamiento público en la economía global. Estamos en el 235% del PIB. Esto no es sostenible en el tiempo, porque hay que pagar intereses, amortizar la deuda, refinanciarla. Los gobiernos, sin embargo, todavía no han tomado nota de este problema. El crecimiento del PIB en la Eurozona podría moderarse este año hasta el 1% o, incluso, menos. Estamos en una desaceleración acentuada. Lo que tranquiliza es que la actividad que tenemos viene de la mano de la demanda interna, gracias al buen tono del mercado laboral y de las subidas salariales que se observan en los países del euro. También la apoyan los bajos tipos de interés y la reducción de la tasa de paro. La desaceleración afecta a los cuatro grandes países de la Eurozona. España todavía registra una tasa de crecimiento notable, del entorno del 2,4%, pero es más por inercia que por la actuación de factores positivos porque todos ellos están empeorando: el ahorro, el consumo, las inversiones, la cuenta corriente, el empleo en el sector privado, la productividad laboral, … Todo va en una dirección negativa, a lo que hay que añadir una política económica y fiscal que va en mala dirección. No son tiempos para aumentar el empleo público. Es un disparate revalorizar las pensiones con el IPC. Y es un mayor disparate aún anunciar subidas de impuestos. Esto va a pasar factura. Francia, con un 1,3%, se mantiene como estaba. Italia va camino al estancamiento y está inmersa en una trampa de excesivo endeudamiento. Lo más preocupante es el enfriamiento de la actividad económica alemana, que es más acentuado del que se esperaba. Hay tres causas de la desaceleración alemana: la disminución de las exportaciones; el sector del automóvil alemán, que no se adaptó a la normativa comunitaria de emisiones de dióxido de carbono, y la carencia de mano de obra cualificada, consecuencia del problema demográfico y de permitir la jubilación anticipada a los 63 años. Sin embargo, no vamos a una recesión en Alemania ni en la zona euro, porque tenemos una demanda interna robusta. El problema fundamental es a qué velocidad puede crecer una economía. Esta depende del potencial de crecimiento de una economía. Este potencial en la Eurozona se ha convertido en un problema porque está creciendo de forma muy moderada, del orden del 1,2% o 1,3% al año y con tendencia a la baja. En Estados Unidos, en cambio, el potencial de crecimiento está aumentando del orden del 2% anual y con tendencia al alza. En otras palabras, no estamos en un escenario keynesiano, en el sentido de que falta demanda, sino en un problema de oferta en nuestra economía. Los políticos, sin embargo, actúan como si estuviéramos en un escenario keynesiano. Todos ellos hablan de que necesitamos estímulos fiscales, pero si no hay capacidad productiva en las empresas, esos estímulos no aumentan la actividad económica. Además, estas políticas fiscales necesitan tiempo para que se pongan en marcha y, normalmente, llegan justo cuando ya no hacen falta. El otro problema es que estamos en una economía abierta, globalizada. La política fiscal expansiva, en este contexto, no funciona porque genera demanda en el resto del mundo y crea más déficit en el país. Por lo que se refiere a la política monetaria, esta no tiene margen de acción porque el BCE no puede bajar unos tipos de interés que ya están al 0%. Estamos atrapados en una trampa de liquidez a la japonesa. El BCE quiere mantener los tipos de interés bajos, dar sustanciosas inyecciones de liquidez, etc., pero hay un problema fundamental. Esa mayor oferta de crédito no se traduce automáticamente en una mayor demanda de crédito por parte de los hogares y las empresas. La opción de tipos de interés negativos tampoco es viable a no ser que se elimine el dinero en efectivo, porque entonces los depositantes no se pueden escapar. Es decir, no hay margen de actuación en política monetaria. El asunto más fundamental es el de los problemas de fondo que lastran la economía por el lado de la oferta. Por un lado, en todos los países de la zona euro tenemos cuellos de botella en infraestructuras económicas vitales, especialmente en las relacionadas con la digitalización, pero también en otras infraestructuras, debido a la reducción del gasto público en infraestructuras para hacer los ajustes presupuestarios. Esto ha reducido el potencial de crecimiento. La productividad laboral es demasiado baja a pesar del avance tecnológico, porque carecemos de sistemas educativos y de formación profesional adecuados, sobre todo en competencias digitales. Por último, tenemos el problema de la contracción demográfica. Para solucionar esto tendríamos que hacer tres cosas. Una es aumentar la tasa de participación de las mujeres en la actividad. También retrasar la edad de jubilación efectiva. Y, por último, gestionar la inmigración con criterios de eficiencia en términos de cualificaciones profesionales. Sin cambios en la estructura productiva, no puede haber crecimiento económico sostenido porque, por un lado, tenemos cambios que vienen por los avances tecnológicos, pero también por cambios en la demanda a medida que aumenta nuestro bienestar. A esto se añaden los cambios porque, en los tiempos de la globalización, aparecen nuevos oferentes. El proceso de digitalización va a acentuar esto. Siempre que ha habido cambios en el sistema productivo, han aparecido previsiones apocalípticas sobre el crecimiento, el empleo, etc. pero nunca ha sido así. Si las sociedades se han adaptado a estos cambios estructurales, todo ha ido mejor. El factor fundamental es la investigación y desarrollo, el I+D. Hoy la tecnología se crea en el seno de las sociedades, por investigación básica en las universidades, por investigación aplicada en las empresas y por formación del capital humano. Esto es lo que produce tecnología nueva. Para que esto funcione, debemos tener mercados abiertos, no proteccionismo. Si queremos aprovechar el dividendo tecnológico, tendremos que tener libertad económica. Son los emprendedores los que aportan valor añadido a la sociedad y lo harán cuantas menos restricciones tengan. ¿Cuáles son las restricciones que tenemos en la Unión Europea? La primera, que no tenemos un mercado de capital riesgo, nada comparable con Estados Unidos. Tampoco tenemos una Unión Europea de capitales. La segunda es la administración pública, una entidad que nos complica las cosas. Todavía no aprovecha el potencial de la digitalización para agilizar procesos. En estos procesos de cambio, unos salen beneficiados y otros perjudicados, pero hay que explicar qué es lo que está pasando y por qué. Se benefician las personas con cualificación profesional que se corresponda con las necesidades cambiantes del mercado laboral. Aquí necesitamos mercados laborales flexibles, porque no sabemos cuáles son las nuevas profesiones. Por eso, hay que saber adaptarse. Los perjudicados son las personas de poca cualificación, o de cualificación obsoleta, o los jóvenes que ni estudian, ni trabajan, ni reciben una formación profesional. Pero si los jóvenes no quieren formarse, no hay población activa cualificada. Por eso es tan importante que el estado aplique políticas activas de empleo, tener un sistema educativo de calidad y una política activa de mercado de trabajo. Lo que no funciona son soluciones populistas, como el salario mínimo o las regulaciones que dificultan el despido. El problema del salario mínimo es que no se puede decretar a cuántas personas emplean las empresas con ese salario mínimo. Las empresas comparan el salario con la productividad, y si no cuadra, se despide al trabajador y se le sustituye por una máquina. Es una de las consecuencias de subir demasiado el salario de las personas con productividad baja. Y si se intenta regular demasiado el mercado de trabajo, las empresas pueden reaccionar con la deslocalización de la producción. Si no queremos esos procesos, entonces habrá que tener mucho cuidado en no encarecer artificialmente la mano de obra. Frente a esos cambios estructurales profundos, la posición en Europa es la de crear grandes campeones nacionales desde las esferas estatales. Esta es la política oficial del gobierno federal alemán y del señor Macron con su gobierno francés, sabiendo que esto nunca ha funcionado. No funciona porque el estado, o los funcionarios, no saben qué es lo que se necesita en el futuro. Lo único que se produce es un derroche de recursos públicos. Es mucho más inteligente utilizar el mecanismo descentralizado de generación y diseminación de conocimientos, esto es, el mercado. Así es como funciona Silicon Valley. Sus grandes empresas no son fruto del estado, sino de la creatividad privada de los individuos. Lo que necesitamos son políticas de largo alcance. Implica reformas estructurales de calado, dentro de un marco de cultura de investigación, innovación, educación. También, una política monetaria que restaure la función de los tipos de interés. Asimismo, la sostenibilidad de las finanzas públicas a través de la racionalización del gasto, la supresión de los gastos superfluos, un sistema tributario eficiente con prioridad en los impuestos indirectos y nada de nuevas figuras impositivas tecnológicas. Entonces, la actual desaceleración podría ser transitoria. Sea como fuere, si se quieren generar dinámicas de crecimiento sostenible, es inexorable que las empresas y la población activa se adaptan con rapidez al nuevo entorno tecnológico. Eso para por la educación y porque las políticas económicas apoyen estos procesos de adaptación.
5/20/20191 hour, 5 minutes, 52 seconds
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El debilitamiento de la democracia y la fractura del orden global Ngaire Woods, versión en español

Hace unos años, nadie se preocupaba por el futuro de la democracia, o por el del orden económico internacional. Desde que cayó la Unión Soviética a principios de la década de 1990, todo el mundo pensaba que la victoria de la democracia liberal y la economía de mercado eran absolutas, que ya no habría marcha atrás en ese sentido, y los políticos se instalaron en la autocomplacencia. Hoy, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha suscitado el temor de que su política acelere la fractura del orden internacional y, además, ponga en peligro la propia democracia estadounidense. Esta situación no es específica de Estados Unidos. La ola populista que ha llevado a Trump a la presidencia de la primera potencia mundial se repite, con mayor o menor intensidad, en otros países occidentales. En el Reino Unido, por ejemplo, se ha dejado sentir especialmente con el Brexit, mientras que en Francia la amenaza es que el Frente Nacional llegara a ganar las elecciones presidenciales. Estamos, por tanto, ante una situación difícil y complicada. Sin embargo, también nos hallamos ante una oportunidad extraordinaria para que las democracias empiecen a pensar en su reforma, lo mismo que el orden económico internacional, el cual debe apoyarlas. Eso es lo que piensa Ngaire Woods, década de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Oxford. Woods estuvo en la Fundación Rafael del Pino el 19 de febrero de 2018, para pronunciar una conferencia sobre “El debilitamiento de la democracia y la fractura del orden mundial” en la que analizó este problema. Para ella, la raíz de este se encuentra en la complacencia tremenda en la que se instaló la clase política tras la caída de la Unión Soviética. Los políticos, entonces, dejaron de escuchar a los ciudadanos y se olvidaron de que la democracia es un proyecto que debe implicar a todos. La crisis financiera internacional cambió todo y supuso un antes y un después. Que una crisis financiera local, como la de las hipotecas ‘subprime’, se convirtiera en una global; que, además, surgiera en el epicentro del sistema, dejó patente que el sistema no funcionaba, de que el modelo se había roto. Como consecuencia, los países en desarrollo, que antes miraban a Occidente para ver qué pasaba en Estados Unidos o Europa Occidental, ahora ya no se preguntan qué sucede en esas áreas del mundo. Ahora lo que les preocupa es lo que ocurre en y con países como China o Singapur, algo impensable hace una década. Hoy, el modelo global se cuestiona debido a la ausencia de una regulación financiera mundial, algo necesario cuando las relaciones e interdependencias que han surgido como consecuencia de la globalización convierten en crisis internacionales lo que antes eran problemas locales. Y eso supone un objeto de preocupación porque la historia de los últimos cien años nos ha enseñado que después de una crisis global aumenta el apoyo hacia los partidos de corte populista, como sucede ahora. También es preciso añadir el deterioro de las expectativas de la gente. En el pasado, todo el mundo esperaba que su nivel de vida mejorase con el paso del tiempo e, incluso, que, gracias a ello, los hijos pudieran llegar a vivir mejor que los padres. Hoy, en cambio, esas expectativas no solo no se ven satisfechas, sino que la gente está asistiendo al declive de su nivel de vida. El cambio tecnológico y la globalización se han traducido, para muchas personas, en el estancamiento de su poder adquisitivo o, peor aún, en su disminución, con lo que su nivel de vida ha empeorado. Y esas personas votan. Como consecuencia de ello, cuando se estudia cómo vota la gente, se aprecia un mensaje claro de desconfianza hacia el establishment, pero también el deseo de vivir mejor frente al empeoramiento de las condiciones de vida. Un ejemplo claro es lo que sucede en Estados Unidos, donde está aumentando la mortalidad infantil a causa de la reducción del gasto público en sanidad, mientras la esperanza de vida se reduce, en especial para los blancos. Quienes apoyan a los populistas, quienes le dan su voto, no son los más pobres, sino unas clases medias a las que se les ha arrebatado el sueño americano, y que ven cómo el poder político solo se preocupa de las minorías, no de la clase media. En esta situación, el ambiente político y social se enrarece, se revoluciona. La cuestión es si esa revolución fortalecerá a la democracia o la debilitará. Si queremos fortalecer la democracia, el establishment político deberá aprender tres lecciones de los populistas, tres cosas que hacen bien estas organizaciones. En primer lugar, los populistas hablan el lenguaje de la gente, se refieren a sus problemas, apelan a sus sentimientos. El establishment no actúa así, lo que demuestra lo lejos que se encuentra de la gente, de sus problemas, lo poco que se preocupa por ello. En segundo término, los populistas usan mensajes simples y directos, aunque a menudo son simplistas y falsos. Pero se dirigen directamente a la gente, lo que lleva a la tercera lección. A través de ese lenguaje, los populistas envían un mensaje de transformación, de salvación, para movilizar una energía poderosa. Los políticos deben aprender rápidamente de los populistas acerca de cómo comunicar con la gente. Ahora bien, cuando los políticos se decantan por el populismo y, además, dañan las instituciones fundamentales, como la independencia de los jueces o el imperio de la ley, eso resulta muy peligroso para el futuro de la democracia, porque se supone que en una democracia todos somos iguales ante la ley. Otro peligro relacionado con el populismo es la defensa que este movimiento hace de la democracia directa, que suele adoptar la forma de convocatoria de referéndums. Frente a ello, hay que tener en cuenta que muchas decisiones políticas son difíciles, e implican elecciones que resultan en la aparición de ganadores y perdedores. Pero los gobiernos toman esas decisiones porque es su obligación y deben asumir su responsabilidad, sin olvidar que la democracia implicar estar en un proceso constante de consulta con los ciudadanos, y después tomar decisiones. Esto es todo lo contrario de lo que supone y representa un referéndum, en el cual el convocante elude la responsabilidad de gobernar. El desafío populista es un desafío al imperio de la ley, que costó cientos de años desarrollar. Pero también es una oportunidad para renovar las democracias porque los partidos políticos tradicionales están colapsando. Esto abre espacio para el surgimiento de una nueva clase de políticos que sepa escuchar a la gente. La cuestión es cómo pueden sobrevivir las democracias en un periodo de fractura global. La globalización, el cambio tecnológico y el empobrecimiento que suponen para una serie de personas, así como la inmigración, están dando lugar al auge del nacionalismo.
5/16/201936 minutes, 58 seconds
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El debilitamiento de la democracia y la fractura del orden global Ngaire Woods, english version

Hace unos años, nadie se preocupaba por el futuro de la democracia, o por el del orden económico internacional. Desde que cayó la Unión Soviética a principios de la década de 1990, todo el mundo pensaba que la victoria de la democracia liberal y la economía de mercado eran absolutas, que ya no habría marcha atrás en ese sentido, y los políticos se instalaron en la autocomplacencia. Hoy, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha suscitado el temor de que su política acelere la fractura del orden internacional y, además, ponga en peligro la propia democracia estadounidense. Esta situación no es específica de Estados Unidos. La ola populista que ha llevado a Trump a la presidencia de la primera potencia mundial se repite, con mayor o menor intensidad, en otros países occidentales. En el Reino Unido, por ejemplo, se ha dejado sentir especialmente con el Brexit, mientras que en Francia la amenaza es que el Frente Nacional llegara a ganar las elecciones presidenciales. Estamos, por tanto, ante una situación difícil y complicada. Sin embargo, también nos hallamos ante una oportunidad extraordinaria para que las democracias empiecen a pensar en su reforma, lo mismo que el orden económico internacional, el cual debe apoyarlas. Eso es lo que piensa Ngaire Woods, década de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Oxford. Woods estuvo en la Fundación Rafael del Pino el 19 de febrero de 2018, para pronunciar una conferencia sobre “El debilitamiento de la democracia y la fractura del orden mundial” en la que analizó este problema. Para ella, la raíz de este se encuentra en la complacencia tremenda en la que se instaló la clase política tras la caída de la Unión Soviética. Los políticos, entonces, dejaron de escuchar a los ciudadanos y se olvidaron de que la democracia es un proyecto que debe implicar a todos. La crisis financiera internacional cambió todo y supuso un antes y un después. Que una crisis financiera local, como la de las hipotecas ‘subprime’, se convirtiera en una global; que, además, surgiera en el epicentro del sistema, dejó patente que el sistema no funcionaba, de que el modelo se había roto. Como consecuencia, los países en desarrollo, que antes miraban a Occidente para ver qué pasaba en Estados Unidos o Europa Occidental, ahora ya no se preguntan qué sucede en esas áreas del mundo. Ahora lo que les preocupa es lo que ocurre en y con países como China o Singapur, algo impensable hace una década. Hoy, el modelo global se cuestiona debido a la ausencia de una regulación financiera mundial, algo necesario cuando las relaciones e interdependencias que han surgido como consecuencia de la globalización convierten en crisis internacionales lo que antes eran problemas locales. Y eso supone un objeto de preocupación porque la historia de los últimos cien años nos ha enseñado que después de una crisis global aumenta el apoyo hacia los partidos de corte populista, como sucede ahora. También es preciso añadir el deterioro de las expectativas de la gente. En el pasado, todo el mundo esperaba que su nivel de vida mejorase con el paso del tiempo e, incluso, que, gracias a ello, los hijos pudieran llegar a vivir mejor que los padres. Hoy, en cambio, esas expectativas no solo no se ven satisfechas, sino que la gente está asistiendo al declive de su nivel de vida. El cambio tecnológico y la globalización se han traducido, para muchas personas, en el estancamiento de su poder adquisitivo o, peor aún, en su disminución, con lo que su nivel de vida ha empeorado. Y esas personas votan. Como consecuencia de ello, cuando se estudia cómo vota la gente, se aprecia un mensaje claro de desconfianza hacia el establishment, pero también el deseo de vivir mejor frente al empeoramiento de las condiciones de vida. Un ejemplo claro es lo que sucede en Estados Unidos, donde está aumentando la mortalidad infantil a causa de la reducción del gasto público en sanidad, mientras la esperanza de vida se reduce, en especial para los blancos. Quienes apoyan a los populistas, quienes le dan su voto, no son los más pobres, sino unas clases medias a las que se les ha arrebatado el sueño americano, y que ven cómo el poder político solo se preocupa de las minorías, no de la clase media. En esta situación, el ambiente político y social se enrarece, se revoluciona. La cuestión es si esa revolución fortalecerá a la democracia o la debilitará. Si queremos fortalecer la democracia, el establishment político deberá aprender tres lecciones de los populistas, tres cosas que hacen bien estas organizaciones. En primer lugar, los populistas hablan el lenguaje de la gente, se refieren a sus problemas, apelan a sus sentimientos. El establishment no actúa así, lo que demuestra lo lejos que se encuentra de la gente, de sus problemas, lo poco que se preocupa por ello. En segundo término, los populistas usan mensajes simples y directos, aunque a menudo son simplistas y falsos. Pero se dirigen directamente a la gente, lo que lleva a la tercera lección. A través de ese lenguaje, los populistas envían un mensaje de transformación, de salvación, para movilizar una energía poderosa. Los políticos deben aprender rápidamente de los populistas acerca de cómo comunicar con la gente. Ahora bien, cuando los políticos se decantan por el populismo y, además, dañan las instituciones fundamentales, como la independencia de los jueces o el imperio de la ley, eso resulta muy peligroso para el futuro de la democracia, porque se supone que en una democracia todos somos iguales ante la ley. Otro peligro relacionado con el populismo es la defensa que este movimiento hace de la democracia directa, que suele adoptar la forma de convocatoria de referéndums. Frente a ello, hay que tener en cuenta que muchas decisiones políticas son difíciles, e implican elecciones que resultan en la aparición de ganadores y perdedores. Pero los gobiernos toman esas decisiones porque es su obligación y deben asumir su responsabilidad, sin olvidar que la democracia implicar estar en un proceso constante de consulta con los ciudadanos, y después tomar decisiones. Esto es todo lo contrario de lo que supone y representa un referéndum, en el cual el convocante elude la responsabilidad de gobernar. El desafío populista es un desafío al imperio de la ley, que costó cientos de años desarrollar. Pero también es una oportunidad para renovar las democracias porque los partidos políticos tradicionales están colapsando. Esto abre espacio para el surgimiento de una nueva clase de políticos que sepa escuchar a la gente. La cuestión es cómo pueden sobrevivir las democracias en un periodo de fractura global. La globalización, el cambio tecnológico y el empobrecimiento que suponen para una serie de personas, así como la inmigración, están dando lugar al auge del nacionalismo. El mundo, además, necesita que haya un país central, como lo ha sido Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Por desgracia, está abandonando ese papel, sin tener en cuenta, incluso, las consecuencias que le puede acarrear al país. Lo vemos porque antes Latinoamérica siempre miraba a EEUU, pero ahora lo hace hacia China. También, porque Estados Unidos ha demostrado que ya no se puede confiar en la lógica que respalda sus intereses. No obstante, EEUU pronto se dará cuenta de que necesita cooperar porque ningún país sale adelante por sí solo. La globalización ha mundializado las oportunidades, pero también las responsabilidades y eso hace que sea precisa la cooperación internacional y el apoyo a las democracias.
5/16/201936 minutes, 57 seconds
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Tus tres superpoderes para lograr una vida más sana próspera y feliz. Mario Alonso Puig

El lunes 8 de abril tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Mario Alonso Puig titulada “Tus tres superpoderes para lograr una vida próspera y feliz”, con motivo de la presentación de su nuevo libro, que lleva el mismo título. Mario Alonso Puig, fellow en cirugía por la Harvard University Medical School y presidente del IE University Center for Health, inició su intervención preguntándose cuál es el mejor tipo de vida que podemos llegar a experimentar. De esa pregunta nació su nuevo libro, que busca ayudar a que una persona experimente en esta vida una mejora en su nivel de salud física y mental, de prosperidad, de bienestar y de felicidad.
4/12/20191 hour, 6 minutes, 2 seconds
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Interdependencia global y la actitud hacia los extranjeros. Jeremy Adelman, versión en español

El 30 de enero de 2019 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Jeremy Adelman, catedrático de Historia de la Universidad de Princeton, titulada “Interdependencia global y libertad de movimientos transfronterizos de personas”. Adelman empezó recordando que Adam Smith dijo que 1492, el año del descubrimiento de América, había sido el más importante del mundo porque dio inició a la interdependencia global. Ahora nos encontramos en una situación en la que mucha gente se pregunta si lo construido en estos cinco siglos está desmoronándose. Hoy podría decirse que nos encontramos al final de un ciclo de integración global muy largo, en el que todos necesitamos a todos. Dependemos, por ejemplo, del comercio internacional y tenemos que afrontar juntos problemas como el del cambio climático. Dicho de otra forma, tenemos un interés egoísta en lo que hacen los demás. En este contexto, la crisis de los inmigrantes es un problema mundial, ya que la integración global plantea límites a la integración social entre países y dentro de los mismos. Pero la crisis de los inmigrantes también tiene que ver con la comprensión. La cuestión, por tanto, es cómo plantear esa relación entre intereses y comprensión. Adam Smith pensaba que, cuanto más integrados estuviéramos, más comprensión habría en el mundo. Y es que necesitamos a los extranjeros, pero en las sociedades domina el rechazo a los mismos, lo que implica el agotamiento de la integración. ¿Estamos, entonces, ante el fin de la globalización? Adelman cree que no, pero sí que piensa que estamos atravesando una fase dolorosa vinculada con ella, que podría desencadenar una crisis como la de 1929. En estos momentos, estamos atrapados en una situación de espera en la narrativa sobre la interdependencia. Además, nos cuesta entender una paradoja en relación con la globalización, que es que necesitamos a los extranjeros y que ellos nos necesitan a nosotros. Si comprendemos estos, podremos formular una nueva narrativa de la integración basada en la necesidad de estar todos juntos. El mundo que teníamos a finales del siglo XX ya no nos sirve porque le falta legitimidad y desgarra nuestro tejido social. Así es que nos vemos atrapados entre los argumentos en favor de la globalización que se han quedado obsoletos y el atractivo que tiene el atacarlos desde todos los frentes. Vivimos en un mundo que no hace el menor esfuerzo por tratar de comprender, lo que supone un problema porque las narrativas son las que crean el contexto de nuestras identidades compartidas. Son las que definen los límites de quienes somos. También tienen una función económica, porque dan lugar a externalidades que facilitan que comerciemos entre nosotros. Por tanto, cuantas más narrativas tengamos, más comerciaremos y mayor será nuestra prosperidad. Una de las condiciones más importantes que, desde 1945, permiten la integración global es el recuerdo de la Gran Depresión y de la Segunda Guerra Mundial, así como de los treinta años de gran desarrollo económico que siguieron al conflicto bélico. Pero, a medida que se han ido perdiendo estos recuerdos, también se han ido deteriorando los elementos de unión que permitían que las sociedades comerciaran entre sí. Este deterioro también se debe al surgimiento de las modernas desigualdades de renta. Otras partes del mundo también perseguían estas narrativas comunes, que ayudaron a legitimar el poder de las élites y a movilizar a las sociedades para un fin común. Eran los tiempos en los que el comunismo, el anticolonialismo y el régimen liberal y democrático compitieron entre sí. Pero la caída del comunismo y el fin de los imperios coloniales supusieron la desaparición de esa competencia y el ganador, la democracia liberal, perdió su energía. Occidente, de hecho, sufrió dos golpes. El primero, de naturaleza positiva, fue la caída del muro de Berlín. Aquél fue un tiempo de euforia y de una sola narrativa, la del régimen liberal y democrático, que no tenía alternativa. Este sistema parecía funcionar en zonas del mundo que se beneficiaban de la apertura. El segundo, que fue negativo, fue la crisis financiera de 2008. Aquí hubo muchas fuerzas que se solaparon, fuerzas como la crisis, la creciente desigualdad, el cambio tecnológico o el cambio climático. Hacía falta que la economía se recuperase y volviese a crecer, pero tenía que hacerlo sin dañar al planeta. Por todo ello, la historia que ahora domina es catastrofista, y podría convertirse en una profecía autocumplida, como sucedió con el pánico de los años 30. Estamos atrapados entre esas dos narrativas y quienes se benefician del desastre son el club de los que toman represalias, de los que abogan por olvidarse de los demás. Son los que quieren los beneficios que depara el compartir, sin pagar ningún precio por ello. Son quienes prefieren un modelo de interdependencia extractivo y predador. Esta visión tiene un atractivo cada vez mayor en muchos sectores de la sociedad. Siempre ha habido una tensión entre el modelo extractivo y el modelo competitivo. Ahora estamos intentando ampliar la narrativa, pero es muy difícil comprenderla. Es un debate entre visiones rivales que se remonta a 1848, el debate entre Karl Marx y John Stuart Mill. Ambos pensadores descubrieron que, con la revolución industrial, estaba surgiendo algo nuevo, que ampliaba los horizontes de oportunidad. Mill vio que se abrían muchas oportunidades que compensaban la reducción de las conexiones entre la gente. Marx vio lo contrario. La narrativa actual dejó de lado tres efectos importantes de la integración. En primer lugar, la interdependencia produce una paradoja y es que la comprensión por los extranjeros no es tan ilimitada: cuanto más necesitamos al extranjero, menos le comprendemos. En segundo término, se piensa que las necesidades de los extranjeros se satisfacen a expensas nuestras, con lo que nos volvemos más intransigentes. Esto produce efectos estructurales contradictorios, ya que la ampliación de horizontes no produce bonanza y bienestar para todo el mundo, sino que lleva a la aparición de jerarquías y desigualdades. Por último, el ciudadano de un país y el extranjero no se dan la mano, sino que se producen incentivos para que los líderes busquen beneficios a costa de los que no pueden expresarse, esto es, los extranjeros, que pasan a no ser bien recibidos. En consecuencia, resulta complejo el reconciliar interdependencia con democracia. Esto es algo que hemos de entender si queremos comprender, por ejemplo, las condiciones de la popularidad de Trump o el Brexit. La historia del mundo es la de estas dos visiones rivales. Podemos reconciliarlas, pero la cuestión es cómo vamos a organizar el mundo para que nos vaya bien.
2/1/201951 minutes, 33 seconds
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Interdependencia global y la actitud hacia los extranjeros. Jeremy Adelman. english version

El 30 de enero de 2019 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Jeremy Adelman, catedrático de Historia de la Universidad de Princeton, titulada “Interdependencia global y libertad de movimientos transfronterizos de personas”. Adelman empezó recordando que Adam Smith dijo que 1492, el año del descubrimiento de América, había sido el más importante del mundo porque dio inició a la interdependencia global. Ahora nos encontramos en una situación en la que mucha gente se pregunta si lo construido en estos cinco siglos está desmoronándose. Hoy podría decirse que nos encontramos al final de un ciclo de integración global muy largo, en el que todos necesitamos a todos. Dependemos, por ejemplo, del comercio internacional y tenemos que afrontar juntos problemas como el del cambio climático. Dicho de otra forma, tenemos un interés egoísta en lo que hacen los demás. En este contexto, la crisis de los inmigrantes es un problema mundial, ya que la integración global plantea límites a la integración social entre países y dentro de los mismos. Pero la crisis de los inmigrantes también tiene que ver con la comprensión. La cuestión, por tanto, es cómo plantear esa relación entre intereses y comprensión. Adam Smith pensaba que, cuanto más integrados estuviéramos, más comprensión habría en el mundo. Y es que necesitamos a los extranjeros, pero en las sociedades domina el rechazo a los mismos, lo que implica el agotamiento de la integración. ¿Estamos, entonces, ante el fin de la globalización? Adelman cree que no, pero sí que piensa que estamos atravesando una fase dolorosa vinculada con ella, que podría desencadenar una crisis como la de 1929. En estos momentos, estamos atrapados en una situación de espera en la narrativa sobre la interdependencia. Además, nos cuesta entender una paradoja en relación con la globalización, que es que necesitamos a los extranjeros y que ellos nos necesitan a nosotros. Si comprendemos estos, podremos formular una nueva narrativa de la integración basada en la necesidad de estar todos juntos. El mundo que teníamos a finales del siglo XX ya no nos sirve porque le falta legitimidad y desgarra nuestro tejido social. Así es que nos vemos atrapados entre los argumentos en favor de la globalización que se han quedado obsoletos y el atractivo que tiene el atacarlos desde todos los frentes. Vivimos en un mundo que no hace el menor esfuerzo por tratar de comprender, lo que supone un problema porque las narrativas son las que crean el contexto de nuestras identidades compartidas. Son las que definen los límites de quienes somos. También tienen una función económica, porque dan lugar a externalidades que facilitan que comerciemos entre nosotros. Por tanto, cuantas más narrativas tengamos, más comerciaremos y mayor será nuestra prosperidad. Una de las condiciones más importantes que, desde 1945, permiten la integración global es el recuerdo de la Gran Depresión y de la Segunda Guerra Mundial, así como de los treinta años de gran desarrollo económico que siguieron al conflicto bélico. Pero, a medida que se han ido perdiendo estos recuerdos, también se han ido deteriorando los elementos de unión que permitían que las sociedades comerciaran entre sí. Este deterioro también se debe al surgimiento de las modernas desigualdades de renta. Otras partes del mundo también perseguían estas narrativas comunes, que ayudaron a legitimar el poder de las élites y a movilizar a las sociedades para un fin común. Eran los tiempos en los que el comunismo, el anticolonialismo y el régimen liberal y democrático compitieron entre sí. Pero la caída del comunismo y el fin de los imperios coloniales supusieron la desaparición de esa competencia y el ganador, la democracia liberal, perdió su energía. Occidente, de hecho, sufrió dos golpes. El primero, de naturaleza positiva, fue la caída del muro de Berlín. Aquél fue un tiempo de euforia y de una sola narrativa, la del régimen liberal y democrático, que no tenía alternativa. Este sistema parecía funcionar en zonas del mundo que se beneficiaban de la apertura. El segundo, que fue negativo, fue la crisis financiera de 2008. Aquí hubo muchas fuerzas que se solaparon, fuerzas como la crisis, la creciente desigualdad, el cambio tecnológico o el cambio climático. Hacía falta que la economía se recuperase y volviese a crecer, pero tenía que hacerlo sin dañar al planeta. Por todo ello, la historia que ahora domina es catastrofista, y podría convertirse en una profecía autocumplida, como sucedió con el pánico de los años 30. Estamos atrapados entre esas dos narrativas y quienes se benefician del desastre son el club de los que toman represalias, de los que abogan por olvidarse de los demás. Son los que quieren los beneficios que depara el compartir, sin pagar ningún precio por ello. Son quienes prefieren un modelo de interdependencia extractivo y predador. Esta visión tiene un atractivo cada vez mayor en muchos sectores de la sociedad. Siempre ha habido una tensión entre el modelo extractivo y el modelo competitivo. Ahora estamos intentando ampliar la narrativa, pero es muy difícil comprenderla. Es un debate entre visiones rivales que se remonta a 1848, el debate entre Karl Marx y John Stuart Mill. Ambos pensadores descubrieron que, con la revolución industrial, estaba surgiendo algo nuevo, que ampliaba los horizontes de oportunidad. Mill vio que se abrían muchas oportunidades que compensaban la reducción de las conexiones entre la gente. Marx vio lo contrario. La narrativa actual dejó de lado tres efectos importantes de la integración. En primer lugar, la interdependencia produce una paradoja y es que la comprensión por los extranjeros no es tan ilimitada: cuanto más necesitamos al extranjero, menos le comprendemos. En segundo término, se piensa que las necesidades de los extranjeros se satisfacen a expensas nuestras, con lo que nos volvemos más intransigentes. Esto produce efectos estructurales contradictorios, ya que la ampliación de horizontes no produce bonanza y bienestar para todo el mundo, sino que lleva a la aparición de jerarquías y desigualdades. Por último, el ciudadano de un país y el extranjero no se dan la mano, sino que se producen incentivos para que los líderes busquen beneficios a costa de los que no pueden expresarse, esto es, los extranjeros, que pasan a no ser bien recibidos. En consecuencia, resulta complejo el reconciliar interdependencia con democracia. Esto es algo que hemos de entender si queremos comprender, por ejemplo, las condiciones de la popularidad de Trump o el Brexit. La historia del mundo es la de estas dos visiones rivales. Podemos reconciliarlas, pero la cuestión es cómo vamos a organizar el mundo para que nos vaya bien.
2/1/201951 minutes, 34 seconds
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Aprender cómo aprender. Barbara Oakley. Versión en español

El 23 de enero de 2019 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia magistral de Barbara Oakley, catedrática de Ingeniería de la Universidad de Oakland, sobre cómo aprender. La profesora Oakley inició su presentación recordando su vida y el desafío que supuso para ella el aprendizaje de las matemáticas cuando estaba en el colegio. El problema es que sus padres se movían constantemente de un lugar a otro de Estados Unidos. En todas partes, la educación solía ser muy parecida, excepto en el caso de las matemáticas. El aprendizaje de las matemáticas es un aprendizaje secuencial y si se pierde un punto, a continuación, resulta muy difícil recuperarlo y poder seguir. A la profesora Oakley, por ello, le costaban las matemáticas, no le gustaban y suspendía todos los exámenes. Ahora, la profesora Oakley enseñan matemáticas en la Universidad. Por ello, un día, un alumno le preguntó como lo hizo para conseguir aprenderlas, teniendo en cuenta su pasado. La profesora Oakley le explicó que un día se preguntó qué quería hacer, qué es lo que le apasionaba, y pensó que lo que quería era aprender ruso. Entonces se enteró de que había una forma de hacerlo en la que, además, te pagaban por ello. Se trataba del ejército. La profesora Oakley no se lo pensó dos veces, se alistó, aprendió ruso y acabó en el mar de Bering y en la Antártida, donde conoció a su marido hace ya 35 años. Cuando se licenció se dio cuenta de que había seguido su pasión, pero también de que a nadie le interesaba su título en idiomas eslavos. Por tanto, empezó a pensar nuevamente en qué quería hacer y recordó que había trabajado con ingenieros y que había visto sus ecuaciones. Entonces se dio cuenta de que lo más extraño que podía hacer era aprender matemáticas e ingeniería y volvió a la universidad. El aprendizaje de las matemáticas no fue una tarea fácil. Encontraba los libros imposibles de entender y los marcaba por pura rabia. Pero, poco a poco, fue avanzando y mientras trabajaba, también empezó a enseñar. Entonces se dio cuenta de que tenía que escribir un libro sobre la necesidad de cambiar de mentalidad respecto al aprendizaje. Una vez concluida la obra, se la dio a leer a profesores que sobresalían en la tarea docente, los cuales le hicieron muchos comentarios, si bien muchos de ellos coincidían en un punto: el uso de la metáfora. Las metáforas resultan muy importantes para que los alumnos puedan aprender ideas clave. También habló con neurocientíficos líderes en su especialidad. De ellos aprendió que el cerebro tiene dos modos principales de funcionamiento. El primero es el modo focalizado, con el cual activamos una red neuronal bastante limitada que está relacionada con la realización de tareas. El segundo es el modo difuso, en el que los pensamientos son más aleatorios, como sucede cuando una persona está en la ducha. También aprendió que, a menudo, hay patrones de pensamiento creados por defecto que el pensamiento tenderá a seguir. A partir de ahí se preguntó qué sucede cuando estamos aprendiendo algo nuevo. Porque lo que queremos es establecer un nuevo patrón de pensamiento, pero como no sabemos cómo gestionarlo, acabamos por volver al patrón tradicional. Al abandonar una tarea, nos olvidamos de ella y pasamos al modo difuso. En él pensamos de una forma mucho más genérica y así podemos resolver el problema. Así es que, cuando estamos aprendiendo, la mente fluctúa entre el modo centrado y el difuso. A la hora de aprender, también puede resultar de gran ayuda tratar de explicar algo y dar un paso atrás para que la gente pueda consolidar las ideas, porque hay que obligar a los pensamientos a que vuelvan al modo difuso. La procrastinación, de hecho, no es un mal, sino un bien porque supone permitir a la mente que pase al modo difuso. Para entender cómo aprende el cerebro, hay que comprender cómo funcionan las neuronas. Estas envían señales unas a otras y acaban conectándose entre sí, creando canales. Esto nos lleva a entender que hay que aprender poco a poco para dar tiempo a que las neuronas formen esa estructura que se desarrolla con el estudio. El ejercicio físico potencia la memoria y el aprendizaje porque produce una sustancia en el cerebro llamada BDNF que ayuda a las neuronas a formar las estructuras de aprendizaje. En el aprendizaje intervienen dos tipos de memoria. La primera de ellas es la memoria de trabajo, o memoria a corto plazo. En ella está todo lo que se puede recordar de forma temporal. La segunda es la memoria a largo plazo, en la que se almacena todo lo que se aprende. Cuando se aprende algo por primera vez, la memoria de trabajo se vuelve un poco loca creando estructuras neuronales, porque maneja una enorme carga cognitiva. Cuando empezamos a aprender, esa carga se reduce. A medida que vamos dominando algo, se van creando más enlaces en esas estructuras, que pasan a formar parte de la memoria a largo plazo. Aprender requiere crear enlaces que la memoria de trabajo pueda coger fácilmente. Especializarse es crear esos enlaces neuronales. Cuando queremos retener lo que estamos leyendo, la mejor forma de hacerlo es leer una página, parar, mirar hacia otra parte y tratar de recordar la idea principal. Es lo que llamamos recordar y es muy efectivo. Otra forma es que uno se examine de sus conocimientos cada vez que pueda ponerse a prueba. Cuando aprendemos solemos cometer el error de pensar que algunos de nuestros rasgos no son buenos para el aprendizaje. En realidad, sí lo son. Por ejemplo, las personas que tienen una mala memoria de trabajo son personas mucho más creativas. O la gente que aprende muy lentamente es gente que ve las cosas y las entiende de una forma mucho más profunda que quienes las ven más rápidamente.
1/28/201958 minutes, 24 seconds
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Aprender cómo aprender. Barbara Oakley. English version

El 23 de enero de 2019 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia magistral de Barbara Oakley, catedrática de Ingeniería de la Universidad de Oakland, sobre cómo aprender. La profesora Oakley inició su presentación recordando su vida y el desafío que supuso para ella el aprendizaje de las matemáticas cuando estaba en el colegio. El problema es que sus padres se movían constantemente de un lugar a otro de Estados Unidos. En todas partes, la educación solía ser muy parecida, excepto en el caso de las matemáticas. El aprendizaje de las matemáticas es un aprendizaje secuencial y si se pierde un punto, a continuación, resulta muy difícil recuperarlo y poder seguir. A la profesora Oakley, por ello, le costaban las matemáticas, no le gustaban y suspendía todos los exámenes. Ahora, la profesora Oakley enseñan matemáticas en la Universidad. Por ello, un día, un alumno le preguntó como lo hizo para conseguir aprenderlas, teniendo en cuenta su pasado. La profesora Oakley le explicó que un día se preguntó qué quería hacer, qué es lo que le apasionaba, y pensó que lo que quería era aprender ruso. Entonces se enteró de que había una forma de hacerlo en la que, además, te pagaban por ello. Se trataba del ejército. La profesora Oakley no se lo pensó dos veces, se alistó, aprendió ruso y acabó en el mar de Bering y en la Antártida, donde conoció a su marido hace ya 35 años. Cuando se licenció se dio cuenta de que había seguido su pasión, pero también de que a nadie le interesaba su título en idiomas eslavos. Por tanto, empezó a pensar nuevamente en qué quería hacer y recordó que había trabajado con ingenieros y que había visto sus ecuaciones. Entonces se dio cuenta de que lo más extraño que podía hacer era aprender matemáticas e ingeniería y volvió a la universidad. El aprendizaje de las matemáticas no fue una tarea fácil. Encontraba los libros imposibles de entender y los marcaba por pura rabia. Pero, poco a poco, fue avanzando y mientras trabajaba, también empezó a enseñar. Entonces se dio cuenta de que tenía que escribir un libro sobre la necesidad de cambiar de mentalidad respecto al aprendizaje. Una vez concluida la obra, se la dio a leer a profesores que sobresalían en la tarea docente, los cuales le hicieron muchos comentarios, si bien muchos de ellos coincidían en un punto: el uso de la metáfora. Las metáforas resultan muy importantes para que los alumnos puedan aprender ideas clave. También habló con neurocientíficos líderes en su especialidad. De ellos aprendió que el cerebro tiene dos modos principales de funcionamiento. El primero es el modo focalizado, con el cual activamos una red neuronal bastante limitada que está relacionada con la realización de tareas. El segundo es el modo difuso, en el que los pensamientos son más aleatorios, como sucede cuando una persona está en la ducha. También aprendió que, a menudo, hay patrones de pensamiento creados por defecto que el pensamiento tenderá a seguir. A partir de ahí se preguntó qué sucede cuando estamos aprendiendo algo nuevo. Porque lo que queremos es establecer un nuevo patrón de pensamiento, pero como no sabemos cómo gestionarlo, acabamos por volver al patrón tradicional. Al abandonar una tarea, nos olvidamos de ella y pasamos al modo difuso. En él pensamos de una forma mucho más genérica y así podemos resolver el problema. Así es que, cuando estamos aprendiendo, la mente fluctúa entre el modo centrado y el difuso. A la hora de aprender, también puede resultar de gran ayuda tratar de explicar algo y dar un paso atrás para que la gente pueda consolidar las ideas, porque hay que obligar a los pensamientos a que vuelvan al modo difuso. La procrastinación, de hecho, no es un mal, sino un bien porque supone permitir a la mente que pase al modo difuso. Para entender cómo aprende el cerebro, hay que comprender cómo funcionan las neuronas. Estas envían señales unas a otras y acaban conectándose entre sí, creando canales. Esto nos lleva a entender que hay que aprender poco a poco para dar tiempo a que las neuronas formen esa estructura que se desarrolla con el estudio. El ejercicio físico potencia la memoria y el aprendizaje porque produce una sustancia en el cerebro llamada BDNF que ayuda a las neuronas a formar las estructuras de aprendizaje. En el aprendizaje intervienen dos tipos de memoria. La primera de ellas es la memoria de trabajo, o memoria a corto plazo. En ella está todo lo que se puede recordar de forma temporal. La segunda es la memoria a largo plazo, en la que se almacena todo lo que se aprende. Cuando se aprende algo por primera vez, la memoria de trabajo se vuelve un poco loca creando estructuras neuronales, porque maneja una enorme carga cognitiva. Cuando empezamos a aprender, esa carga se reduce. A medida que vamos dominando algo, se van creando más enlaces en esas estructuras, que pasan a formar parte de la memoria a largo plazo. Aprender requiere crear enlaces que la memoria de trabajo pueda coger fácilmente. Especializarse es crear esos enlaces neuronales. Cuando queremos retener lo que estamos leyendo, la mejor forma de hacerlo es leer una página, parar, mirar hacia otra parte y tratar de recordar la idea principal. Es lo que llamamos recordar y es muy efectivo. Otra forma es que uno se examine de sus conocimientos cada vez que pueda ponerse a prueba. Cuando aprendemos solemos cometer el error de pensar que algunos de nuestros rasgos no son buenos para el aprendizaje. En realidad, sí lo son. Por ejemplo, las personas que tienen una mala memoria de trabajo son personas mucho más creativas. O la gente que aprende muy lentamente es gente que ve las cosas y las entiende de una forma mucho más profunda que quienes las ven más rápidamente.
1/28/201958 minutes, 22 seconds
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Factfulness. Anna Rosling . English version.

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 17 de diciembre de 2018, la Conferencia Magistral de Anna Rosling “Factfulness. Cómo los prejuicios y un mal uso de los datos condicionan la visión de los problemas del mundo” con motivo de la publicación de su obra de igual título editada por Deusto. Anna Rosling Rönnlund es una diseñadora que, junto con su marido Ola Rosling, fundaron la organización sin ánimo de lucro Gapminder. El equipo de Gapminder creó un software de visualización de la información, llamado Trendalyzer, que transforma datos estadísticos en atractivos gráficos y animaciones. Trendalyzer fue vendida a Google en 2007, Anna continuó trabajando en su desarrollo hasta agosto de 2010. A partir de entonces, han estado desarrollando contenidos educativos de uso libre, como videos, presentaciones Flash y gráficos PDF para ayudar a comprender mejor los cambios demográficos globales. Su objetivo es brindar un acceso simple a la información y datos duros brindados en su mayoría por Naciones Unidas. Por su interdisciplinariedad, las herramientas pueden ser usadas en clases de geografía, matemática e historia —por ejemplo— y se destacan por su manera de combinar el procesamiento de datos con la visualización de la información. Su ultimo proyecto se llama Dollar Street, una plataforma interactiva que permite mirar la vida íntima de 200 familias en 50 países del mundo. Con este proyecto, Anna Rosling Rönnlund, desea mostrar cómo viven las personas en distintas partes del planeta para luchar contra los estereotipos y la ignorancia.
12/21/201833 minutes, 25 seconds
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Factfulness. Anna Rosling. Versión en español

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 17 de diciembre de 2018, la Conferencia Magistral de Anna Rosling “Factfulness. Cómo los prejuicios y un mal uso de los datos condicionan la visión de los problemas del mundo” con motivo de la publicación de su obra de igual título editada por Deusto. Anna Rosling Rönnlund es una diseñadora que, junto con su marido Ola Rosling, fundaron la organización sin ánimo de lucro Gapminder. El equipo de Gapminder creó un software de visualización de la información, llamado Trendalyzer, que transforma datos estadísticos en atractivos gráficos y animaciones. Trendalyzer fue vendida a Google en 2007, Anna continuó trabajando en su desarrollo hasta agosto de 2010. A partir de entonces, han estado desarrollando contenidos educativos de uso libre, como videos, presentaciones Flash y gráficos PDF para ayudar a comprender mejor los cambios demográficos globales. Su objetivo es brindar un acceso simple a la información y datos duros brindados en su mayoría por Naciones Unidas. Por su interdisciplinariedad, las herramientas pueden ser usadas en clases de geografía, matemática e historia —por ejemplo— y se destacan por su manera de combinar el procesamiento de datos con la visualización de la información. Su ultimo proyecto se llama Dollar Street, una plataforma interactiva que permite mirar la vida íntima de 200 familias en 50 países del mundo. Con este proyecto, Anna Rosling Rönnlund, desea mostrar cómo viven las personas en distintas partes del planeta para luchar contra los estereotipos y la ignorancia.
12/21/201833 minutes, 20 seconds
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Principios. Ray Dalio. Versión en español

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 12 de diciembre de 2018, la Conferencia Magistral “Principios” con motivo de la publicación de su último libro de igual título editado por Deusto. Ray Dalio es uno de los inversores y emprendedores más relevantes de nuestro tiempo y ha sido reconocido como una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista TIME. En el año 1975, fundó Bridgewater Associates que, cuarenta años después, se ha convertido en la quinta compañía privada más importante de Estados Unidos (Fortune) y ha conseguido ganar más dinero para sus inversores que cualquier otro hedge fund en la historia (Bloomberg).
12/17/201833 minutes, 17 seconds
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Princpios. Ray Dalio. English version

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 12 de diciembre de 2018, la Conferencia Magistral “Principios” con motivo de la publicación de su último libro de igual título editado por Deusto. Ray Dalio es uno de los inversores y emprendedores más relevantes de nuestro tiempo y ha sido reconocido como una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista TIME. En el año 1975, fundó Bridgewater Associates que, cuarenta años después, se ha convertido en la quinta compañía privada más importante de Estados Unidos (Fortune) y ha conseguido ganar más dinero para sus inversores que cualquier otro hedge fund en la historia (Bloomberg).
12/17/201833 minutes, 14 seconds
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La defensa de la libertad frente al auge del autoritarismo, Timothy Snyder, english version

El 4 de diciembre de 2018 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Timothy Snyder, catedrático de Historia de la Universidad de Yale, titulada “La defensa de la libertad frente al auge del totalitarismo”, celebrada con motivo de la presentación de su libro “El camino a la no libertad”. Snyder inició su intervención preguntándose cómo hemos pasado de sistemas democráticos al autoritarismo. Para responder a esta cuestión, Snyder indicó que la libertad depende de nuestro sentido del tiempo, porque la libertad depende del futuro. Nuestros líderes políticos, sin embargo, han matado el futuro. Hoy es muy difícil hablar de él porque unos tratan de defender el status quo imperante, mientras que otros se dedican a hablar de un pasado que nunca existió. Sin embargo, nadie habla del futuro de sus países. Ese es un denominador común de los líderes autoritarios. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Qué es lo que ocurrió a partir de 1989? Según Snyder, ese momento fue un momento extraño por las importantes coincidencias que tuvieron lugar en él: el fin del comunismo, la introducción de las ideas del neoliberalismo y la creación de la Unión Europea por el Tratado de Maastricht. Todos estos son grandes acontecimientos que ocurrieron simultáneamente por casualidad. A partir de ahí, pensamos en el triunfo definitivo de la democracia y en la política de inevitabilidad, en el sentido de que todos creíamos en el progreso y que el futuro sería igual que el presente porque no había alternativa alguna a la democracia y a la economía de mercado. Esta forma de pensar, sin embargo, es problemática, en parte porque no es cierta y, en parte también, porque esto está cambiando y estamos pasando a la política de eternidad, que es una forma de no asumir responsabilidades. En este sentido, en lugar de prosperar, pensamos en el destino, con lo que el tiempo no es una línea inevitable, sino un ciclo que se repite una y otra vez porque viene alguien y nos quita lo que hemos conseguido. En América, por ejemplo, se hablar de nuevo de que Estados Unidos vuelva a ser grande, de que alguien nos salve del comunismo. También pensamos que la tecnología no es nuestro enemigo, que progreso técnico es sinónimo de progreso intelectual y que internet nos haría mejores personas. Sin embargo, eso nos convierte en caricaturas de nosotros mismos. Trump lo entiende muy bien y lo usa para mantenernos apegados al pasado. El mejor ejemplo de la política de eternidad es Rusia. Cuando Obama se refería a Rusia decía que no era más que una potencia regional, porque eso era la política de inevitabilidad. Rusia, sin embargo, ya estaba en otro lugar, se ha pasado al extremo de la política de eternidad y, desde ahí, trata de seducirnos. Rusia es la capital del no futuro y sus líderes actúan como si no lo hubiera. ¿Por qué? Snyder enuncia, al respecto, cinco motivos. En primer lugar, los líderes rusos se dieron cuenta de que la política de inevitabilidad estaba equivocada, que el capitalismo no traería la democracia. En segundo lugar, las noticias locales murieron. Cuando no existen, ese vacío lo llenan los grandes medios de comunicación de otros lugares. La gente, entonces, empieza a desconfiar porque no los conoce y, por tanto, no creen en ellos. En tercer lugar, están las diferencias radicales en cuanto a niveles de renta. Si hay desigualdad, eso significa que no hay progreso social, lo que provoca que la gente deje de creer en el futuro. Luego están los hidrocarburos. La clase dirigente depende de su exportación, con lo que el futuro es el calentamiento global. Por último, se encuentra el problema de la sucesión de Putin. Y es que nadie sabe qué va a ocurrir cuando Putin muera. En este contexto, las élites rusas han encontrado una nueva forma de gobernar a partir de la desconfianza. Les dicen a los ciudadanos que mienten siempre, pero que el resto del mundo también lo hace. Y es que la idea de Rusia es un nacionalismo negativo. Lo mismo sucede con la política exterior de Rusia. Si dices que todo el mundo miente, ¿cómo te enfrentas a la UE o a Estados Unidos? Pues lo que haces es intentar que se descompongan, convirtiéndoles en una parodia de sí mismos. Rusia, por eso, está detrás de Trump, del Brexit. Cada fuerza política extremista de Europa le debe algo a Rusia. Esto choca con la política de inevitabilidad estadounidense que se basa en la excepcionalidad democrática americana, en la creencia de que el mercado libre traerá la democracia -cosa que no es así- y en la confianza en el progreso técnico, cuando lo cierto es que el declive de la democracia coincide con el desarrollo de internet y la conectividad. Como esa política de inevitabilidad fracasa, Trump trata de atraer a la gente con el discurso de que el futuro brillante puede volver al país, cuando, en realidad, Trump está en contra de todo lo que trajo ese futuro en el pasado. Además, según Trump, lo que falla en América es la gente que viene de fuera. Eso es un ejemplo de nostalgia del pasado y provoca que no se haga nada de cara al futuro. Trump es un producto de la parte menos demócrata de la vida americana. Fue elegido solo por su reputación en los medios. No es más que un hombre del espectáculo tradicional. Rusia utilizó la tecnología americana para inclinar las elecciones a favor de Trump. La Unión Europea, por su parte, tiene también una política de inevitabilidad, lo cual es una gran idea. Las naciones europeas son muy antiguas e inteligentes y aprendieron de las experiencias de las dos guerras mundiales y del periodo de entreguerras. Eso es lo que le hace peligrosa para Rusia y, por ello, Rusia trata de debilitarla. Para ello, trata de aprovechar un punto débil. Y es que la Europa que se congregó en torno a la idea de hacerse fuerte como continente es un conjunto de elementos que provienen de distintos imperios que, al desgajarse, se congregaron para hacerse más sólidos. Rusia está diseminando la idea de que, para ser fuertes de nuevo, esos antiguos estados imperiales deben recuperar su propia personalidad. Como hace la propia Rusia.
12/10/201856 minutes, 59 seconds
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La defensa de la libertad frente al auge del autoritarismo, Timothy Snyder, versión en español

El 4 de diciembre de 2018 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Timothy Snyder, catedrático de Historia de la Universidad de Yale, titulada “La defensa de la libertad frente al auge del totalitarismo”, celebrada con motivo de la presentación de su libro “El camino a la no libertad”. Snyder inició su intervención preguntándose cómo hemos pasado de sistemas democráticos al autoritarismo. Para responder a esta cuestión, Snyder indicó que la libertad depende de nuestro sentido del tiempo, porque la libertad depende del futuro. Nuestros líderes políticos, sin embargo, han matado el futuro. Hoy es muy difícil hablar de él porque unos tratan de defender el status quo imperante, mientras que otros se dedican a hablar de un pasado que nunca existió. Sin embargo, nadie habla del futuro de sus países. Ese es un denominador común de los líderes autoritarios. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Qué es lo que ocurrió a partir de 1989? Según Snyder, ese momento fue un momento extraño por las importantes coincidencias que tuvieron lugar en él: el fin del comunismo, la introducción de las ideas del neoliberalismo y la creación de la Unión Europea por el Tratado de Maastricht. Todos estos son grandes acontecimientos que ocurrieron simultáneamente por casualidad. A partir de ahí, pensamos en el triunfo definitivo de la democracia y en la política de inevitabilidad, en el sentido de que todos creíamos en el progreso y que el futuro sería igual que el presente porque no había alternativa alguna a la democracia y a la economía de mercado. Esta forma de pensar, sin embargo, es problemática, en parte porque no es cierta y, en parte también, porque esto está cambiando y estamos pasando a la política de eternidad, que es una forma de no asumir responsabilidades. En este sentido, en lugar de prosperar, pensamos en el destino, con lo que el tiempo no es una línea inevitable, sino un ciclo que se repite una y otra vez porque viene alguien y nos quita lo que hemos conseguido. En América, por ejemplo, se hablar de nuevo de que Estados Unidos vuelva a ser grande, de que alguien nos salve del comunismo. También pensamos que la tecnología no es nuestro enemigo, que progreso técnico es sinónimo de progreso intelectual y que internet nos haría mejores personas. Sin embargo, eso nos convierte en caricaturas de nosotros mismos. Trump lo entiende muy bien y lo usa para mantenernos apegados al pasado. El mejor ejemplo de la política de eternidad es Rusia. Cuando Obama se refería a Rusia decía que no era más que una potencia regional, porque eso era la política de inevitabilidad. Rusia, sin embargo, ya estaba en otro lugar, se ha pasado al extremo de la política de eternidad y, desde ahí, trata de seducirnos. Rusia es la capital del no futuro y sus líderes actúan como si no lo hubiera. ¿Por qué? Snyder enuncia, al respecto, cinco motivos. En primer lugar, los líderes rusos se dieron cuenta de que la política de inevitabilidad estaba equivocada, que el capitalismo no traería la democracia. En segundo lugar, las noticias locales murieron. Cuando no existen, ese vacío lo llenan los grandes medios de comunicación de otros lugares. La gente, entonces, empieza a desconfiar porque no los conoce y, por tanto, no creen en ellos. En tercer lugar, están las diferencias radicales en cuanto a niveles de renta. Si hay desigualdad, eso significa que no hay progreso social, lo que provoca que la gente deje de creer en el futuro. Luego están los hidrocarburos. La clase dirigente depende de su exportación, con lo que el futuro es el calentamiento global. Por último, se encuentra el problema de la sucesión de Putin. Y es que nadie sabe qué va a ocurrir cuando Putin muera. En este contexto, las élites rusas han encontrado una nueva forma de gobernar a partir de la desconfianza. Les dicen a los ciudadanos que mienten siempre, pero que el resto del mundo también lo hace. Y es que la idea de Rusia es un nacionalismo negativo. Lo mismo sucede con la política exterior de Rusia. Si dices que todo el mundo miente, ¿cómo te enfrentas a la UE o a Estados Unidos? Pues lo que haces es intentar que se descompongan, convirtiéndoles en una parodia de sí mismos. Rusia, por eso, está detrás de Trump, del Brexit. Cada fuerza política extremista de Europa le debe algo a Rusia. Esto choca con la política de inevitabilidad estadounidense que se basa en la excepcionalidad democrática americana, en la creencia de que el mercado libre traerá la democracia -cosa que no es así- y en la confianza en el progreso técnico, cuando lo cierto es que el declive de la democracia coincide con el desarrollo de internet y la conectividad. Como esa política de inevitabilidad fracasa, Trump trata de atraer a la gente con el discurso de que el futuro brillante puede volver al país, cuando, en realidad, Trump está en contra de todo lo que trajo ese futuro en el pasado. Además, según Trump, lo que falla en América es la gente que viene de fuera. Eso es un ejemplo de nostalgia del pasado y provoca que no se haga nada de cara al futuro. Trump es un producto de la parte menos demócrata de la vida americana. Fue elegido solo por su reputación en los medios. No es más que un hombre del espectáculo tradicional. Rusia utilizó la tecnología americana para inclinar las elecciones a favor de Trump. La Unión Europea, por su parte, tiene también una política de inevitabilidad, lo cual es una gran idea. Las naciones europeas son muy antiguas e inteligentes y aprendieron de las experiencias de las dos guerras mundiales y del periodo de entreguerras. Eso es lo que le hace peligrosa para Rusia y, por ello, Rusia trata de debilitarla. Para ello, trata de aprovechar un punto débil. Y es que la Europa que se congregó en torno a la idea de hacerse fuerte como continente es un conjunto de elementos que provienen de distintos imperios que, al desgajarse, se congregaron para hacerse más sólidos. Rusia está diseminando la idea de que, para ser fuertes de nuevo, esos antiguos estados imperiales deben recuperar su propia personalidad. Como hace la propia Rusia.
12/10/201857 minutes, 4 seconds
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Conferencia Magistral de Raphael Bostic, english

El 15 de noviembre de 2018 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino el diálogo sobre “La política monetaria en un nuevo escenario económico y geopolítico”, que tuvo como protagonista a Raphael Bostic, presidente de la Reserva Federal de Atlanta. En su intervención, Bostic se refirió al contexto que informa las decisiones de política monetaria, para lo cual empezó refiriéndose a la historia monetaria reciente de Estados Unidos y, más en concreto, a 2015, cuando la Reserva Federal inició el proceso de normalización monetaria mediante las primeras subidas de tipos de interés, desde el nivel próximo a cero en que los había situado para combatir la crisis financiera. Desde entonces, la Reserva Federal ha ido subiéndolos en pequeñas dosis, pero de forma continua, sin que ello tuviera efectos negativos sobre el mercado de trabajo. La inflación, a su vez, se encontraba muy por debajo del objetivo de precios a largo plazo. En junio de 2017, la tasa de paro había bajado hasta el 4,3%, superando las mejores expectativas. La inflación, por su parte, se había comportado tal y como se había previsto. Por ello, la Reserva Federal decidió dar el segundo paso hacia la normalización monetaria empezando la reducción del balance de la Fed, que se había cuadruplicado durante la crisis. Un proceso este que la Fed decidió llevar a cabo de forma gradual para no perturbar la estabilidad de los mercados financieros y para evitar movimientos bruscos de los tipos de interés.
11/27/201823 minutes, 50 seconds
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Conferencia Magistral de Raphael Bostic, español

El 15 de noviembre de 2018 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino el diálogo sobre “La política monetaria en un nuevo escenario económico y geopolítico”, que tuvo como protagonista a Raphael Bostic, presidente de la Reserva Federal de Atlanta. En su intervención, Bostic se refirió al contexto que informa las decisiones de política monetaria, para lo cual empezó refiriéndose a la historia monetaria reciente de Estados Unidos y, más en concreto, a 2015, cuando la Reserva Federal inició el proceso de normalización monetaria mediante las primeras subidas de tipos de interés, desde el nivel próximo a cero en que los había situado para combatir la crisis financiera. Desde entonces, la Reserva Federal ha ido subiéndolos en pequeñas dosis, pero de forma continua, sin que ello tuviera efectos negativos sobre el mercado de trabajo. La inflación, a su vez, se encontraba muy por debajo del objetivo de precios a largo plazo. En junio de 2017, la tasa de paro había bajado hasta el 4,3%, superando las mejores expectativas. La inflación, por su parte, se había comportado tal y como se había previsto. Por ello, la Reserva Federal decidió dar el segundo paso hacia la normalización monetaria empezando la reducción del balance de la Fed, que se había cuadruplicado durante la crisis. Un proceso este que la Fed decidió llevar a cabo de forma gradual para no perturbar la estabilidad de los mercados financieros y para evitar movimientos bruscos de los tipos de interés. La estrategia puede considerarse un éxito, ya que la inflación se encuentra en el entorno del 2% y el desempleo ha caído hasta el 3,7%, una tasa que no se había conocido durante los últimos cincuenta años. La cuestión ahora es si se necesitan más ajustes, y cuáles serían estos, para alcanzar la neutralidad de la política monetaria.
11/27/201824 minutes, 12 seconds
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El entorno ciudadano en el siglo XXI: Una Barcelona cosmopolita, próspera y segura. Manuel Valls

El 13 de noviembre de 2018 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino el diálogo con Manuel Valls, ex primer ministro de Francia y candidato de Ciudadanos a la Alcaldía de Barcelona, con motivo de la presentación de su libro “Barcelona, vuelvo a casa”. Valls indicó que se encuentra preparado para afrontar cualquier cosa, en referencia al intento de bloqueo de un acto similar el día anterior en Barcelona por parte de la CDR porque, según dijo, cuando se ha sido jefe del gobierno en Francia y uno ha conocido momentos muy difíciles desempeñando ese cargo, se está preparado para todo. Así es que la CDR no va a impedir nada, ni a Valls, ni a Ciudadanos. En Barcelona, dijo, hay gente que vive esas situaciones de acoso desde hace mucho más tiempo que él y eso es inaceptable. Es inaceptable que unos traten de impedir un debate político, o la presentación de un libro. Eso es fascismo. La gente tiene que tener libertad de poder expresar sus opiniones, incluso los independentistas. Pero pensar que es normal que se niegue habitualmente esa libertad de expresión a los no independentistas es un peligro para la democracia. La experiencia que tuvo con los atentados terroristas en Francia le enseñó que lo que es más importante es defender los valores europeos, esto es, la libertad, la democracia, que están amenazados por la falta de proyecto de Europa, por los populismos y por los nacionalismos. Lo que está pasando en Barcelona, en este sentido, trasciende porque Barcelona es una ciudad europea, una ciudad de valores. Lo que se va a jugar allí dentro de unos meses es el destino de Cataluña, de España y de Europa. Si ganamos, dijo, será la mejor respuesta al populismo. Respecto al presidente francés Emmanuel Macron, Valls indicó que no tiene su misma cultura política porqué Valls fue miembro de un partido político, el socialista, y no podía tener la sensación de que le estaba traicionando aceptando un nombramiento gubernamental por parte de Macron. También dijo que falta sentido de Estado para resolver los problemas del país, aunque reconoció que la situación en Francia es difícil porque los populistas más la extrema izquierda obtuvieron el 50% de los votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, como consecuencia del desempleo y de los efectos económicos y sociales de la crisis. En su opinión, en la sociedad siempre hay, y siempre va a haber, un debate entre la derecha y la izquierda. Sin embargo, el gran debate realmente va a ser entre lo que representa Europa como espacio de paz, prosperidad y respeto a las personas, frente a los populismos y nacionalismos. Eso es lo que está haciendo Macron con sus propuestas para relanzar y reforzar la integración europea. Con ello, podemos contribuir a salvar el proyecto europeo. Por ello, se preguntó que dónde estaba la sociedad civil catalana cuando los independentistas le dijeron a Inés Arrimadas que se volviera a Andalucía. A su juicio, quienes perpetran este tipo de actos no saben lo que están provocando en la sociedad, porque esos actos anuncian tiempos muy duros. Lo mismo sucede en Europa y Estados Unidos con el auge del antisemitismo. Valls se reconoció socialdemócrata, y por eso está preocupado, porque la crisis de la socialdemocracia es parte de la crisis de Europa. Desde su perspectiva, el respeto a la persona es fundamental, porque sin él y sin democracia, nada es posible. Cuando ha gobernado la socialdemocracia, una parte de la izquierda siempre la ha acusado de traidora, ya sea en la Alemania de Willy Brandt, la España de Felipe González o la Francia de Michel Rocard, pero en política siempre hay que buscar compromisos. Además, la socialdemocracia es libertad y, en opinión de Valls, es quien ganó la lucha contra el comunismo precisamente porque perdió una parte de sí buscando el compromiso. Y es que un político también tiene que resolver los problemas. Por lo que se refiere a las empresas, Valls indicó que, sin ellas, no hay ni economía, ni empleo, ni impuestos, ni redistribución de la riqueza. Por ello, necesitamos a las empresas, sobre todo a las pequeñas y medianas. En este sentido, lo peor que tiene el populismo es que siempre está buscando enemigos porque es fácil: siempre hay un responsable de los problemas que uno no es capaz de resolver. Y, para el populismo, la empresa es parte del enemigo. Es cierto que las empresas no siempre actúan como debieran. De hecho, todavía estamos pagando muy caro las consecuencias de la crisis creada por las entidades financieras. Aún así, necesitamos a las empresas como parte del contrato social. Por ello, siempre va a defender la economía de mercado, como va a defender la reforma de la educación, ya que el mundo no puede estar gobernando por gente que va designando enemigos. Hay que salir de las trincheras. También en Barcelona. También necesitamos talento en todo lo que hagamos como sociedad, lo que lleva a la aparición de unas élites. Pero cuando el discurso principal de un partido es la crítica a esas élites, es que quiere cargarse la democracia. Para Valls, la cultura es un importante motor de transformación porque la cultura une, es un eje muy importante de integración, de inclusión. La cultura no tiene que dividir, como se pretende hacer hoy en España. En este sentido, Valls indicó que, hoy, Barcelona está perdiendo no solo a nivel económico, sino también cultural. Barcelona, por ello, tiene que apostar por una cultura abierta, por el castellano y el catalán, por ser siempre una ciudad abierta, porque la fuerza de Barcelona está en su identidad catalana y en su identidad española. Por último, Valls invitó a recuperar el optimismo sobre el futuro de Europa. No es fácil, porque el mundo ha cambiado. Por eso necesitamos un proyecto europeo más potente, pero con políticas económicas más integradas. En ese proyecto, España tendría que aumentar su peso en Europa y habría que hacer de África la prioridad de Europa, porque es de ahí de dónde vienen los inmigrantes ilegales, que en el futuro serán muchos más debido al fuerte crecimiento de la población africana.
11/20/20181 hour, 37 minutes, 48 seconds
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La Unión Europea ante graves desafíos proteccionistas. Juergen Donges

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 6 de noviembre de 2018, la Conferencia Magistral “La Unión Europea ante graves desafíos proteccionistas” que pronunció Juergen B. Donges, Catedrático Emérito de la Universidad de Colonia (Alemania). Juergen B. Donges es Catedrático Emérito de Ciencias Económicas y Director del Instituto de Política Económica y del Otto Wolff Institute for Economic Studies, ambos en ubicados en Colonia. El profesor Donges fue Vicepresidente del Instituto de Economía Mundial de Kiel y Presidente de la Comisión para la Desregulación de la Economía, creada por el Gobierno Federal alemán. Entre 1995 y 1997 fué miembro de la Comisión del Gobierno Federal alemán sobre la reforma del sector público y, posteriormente, Presidente del Consejo alemán de Expertos Económicos. Juergen B. Donges es Asesor científico de varias instituciones y patrono de varias Fundaciones científicas y culturales, entre ellas la Fundación ICO, Madrid, académico correspondiente, para Alemania, de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, Barcelona. – Miembro de la Academia de Ciencias del Estado federado de Renania del Norte-Westfalia, Düsseldorf y consejero de la Fundación Rafael del Pino.
11/8/201851 minutes, 58 seconds
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Cómo una década de crisis financiera ha cambiado el mundo. Adam Tooze, español.

La Gran Recesión, como ya se conoce a la crisis financiera internacional que se inició en 2008, es la peor crisis global de la historia. Peor, incluso, que la Gran Depresión. La estrategia que aplicó Estados Unidos para superarla es todo un manual a seguir en estos casos
10/15/201850 minutes, 49 seconds
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Cómo una década de crisis financiera ha cambiado el mundo. Adam Tooze, english

La Gran Recesión, como ya se conoce a la crisis financiera internacional que se inició en 2008, es la peor crisis global de la historia. Peor, incluso, que la Gran Depresión. La estrategia que aplicó Estados Unidos para superarla es todo un manual a seguir en estos casos
10/15/201850 minutes, 50 seconds
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El patrón bitcoin. La alternativa descentralizada a los bancos centrales, español

El 2 de octubre de 2018 tuvo lugar en la Fundación del Pino la conferencia de Saifedean Ammous, experto en criptomonedas y autor del libro “El patrón bitcoin”, en la que explicó las características y las posibilidades de este tipo de monedas. Ammous considera que bitcoin es una forma de dinero completamente única. Según explicó, el problema que existe con la mayoría de los tipos de dinero es que, cuanto más se utiliza, más sube su valor. Este hecho genera incentivos para que se emita más, con lo que su valor se devalúa y no puede ejercer la función de depósito de valor. Para evitar este tipo de situaciones se ha tratado de utilizar dinero difícil de producir, como el ganado o los metales. Pues bien, bitcoin es el dinero más difícil de producir. De hecho, la cantidad de bitcoin se ha limitado a 25 millones de unidades y no es posible ir más allá y generar más. Esto es lo que hace que bitcoin sea algo único como depósito de valor, porque no hay forma de aumentar su oferta. Al mismo tiempo, cuanta más gente trate de producir bitcoins, más difícil y más caro resulta hacerlo. Con ello, y gracias también a que se basa en la tecnología blockchain, la red de bitcoin se hace más segura porque hay más procesos en marcha. Cuando aumenta la demanda de bitcoins, aumenta su valor, pero no se incrementa tanto su producción porque cada vez es más difícil obtener uno, lo que lo hace más seguro. Su seguridad también se deriva de que es muy difícil de atacar porque no hay un solo punto de fallo. Tanta es su seguridad que, hasta ahora, nadie ha podido confirmar una transacción fraudulenta con bitcoin porque es una moneda dura, difícil de producir, disponible a escala global, de utilización voluntaria y negociada y valorada libremente en el mercado. Cuando se considera el papel de bitcoin como depósito de valor, lo primero que hay que tener en cuenta es que, en estos momentos, se trata de un activo que no es estrictamente líquido ya que la capacidad de transacción del Bitcoin (que es de 500.000 operaciones diarias) ha llegado a su límite y que hace falta la aplicación de una tecnología denominada SegWit (Segregated Witness) capaz de cuadriplicar la capacidad de transacción del Bitcoin. El límite de operaciones actual es el motivo por el cual el coste de las transacciones ha ido subiendo de forma significativa durante los últimos años. Bitcoin, sin embargo, protege de la inflación porque no se pueden crear más de 25 millones de unidades. Gracias a ello, bitcoin, como depósito de valor, permite transferirlo al futuro. Bitcoin es un mercado alternativo, libre y descentralizado, frente a la centralización que representan los bancos centrales o el oro, porque la mayoría de las transacciones no tienen lugar en el blockchain de bitcoin, sino que se realizan fuera de él en los procesadores de pagos y de cambios y en las páginas webs que utilizan esta criptomoneda. Uno de los principales beneficios que aporta bitcoin se deriva del hecho de que el dinero pierde valor con el tiempo, lo que estimula el cortoplacismo y el consumismo. El dinero duro, como bitcoin, en cambio hace lo contrario: estimula el ahorro y la acumulación de capital, de donde deriva una mayor productividad y mayores niveles de vida y de bienestar. Dicho de otra forma, con el dinero tal y como lo conocemos, la gente prefiere el consumo de hoy al consumo futuro porque ese dinero pierde valor. Con bitcoin, la gente seguiría gastando hoy, pero lo haría de forma menos frívola, y estimularía el ahorro. Para tratar de ilustrar esta característica de bitcoin, Ammous puso un ejemplo relacionado con la historia de la pintura. Según él, una criptomoneda sería como la Capilla Sixtina: puesto que Miguel Ángel tardó cuatro años en pintarla, una obra así es muy escasas y difícil de reproducir. En cambio, el dinero blando, el que usamos actualmente, sería como un cuadro de Mark Rothko, que tarda veinte minutos en pintarse. Lo primero hace que obras como la Capilla Sixtina sean muy escasas; lo segundo, que abunden los cuadros de Rothko y de sus imitadores. Como las criptomonedas no son físicas, sino informáticas, el monopolio territorial de los bancos centrales cuenta poco. Además, y precisamente porque el bitcoin es dinero informático, el gobierno no puede confiscarlo. Por eso los venezolanos compran bitcoin; así pueden sacarlo del país sin que el gobierno de Maduro pueda hacer nada al respecto. Y es que las criptomonedas, en última instancia, implican el retorno al gobierno limitado. Su utilización incrementa el poder de las familias y de las comunidades locales, al tiempo que el papel de los estados se debilita. También puede ser la solución al ciclo económico porque no se puede crear más bitcoin. Y como no se puede crear, no se puede manipular. Esa manipulación del dinero es la causa de los ciclos económicos, la inflación y las recesiones, según la interpretación del ciclo que realizan la escuela austriaca de economía. De la misma forma, desaparecería el privilegio exorbitante del dólar, porque Estados Unidos no podría monetizar sus problemas fiscales, que luego son de todo el mundo.
10/5/201843 minutes, 37 seconds
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El patrón bitcoin. La alternativa descentralizada a los bancos centrales, english

El 2 de octubre de 2018 tuvo lugar en la Fundación del Pino la conferencia de Saifedean Ammous, experto en criptomonedas y autor del libro “El patrón bitcoin”, en la que explicó las características y las posibilidades de este tipo de monedas. Ammous considera que bitcoin es una forma de dinero completamente única. Según explicó, el problema que existe con la mayoría de los tipos de dinero es que, cuanto más se utiliza, más sube su valor. Este hecho genera incentivos para que se emita más, con lo que su valor se devalúa y no puede ejercer la función de depósito de valor. Para evitar este tipo de situaciones se ha tratado de utilizar dinero difícil de producir, como el ganado o los metales. Pues bien, bitcoin es el dinero más difícil de producir. De hecho, la cantidad de bitcoin se ha limitado a 25 millones de unidades y no es posible ir más allá y generar más. Esto es lo que hace que bitcoin sea algo único como depósito de valor, porque no hay forma de aumentar su oferta. Al mismo tiempo, cuanta más gente trate de producir bitcoins, más difícil y más caro resulta hacerlo. Con ello, y gracias también a que se basa en la tecnología blockchain, la red de bitcoin se hace más segura porque hay más procesos en marcha. Cuando aumenta la demanda de bitcoins, aumenta su valor, pero no se incrementa tanto su producción porque cada vez es más difícil obtener uno, lo que lo hace más seguro. Su seguridad también se deriva de que es muy difícil de atacar porque no hay un solo punto de fallo. Tanta es su seguridad que, hasta ahora, nadie ha podido confirmar una transacción fraudulenta con bitcoin porque es una moneda dura, difícil de producir, disponible a escala global, de utilización voluntaria y negociada y valorada libremente en el mercado. Cuando se considera el papel de bitcoin como depósito de valor, lo primero que hay que tener en cuenta es que, en estos momentos, se trata de un activo que no es estrictamente líquido ya que la capacidad de transacción del Bitcoin (que es de 500.000 operaciones diarias) ha llegado a su límite y que hace falta la aplicación de una tecnología denominada SegWit (Segregated Witness) capaz de cuadriplicar la capacidad de transacción del Bitcoin. El límite de operaciones actual es el motivo por el cual el coste de las transacciones ha ido subiendo de forma significativa durante los últimos años. Bitcoin, sin embargo, protege de la inflación porque no se pueden crear más de 25 millones de unidades. Gracias a ello, bitcoin, como depósito de valor, permite transferirlo al futuro. Bitcoin es un mercado alternativo, libre y descentralizado, frente a la centralización que representan los bancos centrales o el oro, porque la mayoría de las transacciones no tienen lugar en el blockchain de bitcoin, sino que se realizan fuera de él en los procesadores de pagos y de cambios y en las páginas webs que utilizan esta criptomoneda. Uno de los principales beneficios que aporta bitcoin se deriva del hecho de que el dinero pierde valor con el tiempo, lo que estimula el cortoplacismo y el consumismo. El dinero duro, como bitcoin, en cambio hace lo contrario: estimula el ahorro y la acumulación de capital, de donde deriva una mayor productividad y mayores niveles de vida y de bienestar. Dicho de otra forma, con el dinero tal y como lo conocemos, la gente prefiere el consumo de hoy al consumo futuro porque ese dinero pierde valor. Con bitcoin, la gente seguiría gastando hoy, pero lo haría de forma menos frívola, y estimularía el ahorro. Para tratar de ilustrar esta característica de bitcoin, Ammous puso un ejemplo relacionado con la historia de la pintura. Según él, una criptomoneda sería como la Capilla Sixtina: puesto que Miguel Ángel tardó cuatro años en pintarla, una obra así es muy escasas y difícil de reproducir. En cambio, el dinero blando, el que usamos actualmente, sería como un cuadro de Mark Rothko, que tarda veinte minutos en pintarse. Lo primero hace que obras como la Capilla Sixtina sean muy escasas; lo segundo, que abunden los cuadros de Rothko y de sus imitadores. Como las criptomonedas no son físicas, sino informáticas, el monopolio territorial de los bancos centrales cuenta poco. Además, y precisamente porque el bitcoin es dinero informático, el gobierno no puede confiscarlo. Por eso los venezolanos compran bitcoin; así pueden sacarlo del país sin que el gobierno de Maduro pueda hacer nada al respecto. Y es que las criptomonedas, en última instancia, implican el retorno al gobierno limitado. Su utilización incrementa el poder de las familias y de las comunidades locales, al tiempo que el papel de los estados se debilita. También puede ser la solución al ciclo económico porque no se puede crear más bitcoin. Y como no se puede crear, no se puede manipular. Esa manipulación del dinero es la causa de los ciclos económicos, la inflación y las recesiones, según la interpretación del ciclo que realizan la escuela austriaca de economía. De la misma forma, desaparecería el privilegio exorbitante del dólar, porque Estados Unidos no podría monetizar sus problemas fiscales, que luego son de todo el mundo.
10/5/201843 minutes, 36 seconds
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Consecuencias de las políticas comercial y exterior de la Administración Trump. Jesús Fernámndez Villaverde

La Fundación Rafael del Pino y el Círculo de Empresarios organizó el 6 de septiembre de 2018, la Conferencia Magistral de Jesús Fernández Villaverde “Consecuencias de las políticas comercial y exterior de la Administración Trump”. Jesús Fernández Villaverde es Catedrático de Economía en la Universidad de Pensilvania desde 2007 y miembro del Nacional Bureau of Economic Research (NBER), del “grupo de los cien” y del consejo editorial de relevantes publicaciones nacionales e internacionales. Es Licenciado en Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales por ICADE y Doctor en Economía por la Universidad de Minnesota. RESUMEN El 6 de septiembre de 2018 la Fundación Rafael del Pino y el Círculo de Empresarios organizaron la conferencia de Jesús Fernández Villaverde, catedrático de Economía de la Universidad de Pensilvania, titulada “Consecuencias de la política comercial y exterior de la Administración Trump”. Según Fernández Villaverde, esta política ha supuesto una revolución en las relaciones internacionales y comerciales de Estados Unidos con el resto del mundo. Una revolución que es tan profunda como las cuatro anteriores que experimentó esta política estadounidense: 1914, tras el inició de la Primera Guerra Mundial; 1941, a partir de la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial: 1989, como consecuencia de la caída del Muro de Berlín y el final de la Guerra Fría, y 2001, después de los atentados del 11 de septiembre. La revolución actual supone una ruptura con las estructuras básicas de relaciones internacionales y comerciales que Estados Unidos había construido desde 1944 en la Conferencia de Bretton Woods. Una revolución que viene explicada por factores ideológicos, factores coyunturales y factores estructurales. En el ámbito ideológico, vuelven los fantasmas del pasado de Estados Unidos y Steve Bannon, que fue estratega jefe de la Casa Blanca durante los siete primeros meses de la presidencia de Donald Trump, es una de las personas que más ha influido en su retorno. La idea central del pensamiento de Bannon consiste en que América se construyó gracias al sistema americano de protección a la industria y al control del sistema financiero para ayudarla. Ese sistema se basa en las ideas del estadista decimonónico estadounidense Henry Clay, que se asentaban en tres pilares: un arancel protector (25%) de la industria americana, el control del sistema financiero para que financie a la industria estadounidense y un gran plan de inversión en infraestructuras. Estos son, también, los pilares fundamentales del programa de Trump. En el caso concreto de los aranceles, estos pasaron a ser muy bajos a partir de Bretton Woods. La Administración Trump está muy descontenta con esto. El entramado ideológico de Clay se completa con otras dos ideas de naturaleza política: unas fuerzas armadas muy bien preparadas y el nacionalismo interior. Esto también es lo que quiere hacer Donald Trump. En el ámbito político también predominan las ideas de James Polk, presidente de Estados Unidos entre 1845 y 1849. Sus elementos esenciales son una fuerte desconfianza hacia las élites de la costa este, una base electoral de clase trabajadora, blanca y rural y una política exterior muy agresiva. Una política nuevamente muy similar a la de la Administración Trump cuyas consecuencias fueron la guerra Estados Unidos-México. Como consecuencia de la derrota que sufrieron, los mexicanos tuvieron que ceder a los estadounidenses la mitad de su territorio, que incluía los estados de California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México, Wyoming y Texas. Además, se agravaron las tensiones territoriales entre EEUU y sus vecinos. Lo que está haciendo Trump, en consecuencia, ya ha sucedido antes. Trump lo utiliza para construir su política exterior y comercial. Por lo que se refiere a los factores coyunturales, lo primero que hay que tener en cuenta es que Trump gana la nominación debido a los problemas internos del Partido Republicano: el hastío con la saga Bush, el hecho de que Jeb Bush no quería presentarse, Marco Rubio no estaba preparado, … En segundo término, hay que tener en cuenta que, en Estados Unidos, raramente un partido gana tres elecciones presidenciales seguidas. El único caso que se dio en el siglo XX fue la victoria de Bush padre después de los ocho años de presidencia de Ronald Reagan. La economía, además, había crecido poco en los años anteriores. Todo ello jugaba a favor de la victoria de Trump. De hecho, el modelo de predicción de Ray Fair, de la Universidad de Yale, decía que un candidato republicano, sin poner nombres, hubiera obtenido el 56% de los votos, lo que indica que el terreno estaba abonado para una victoria republicana. A pesar de ello, Trump solo obtuvo el 49% de los sufragios. Por último, Hillary Clinton era una candidata horrorosa, tanto en términos estratégicos como tácticos, y cometió errores importantes que le costaron la victoria. En cuanto a los factores estructurales, destacan en especial cuatro: el cambio demográfico, el auge de China, la revolución en el mercado energético y las heridas de la crisis financiera. El cambio demográfico supone que cada vez habrá menos estadounidenses blancos y más de otras razas, en especial latinoamericanos y asiáticos. Eso implica que Europa les importará cada vez menos. A su vez, la llegada de China al comercio internacional es mucho más grande de lo que nadie se imaginó. En tan solo una generación ha pasado de aportar el 5% del valor añadido bruto industrial del mundo a suponer el 25%. China, además, representa el 20% de las exportaciones mundiales y tiene un gran superávit corriente. Pues bien, Trump ganó las elecciones en los territorios más afectados negativamente por China. Los grandes perdedores son personas blancas no hispanas, con un nivel de formación de educación secundaria o menor, mayores de 50 años, cuyo nivel de vida es el 150% del nivel de pobreza. Eso ha tenido consecuencias electorales. En el ámbito energético, el fracking supone toda una revolución, porque ha convertido a Estados Unidos en el primer país por reservas de petróleo y gas del mundo. Esto ha provocado que pase de ser importador a exportador de productos energéticos. A su vez, la crisis financiera ha provocado un descontento generalizado con el sistema financiero. Además, hay que tener en cuenta que las crisis financieras son muy diferentes de las crisis normales en sus efectos políticos y económicos. En este caso, ha dado lugar, entre otras cosas, a la aparición del populismo y para los populistas es muy fácil convertir en enemigo al sistema de comercio internacional. En este ciclo electoral, la crisis financiera ha sido especialmente cruenta por la concentración de efectos. Con todo lo anterior, se han construido tres teorías sobre la estrategia de Trump. La primera de ellas dice que su intención es reconstruir un sistema internacional diferente al liberal. La segunda dice que todo consiste en luchar duro para obtener más beneficios. La tercera se resume en hacer cosas a medida que se avanza. Como consecuencia de ello, las instituciones del sistema internacional, como el FMI, el Banco Mundial o la Organización Mundial del Comercio, van a quedar muy afectadas porque EEUU ha pasado de ser un agente cooperador a no cooperador. Esto es peligroso cuando llegue una crisis. Además, el sistema de seguridad colectiva queda tocado, mientras se pierde la confianza en Estados Unidos. A partir de ahí, no sabemos cómo de grande va a ser esta guerra comercial. En el peor caso los aranceles subirán del 5% al 30% o al 60%. El PIB mundial bajaría un 2% o 3%, pero el bienestar caería mucho más. Además, va a haber un coste en términos de tasa de crecimiento de unas décimas al año, con efectos tremendos a largo plazo. Los riesgos de esta situación para Europa se encuentran en los ámbitos de la seguridad y la energía. En el caso energético, se debe a que Estados Unidos ya no tendrá interés en esforzarse por mantener abiertas las rutas comerciales del petróleo. En relación con ello, Oriente Medio perdería importancia para Estados Unidos. China podría tener problemas en los mercados internacionales y podría seguir con la escalada militar.
9/11/201856 minutes, 44 seconds
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Big data. Indicadores económicos y nuevas tecnologías; retos para el futuro. Roberto Rigobon

La Fundación Rafael del Pino organizó la Conferencia Magistral del profesor del MIT, Roberto Rigobon, sobre el fenómeno “Big data” titulada “Indicadores económicos y nuevas tecnologías; retos para el futuro”. Roberto Rigobon es Catedrático Society of Sloan Fellows de Administración de Empresas y Catedrático de Economía Aplicada de la escuela de negocios del MIT. Desarrolla su actividad en las más relevantes instituciones académicas como, por ejemplo, el National Bureau of Economic Research y el Census Bureau’s Scientific Advisory Committee y ha recibido numerosos honores y galardones a lo largo de su extensa y prolífica carrera académica e investigadora. El profesor Rigobon obtuvo su doctorado en Economía en el MIT en el año 1997, es MBA por el IESA y licenciado en Ingeniería Eléctrica por la Universidad Simón Bolívar. Sus áreas principales de investigación son la economía internacional, la economía monetaria y la economía del desarrollo. Ha investigado, en especial, las causas de las crisis financieras y los desequilibrios de balanza de pagos. Más recientemente, ha centrado su atención en el fenómeno “Big data”, en concreto, en su aplicación al análisis económico. En este ámbito fundó el Billion Prices Project y PriceStats con la vista puesta en el análisis de los procesos de formación de los precios internacionales y en la determinación de medidas de la inflación alternativas a las tradicionales. Su objetivo es ofrecer estadísticas de inflación en el mundo mejores que las oficiales a través de la medición diaria del fenómeno inflacionista. Su metodología no consiste en el tratamiento de la información de los precios en los puntos de venta sino en obtener dicha información de los distribuidores directamente a través sus webs. El potencial de esta metodología, en plena revolución tecnológica y de conectividad global, es enorme. Es posible utilizar los datos obtenidos para mejorar el conocimiento del comportamiento de los agentes económicos, predecir la evolución de las variables macroeconómicas, etc.
7/3/201848 minutes, 21 seconds
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Desarrollo del cerebro y educación infantil, base para el futuro de las naciones. Andrew Meltzoff, english.

Andrew N. Meltzoff es Catedrático Job and Gertrud Tamaki de la Universidad de Washington y Co-Director del Institute for Learning & Brain Sciences de dicha Universidad. El profesor Meltzoff se licenció por la Harvard University y obtuvo su grado de doctor en la Oxford University. Es considerado un experto internacional en el desarrollo de bebés y niños. Sus descubrimientos sobre la imitación infantil han revolucionado la comprensión de la cognición temprana, la personalidad y el desarrollo del cerebro. El Dr. Meltzoff ha sido galardonado con el MERIT Award del National Institute of Health y, en el año 2005, recibió el premio a la investigación de excelencia de la Society for Developmental and Behavioral Pediatrics así como el Kenneth Craik Award in Psychology de la Cambridge University. El Dr. Meltzoff es miembro de la American Academy of Arts & Sciences, la American Association for the Advancement of Science, la American Psychological Association y la American Psychological Society.
7/3/201826 minutes, 3 seconds
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Desarrollo del cerebro y educación infantil, base para el futuro de las naciones. Patricia Kuhl, english.

Patricia K. Kuhl es Catedrática Bezos Family Foundation for Early Childhood Learning de la Universidad de Washington, Co-Directora del Institute for Learning & Brain Sciences y Directora de NSF-funded Science of Learning Center de dicha universidad. Es experta en lenguaje y ciencias de la audición y está especializada en la adquisición del lenguaje y sus bases neuronales; también ha investigado sobre el desarrollo del lenguaje en el autismo y sobre los sistemas de reconocimiento de voz. La profesora Kuhl es miembro de la National Academy of Sciences, la Rodin Academy y la Norwegian Academy of Science and Letters. Fue galardonada con la Silver Medal de la Acoustical Society of America en 1997 y, en el año 2005, recibió el Kenneth Craik Research Award de la Cambridge University. Ha recibido en dos ocasiones el University of Washington’s Faculty Lectureship Award, así como el University of Minnesota’s Outstanding Achievement Award. Adicionalmente, es miembro de la American Association for the Advancement of Science, la Acoustical Society of America, la Cognitive Science Society y la American Psychological Society. En el año 2008 recibió la Gold Medal de la Acoustical Society of America por su trabajo sobre el aprendizaje y el cerebro y, en 2011, el IPSEN Fondation’s Jean-Louis Signoret Neuropsychology Prize.
7/3/201829 minutes, 16 seconds
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La sociedad de coste marginal cero. Jeremy Rifkin, english.

La Fundación Rafael del Pino organizó, el día 15 de septiembre de 2014, la Conferencia Magistral de Jeremy Rifkin “La sociedad de coste marginal cero” con motivo de la publicación de su último libro de igual título. Jeremy Rifkin es licenciado en Economía por la Wharton School de la Universidad de Pensilvania y en Asuntos internacionales por la Fletcher School of Law and Diplomacy de la Tufts University. Actualmente es presidente de la Foundation on Economic Trends y autor de diecinueve libros sobre el impacto de los cambios científicos y tecnológicos en la economía, el trabajo, la sociedad y el medio ambiente. El profesor Rifkin asesora a la Comisión Europea, el Parlamento Europeo así como a varios presidentes y jefes de Estado de la UE, sobre temas relacionados con la economía, el cambio climático y la seguridad energética. Jeremy Rifkin es presidente de TIR Consulting Group LLC y fundador y presidente de la Third Industrial Revolution Global CEO Business Roundtable, que integra a un centenar de relevantes empresas dedicadas a las energías renovables, la construcción, la arquitectura, los bienes raíces, los servicios públicos, y el transporte y la logística. Es, además, profesor del Executive Education Program de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania.
7/3/201853 minutes, 45 seconds
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After the Crisis: what next for the world economy? Martin Wolf, english.

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 5 de marzo de 2014 a las 19 horas, la Conferencia Magistral de Martin Wolf “After the Crisis: what next for the world economy?”. Martin Wolf es editor asociado y director de economía del diario Financial Times. Fue distinguido como Comandante de la Orden del Imperio Británico en 2000 “por sus servicios al periodismo financiero”. El Sr. Wolf es miembro honorario del Nuffield College, del Corpus Christi College, del Instituto Oxford de Política Económica (Oxonia) así como de la Universidad de Nottingham. Ha participado en el Foro Económico Mundial en Davos desde 1999 y es miembro de su Consejo Internacional de Medios desde 2006. Es Doctor Honoris Causa por la Universidad de Nottingham, Doctor en Ciencias (Economía) por la Universidad de Londres, y Doctor Honoris Causa por la London School of Economics. Fue miembro de la Comisión Independiente del gobierno británico sobre la Banca (2010-2011). Sus publicaciones más recientes son Why Globalization Works y Fixing Global Finance.
7/3/201842 minutes, 37 seconds
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Economía y sociedad en un mundo líquido. Zygmunt Bauman, español

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 4 de febrero de 2014 a las 19 horas, la Conferencia Magistral de Zygmunt Bauman “Economía y sociedad en un mundo líquido”. Zygmunt Bauman es Catedrático emérito de Sociología de la Universidad de Leeds. A lo largo de su prolífica y dilatada carrera académica ha ejercido la docencia en otras universidades como las de Varsovia, Tel Aviv o The London School of Economics. Su visión de la sociología reivindica un papel menos descriptivo y más reflexivo. Sus aportaciones a la conceptualización de la posmodernidad, a la que él denomina “modernidad líquida”, han sido recogidas en diversos ensayos por los que ha recibido el reconocimiento internacional. El profesor Bauman ha sido galardonado con el European Amalfi Prize for Sociology and Social Science en 1992 y el Theodor W. Adorno Award en 1998. Asimismo, en 2010 recibió, junto a Alain Touraine, el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Sus libros han sido traducidos a más de 30 idiomas. La obra de Zygmunt Bauman comprende 57 libros y más de 100 ensayos entre los que destacan títulos como ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?; La cultura en el mundo de la modernidad líquida; Vigilancia líquida; Sobre la educación en un mundo líquido; 44 cartas desde el mundo líquido; Arte ¿líquido?; Miedo líquido. La sociedad contemporánea y sus temores; Tiempos líquidos; Vida líquida; Amor líquido; y Modernidad líquida.
7/3/201848 minutes, 6 seconds
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Antifrágil. Las cosas que se benefician del desorden. Nassim Nicholas Taleb, enlgish.

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 3 de julio de 2013, la Conferencia Magistral de Nassim Nicholas Taleb titulada “Antifrágil. Las cosas que se benefician del desorden” con motivo de la presentación de su obra con igual título. Nassim Nicholas Taleb comenzó su carrera profesional como agente de banca de inversión y la ha reconducido hacia la investigación y el estudio. Es conocido por su enfoque multidisciplinar para obtener beneficios de los acontecimientos imprevistos a través de la economía, la filosofía, la ciencia política, las finanzas, la ingeniería y la historia. Es profesor extraordinario de Ingeniería de riesgos en el New York University Polytechnic Institute. Su interés actual se centra en los sistemas “antifrágiles”, aquellos que se benefician del desorden. Sus libros Antifrágil, El Cisne Negro y ¿Existe la suerte? se han publicado en 33 idiomas.
7/3/20181 hour, 12 minutes, 2 seconds
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El fin del poder. Moisés Naím, español

La Fundación Rafael del Pino organizó, 12 de noviembre de 2013, la Conferencia Magistral de Moisés Naím “El fin del poder”. Moisés Naím es Senior Associate en el departamento de economía internacional del Carnegie Endowment for International Peace en Washington, fundador y presidente del Grupo de los Cincuenta (G50) y miembro de los directorios de Population Action International, National Endowment for Democracy, International Crisis Group y Open Society. Dirigió durante catorce años Foreign Policy, un periodo en el que esta revista obtuvo el National Magazine Award for General Excellence en tres ocasiones siendo considerada, hoy en día, una de las publicaciones más influyentes del mundo. A lo largo de su prolífica carrera profesional, Moisés Naím ocupó también puestos relevantes en el sector público como, por ejemplo, Ministro de Industria y Comercio de Venezuela, director del Banco Central de Venezuela y Director Ejecutivo del Banco Mundial; también fue director académico y profesor de negocios y economía en el IESA de Caracas. El profesor Naim es autor de numerosos artículos académicos y de más de diez libros sobre economía y política internacional que han recibido el reconocimiento internacional. Es director y presentador de Efecto Naím, un programa de televisión semanal sobre temas internacionales transmitido en Estados Unidos e Iberoamérica a través de NTN24/DirecTV así como por varios canales nacionales en diferentes países. Sus columnas semanales sobre la realidad mundial son publicadas por los principales diarios de Iberoamérica, Europa y Estados Unidos (Financial Times, El País, La Repubblica , etc.). En su última obra, titulada como la Conferencia que pronunciará en la Fundación, realiza un análisis sobre el poder y su mutación, un poder que en las últimas décadas ha pasado de los grandes ejércitos disciplinados a las caóticas bandas de insurgentes; de las gigantescas corporaciones a los ágiles emprendedores; de los palacios presidenciales a las plazas públicas, cada vez, más difícil de ejercer y más fácil de perder. La energía iconoclasta de los micropoderes, señala Moisés Naím, puede derrocar dictadores, acabar con los monopolios y abrir nuevas e increíbles oportunidades, pero también puede conducir al caos y la parálisis; a partir de estudios nuevos y provocadores y de su experiencia en asuntos internacionales, explica cómo el fin del poder está remodelando el mundo en que vivimos.
7/3/20181 hour, 1 second
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Insights on the Economy. Arthur B. Laffer, english.

Arthur B. Laffer , que está considerado como el Padre de la Economía de la Oferta (Supply-Side Economics), ha marcado el desarrollo de la política impositiva de los Estados Unidos desde hace más de tres décadas. Años de experiencia en el campo del asesoramiento le han distinguido tanto en el campo privado como en el público siendo parte de la junta de dirección de compañías como Clark Bardes, HNTB, Manhattan East Suite Hotels, Retirement Capital Group o Vizional Technologies. Laffer es el fundador y Presidente de Laffer Associates, una firma que provee de servicios de investigación globales a instituciones, fondos de pensiones, instituciones financieras y corporaciones focalizándose en la interconexión de factores macroeconómicos, políticos y demográficos que afectan a los mercados financieros. Fue miembro del Panel de Asesores en Política Económica de Reagan; miembro del Comité de Finanzas de Reagan y Bush. Ha sido profesor de la Universidad Pepperdine, institución de la que fue parte del Consejo Directivo; de la Universidad del Sur de California y de la de Chicago. Laffer es también reconocido internacionalmente como el creador de la Curva que lleva su nombre, uno de los principales cuerpos teóricos de la mencionada Economía de la Oferta usada para resumir la visión a favor del crecimiento de esta corriente teórica. Entre los premios que ha logrado destacan dos Graham & Dodd otorgados por la Financial Analyst Federation gracias a sus artículos publicados en el Financial Analysts Journal; el Distinguished Service Award de la National Association of Investment Clubs; el Premio Adam Smith y el Premio Daniel Webster de la International Platform Association.
7/3/20181 hour, 28 minutes, 29 seconds
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Innovación e inversión en inteligencia artificial. Luis Perez-Breva, español

El 24 de mayo de 2018 tuvo lugar, en la Fundación Rafael del Pino, la conferencia magistral de Luis Pérez-Breva, director del MIT Innovation Team, sobre “Innovación e inversión en inteligencia artificial”, con motivo de la presentación de la edición en español de su libro “Innovar: un manifiesto de acción”. Pérez-Breva indicó que, a la hora de innovar, nos gusta pensar que se empieza con una idea disruptiva. La realidad, sin embargo, es muy distinta. No se empieza de esta forma porque nadie puede saber, a priori, si una idea es disruptiva. En realidad, el principio de todo es una idea peregrina, una combinación absurda. Lo que viene a continuación es una fijación por solucionar todos los problemas que surgen a la hora de desarrollar esa idea peregrina, porque son problemas que, hasta ahora, no ha resuelto nadie. En este sentido, Pérez-Breva puso como ejemplo la experiencia de Space X, la empresa espacial de Elon Musk. Musk quiso enviar a marte un pequeño invernadero para empezar a preparar al Planeta Rojo para su colonización y, ante las dificultades para llevar a cabo su idea, acabo por crear Space-X, que hoy realiza transportes a la estación espacial. Para avanzar, el primer paso es demostrarse a uno mismo, con los hechos y con los recursos de que se dispone, qué hace que esa idea inicial parezca peregrina. Es el caso del coche eléctrico, que consiste en acoplar una batería al vehículo. Este principio es más realizable de lo que parece. Después, todo es cuestión de ir resolviendo problemas hasta que se tiene un prototipo, algo que ya se pueda escalar. Innovar y emprender son dos cosas distintas. A veces se hacen las dos a la vez, a veces no hace falta crear una nueva compañía, a veces lo que se crea es una organización nueva con nuevas ideas. Innovar requiere una mentalidad distinta. Fracasar no es una opción ni hay un producto mínimamente viable con el que empezar. Lo que hay son personas, piezas y un problema escurridizo que promete explicar algún día como encajan piezas y personas. Todo lo demás -tecnología, modelos de negocio, arte, producto, …) llega por el camino. Y el final está por descubrir, mientras que por el camino te vuelves un experto. En este sentido, Pérez-Breva afirma que predecir el futuro es difícil; construirlo no. Eso lleva al problema de la miopía del producto, esto es, reconocemos las innovaciones después de triunfar como productos, pero cuesta ir más allá para ver la organización y sus orígenes. Entonces es cuanto intentamos predecir productos y no alcanzamos a materializar las visiones. Innovar consiste en resolver los problemas con las piezas de que se dispone. En este punto, Pérez-Breva puso el ejemplo del nacimiento de Greenpeace. Se trataba de un grupo de gente preocupada por el medio ambiente que quería detener una prueba nuclear estadounidense. Las piezas a combinar eran un anuncio, un concierto, un barco pesquero, las páginas de opinión y varios grupos sociales. Lo que hicieron fue anunciar su propósito, organizar un concierto para recaudar fondos y alquilar un barco pesquero para tratar de impedir la detonación de la bomba. Mientras el barco hacía su ruta, iba transmitiendo por radio todo cuanto acontecía. El barco fracasó en impedir la explosión, pero los medios se hicieron eco de su travesía, y de toda la historia, y publicaron textos al respecto, lo que despertó las conciencias de mucha gente. Los organizadores, a continuación, decidieron fundar Greenpeace. Se puede establecer una analogía entre la innovación y las tres leyes de la predicción que enunció el científico británico Arthur C. Clarke. Según estas leyes, cuando un científico eminente pero anciano afirma que algo es posible, con toda seguridad está en lo cierto; cuando afirma que algo es imposible, es muy probable que esté equivocado. Además, la única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá, en terreno de lo imposible. Por último, cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia. Pues bien, lo que hace el innovador es traspasar los límites de lo posible, pero lo que fascina a los demás es la tecnología avanzada. La tarea del innovador, por tanto, es aventurarse un poco en el terreno de lo imposible. Sus herramientas son piezas, personas y problemas. El resultado es la innovación. La siguiente cuestión es: ¿se puede invertir directamente en innovación? Hoy por hoy las opciones son invertir en empresas nuevas. Sin embargo, las start-ups representan cada vez más un porcentaje menor de la economía. Hay más start-ups que nunca, pero crecen menos y mueren antes. Mientras tanto, en Estados Unidos, las grandes compañías aportan más empleo que las pequeñas, por primera vez desde 2003. A pesar de ello, apostamos por las start-ups porque los emprendedores que innovan son la causa del progreso económico. La inversión en innovación tiene que alinear los intereses de los inversores a largo plazo y de las fundaciones o los benefactores. Hay que abrirles la puerta a invertir activamente en hacer que la economía se sostenga con la tecnología como instrumento de innovación. También hay que contar con herramientas de inversión y trabajo competitivas con el capital riesgo que atraigan al talento que tiene el deseo de innovar. En este sentido, hay que tener en cuenta que hay talento que quiere innovar, pero que no tiene interés en emprender. Por último, hay que tener en cuenta que hay inversores que lo que persiguen es tener impacto a largo plazo. Por lo que se refiere a la inteligencia artificial, Pérez-Breva explicó que se trata de una aspiración por alcanzar otro tipo de inteligencia, de un campo de investigación a caballo entre muchos otros y de un motivo de pánico a causa de un malentendido fastidioso. Lo que se anuncia como inteligencia artificial son tecnologías como el reconocimiento de pautas, el machine learning, instrumentos de estadística y análisis de datos, el procesado del lenguaje natural, la robótica y la automatización, que ya existían, y cualquier otra cosa que se pueda hacer con un ordenador. Al mismo tiempo, los productos que se imaginan son la segmentación para hacer marketing online, la predicción de valores futuros, los sistemas de recomendaciones, el ajedrez y el go, los chatbots y los sistemas de voz, los robots y los vehículos autónomos, todo tipo de datos, etc. La evidencia, sin embargo, apunta a que todo esto ni son grandes ideas, ni son inteligencia artificial. Lo que falla es la imaginación, a causa de los modelos mentales a los que nos hemos limitado, según los cuales la inteligencia artificial sirve para reducir los recursos humanos, se restringe a la realización de tareas que los humanos hacemos mejor, suponen que los datos son valiosos y que necesitamos pautas complejas para predecir reglas de comportamiento de sistemas complejos. Lo que tenemos que hacer es vislumbrar oportunidades, como reunir piezas de información de distintas fuentes sin un modelo preconcebido, encontrar información usando ejemplos, construir narrativas que explican datos complejos y atajar problemas reales que no podemos resolver de ningún otro modo. Con la inteligencia artificial se puede lograr que la ciencia sea más accesible a la hora de valerse de ella.
5/28/201855 minutes, 31 seconds
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Dinámica económica: es el momento para políticas racionales. Juergen Donges, español

El 8 de mayo de 2018 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Juergen B. Donges, catedrático emérito de la Universidad de Colonia, titulada “Dinámica económica: es el momento para políticas racionales”. Según Donges, estamos en un año crucial para el destino de la Unión Europea. Nos enfrentamos a unos cambios a nivel institucional de gran envergadura. Por ello, en 2018 hay que tomar las decisiones para todo lo que vaya a pasar en 2019. El año que viene hay que elegir un nuevo Parlamento Europeo, hay que nombrar una nueva Comisión Europea, un nuevo presidente, un nuevo economista jefe y un nuevo consejero del Banco Central Europeo. También hay que elegir un nuevo presidente de la UE. Al mismo tiempo está la necesidad de aprobar este año el próximo marco financiero plurianual 2012-2027, y hay que aprobarlo por unanimidad. El problema empieza con el Brexit, porque se va de la UE su segundo mayor financiador después de Alemania. Esto significa que hay un país menos y lo lógico sería que también hubiera menos gasto, pero lo que se pide, por el contrario, es más gasto y, por tanto, más contribuciones de los países miembros. Aquí hay dos posturas encontradas. Alemania y Francia, por un lado, dicen que están dispuestos a aumentar su contribución desde el 1% del PIB. España también. Por otro, está el grupo de pequeños países liderados por Holanda y Austria que tienen ideas totalmente distintas y piden bajar las contribuciones. Por ello, nos vamos a enfrentar a negociaciones muy duras y, mientras tanto, los comisarios europeos y los eurodiputados ni siquiera se preguntan si en un mundo de nuevas tecnologías es razonable que la política agrícola común siga siendo la partida más importante del presupuesto europeo. 2018 también es el año de la ventana de oportunidad para que la UE aborde todos los temas que tiene sobre la mesa. Los gobiernos también deberían utilizar esta ventana de oportunidad. ¿Por qué? Porque se está convirtiendo en algo normal entre los gobiernos que sea Bruselas donde se resuelvan todos los problemas, pero eso es una falacia porque los problemas son nacionales y tienen que ser abordados con políticas nacionales, por ejemplo, en el caso del paro. La tentación de cargar con todo a Bruselas es grande, pero el peligro también porque la Comisión Europea no puede hacer todo lo que se le pide, por falta de recursos o de competencias, o porque no puede resolverlo. La consecuencia es que el desencanto se abra paso en la sociedad y termine con el auge del populismo. Esta ventana de oportunidad viene en un buen momento porque estamos en un año de recuperación económica más fuerte de lo previsto, con unas políticas monetarias muy laxas y unas políticas fiscales relajadas. También tenemos riesgos, pero en 2018 todavía no se van a materializar. El ritmo de crecimiento económico es muy sólido y está bastante bien sincronizado entre los países, a excepción del Reino Unido, que va para abajo a causa del Brexit. Por otro lado, los países con crisis de deuda soberana, entre ellos España, se han recuperado con firmeza, con esfuerzos propios de ajuste y reformas estructurales. Aun así, la izquierda se resiste a reconocer que las reformas estructurales y el saneamiento de las cuentas públicas son necesarias para que una economía se recupere. Lo malo que tiene su mensaje de que todo va mal, el trabajo es precario, etc. es que la gente se lo cree. Las cuatro economías grandes de la Eurozona tienen un crecimiento importante, con España a la cabeza. En Alemania hay un boom coyuntural como no se ha visto desde la reunificación, con una utilización de la capacidad productiva del 88%, con una escasez de mano de obra cualificada, lo que terminará desacelerando el ritmo de actividad. Las otras tres grandes economías también están creciendo por encima de su potencial de producción. El gran reto es tener políticas que incrementen el potencial de crecimiento, en vez de estimular la demanda, mediante una inversión empresarial dinámica, un progreso tecnológico que abarque toda la economía, personas cualificadas y una inmigración guiada y selectiva que complemente la oferta de trabajo nacional. Necesitamos también una tasa de actividad más alta y que se prolongue la vida laboral más allá de los 65 años. Esas políticas se orientan hacia la oferta, la parte de la economía en la que se toman las decisiones de producción. Incluyen impuestos moderados, no crear nuevos impuestos; regulaciones eficientes; inversiones públicas que hagan falta de verdad; un gasto público limitado y la reducción de la deuda pública acumulada. Si hiciéramos esto tendríamos presupuestos saneados, sostenibles y sin necesidad de un presupuesto europeo para contrarrestar perturbaciones cíclicas. Además, hay que tener en cuenta que la efectividad de las políticas fiscales es muy limitada. El mercado de trabajo es una de las historias más agradables porque la creación de empleo es significativa y el paro se va reduciendo. Seguimos teniendo diferencias notables entre países, pero en todos ellos se ve una tendencia al alza en la creación de empleo. Esto es reflejo, en parte, de la recuperación económica, pero también es fruto de unas reformas estructurales que han introducido más flexibilidad en los mercados, hasta el punto que la elasticidad del empleo con relación al crecimiento económico ha aumentado. Por desgracia, lo que se está discutiendo en países como España es derogar las reformas. En Alemania, incluso, ya volvemos a regularlo, lo cual es un error porque en la era de la digitalización necesitamos más flexibilidad, no menos. El modelo de contratación del futuro ya no será el contrato indefinido y les irá mejor a los que tengan una buena cualificación profesional. Quien sepa aprovechar las nuevas tecnologías conseguirá buenos contratos con buenos sueldos. En este sentido, no es conveniente hablar del salario digno porque supone despertar la expectativa de que una persona podrá tener un salario mayor que lo que aporte a la empresa, lo que favorece la sustitución de trabajo por capital. Macron lo ha entendido y está tratando de desregular el mercado de trabajo francés, a lo que se oponen unos sindicatos que están muy politizados. La prioridad para esto son las políticas de educación. El criterio es tener políticas educativas que establezcan la base para que se cree empleo. Para ello necesitamos personas que manejen matemáticas, ciencias naturales e ingeniería. También necesitamos un entendimiento adecuado de la economía y eso hay que proporcionarlo en el colegio. El dominio de idiomas es esencial. Lo que no tiene ningún sentido es reprimir regionalmente la lengua nacional. También se necesita formación profesional continuada, porque con el cambio tecnológico puede quedar obsoleta. Los gobiernos tienen que asumir el liderazgo para que todo lo relacionado con la digitalización pueda aprovecharse, por ejemplo, con un ancho de banda suficiente. En materia de inflación, 2018 nos ha traído una buena noticia y es la desaparición del riesgo de deflación. En el futuro, la inflación será baja por la competencia que trae la globalización por las consecuencias del cambio tecnológico, por la competencia de trabajadores con sueldos bajos. Por eso, el BCE tendría que cambiar su política monetaria, porque la actual genera incentivos perversos en los mercados financieros e inmobiliarios, tiene un impacto adverso en los balances bancarios y estimula el endeudamiento público. El BCE cumplió su papel en la recesión y lo hizo bien. Dio tiempo a los países con sus programas de compra de deuda y unos, como España, lo han aprovechado y otros como Italia, no. Pero la política monetaria no puede sustituir a las reformas estructurales. Para cambiar la política monetaria, lo primero es preanunciar la ruta de lo que se va a hacer, para despejar incertidumbres. Lo siguiente es comenzar con la salida de la política monetaria extraordinaria, de forma gradual, empezando este año cuando en octubre venza el programa de compra de activos. El tercer paso es iniciar una subida gradual de tipos de interés a partir de 2019. El último sería descargar el balance del BCE de estos activos. Lo que no necesitamos un ministro de Finanzas europeo. Ningún estado miembro renunciará a su competencia reina, que es la aprobación de los presupuestos. Si se hacen bien las reformas estructurales, la economía funcionará. Esas reformas deberían hacerlas los gobiernos porque conocen mejor que cualquier institución europea los problemas de su propio país, su idiosincrasia. Si cada uno hace sus deberes, redundaría en beneficio de la Unión Europea en su conjunto.
5/10/201858 minutes, 29 seconds
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El origen de la Unión Europea como área de libertad. Ramón Pérez Maura

La Fundación Rafael del Pino, Free Market Road Show y el Instituto Juan de Mariana organizaron, el 19 de abril de 2018, el evento “Free Market Road Show Madrid 2018: Occidente y el valor de la libertad.” En la mesa redonda participaron: Eduardo Fernandez Luiña, Analista de Relaciones Internacionales, Fundación FAES Almudena Negro, Periodista especializada en comunicación digital y asociacionismo Víctor Santana, Asesor del eurodiputado británico Daniel Hannan Manuel Llamas, Redactor jefe de economía, Libertad Digital (moderador)
4/25/201815 minutes, 1 second
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El cuerpo y el alma del liberalismo. Juan Ramón Rallo, español.

La Fundación Rafael del Pino, Free Market Road Show y el Instituto Juan de Mariana organizan, el 19 de abril de 2018 a las 16.30, el evento “Free Market Road Show Madrid 2018: Occidente y el valor de la libertad.” Para que funcione el capitalismo, es necesario que florezca una serie de valores basados en la justicia, la prudencia, la fortaleza y la templanza, así como en las versiones secularizadas de la fe, la esperanza y la caridad. Juan Ramón Rallo lo explica. ¿Qué valores son necesarios para que florezca el capitalismo, para que proporcione un progreso generalizado para el conjunto de la población? Según Juan Ramón Rallo, director del Instituto Juan de Mariana, la respuesta más común es que necesitamos de instituciones, entendidas éstas como un marco jurídico común que respete la propiedad privada, los contratos, la libertad individual, dentro de un contexto de estabilidad macroeconómica y de un Estado limitado. Son las ideas que brotan del consenso de Washington y son condición necesaria para el desarrollo económico, para que florezca el capitalismo. Además, son necesarios otros valores, como un comportamiento virtuoso a la hora de comerciar. En Occidente se ha hablado de siete virtudes, cuatro de ellas cardinales -justicia, prudencia, fortaleza y templanza- y tres teologales -caridad, fe y esperanza-. Estas siete virtudes son esenciales para que el capitalismo funcione. Justicia es dar a cada uno lo suyo, esto es, respetar la libertad y la propiedad ajena, cumplir con la palabra dada, reparar el daño causado, combatir los privilegios, reconocer la igualdad de derechos. El capitalismo requiere de justicia para todo esto. También necesita de prudencia, esto es, actuar de manera adecuada y con moderación, pensar con madurez, decidir con sabiduría y ejecutar con rectitud. En el capitalismo, la prudencia es necesaria para perseguir el interés propio comerciando, en vez de parasitando; para buscar el beneficio sin asumir riesgos alocados, para reflexionar críticamente sobre nuestras decisiones, para ejecutar diligentemente nuestros planes, para buscar el perfeccionamiento continuado de nuestra actividad empresarial y para calcular las consecuencias de nuestras decisiones en el mercado. La fortaleza es vencer al miedo sin caer en la temeridad para perseguir aquello que nos resulta difícil de alcanzar. Es atacar para conquistar metas más altas en nuestra vida y es resistir al desaliento y la desesperanza. El capitalismo necesita de ello para innovar, penetrar en nuevos mercados, competir con otras empresas, desafiar las regulaciones injustas, resistir el pesimismo ante una crisis, etc. Templanza es controlar nuestras pasiones para no caer en comportamientos socialmente disfuncionales. El capitalismo la necesita para ahorrar y acumular capital, evitando el consumismo desenfrenado; para escuchar al cliente con humildad, para no caer en la autocomplacencia empresarial y reconocer que la vida es un proceso de aprendizaje continuo para emular los logros ajenos. Las virtudes teologales, que deben estar secularizadas para aplicarse al capitalismo, vienen encabezadas por la fe, entendida como confiar en aquello que no entendemos plenamente. En este caso, la tradición, las normas y los usos que han conformado la cooperación social antes de nosotros y aceptar nuestras limitaciones cognitivas. El capitalismo lo requiere en los usos comerciales para no caer en la trampa del planificador. Esperanza es confianza en un futuro al que no conocemos, el no vernos paralizados por el miedo al cambio. El capitalismo requiere esperanza no solo en nuestro propio éxito, sino también en el éxito ajeno, el progreso, la tecnología, el crecimiento económico y las nuevas empresas. Caridad es la preocupación por el bien del prójimo y la confianza de que los demás también se preocupen por el nuestro. Es una forma de estructurar las relaciones humanas de cooperación buscando el bien común, rechazar la visión de la sociedad como una lucha fratricida. Es armonía de intereses. El capitalismo requiere de caridad hacia los trabajadores, los consumidores, los proveedores, los socios y el resto de la comunidad, para evitar la envidia hacia los éxitos del prójimo. Las virtudes cardinales aplicadas al comercio aportan el andamiaje básico para que la cooperación capitalista sea posible. Ahora bien, hace falta también respeto hacia el empresario y el capitalista. Solo con instituciones formales no tenemos capitalismo. También necesitamos las virtudes teologales secularizadas, es decir, necesitamos también instituciones informales. Tratar de trasplantar unas instituciones meramente formales en unos países donde no hay ese poso subyacente, no ha dado buenos resultados.
4/20/201814 minutes, 38 seconds
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El futuro de los medios de comunicación tradicionales. Martin Baron, english

La Fundación Rafael del Pino y la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra organizaron el 25 de enero de 2017, la V edición de “Conversaciones con…”, que contó con la participación de Martin Baron, director del Washington Post. La intervención de Baron tuvo dos ejes centrales: por un lado, las relaciones entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los medios de comunicación, con las implicaciones que ello tiene para el futuro de la democracia, y, por otro, en el futuro de los medios de comunicación ante el cambio disruptivo que están provocando las nuevas tecnologías. Baron, recordó las descalificaciones que ha dirigido Trump a los medios de comunicación, de los que ha dicho, según Baron, que son el enemigo, que son asquerosos, que son deshonestos y que difunden noticias falsas. Por ello, el director del Washington Post, el diario que destapó el escándalo Watergate que le costó la presidencia a Richard Nixon, sospecha que Trump tratará de ponerles todo tipo de obstáculos y trabas legales con el fin de limitar la libertad de expresión y de prensa. Por ello considera que está en juego la libertad de expresión. Para Baron, un posible endurecimiento de las relaciones entre Trump y la prensa resulta un asunto muy preocupante porque los medios juegan un papel central en la democracia, puesto que la democracia no existe si no hay libertad de expresión y libertad de prensa. Con independencia de las relaciones entre la Casa Blanca y los medios de comunicación, estos ya están sufriendo las consecuencias de un cambio tecnológico disruptivo que, en su opinión, irá todavía más rápido en el futuro. Ahora, los medios ya no compiten solo entre ellos; tienen que hacerlo también con las redes sociales, con YouTube, etc. El escenario, por tanto, ahora es completamente nuevo y distinto y los medios tienen que adaptarse con rapidez a él. Hoy las cosas han cambiado tanto que internet y las redes sociales están socavando la capacidad de influencia de los medios de comunicación. Y, lo que es peor para los medios tradicionales, las nuevas tecnologías permiten a cualquiera conseguir la información que quiera, en cualquier momento y lugar, y a través de cualquier dispositivo. Esto plantea un problema, porque hay mucha gente que solo quiere leer informaciones que estén en línea con sus opiniones, algo muy fácil de hacer hoy en día precisamente gracias a las nuevas tecnologías, pero que tiene el gran inconveniente de que impide que lleguen a esas personas noticias y opiniones alternativas que puedan cuestionar los puntos de vista o la visión del mundo de las personas. Este es un problema fundamental para la democracia. Y es que las redes sociales determinan la información que recibimos, difunden historias entre millones de personas y se han convertido en competidores fundamentales para los medios tradicionales. En este sentido, será clave para la supervivencia de los medios que estos sean capaces de crear rápidamente nuevos productos para los lectores y para los anunciantes.
3/13/201839 minutes, 3 seconds
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El futuro de los medios de comunicación tradicionales. Martin Baron, español

La Fundación Rafael del Pino y la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra organizaron el 25 de enero de 2017, la V edición de “Conversaciones con…”, que contó con la participación de Martin Baron, director del Washington Post. La intervención de Baron tuvo dos ejes centrales: por un lado, las relaciones entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los medios de comunicación, con las implicaciones que ello tiene para el futuro de la democracia, y, por otro, en el futuro de los medios de comunicación ante el cambio disruptivo que están provocando las nuevas tecnologías. Baron, recordó las descalificaciones que ha dirigido Trump a los medios de comunicación, de los que ha dicho, según Baron, que son el enemigo, que son asquerosos, que son deshonestos y que difunden noticias falsas. Por ello, el director del Washington Post, el diario que destapó el escándalo Watergate que le costó la presidencia a Richard Nixon, sospecha que Trump tratará de ponerles todo tipo de obstáculos y trabas legales con el fin de limitar la libertad de expresión y de prensa. Por ello considera que está en juego la libertad de expresión. Para Baron, un posible endurecimiento de las relaciones entre Trump y la prensa resulta un asunto muy preocupante porque los medios juegan un papel central en la democracia, puesto que la democracia no existe si no hay libertad de expresión y libertad de prensa. Con independencia de las relaciones entre la Casa Blanca y los medios de comunicación, estos ya están sufriendo las consecuencias de un cambio tecnológico disruptivo que, en su opinión, irá todavía más rápido en el futuro. Ahora, los medios ya no compiten solo entre ellos; tienen que hacerlo también con las redes sociales, con YouTube, etc. El escenario, por tanto, ahora es completamente nuevo y distinto y los medios tienen que adaptarse con rapidez a él. Hoy las cosas han cambiado tanto que internet y las redes sociales están socavando la capacidad de influencia de los medios de comunicación. Y, lo que es peor para los medios tradicionales, las nuevas tecnologías permiten a cualquiera conseguir la información que quiera, en cualquier momento y lugar, y a través de cualquier dispositivo. Esto plantea un problema, porque hay mucha gente que solo quiere leer informaciones que estén en línea con sus opiniones, algo muy fácil de hacer hoy en día precisamente gracias a las nuevas tecnologías, pero que tiene el gran inconveniente de que impide que lleguen a esas personas noticias y opiniones alternativas que puedan cuestionar los puntos de vista o la visión del mundo de las personas. Este es un problema fundamental para la democracia. Y es que las redes sociales determinan la información que recibimos, difunden historias entre millones de personas y se han convertido en competidores fundamentales para los medios tradicionales. En este sentido, será clave para la supervivencia de los medios que estos sean capaces de crear rápidamente nuevos productos para los lectores y para los anunciantes.
3/13/201842 minutes, 3 seconds
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Diplomacy and American Foreign Policy in the Trump Era. Nicholas Burns, español

El pasado 16 de febrero de 2017 tuvo lugar la conferencia de Nicholas Burns, organizada por la Fundación Rafael del Pino, bajo el título “A new power competition in the international system”. Burns, que es Roy and Barbara Goodman Family Professor of the Practice of Diplomacy and International Relations en la Harvard Kennedy School, inició su intervención advirtiendo de que 2017 se presenta con una de las agendas externas más complejas, tanto para Estados Unidos como para Europa. Por un lado, Occidente se encuentra en crisis debido al auge del populismo que ha producido la pérdida de empleo como consecuencia de la crisis económica. Por otro se encuentra el cambio climático, que afecta a millones de personas en el mundo, un ámbito donde estamos avanzando a pasos pequeños. La lucha contra el tráfico de drogas y de personas, o contra el ciberespionaje y los ciberdelitos son otros ámbitos que requieren cooperación internacional. Ya no se trata de colaboración a escala regional, sino global. Y a todo ello se añade el problema de Corea del Norte y su poder nuclear, puesto que puede tener un misil balístico en diez años e intentar una guerra nuclear o un chantaje. Europa y Estados Unidos son los poderes tradicionales, a los que ahora se unen los BRICS y los MINT, y a los que les piden que se organicen para afrontar el cambio climático. Europa, sin embargo, ahora se encuentra en crisis. Esa Europa que surgió tras la Segunda Guerra Mundial, convertida en un conjunto de naciones democráticas con valores sociales y generadoras de riqueza y bienestar, ahora se ven amenazadas por el populismo. Además, tiene que afrontar el desafío de Rusia, que atacó Georgia y ahora ataca Ucrania y a quien habría que hacer pagar la invasión de Ucrania. El propio proyecto de la Unión Europea también se encuentra en tela de juicio estos días. El problema de los inmigrantes divide Europa y, con ello, la UE se debilita. La gente, además, quiere que se renacionalicen una serie de políticas traspasadas a la UE. Y está, además, el problema del Brexit. Pero salir de la UE puede ser un desastre en términos políticos, económicos y sociales. Estados Unidos siempre apoyó a la Unión Europea y Burns espera que Trump siga haciéndolo. De hecho, América necesita a Europa. Es la base de su poder, como también lo son Canadá y el Tratado de Libre Comercio. Conviene recordar que no estamos en 1987, sino que vivimos en una economía global y, por tanto, no podemos rechazar el comercio global. Si lo hacemos, China se aprovechará de ello. También se cuestiona la inmigración. En este sentido, Burns recordó que Estados Unidos es un país de libertad, donde todos los estadounidenses tienen una historia de inmigración detrás, aunque sea la de sus abuelos. La gente va a Estados Unidos porque quieren ser ciudadanos, no criminales, dijo. Burns concluyó indicando que necesitamos volver al orden mundial construido en 1945, porque es la mejor invención de la historia.
3/13/201837 minutes
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Diplomacy and American Foreign Policy in the Trump Era. Nicholas Burns, english

El 21 de febrero de 2017, la Fundación Rafael del Pino organizó el encuentro titulado “Brexit, Trump y el futuro del orden liberal”, en el que participaron Kevin Budd, ex primer ministro y ex ministro de Asuntos Exteriores de Australia, y Roger Cohen, columnista del ‘New York Times’. El primero en intervenir fue Kevin Budd, quien advirtió de la necesidad de reconocer los grandes retos, profundos y sistémicos, a los que se enfrentan hoy los países occidentales y que han puedo en cuestión los valores liberales. La revolución tecnológica, la fragmentación de las sociedades, la trivialización de la opinión pública son fenómenos que están dándose de forma simultánea. Para afrontarlos, es importante tener una visión de la historia amplia y de largo plazo. La difusión de noticias falsas a través de las redes sociales, por ejemplo, se aprovecha de la libertad y de los valores liberales. Con ello se limita la libertad de prensa, cuando perseguir la verdad es una tradición de Occidente. El desafío tecnológico viene ejemplificado perfectamente por la ley de Moore, según la cual la capacidad de procesamiento de un microchip se duplica cada dos años, con lo que su crecimiento es exponencial. Todo ello tiene consecuencias. Por ejemplo, el desarrollo de la inteligencia artificial tiene su impacto sobre el empleo y puede convertir al ser humano en redundante. El reto, por tanto, es cómo gestionar el cambio tecnológico para que beneficie a la mayoría. El tercer desafío es la destrucción del contrato económico y social. Desde la crisis financiera, y en parte a causa de ella, está aumentando la desigualdad, tanto de rentas como de oportunidades, lo que empieza a fracturar ese contrato de forma profunda. El crecimiento de la desigualdad lleva al cuarto desafío: el fracaso de la política. La incapacidad de gestionar de forma adecuada el impacto de la globalización está implicando la aparición de los populismos. Todo ello representa una seria amenaza a los valores liberales. Y la pregunta es cómo vamos a afrontar esos desafíos. Por su parte, Roger Cohen inició su intervención calificando al Brexit de decisión alocada y exponiendo que hay mucha gente que quiere un cambio disruptivo, lo que explica la victoria de Trump. Cohen recordó que, en 1989, con la caída del comunismo, parecía que había llegado el fin de la historia de la mano del triunfo del consenso liberal. Las cosas, sin embargo, no son así. Ahora tenemos que afrontar lo que el diccionario de Oxford denomina la post verdad, así como la consideración de que la única verdad es la que emana de líder, todo lo cual supone un peligro para los valores liberales. Lo que está pasando en Estados Unidos es preocupante. Por ejemplo, la dualidad de posiciones sobre la OTAN de Trump y Pence es algo peligroso porque afecta a la seguridad y a la estabilidad mundiales. Por otra parte, América es una idea; una idea de libertad, democracia y apertura. Ahora se está desprendiendo de ella por culpa de Trump y su amenazante “America First”. Trump también ataca a la UE y espera que haya más países que abandonen el proyecto europeo, lo cual es algo completamente nuevo. Antes, Estados Unidos veía a la UE como una pieza clave para la estabilidad en el continente. Pero ahora las cosas están cambiando porque Trump no conoce la historia europea. “America First” también significa atacar a la OTAN y retirarse de los acuerdos comerciales internacionales, como el TTIP, cuando el multilateralismo ha sido un pilar fundamental de la estabilidad. También va contra la prensa y contra la verdad. Banon dijo que la prensa tenía que callarse, cuando la prensa es fundamental para la libertad. Trump se comporta más como un líder de un movimiento que como el presidente de Estados Unidos. En este sentido, sus ataques al Congreso son preocupantes. En estos casos, las instituciones del orden liberal se ven socavadas de manera sistemática. Algo pasa en nuestras sociedades y debemos reconocerlo porque de ello se alimenta el populismo.
3/13/201837 minutes
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Nuevas demandas, nuevas propuestas en el sector educativo. Karen Sibley, español

El futuro del mercado de trabajo no va a ser como el pasado. Muchas de las profesiones de toda la vida están llamadas a desaparecer, mientras surgen otras nuevas que, hoy por hoy, apenas pueden vislumbrarse. Este cambio siempre ha existido, pero nunca tan acelerado como en la actualidad, cuando ha alcanzado velocidades de vértigo de la mano de un cambio tecnológico de naturaleza exponencial y cuando lo que puede hacer la tecnología por el hombre ha alcanzado cotas inimaginables hace no mucho tiempo. Este nuevo mundo demanda nuevas cualificaciones profesionales y los educadores tendrán que formar a las personas para poder incorporarse al mercado de trabajo, teniendo en cuenta esta realidad. Para poder afrontar este importante desafío, los profesores tendrán que abandonar el sistema tradicional de clases y desarrollar un espíritu empresarial para transmitir a los jóvenes la necesidad de que se inventen a sí mismos y los medios para poder hacerlo. Este es el principal mensaje que dejó Karen Sibley, vicepresidenta de Iniciativas Estratégicas y decana de la School of Professional Studies de la Brown University. La profesora Sibley estuvo en la Fundación Rafael del Pino el 7 de marzo de 2018 para pronunciar la conferencia titulada “Nuevas demandas en la educación ante un nuevo escenario. Conectando los distintos tramos del proceso educativo a partir de tácticas emprendedoras”. En su intervención se mostró claramente a favor del uso de la tecnología con fines pedagógicos. Desde su punto de vista, el sistema educativo necesita crear conectividad para que la tecnología pueda actuar y permitir que cada vez más gente pueda aprender de los grandes educadores del mundo, lo que implica que el aula, entendida como espacio físico, debe cambiar. El espíritu educativo también debe adaptarse a los nuevos tiempos porque la realidad del mercado de trabajo impone que las personas continúen aprendiendo a lo largo de su vida, se reinventen y realicen contribuciones en su trabajo, para la sociedad y para el mundo. Hoy hay ya gente que acude al sistema educativo porque sienten la necesidad de disrumpirse a sí mismos, esto es para cambiar de forma brusca y radical sus cualificaciones profesionales y sustituir a las que hasta ahora tenía o venía utilizando. Disrumpirse resulta excitante y hace que las personas que se embarcan en ello sean felices, se sientan bien. Se trata tanto de cambiar uno mismo como de cambiar la forma de hacer las cosas. Esto es lo que deben hacer los estudiantes a lo largo de su vida. Esta perspectiva cobra especial importancia en el mundo educativo porque los conocimientos que ahora creemos que se precisan para el trabajo, pueden no resultar necesarios en el futuro, con lo que la persona podría verse obligada a reinventarse a sí misma en términos profesionales. Para que el sistema educativo pueda adaptarse a estas exigencias resulta importante que las personas puedan experimentar con distintos tipos de estudios y que, a través de ellos, puedan descubrir dónde ir y qué hacer. En este sentido, es preciso tener en cuenta que las personas, por lo general, no pueden elegir los momentos de disrupción, sino que estos les vienen cuando les vienen. El cambio de sistema educativo no es sencillo. La profesora Sibley explicó que tratar de implantar esta nueva concepción docente en la Universidad de Brown fue todo un desafío, porque se trataba de crear algo que no existía en una institución que cuenta con dos siglos y medio de historia. Para conseguirlo, diseñó un producto que fuera comercializable para, después, poder convencer a otros de que la propuesta tenía valor. Para llevarlo a cabo, la cuestión que se planteó fue cómo conseguir más estudiantes, teniendo en cuenta que muchas personas no se lo pueden permitir. Con este fin, se diseñaron nuevos programas que permitieran a los estudiantes sentirse cómodos, a gusto, pero también que su experiencia fuera una experiencia del mundo real. También exploraron las posibilidades docentes que ofrece la tecnología para esos estudiantes que carecen de medios o a los que les falta tiempo. Mediante la tecnología trataron de que los estudiantes pudieran trabajar en grupo y se crease una comunidad de aprendices con pasión por el aprendizaje y la colaboración. Con ello se pretendía capacitar a los estudiantes para que emprendiese sus propios proyectos vitales. Todo ello se hizo pensando en que las empresas buscan nuevos tipos de talento, como capacidad de aprendizaje durante toda la vida, compromiso y capacidad de trabajo en equipo, capacidad de crear y de comunicar, inventiva, curiosidad, … Y es que, dentro de cinco años, los estudiantes actuales tendrán que volver a aprender, a afrontar desafíos como la inteligencia artificial y a desenvolverse en un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo. Los docentes deben estar preparados para este nuevo mundo. Deben tener una mentalidad emprendedora para buscar soluciones a los problemas. Necesitan plantear desafíos a los alumnos para que estos busquen las soluciones a problemas complejos. Necesitan inventar y reinventarse a sí mismos. Necesitan desarrollar métodos y sistemas para que el estudiante pueda aprender a su propio ritmo, proporcionarle formación cuándo y dónde la necesite, inspirarle para asumir retos y ofrecerle la oportunidad de trabajar en grupo. Todo ello incluye también un concepto de aprendizaje abierto, entendiendo por tal que el estudiante pueda elegir libremente los cursos que quiera hacer, probando cosas diferentes, descartando lo que no le interese, para que pueda convertirse en el arquitecto de sí mismo.
3/9/201847 minutes, 48 seconds
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Nuevas demandas en la educación ante un nuevo escenario. Karen Sibley, english

El futuro del mercado de trabajo no va a ser como el pasado. Muchas de las profesiones de toda la vida están llamadas a desaparecer, mientras surgen otras nuevas que, hoy por hoy, apenas pueden vislumbrarse. Este cambio siempre ha existido, pero nunca tan acelerado como en la actualidad, cuando ha alcanzado velocidades de vértigo de la mano de un cambio tecnológico de naturaleza exponencial y cuando lo que puede hacer la tecnología por el hombre ha alcanzado cotas inimaginables hace no mucho tiempo. Este nuevo mundo demanda nuevas cualificaciones profesionales y los educadores tendrán que formar a las personas para poder incorporarse al mercado de trabajo, teniendo en cuenta esta realidad. Para poder afrontar este importante desafío, los profesores tendrán que abandonar el sistema tradicional de clases y desarrollar un espíritu empresarial para transmitir a los jóvenes la necesidad de que se inventen a sí mismos y los medios para poder hacerlo. Este es el principal mensaje que dejó Karen Sibley, vicepresidenta de Iniciativas Estratégicas y decana de la School of Professional Studies de la Brown University. La profesora Sibley estuvo en la Fundación Rafael del Pino el 7 de marzo de 2018 para pronunciar la conferencia titulada “Nuevas demandas en la educación ante un nuevo escenario. Conectando los distintos tramos del proceso educativo a partir de tácticas emprendedoras”. En su intervención se mostró claramente a favor del uso de la tecnología con fines pedagógicos. Desde su punto de vista, el sistema educativo necesita crear conectividad para que la tecnología pueda actuar y permitir que cada vez más gente pueda aprender de los grandes educadores del mundo, lo que implica que el aula, entendida como espacio físico, debe cambiar. El espíritu educativo también debe adaptarse a los nuevos tiempos porque la realidad del mercado de trabajo impone que las personas continúen aprendiendo a lo largo de su vida, se reinventen y realicen contribuciones en su trabajo, para la sociedad y para el mundo. Hoy hay ya gente que acude al sistema educativo porque sienten la necesidad de disrumpirse a sí mismos, esto es para cambiar de forma brusca y radical sus cualificaciones profesionales y sustituir a las que hasta ahora tenía o venía utilizando. Disrumpirse resulta excitante y hace que las personas que se embarcan en ello sean felices, se sientan bien. Se trata tanto de cambiar uno mismo como de cambiar la forma de hacer las cosas. Esto es lo que deben hacer los estudiantes a lo largo de su vida. Esta perspectiva cobra especial importancia en el mundo educativo porque los conocimientos que ahora creemos que se precisan para el trabajo, pueden no resultar necesarios en el futuro, con lo que la persona podría verse obligada a reinventarse a sí misma en términos profesionales. Para que el sistema educativo pueda adaptarse a estas exigencias resulta importante que las personas puedan experimentar con distintos tipos de estudios y que, a través de ellos, puedan descubrir dónde ir y qué hacer. En este sentido, es preciso tener en cuenta que las personas, por lo general, no pueden elegir los momentos de disrupción, sino que estos les vienen cuando les vienen. El cambio de sistema educativo no es sencillo. La profesora Sibley explicó que tratar de implantar esta nueva concepción docente en la Universidad de Brown fue todo un desafío, porque se trataba de crear algo que no existía en una institución que cuenta con dos siglos y medio de historia. Para conseguirlo, diseñó un producto que fuera comercializable para, después, poder convencer a otros de que la propuesta tenía valor. Para llevarlo a cabo, la cuestión que se planteó fue cómo conseguir más estudiantes, teniendo en cuenta que muchas personas no se lo pueden permitir. Con este fin, se diseñaron nuevos programas que permitieran a los estudiantes sentirse cómodos, a gusto, pero también que su experiencia fuera una experiencia del mundo real. También exploraron las posibilidades docentes que ofrece la tecnología para esos estudiantes que carecen de medios o a los que les falta tiempo. Mediante la tecnología trataron de que los estudiantes pudieran trabajar en grupo y se crease una comunidad de aprendices con pasión por el aprendizaje y la colaboración. Con ello se pretendía capacitar a los estudiantes para que emprendiese sus propios proyectos vitales. Todo ello se hizo pensando en que las empresas buscan nuevos tipos de talento, como capacidad de aprendizaje durante toda la vida, compromiso y capacidad de trabajo en equipo, capacidad de crear y de comunicar, inventiva, curiosidad, … Y es que, dentro de cinco años, los estudiantes actuales tendrán que volver a aprender, a afrontar desafíos como la inteligencia artificial y a desenvolverse en un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo. Los docentes deben estar preparados para este nuevo mundo. Deben tener una mentalidad emprendedora para buscar soluciones a los problemas. Necesitan plantear desafíos a los alumnos para que estos busquen las soluciones a problemas complejos. Necesitan inventar y reinventarse a sí mismos. Necesitan desarrollar métodos y sistemas para que el estudiante pueda aprender a su propio ritmo, proporcionarle formación cuándo y dónde la necesite, inspirarle para asumir retos y ofrecerle la oportunidad de trabajar en grupo. Todo ello incluye también un concepto de aprendizaje abierto, entendiendo por tal que el estudiante pueda elegir libremente los cursos que quiera hacer, probando cosas diferentes, descartando lo que no le interese, para que pueda convertirse en el arquitecto de sí mismo.
3/9/201847 minutes, 48 seconds
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¿Cuáles son las consecuencias económicas del Brexit para España? Luis Garicano

El 29 de mayo de 2017, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia sobre las consecuencias económicas del Brexit para España que impartió Luis Garicano, catedrático de Economía y Estrategia de la London School of Economics. Garicano explicó que el contexto económico tuvo mucho que ver con el Brexit, un contexto de incertidumbre y ansiedad de las clases medias derivada de la globalización y de un cambio tecnológico que está reemplazando los empleos rutinarios por máquinas. Todo ello ha creado en las clases medias una sensación de que su futuro está en peligro y ha permitido que políticos sin escrúpulos puedan convertir esa ansiedad en votos, ofreciendo soluciones sencillas pero que no resuelven nada. El auge del populismo ha sido una sorpresa enorme porque ha surgido en sitios que nadie esperaba. Ese populismo pretende dinamitar algunos de los consensos básicos de nuestras sociedades y está buscando la vuelta al estado-nación, al localismo. Pero eliminar todo ese mundo de tratados económicos internacionales tiene mucho riesgo. Una de las manifestaciones del populismo ha sido el Brexit, que ha tenido mucho que ver con esa ansiedad de las clases medias. Y es que, al final, lo que el Brexit vendía es esa recuperación por parte de las clases medias del control de su vida. Básicamente, el problema clave del Brexit es el Mercado Único. En este sentido, muchos pensaban que los británicos iban a buscar una salida suave sin tocar el Mercado Único, permaneciendo en él. Europa lleva mucho tiempo buscando un Mercado Único. El obstáculo fundamental al mismo son las barreras no arancelarias. Para superarlas, en la década de los 80 se puso en marcha un proceso de integración a través del reconocimiento mutuo de legislaciones y de la armonización legislativa. Este proceso implica que hay un tribunal, el Tribunal Europeo de Justicia, que decide cuáles son las leyes en Inglaterra, lo cual ha resultado muy polémico allí. En esta búsqueda de la recuperación del control, el Brexit tiene tres elementos de desacuerdo con el Mercado Único que son muy importantes. En primer lugar, la libre circulación de personas. Los británicos quieren eliminar esto para controlar sus fronteras. También quieren dejar de contribuir al presupuesto comunitario y quieren que se acabe la jurisdicción del Tribunal Europeo de Justicia. El problema es que Europa no está dispuesta a ceder, sobre todo en lo referente al Tribunal, porque no se puede tener un Mercado Único con reglas diferentes en cada país. El riesgo respecto a todo ello está relacionado con el hecho de que nos esperan dos años de negociación para el divorcio y, una vez concluidas, otras para decidir cómo comerciamos. Pero si no se consigue el acuerdo de divorcio, no se puede negociar el acuerdo comercial. Y si no hay acuerdo de divorcio, a los dos años se produce una ruptura radical y los británicos dejan de tener acceso al mercado europeo. El riesgo, por tanto, no es un Brexit duro, sino una ruptura. Y en torno a todo ello se está creando en el Reino Unido un clima de opinión que no facilita un paso atrás. Las consecuencias para España serán peores cuanto más duro sea el Brexit. Desde la perspectiva de la libertad de circulación de personas, en España hay viviendo 306.000 británicos de forma permanente, pero si se añade a los que pasan aquí nada más que una parte del año, la cifra asciende a un millón de personas. Los españoles viviendo en el Reino Unido son cien mil. Tenemos muchos problemas potenciales en relación con estas personas, como son los visados, la vivienda, la sanidad, las pensiones, … En el terreno del comercio España tiene mucho que perder. Tenemos un superávit comercial con el Reino Unido superior al 1% del PIB. El mercado británico es el cuarto más importante para nuestras exportaciones. Y todos los años nos visitan 16 millones de turistas procedentes de allí. Para hacernos una idea, el Brexit supondría un coste adicional del 11% para el vino español que se vende en el Reino Unido. Por lo que se refiere a la libertad de movimientos de capitales, el Reino Unido ha sido el primer destino de la inversión extranjera directa española, con presencia importante en sectores como la energía, los aeropuertos o la banca.
3/6/201834 minutes, 21 seconds
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The Rise and Future of Progressive Redistribution. Peter Lindert, español

El 4 de octubre de 2017, tuvo lugar, en la Fundación Rafael del Pino, la conferencia de Peter Lindert, presidente de la Economic History Association y Catedrático de economía de la Universidad de California, sobre el crecimiento y el futuro de la redistribución progresiva. Lindert explicó que, en los últimos años, ha surgido una nueva oportunidad de estudiar la desigualdad y la redistribución progresiva porque ahora se dispone de datos sobre la desigualdad antes de las actuaciones fiscales, después de las mismas y de la fiscalidad progresiva implícita. Además, también se dispone de dos nuevas series históricas sobre la desigualdad que empiezan en los años 60, así como de los trabajos del propio Lindert sobre el Reino Unido y Latinoamérica, que se remontan mucho más atrás. De los estudios se concluye que la progresividad redistributiva -redistribución de la riqueza entre las rentas altas y las medias y bajas a través de la imposición progresiva y las políticas de gasto público- es un fenómeno joven y casi global. Hace un siglo, en cambio, prácticamente no existía. En segundo término, la progresividad redistributiva no se ha reducido desde la década de los 70, a pesar de la llegada al poder de políticos como Ronald Reagan o Margaret Thatcher, con programas de reducción de impuestos y de recorte del gasto público. Además, si a los efectos redistributivos de la transferencia de rentas se añaden los efectos igualitarios de la educación pública de masas, esa progresividad aumentaría. En consecuencia, el aumento de la desigualdad no puede explicarse porque se haya reducido la redistribución progresiva, porque no es este el caso. De hecho, la progresividad se ha mostrado inmune a cualquier amenaza que se haya podido cernir sobre la misma. La redistribución progresiva ha crecido a largo plazo, pero su efecto sobre las clases medias y bajas ha sido mínimo en términos de desigualdad. En España ha sucedido lo mismo. Incluso en los países con grandes desigualdades al considerar las rentas antes de impuestos, tampoco se ha reducido la desigualdad porque las clases altas han conseguido capturar a los gobiernos para que las rentas vuelvan a ellos de alguna manera. Las desigualdades, en cambio, se han reducido, cuando los gobiernos han invertido en sanidad y en educación públicas, que constituyen otras formas de transferencia y hay aumentado su peso en porcentaje del PIB. Desde esta perspectiva, no se aprecian aumentos de la desigualdad porque también han aumentado los gastos sociales en sanidad y educación. Esta última forma de redistribución es la que ayuda cada vez más a la mitad de rentas más bajas. De hecho, a medida que aumenta más la inversión pública en educación primaria y secundaria, más se reducen las desigualdades. Ahora, el gran reto en términos de desigualdad es cómo afrontar las consecuencias del envejecimiento poblacional. Un reto especialmente significativo porque muchos países han fracasado a la hora de reducir la pobreza de los mayores de 65 años.
3/6/201859 minutes, 49 seconds
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The Rise and Future of Progressive Redistribution. Peter Lindert, english

El 4 de octubre de 2017, tuvo lugar, en la Fundación Rafael del Pino, la conferencia de Peter Lindert, presidente de la Economic History Association y Catedrático de economía de la Universidad de California, sobre el crecimiento y el futuro de la redistribución progresiva. Lindert explicó que, en los últimos años, ha surgido una nueva oportunidad de estudiar la desigualdad y la redistribución progresiva porque ahora se dispone de datos sobre la desigualdad antes de las actuaciones fiscales, después de las mismas y de la fiscalidad progresiva implícita. Además, también se dispone de dos nuevas series históricas sobre la desigualdad que empiezan en los años 60, así como de los trabajos del propio Lindert sobre el Reino Unido y Latinoamérica, que se remontan mucho más atrás. De los estudios se concluye que la progresividad redistributiva -redistribución de la riqueza entre las rentas altas y las medias y bajas a través de la imposición progresiva y las políticas de gasto público- es un fenómeno joven y casi global. Hace un siglo, en cambio, prácticamente no existía. En segundo término, la progresividad redistributiva no se ha reducido desde la década de los 70, a pesar de la llegada al poder de políticos como Ronald Reagan o Margaret Thatcher, con programas de reducción de impuestos y de recorte del gasto público. Además, si a los efectos redistributivos de la transferencia de rentas se añaden los efectos igualitarios de la educación pública de masas, esa progresividad aumentaría. En consecuencia, el aumento de la desigualdad no puede explicarse porque se haya reducido la redistribución progresiva, porque no es este el caso. De hecho, la progresividad se ha mostrado inmune a cualquier amenaza que se haya podido cernir sobre la misma. La redistribución progresiva ha crecido a largo plazo, pero su efecto sobre las clases medias y bajas ha sido mínimo en términos de desigualdad. En España ha sucedido lo mismo. Incluso en los países con grandes desigualdades al considerar las rentas antes de impuestos, tampoco se ha reducido la desigualdad porque las clases altas han conseguido capturar a los gobiernos para que las rentas vuelvan a ellos de alguna manera. Las desigualdades, en cambio, se han reducido, cuando los gobiernos han invertido en sanidad y en educación públicas, que constituyen otras formas de transferencia y hay aumentado su peso en porcentaje del PIB. Desde esta perspectiva, no se aprecian aumentos de la desigualdad porque también han aumentado los gastos sociales en sanidad y educación. Esta última forma de redistribución es la que ayuda cada vez más a la mitad de rentas más bajas. De hecho, a medida que aumenta más la inversión pública en educación primaria y secundaria, más se reducen las desigualdades. Ahora, el gran reto en términos de desigualdad es cómo afrontar las consecuencias del envejecimiento poblacional. Un reto especialmente significativo porque muchos países han fracasado a la hora de reducir la pobreza de los mayores de 65 años.
3/6/201859 minutes, 46 seconds
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Nosotros y la prosperidad. Ricardo Hausmann

El 7 de junio de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Ricardo Haussamnn, director del Center for International Development de la Universidad de Harvard, titulada “Nosotros y la prosperidad”, en la que analizó la relación entre desarrollo económico y sentimiento de identidad, de pertenencia a un grupo o comunidad, de las sociedades. Hausmann empezó preguntándose qué hace que los países sean ricos o pobres, una cuestión que se viene planteando desde que Adam Smith publicó “La riqueza de las naciones” en 1776. Por entonces, el país más rico del mundo era Holanda y su renta per cápita era cuatro veces superior a la de los países más pobres. Pero lo que era un problema de 4 a 1 se convirtió en un problema de 256 a 1.
3/6/20181 hour, 13 minutes, 45 seconds
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El diseño de la nueva Europa tras el Brexit en un mundo bipolar China-EEUU J. Fernández Villaverde

El 16 de octubre de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Jesús Fernández Villaverde, catedrático de Economía de la Universidad de Pensilvania, sobre “El diseño de la nueva Europa tras el Brexit en un mundo bipolar China-EEUU”. El 16 de octubre de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Jesús Fernández Villaverde, catedrático de Economía de la Universidad de Pensilvania, sobre “El diseño de la nueva Europa tras el Brexit en un mundo bipolar China-EEUU”. Para Fernández Villaverde, lo que nos tiene que preocupar ahora no son los problemas actuales, porque se superarán bien, sino cómo vamos a diseñar la Europa de 2050, cómo hacer que esa Europa se convierta en un centro de bienestar y prosperidad para todo el mundo, así como el papel de España en ella. El orden internacional que surgió tras la Segunda Guerra Mundial -basado en la creación de un sistema de organizaciones internacionales (ONU, FMI…), en otro de instituciones atlánticas de cooperación (OTAN, OCDE), en la hegemonía económica, política y militar de Estados Unidos; en la integración europea y en la contención del comunismo- tuvo un enorme éxito. Gracias a él se generó un crecimiento económico como no se había conocido nunca antes en el mundo, los conflictos entre los países europeos se resolvieron mediante el diálogo y se produjo la expansión de las ideas democráticas. Ese orden, sin embargo, ahora se ha resquebrajado, por varios motivos. En primer lugar, China reaparece en el orden internacional, lo que cambia la balanza de poder en el mundo. En segundo término, Estados Unidos está dejando de ser un país de la costa atlántica y se está moviendo hacia el Pacífico, tanto en términos demográficos como económicos. La población de origen asiático residente en Estados Unidos no para de ganar peso en el total de habitantes y en las universidades. Cuando las élites americanas sean asiáticas, EEUU empezará a pensar más en términos del Pacífico, porque esas élites no tendrán nada que ver con Europa. Vamos, por tanto, a una bipolaridad China-EEUU. Esto supone que Europa tiene que responder. España también, y debe hacerlo dentro de una Europa fuerte y unida. Muchas veces se habla de una Europa federal idealista. Pero hay otras fuerzas estructurales que explican por qué la idea de la unidad europea funcionó en 1957 y no en 1867. En primer lugar, Europa es la salvación del Estado nación en el siglo XX porque da respuesta a los problemas de seguridad de Francia, a la necesidad de Alemania de acceder a los mercados internacionales, al problema del reducido tamaño del Benelux y a los problemas de gobernanza de Italia y España, y todo ello dentro de un marco de relaciones basadas en la paz y la cooperación. El Reino Unido, por su parte, es un estado que en el siglo XX lo hace mejor porque se integró en una economía internacional extra europea, a través de la Commonwealth. En 1973 entra en Europa porque vive su peor momento, debido a la pérdida del imperio y la imposibilidad de mantener los privilegios comerciales con la Commonwealth, pero siempre estuvo incómodo en Europa. Por su parte, los países escandinavos crearon un Estado del Bienestar que les funciona bien, con lo que no están en Europa (Islandia, Noruega), o están dentro de la UE pero fuera del euro (Suecia, Dinamarca). El único contento con Europa es Finlandia, pero por el temor a sus vecinos los rusos. Ahora la cuestión es cómo se puede organizar la UE sobre unas bases sólidas. Para ello, lo primero de todo es simplificar la estructura de Europa y volver al proyecto inicial de supranacionalidad, consiguiendo que exista un control democrático de las instituciones y reformándolas, empezando por la Comisión Europea. Europa, además, necesita una política común de seguridad y defensa que sea efectiva. Si el gasto conjunto en defensa de los distintos países europeos dentro de esta política, le daría a Europa muchas más capacidades de actuación que Rusia y se pondría al mismo nivel que China. La Unión Europea, asimismo, tiene problemas muy serios de crecimiento económico a largo plazo. Necesitamos una política de inmigración común y que se base en obtener el talento y el capital humano que necesita. Es necesario también reformar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), para que tenga capacidad de reestructurar la deuda. Junto a ello se precisa una política común fiscal, con un tramo europeo del IVA y con una mutualización parcial de riesgos. También hace falta completar la Unión Bancaria con un seguro europeo de depósitos y un mayor poder para el regulador común de los mercados financieros. Por último, se necesita un tratamiento común del fintec, una política de competencia común, una mejora y un impulso del sistema europeo de patentes y una reunificación del derecho privado. En este contexto, España necesita crecer porque una España próspera es una España que importa en Europa. Ahora bien, con la demografía española no se puede sostener el Estado del bienestar, ni el problema se va a arreglar trayendo millones de inmigrantes porque el sistema político y económico no lo soporta. Lo que hay que hacer es crear empleo, racionalizar los horarios de trabajo, establecer una política fiscal favorable a la natalidad, buscar medidas de conciliación de la vida laboral y familiar y crear una política de capital humano que se base en la selección de élites. Con el Brexit y en este entorno, Madrid tiene una ventana de oportunidad increíble. Es una de las grandes metrópolis europeas y puede consolidarse como la tercera gran área metropolitana de Europa, junto con Londres y París. Madrid tiene que convertirse en una de las locomotoras de Europa. Para ello, es preciso un gran acuerdo entre los partidos políticos y los agentes sociales. También es necesario que aumente el número de habitantes y que se dote de un sistema educativo de calidad. En este sentido, es fundamental que Madrid cuente con una universidad líder a nivel mundial, como Oxford, Cambridge o la London School of Economics. Y precisa también de un marco de negocios que sea el mejor del mundo, tanto en infraestructuras físicas como de negocios.
3/6/201846 minutes, 4 seconds
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Más allá del Brexit: los retos de futuro para Gran Bretaña y la Unión Europea. Nick Clegg, english

El 20 de abril de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de Nick Clegg, ex líder del Partido Liberal británico y ex vice primer ministro del Reino Unido, sobre los retos de futuro para Gran Bretaña y para la Unión Europea. Cleeg señaló que vivimos en un tiempo de turbulencias y de volatilidad política sin precedentes, el que el escenario ideológico simple del pasado ha desaparecido. Ya no es un mundo de debates entre conservadores y laboristas, o sobre más o menos mercado o más o menos impuestos. Este escenario ha sido reemplazado por otro mucho más complejo y con muchos más actores.
3/6/201843 minutes, 11 seconds
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Las esencias del comportamiento económico en el largo plazo. John Wallis, español

El 16 de mayo de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de John Wallis sobre “Las esencias del comportamiento económico en el largo plazo”. Wallis, catedrático de Economía de la Universidad de Maryland, explicó que lo que produce el crecimiento económico a largo plazo es, sobre todo, la reducción de la frecuencia y la intensidad de las recesiones. Esto se debe a los cambios institucionales que tienen lugar a lo largo del tiempo. Según los análisis históricos llevados a cabo al respecto, las tasas de crecimiento a corto plazo y la frecuencia y la intensidad de las recesiones han sido elevadas durante la mayor parte de la historia. En los países en desarrollo siguen siendo altas y muy variables. Entonces, ¿por qué se producen las mejoras en el crecimiento a largo plazo? Pues porque la frecuencia y la intensidad de las recesiones han disminuido. De hecho, la tasa de crecimiento a corto plazo ha tendido a reducirse a lo largo del tiempo, más que a aumentar, cuando ha mejorado el crecimiento a largo plazo. En consecuencia, la forma en la que los países se enriquecen es con crecimientos bajos pero sostenidos. Esto explica porque los países ricos son cada vez más ricos, ya que en los países pobres las crisis se producen con mayor frecuencia y son más intensas. Adam Smith nos enseñó que el crecimiento económico a largo plazo depende de la amplitud de los mercados, de la especialización productiva y de la división del trabajo, como explicó con su conocido ejemplo de la fábrica de alfileres. En este mundo, también pueden contribuir al crecimiento económico el desarrollo tecnológico, la transición demográfica, los cambios estructurales en las economías y las guerras. Aun así, ello no basta por sí mismo para superar la trampa maltusiana sin que se produzca una intervención que lo haga posible. Esto se debe a que la sociedad smithsoniana es una sociedad que se basa en las relaciones interpersonales, en el conocimiento del otro y, por tanto, en la confianza. En esta sociedad, las élites disfrutan de privilegios y detentan un poder que usan, por lo general, para defender dichos privilegios. En este sentido, las élites se encuentran menos dispuestas a respetar los contratos porque solo pueden obligarlas a hacerlo efectivamente capas superiores a ellas en la sociedad. Son relaciones de arriba hacia abajo en las que cuanto más alto se encuentra uno, más difícil es que tenga a alguien por encima que le obligue a satisfacer la palabra dada. Este tipo de sociedades son más propensas a que se produzcan crisis más amplias y más frecuentes, ya que el incumplimiento de los contratos puede desencadenar situaciones de ruptura dentro de las élites mismas que impidan las relaciones comerciales entre los miembros de la élite. Con los estratos inferiores de la sociedad esas relaciones no existirán puesto que carecen de capacidad de imponer la satisfacción de los contratos y, por tanto, se abstendrán de relacionarse económicamente con niveles sociales más elevados a los suyos. Las sociedades modernas, en cambio, se adaptan mejor a las situaciones de crisis porque las relaciones son impersonales y, por ello, tienen lugar entre todos los niveles de la sociedad, Con ello, se elimina la posibilidad de una ruptura de las élites que lleve a una crisis a todos como consecuencia de los cambios y las incertidumbres que afectan a esas élites. Aquí las élites ya no pueden usar las leyes en su favor, con lo que se ven obligadas a satisfacer los contratos suscritos. Las rupturas no se producen y, de esta forma, disminuyen la cuantía y la intensidad de las crisis.
3/6/201851 minutes, 9 seconds
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Las esencias del comportamiento económico en el largo plazo. John Wallis, english

El 16 de mayo de 2017 tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino la conferencia de John Wallis sobre “Las esencias del comportamiento económico en el largo plazo”. Wallis, catedrático de Economía de la Universidad de Maryland, explicó que lo que produce el crecimiento económico a largo plazo es, sobre todo, la reducción de la frecuencia y la intensidad de las recesiones. Esto se debe a los cambios institucionales que tienen lugar a lo largo del tiempo. Según los análisis históricos llevados a cabo al respecto, las tasas de crecimiento a corto plazo y la frecuencia y la intensidad de las recesiones han sido elevadas durante la mayor parte de la historia. En los países en desarrollo siguen siendo altas y muy variables. Entonces, ¿por qué se producen las mejoras en el crecimiento a largo plazo? Pues porque la frecuencia y la intensidad de las recesiones han disminuido. De hecho, la tasa de crecimiento a corto plazo ha tendido a reducirse a lo largo del tiempo, más que a aumentar, cuando ha mejorado el crecimiento a largo plazo. En consecuencia, la forma en la que los países se enriquecen es con crecimientos bajos pero sostenidos. Esto explica porque los países ricos son cada vez más ricos, ya que en los países pobres las crisis se producen con mayor frecuencia y son más intensas. Adam Smith nos enseñó que el crecimiento económico a largo plazo depende de la amplitud de los mercados, de la especialización productiva y de la división del trabajo, como explicó con su conocido ejemplo de la fábrica de alfileres. En este mundo, también pueden contribuir al crecimiento económico el desarrollo tecnológico, la transición demográfica, los cambios estructurales en las economías y las guerras. Aun así, ello no basta por sí mismo para superar la trampa maltusiana sin que se produzca una intervención que lo haga posible. Esto se debe a que la sociedad smithsoniana es una sociedad que se basa en las relaciones interpersonales, en el conocimiento del otro y, por tanto, en la confianza. En esta sociedad, las élites disfrutan de privilegios y detentan un poder que usan, por lo general, para defender dichos privilegios. En este sentido, las élites se encuentran menos dispuestas a respetar los contratos porque solo pueden obligarlas a hacerlo efectivamente capas superiores a ellas en la sociedad. Son relaciones de arriba hacia abajo en las que cuanto más alto se encuentra uno, más difícil es que tenga a alguien por encima que le obligue a satisfacer la palabra dada. Este tipo de sociedades son más propensas a que se produzcan crisis más amplias y más frecuentes, ya que el incumplimiento de los contratos puede desencadenar situaciones de ruptura dentro de las élites mismas que impidan las relaciones comerciales entre los miembros de la élite. Con los estratos inferiores de la sociedad esas relaciones no existirán puesto que carecen de capacidad de imponer la satisfacción de los contratos y, por tanto, se abstendrán de relacionarse económicamente con niveles sociales más elevados a los suyos. Las sociedades modernas, en cambio, se adaptan mejor a las situaciones de crisis porque las relaciones son impersonales y, por ello, tienen lugar entre todos los niveles de la sociedad, Con ello, se elimina la posibilidad de una ruptura de las élites que lleve a una crisis a todos como consecuencia de los cambios y las incertidumbres que afectan a esas élites. Aquí las élites ya no pueden usar las leyes en su favor, con lo que se ven obligadas a satisfacer los contratos suscritos. Las rupturas no se producen y, de esta forma, disminuyen la cuantía y la intensidad de las crisis.
3/6/201851 minutes, 11 seconds
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Gobernanza global y sector privado. Sean Cleary, español

¿Dónde están los límites de la acción colectiva en el contexto actual de complejidad? Sean Cleary, director general del Center for Advanced Governance, presidente de Strategic Concept y vicepresidente ejecutivo de la FutureWorld Foundation, trató de responder a esta cuestión en la conferencia que pronunció el 4 de abril en la Fundación Rafael del Pino. Para Cleary, la sociedad humana es un sistema complejo, incapaz de someterse a un control directivo, inmerso en la biosfera plantearía y en adaptación constante. Por ello, existe una gran asimetría entre la escala y la profundidad de la economía global, la ausencia de una comunidad global inclusiva y el estado de la política mundial, lo que está provocando problemas como consecuencia de la ruptura del proceso de transición de lo local a lo global. Esta situación conlleva importantes desafíos que es necesario acometer a escala global, por ejemplo en todo lo relacionado con el medio ambiente y el crecimiento económico sostenible. En este sentido, el primer desafío para la gobernanza global es que casi todos los actores ven de forma diferente los costes y beneficios de sus acciones, excepto en los momentos de crisis. Por ello existe la necesidad de gestionar los desajustes globales. Además, el orden global se estructura sobre valores occidentales que no son, necesariamente, universales. En relación con ello, hay que empezar a admitir que vivimos en un mundo global y heterogéneo, en el que la globalización al estilo anglosajón supone un desafío para otros valores sociales y culturales que provoca reacciones de naturaleza etnocentrista. Para adaptarse a ese contexto, las sociedades tratan de modificar la estructura de sus instituciones, pero con ello se pierde el sentido de comunidad. El G-7, por su parte, carece de la capacidad necesaria para conformar la política mundial. Los poderes políticos han tratado de crear instituciones globales, y han fracasado y volverán a fracasar en el empeño. Además, los cambios que están teniendo lugar en el poder económico tienen consecuencias políticas. Lo más importante, sin embargo, es que en el núcleo del problema de la gobernanza global reside el hecho de que los políticos son responsables ante sus electores locales, mientras que la mayor parte de las amenazas no entienden de fronteras e, incluso, son globales, con lo que no siempre los líderes políticos toman las decisiones más adecuadas a largo plazo. Para afrontar esos desafíos, se necesita un sistema de gobernanza global basado en cinco pilares: la promoción de un sistema de crecimiento económico y desarrollo social sostenible, la reducción efectiva de la pobreza y la mejora de la igualdad, actuar sobre los orígenes de las vulnerabilidades humanas, nacionales y globales y promover la seguridad, compartir las normas y valores que faciliten la convivencia global mientras se mantiene la diversidad cultural y mejorar la calidad de la gobernanza global y de las instituciones internacionales.
3/5/201834 minutes, 5 seconds
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Gobernanza global y sector privado. Sean Cleary, english

La Fundación Rafael del Pino organizó, 4 de abril de 2016 a las 19 horas, la Conferencia Magistral “Gobernanza global y sector privado” que impartió Sean Cleary. ¿Dónde están los límites de la acción colectiva en el contexto actual de complejidad? Sean Cleary, director general del Center for Advanced Governance, presidente de Strategic Concept y vicepresidente ejecutivo de la FutureWorld Foundation, trató de responder a esta cuestión en la conferencia que pronunció el 4 de abril en la Fundación Rafael del Pino. Para Cleary, la sociedad humana es un sistema complejo, incapaz de someterse a un control directivo, inmerso en la biosfera plantearía y en adaptación constante. Por ello, existe una gran asimetría entre la escala y la profundidad de la economía global, la ausencia de una comunidad global inclusiva y el estado de la política mundial, lo que está provocando problemas como consecuencia de la ruptura del proceso de transición de lo local a lo global. Esta situación conlleva importantes desafíos que es necesario acometer a escala global, por ejemplo en todo lo relacionado con el medio ambiente y el crecimiento económico sostenible. En este sentido, el primer desafío para la gobernanza global es que casi todos los actores ven de forma diferente los costes y beneficios de sus acciones, excepto en los momentos de crisis. Por ello existe la necesidad de gestionar los desajustes globales. Además, el orden global se estructura sobre valores occidentales que no son, necesariamente, universales. En relación con ello, hay que empezar a admitir que vivimos en un mundo global y heterogéneo, en el que la globalización al estilo anglosajón supone un desafío para otros valores sociales y culturales que provoca reacciones de naturaleza etnocentrista. Para adaptarse a ese contexto, las sociedades tratan de modificar la estructura de sus instituciones, pero con ello se pierde el sentido de comunidad. El G-7, por su parte, carece de la capacidad necesaria para conformar la política mundial. Los poderes políticos han tratado de crear instituciones globales, y han fracasado y volverán a fracasar en el empeño. Además, los cambios que están teniendo lugar en el poder económico tienen consecuencias políticas. Lo más importante, sin embargo, es que en el núcleo del problema de la gobernanza global reside el hecho de que los políticos son responsables ante sus electores locales, mientras que la mayor parte de las amenazas no entienden de fronteras e, incluso, son globales, con lo que no siempre los líderes políticos toman las decisiones más adecuadas a largo plazo. Para afrontar esos desafíos, se necesita un sistema de gobernanza global basado en cinco pilares: la promoción de un sistema de crecimiento económico y desarrollo social sostenible, la reducción efectiva de la pobreza y la mejora de la igualdad, actuar sobre los orígenes de las vulnerabilidades humanas, nacionales y globales y promover la seguridad, compartir las normas y valores que faciliten la convivencia global mientras se mantiene la diversidad cultural y mejorar la calidad de la gobernanza global y de las instituciones internacionales.
3/5/201834 minutes, 9 seconds
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Poder y prosperidad en el Siglo XXI: una perspectiva americana. Joseph Nye, español

El pasado 9 de junio de 2016 se celebró la conferencia magistral de Josep Nye, organizada por la Fundación Rafael del Pino. En ella, Nye, profesor de gobierno de la Kennedy School de la Universidad de Harvard, pasó revista a la situación actual de Estados Unidos.
3/1/201859 minutes, 31 seconds
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Poder y prosperidad en el Siglo XXI: una perspectiva americana. Joseph Nye

El pasado 9 de junio de 2016 se celebró la conferencia magistral de Josep Nye, organizada por la Fundación Rafael del Pino. En ella, Nye, profesor de gobierno de la Kennedy School de la Universidad de Harvard, pasó revista a la situación actual de Estados Unidos.
3/1/201859 minutes, 31 seconds
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En defensa de Europa. ¿Tiene salvación el proyecto europeo?. Loukas Tsoukalis, español

Conferencia Magistral de Loukas Tsoukalis, Pierre Keller Visiting Professor en la Harvard Kennedy School, sobre el futuro de la construcción europea. Durante su intervención, Tsoulakis trató de dar respuesta a dos cuestiones: qué está mal con el proyecto europeo y cuáles son los principales desafíos y opciones para el mismo.
2/27/201831 minutes, 17 seconds
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En defensa de Europa. ¿Tiene salvación el proyecto europeo?. Loukas Tsoukalis, english

Conferencia Magistral de Loukas Tsoukalis, Pierre Keller Visiting Professor en la Harvard Kennedy School, sobre el futuro de la construcción europea. Durante su intervención, Tsoulakis trató de dar respuesta a dos cuestiones: qué está mal con el proyecto europeo y cuáles son los principales desafíos y opciones para el mismo.
2/27/20180
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Tiempo, espacio y el futuro del pasado: los horizontes de la Historia. David Armitage, español

David Armitage, Lloyd C. Blankfein Professor of History de la Universidad de Harvard. En su conferencia, hizo un llamamiento a los historiadores y a todo aquel interesado en el papel de la Historia en la sociedad contemporánea debido a la necesidad de recuperar y revitalizar esta rama del saber como instrumento de conocimiento y herramienta para el mejor desarrollo de la humanidad.
2/27/201841 minutes, 48 seconds
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Por qué fracasan los países. James Robinson, english

¿Por qué fracasan los países? James Robinson, catedrático de Economía Política en la Harris School de Política Pública en la Universidad de Chicago ofreció una respuesta a esta pregunta en la conferencia que pronunció el 29 de marzo en la Fundación Rafael del Pino. Según Robinson, coautor del libro “Por qué fracasan los países”, las sociedades de éxito son las que generan productividad. La diferencia entre los países ricos y pobres no es, en realidad, de renta per cápita, sino de productividad. Y detrás de ello se encuentra la forma en que las sociedades están organizadas; las normas, los sistemas de incentivos y las oportunidades que se generan en su seno. Todo lo cual depende de las instituciones. Bill Gates y Carlos Slim son dos de las personas más ricas del mundo, pero la forma en la que hicieron su fortuna y el impacto de su enriquecimiento en las sociedades estadounidense y mexicana, respectivamente, son muy diferentes como consecuencia, precisamente, de las diferencias institucionales entre ambos países. En Estados Unidos hay instituciones inclusivas que llevan a la gente hacia las actividades innovadoras que generan riqueza para el conjunto de la sociedad. En México, en cambio, las instituciones no aplican las normas y permiten la generación de monopolios, como el de Slim, que enriquecen a unos pocos y empobrecen a la mayoría, incluido al Estado. Detrás de las instituciones hay un Estado, un sistema político, que es el que crea dichas instituciones. Si las instituciones que se crean son inclusivas, es decir, que definen y defienden los derechos de propiedad, los países prosperan. Si, por el contrario, son extractivas, o sea, que no definen ni protegen esos derechos, entonces los países fracasan. Las primeras permiten aprovechar el talento latente en las sociedades; las segundas, no. Los países pobres, desde esta óptica, no lo son porque carezcan de gente capaz, sino porque el sistema institucional no permite sacar partido de esas capacidades. Las instituciones extractivas, además, concentran el poder político, mientras que las inclusivas lo distribuyen por la sociedad. Así se configuran las instituciones políticas. Y las instituciones políticas extractivas dan lugar a instituciones económicas extractivas, mientras que las inclusivas generan otras económicas también inclusivas. Las primeras crean pobreza; las segundas, crecimiento económico y desarrollo. Hay casos, no obstante, como el de China, en el que instituciones políticas extractivas dan lugar a instituciones económicas inclusivas que generan crecimiento económico. Pero esa situación es inestable e insostenible en el tiempo. Por lo que se refiere a España, el país es un ejemplo de mucho éxito en términos económicos y políticos porque tiene instituciones inclusivas. Pero también existen algunas extractivas que establecen un nexo entre la política, las empresas de construcción y las entidades financieras que explica la crisis.
2/22/201833 minutes
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Por qué fracasan los países. James Robinson, español

¿Por qué fracasan los países? James Robinson, catedrático de Economía Política en la Harris School de Política Pública en la Universidad de Chicago ofreció una respuesta a esta pregunta en la conferencia que pronunció el 29 de marzo en la Fundación Rafael del Pino. Según Robinson, coautor del libro “Por qué fracasan los países”, las sociedades de éxito son las que generan productividad. La diferencia entre los países ricos y pobres no es, en realidad, de renta per cápita, sino de productividad. Y detrás de ello se encuentra la forma en que las sociedades están organizadas; las normas, los sistemas de incentivos y las oportunidades que se generan en su seno. Todo lo cual depende de las instituciones. Bill Gates y Carlos Slim son dos de las personas más ricas del mundo, pero la forma en la que hicieron su fortuna y el impacto de su enriquecimiento en las sociedades estadounidense y mexicana, respectivamente, son muy diferentes como consecuencia, precisamente, de las diferencias institucionales entre ambos países. En Estados Unidos hay instituciones inclusivas que llevan a la gente hacia las actividades innovadoras que generan riqueza para el conjunto de la sociedad. En México, en cambio, las instituciones no aplican las normas y permiten la generación de monopolios, como el de Slim, que enriquecen a unos pocos y empobrecen a la mayoría, incluido al Estado. Detrás de las instituciones hay un Estado, un sistema político, que es el que crea dichas instituciones. Si las instituciones que se crean son inclusivas, es decir, que definen y defienden los derechos de propiedad, los países prosperan. Si, por el contrario, son extractivas, o sea, que no definen ni protegen esos derechos, entonces los países fracasan. Las primeras permiten aprovechar el talento latente en las sociedades; las segundas, no. Los países pobres, desde esta óptica, no lo son porque carezcan de gente capaz, sino porque el sistema institucional no permite sacar partido de esas capacidades. Las instituciones extractivas, además, concentran el poder político, mientras que las inclusivas lo distribuyen por la sociedad. Así se configuran las instituciones políticas. Y las instituciones políticas extractivas dan lugar a instituciones económicas extractivas, mientras que las inclusivas generan otras económicas también inclusivas. Las primeras crean pobreza; las segundas, crecimiento económico y desarrollo. Hay casos, no obstante, como el de China, en el que instituciones políticas extractivas dan lugar a instituciones económicas inclusivas que generan crecimiento económico. Pero esa situación es inestable e insostenible en el tiempo. Por lo que se refiere a España, el país es un ejemplo de mucho éxito en términos económicos y políticos porque tiene instituciones inclusivas. Pero también existen algunas extractivas que establecen un nexo entre la política, las empresas de construcción y las entidades financieras que explica la crisis.
2/22/201833 minutes
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El arte de los negocios en un mundo 2.0. Guy Kawasaki, english

Conferencia Magistral Guy Kawasaki: “El arte de los negocios en un mundo 2.0”. Guy Kawasaki es uno de los grandes referentes mundiales actuales en el campo del marketing y nuevas tecnologías. A mediados de los años ochenta comenzó a trabajar en Apple, donde fue pionero en aplicar el concepto de «evangelizar» a los negocios tecnológicos.
2/22/20181 hour, 6 minutes, 6 seconds
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El arte de los negocios en un mundo 2.0. Guy Kawasaki, español

Conferencia Magistral Guy Kawasaki: “El arte de los negocios en un mundo 2.0”. Guy Kawasaki es uno de los grandes referentes mundiales actuales en el campo del marketing y nuevas tecnologías. A mediados de los años ochenta comenzó a trabajar en Apple, donde fue pionero en aplicar el concepto de «evangelizar» a los negocios tecnológicos.
2/22/20181 hour, 6 minutes, 7 seconds
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La libertad de expresión en la era de internet. James Harding, español

¿Debe regularse internet y, en particular, todo lo que se refiere a la difusión de informaciones falsas o de noticias basura? James Harding se pronuncia a favor de que los gobiernos pongan orden en ese mundo, por las implicaciones que tienen esos comportamientos para el futuro de la libertad y la democracia en todo el mundo
2/7/20181 hour, 13 minutes, 59 seconds
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La libertad de expresión en la era de internet. James Harding, english

¿Debe regularse internet y, en particular, todo lo que se refiere a la difusión de informaciones falsas o de noticias basura? James Harding se pronuncia a favor de que los gobiernos pongan orden en ese mundo, por las implicaciones que tienen esos comportamientos para el futuro de la libertad y la democracia en todo el mundo
2/7/201841 minutes, 23 seconds
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Progreso. 10 razones para mirar al futuro con optimismo. Johan Norberg, english

Cuando se observan las visiones dominantes en los grandes debates económicos de la actualidad, parece poco menos que el mundo se va a venir abajo. Unos estudios hablan de la ingente cantidad de puestos de trabajo que se van a perder a causa del desarrollo tecnológico; otros informes hacen hincapié en el aumento en la desigualdad de la renta en los países occidentales en los últimos treinta años; otros más se refieren a los empleos de las naciones industrializadas que la globalización ha hecho desaparecer y de las fábricas que se ha llevado a los lugares que cuentan con mano de obra barata; otros más ponen en cuestión el futuro de la protección social, y así sucesivamente. Este panorama tan deprimente que se dibuja en el debate público parece justificar aquello que dijo William Goodwin de que la economía es la ciencia lúgubre. Johan Norberg discrepa de esta visión tan pesimista y nos invita a contemplar el futuro con unos ojos más optimistas. Norberg, senior fellow del Cato Institute, desmiente aquello de que el pesimista es un optimista bien informado, porque él basa su optimismo, precisamente, en las informaciones que extrae de los datos, sobre todo cuando los analiza con perspectiva histórica, y así lo expuso en la conferencia que tuvo lugar el 25 de enero de 2018, en la Fundación Rafael del Pino, con motivo de la presentación de su libro Progreso. Diez razones para mirar el futuro con optimismo. A Norberg no le parece que cualquier tiempo pasado fuese mejor que el actual, sino todo lo contrario. Él quita dramatismo a las visiones económicas negativas y nos invita a reflexionar acerca de que el mundo no es tan malo como parece, sobre todo gracias a los avances en la ciencia y la tecnología. Lo que pasa es que el cambio resuelve unos problemas mientras aparecen otros nuevos y eso nos lleva a pensar que entonces estábamos mejor que ahora, en especial cuando ese ahora viene marcado por un ritmo frenético de cambio. Ante ello, el ser humano tiende a sentirse impotente, deprimido, incapaz de lidiar con lo que supuestamente se le viene encima, y eso le lleva a pensar que antes se encontraba mejor. Ahora bien, cuando se analizan los datos, y se hace con perspectiva histórica, se puede ver que en el pasado el ser humano ni mucho menos estaba mejor que ahora. Eso es lo que explica en su libro y, para justificar su posición, aportó dos de las diez razones que esgrime en el texto: la mejora en la esperanza de vida y la reducción de la pobreza. En los últimos doscientos años, la esperanza de vida ha aumentado desde los 35 años hasta los niveles actuales, en los que ya no hay un país, por pobre que sea, en el que no supere los 40 años, cuando antes ninguno llegaba a ese nivel. En Occidente, incluso, sobrepasa los 80 años. Y ello es posible porque ni la gente se muere de hambre, como en el pasado, ni fallece a causa de enfermedades que hoy se curan con un simple antibiótico. Hace doscientos años, también, el 95% de la población mundial vivía en situación de extrema pobreza, una situación que hoy se define como vivir con menos de dos dólares al día. Pero llegó la revolución industrial, apareció la división del trabajo, vino el comercio libre y las cosas cambiaron de forma radical, hasta el punto de que la pobreza extrema ha caído hasta el 9%, cuando hace 25 años afectaba al 37% de la humanidad, y lo ha hecho gracias a la globalización. De hecho, cada día 1.400 personas en todo el mundo salen de la pobreza y tenemos dos mil millones de personas que duplican su renta cada diez años. Cuando se esgrimen estas cifras, los enemigos de la globalización enseguida tratan de defender su posición exhibiendo aquellas otras que hablan del aumento de la desigualdad de rentas en el mundo. Y Norberg vuelve a matizar el sentido de la crítica, primero porque las desigualdades entre países se han reducido y, segundo, porque aquellos países más igualitarios en el pasado, lo eran porque tenían rentas muy bajas, esto es, eran igualitarios, pero en la pobreza. Además, cuando se sale de situaciones de pobreza, no todo el mundo lo hace al mismo ritmo, con lo que las desigualdades aumentan. Pero Norberg dice que lo relevante no es eso, sino la reducción de la pobreza. Gracias a la reducción de la pobreza, la gente tiene más a cceso a la comida y mejora su nutrición. También tiene acceso a los cuidados médicos, los medicamentos, la cirugía, etc., gracias a que los desarrollos tecnológicos y la acción de los empresarios han reducido los precios de las cosas que hoy por hoy forman parte de nuestra vida diaria, de nuestro bienestar. Debido a ello se ha producido el aumento de la esperanza de vida desde los 35 años, hasta el punto de que un niño que nazca hoy tiene una altísima probabilidad de llegar a la edad de jubilación. Y la globalización hace más fácil transmitir el conocimiento, la forma de usar las cosas, que hay detrás de todo ello. Las libertades juegan un papel fundamental en estos logros, en concreto tres de ellas: la libertad de explorar nuevos conocimientos (sobre el cuerpo, sobre algoritmos, etc.), la libertad de experimentar con ellos a través de nuevas tecnologías y modelos de negocios y la libertad de intercambios a través de las fronteras de conocimientos, de tecnologías. Con ello, las probabilidades de resolver los problemas del mundo son mayores porque hay más gente pensando y trabajando en ello gracias a estas tres libertades. Ahora bien, estas libertades se ven amenazadas por los populismos, tanto los de derechas como los de izquierdas, porque la gente no entiende los progresos que estamos consiguiendo. Por el contrario, solo ve amenazas y como se siente amenazada, pide protección. Las personas creen, por las noticias, que todo está fatal y las redes sociales hacen esto más peligroso. Piden protección porque, por instinto de supervivencia, el ser humano recuerda mejor los malos momentos. Pero no hay que olvidar que el progreso está basado en la libertad, y no podemos darlo por garantizado si la libertad desaparece o se ve restringida.
2/6/201846 minutes, 52 seconds
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Progreso. 10 razones para mirar al futuro con optimismo. Johan Norberg, español

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 25 de enero de 2018, la Conferencia Magistral “Progreso. 10 razones para mirar al futuro con optimismo” que pronunció Johan Norberg, ensayista económico y Senior Fellow del Cato Institute con motivo de la presentación del libro del mismo título publicado por Deusto, Value School y el Instituto Juan de Mariana. Johan Norberg, ensayista económico sueco y activo conferenciante internacional, colabora habitualmente con medios globales y escribe una columna en el periódico Metro. Sus trabajos tratan sobre el emprendimiento, la libertad, la economía y la globalización. Es miembro del consejo de la Sociedad Mont Pelerin de Suiza, experto del Cato Institute de Washington y senior fellow del European Centre for International Political Economy de Bruselas. Ha escrito quince libros, de los cuales en España se han publicado En defensa del capitalismo global (Unidad Editorial, 2005) y Fiasco Financiero: Cómo la obsesión de los americanos por la propiedad inmobiliaria y el dinero fácil causó la crisis económica (Unidad Editorial, 2015). RESUMEN Cuando se observan las visiones dominantes en los grandes debates económicos de la actualidad, parece poco menos que el mundo se va a venir abajo. Unos estudios hablan de la ingente cantidad de puestos de trabajo que se van a perder a causa del desarrollo tecnológico; otros informes hacen hincapié en el aumento en la desigualdad de la renta en los países occidentales en los últimos treinta años; otros más se refieren a los empleos de las naciones industrializadas que la globalización ha hecho desaparecer y de las fábricas que se ha llevado a los lugares que cuentan con mano de obra barata; otros más ponen en cuestión el futuro de la protección social, y así sucesivamente. Este panorama tan deprimente que se dibuja en el debate público parece justificar aquello que dijo William Goodwin de que la economía es la ciencia lúgubre. Johan Norberg discrepa de esta visión tan pesimista y nos invita a contemplar el futuro con unos ojos más optimistas. Norberg, senior fellow del Cato Institute, desmiente aquello de que el pesimista es un optimista bien informado, porque él basa su optimismo, precisamente, en las informaciones que extrae de los datos, sobre todo cuando los analiza con perspectiva histórica, y así lo expuso en la conferencia que tuvo lugar el 25 de enero de 2018, en la Fundación Rafael del Pino, con motivo de la presentación de su libro Progreso. Diez razones para mirar el futuro con optimismo. A Norberg no le parece que cualquier tiempo pasado fuese mejor que el actual, sino todo lo contrario. Él quita dramatismo a las visiones económicas negativas y nos invita a reflexionar acerca de que el mundo no es tan malo como parece, sobre todo gracias a los avances en la ciencia y la tecnología. Lo que pasa es que el cambio resuelve unos problemas mientras aparecen otros nuevos y eso nos lleva a pensar que entonces estábamos mejor que ahora, en especial cuando ese ahora viene marcado por un ritmo frenético de cambio. Ante ello, el ser humano tiende a sentirse impotente, deprimido, incapaz de lidiar con lo que supuestamente se le viene encima, y eso le lleva a pensar que antes se encontraba mejor. Ahora bien, cuando se analizan los datos, y se hace con perspectiva histórica, se puede ver que en el pasado el ser humano ni mucho menos estaba mejor que ahora. Eso es lo que explica en su libro y, para justificar su posición, aportó dos de las diez razones que esgrime en el texto: la mejora en la esperanza de vida y la reducción de la pobreza. En los últimos doscientos años, la esperanza de vida ha aumentado desde los 35 años hasta los niveles actuales, en los que ya no hay un país, por pobre que sea, en el que no supere los 40 años, cuando antes ninguno llegaba a ese nivel. En Occidente, incluso, sobrepasa los 80 años. Y ello es posible porque ni la gente se muere de hambre, como en el pasado, ni fallece a causa de enfermedades que hoy se curan con un simple antibiótico. Hace doscientos años, también, el 95% de la población mundial vivía en situación de extrema pobreza, una situación que hoy se define como vivir con menos de dos dólares al día. Pero llegó la revolución industrial, apareció la división del trabajo, vino el comercio libre y las cosas cambiaron de forma radical, hasta el punto de que la pobreza extrema ha caído hasta el 9%, cuando hace 25 años afectaba al 37% de la humanidad, y lo ha hecho gracias a la globalización. De hecho, cada día 1.400 personas en todo el mundo salen de la pobreza y tenemos dos mil millones de personas que duplican su renta cada diez años. Cuando se esgrimen estas cifras, los enemigos de la globalización enseguida tratan de defender su posición exhibiendo aquellas otras que hablan del aumento de la desigualdad de rentas en el mundo. Y Norberg vuelve a matizar el sentido de la crítica, primero porque las desigualdades entre países se han reducido y, segundo, porque aquellos países más igualitarios en el pasado, lo eran porque tenían rentas muy bajas, esto es, eran igualitarios, pero en la pobreza. Además, cuando se sale de situaciones de pobreza, no todo el mundo lo hace al mismo ritmo, con lo que las desigualdades aumentan. Pero Norberg dice que lo relevante no es eso, sino la reducción de la pobreza. Gracias a la reducción de la pobreza, la gente tiene más a cceso a la comida y mejora su nutrición. También tiene acceso a los cuidados médicos, los medicamentos, la cirugía, etc., gracias a que los desarrollos tecnológicos y la acción de los empresarios han reducido los precios de las cosas que hoy por hoy forman parte de nuestra vida diaria, de nuestro bienestar. Debido a ello se ha producido el aumento de la esperanza de vida desde los 35 años, hasta el punto de que un niño que nazca hoy tiene una altísima probabilidad de llegar a la edad de jubilación. Y la globalización hace más fácil transmitir el conocimiento, la forma de usar las cosas, que hay detrás de todo ello. Las libertades juegan un papel fundamental en estos logros, en concreto tres de ellas: la libertad de explorar nuevos conocimientos (sobre el cuerpo, sobre algoritmos, etc.), la libertad de experimentar con ellos a través de nuevas tecnologías y modelos de negocios y la libertad de intercambios a través de las fronteras de conocimientos, de tecnologías. Con ello, las probabilidades de resolver los problemas del mundo son mayores porque hay más gente pensando y trabajando en ello gracias a estas tres libertades. Ahora bien, estas libertades se ven amenazadas por los populismos, tanto los de derechas como los de izquierdas, porque la gente no entiende los progresos que estamos consiguiendo. Por el contrario, solo ve amenazas y como se siente amenazada, pide protección. Las personas creen, por las noticias, que todo está fatal y las redes sociales hacen esto más peligroso. Piden protección porque, por instinto de supervivencia, el ser humano recuerda mejor los malos momentos. Pero no hay que olvidar que el progreso está basado en la libertad, y no podemos darlo por garantizado si la libertad desaparece o se ve restringida.
2/6/201847 minutes, 25 seconds